Juan Mannuel Santos, recien elegido presidente de Venezuela.
Vuelve la paz entre Colombia y Venezuela.
Miembro de una de las familias más poderosas de Colombia (la antigua propietaria y ahora socia de “El Tiempo”, principal diario nacional), Juan Mannuel Santos ha ocupado tres carteras importantes en igual número de gobiernos: Comercio Exterior, con el liberal César Gaviria; Hacienda, con el conservador Andrés Pastrana y Defensa, con el derechista, Álvaro Uribe. Mientras sus amigos le consideran un hombre coherente y un magnífico negociador, sus críticos le califican de traicionero con unas desmedidas ansias de poder. A diferencia de Uribe, que, con sus formas caudillistas, concita el fervor del pueblo, a Santos le gusta hacer equipo y rodearse de los mejores. Pero, su ambición no tiene límites.
Nacido en Bogotá D. C. el 10 de agosto de 1951, Juan Manuel Santos, político, periodista, economista, fue atacado por los gobiernos de Rafael Correa, de Ecuador, y de Hugo Chávez, de Venezuela, con insultos, amenazas de guerra e invitaciones a no votar por él, tras haber declarado que se sentía “orgulloso” de haber ordenado el bombardeo en territorio ecuatoriano como ministro de defensa contra el campamento de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, consideradas como una agrupación terrorista por 33 Estados). Lo que generó la crisis diplomática de Colombia con Ecuador y Venezuela de 2008, revivida un año más tarde por el acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos de 2009.
Pero, el 20 de junio de este año, nada más ser votado por un 68, 9 % de los votos y salir victorioso para el cargo de presidente de Colombia, Santos declaraba estar abierto a dialogar con las FARC para poner fin a la violencia, con la condición de que “renuncien a las armas, al secuestro y al narcotráfico”. Añadió que “no es la exigencia caprichosa de un gobernante de turno”, sino el “clamor de una nación”, que “lo que más desea es la paz” y rechaza “a quienes persisten en la violencia insensata y fratricida”. Finalmente, tras lanzar una hoja de ruta para analizar todos los aspectos de las relaciones, Santos acordaba con el presidente Chávez que no habría injerencias en asuntos internos y establecían mecanismos de cooperación, comprometiéndose el presidente venezolano a no tolerar la presencia de las FARC en su territorio y restableciendo las relaciones no sólo diplomáticas sino comerciales y políticas entre ambos países.
Santos dijo que el intercambio de embajadores se haría pronto. Chávez destacó que lo importante es el restablecimiento de las relaciones. Sobre la demanda ante la Corte Penal Internacional, interpuesta por un abogado colombiano, dijo que “me parece un buen chiste. Y no tengo más comentarios al respecto”. Ambos presidentes iniciaron una cumbre en busca de normalizar las relaciones diplomáticas, rotas el 22 de julio, e invocaron para ello el espíritu de Simón Bolívar, libertador de ambas naciones. El encuentro se realiza dos días después de la investidura de Santos como nuevo presidente de Colombia. “Ha sido la primera y extraordinaria buena decisión que hemos tomado ambos presidentes para reencontrarnos con Bolívar y en Bolívar –dijo el presidente venezolano, congratulándose por la elección del lugar de la reunión –. Queremos construir la paz entre nosotros, cuéstenos lo que nos cueste”. Ambos presidentes se mostraron cordiales y sonrientes ante la prensa. El ex presidente argentino, Néstor Kirchner, secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas, contribuyó en la búsqueda de un acercamiento entre los gobiernos de Chávez y de Santos.
Sebastián Piñera, presidente chileno, muestra la nota de los mineros atrapados en la mina.
El pasado domingo, 22 de agosto, 33 mineros chilenos de la mina San José de Atacama, a 900 kilómetros al norte de Santiago, llevaban 17 días incomunicados, sin distinguir el día de la noche, a una temperatura entre 32 y 36 grados y atrapados a 700 metros bajo tierra, tras un derrumbe de la mina de oro y cobre por una explosión de roca. Pero ese día los mineros perdidos contestaban en un corto mensaje que lograron amarrar con elásticos en una barra metálica de una sonda: “Estamos bien en el refugio los 33”. Las letras eran rojas y firmes en un papel de cuaderno. Mediante una cámara colocada en una sonda, los expertos bajaron el dispositivo hasta la zona en la que se encontraban los mineros retenidos. Y lograron filmar a los 33 mineros atrapados bajo una roca gigantesca que mide 100 por 20 metros y está inestable. La grabación captó los gestos de alegría de los mineros.
Alegría de los familiares, al conocer la noticia de que los 33 mineros se hallaban vivos en el fondo de la mina.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, que viajó a la zona por cuarta ocasión, confirmaba a los parientes de los mineros y a la prensa la noticia del hallazgo con cierto retraso. “Hoy día –declaró Piñera–, Chile entero está feliz, lleno de emoción”. Y, contagiado por la euforia reinante, gritó: “¡Viva Chile, mierda!”. Piñera confesó sentirse “más orgulloso que nunca de ser chileno” e, inflado de patriotismo, alabó la unidad de todos los sectores entorno al rescate. “Esto refleja lo que un país unido puede lograr. Los pude ver con mis propios ojos a través de las cámaras de vídeos. Agitaban sus brazos, estaban todavía con sus lámparas prendidas y, aparentemente, en buen estado físico. Se acercaban a la cámara con sus rostros y las ponían como los niños cuando se acercan a una cámara de video. Tenían los torsos desnudos, porque debe de hacer calor. A pesar de las enormes adversidades, estaban con ánimo, con fuerza, lo cual me da mucha alegría y mucha fe de que esta operación va a terminar bien”. Por su parte, la senadora Isabel Allende, dijo, al comentar las novedades que, minutos antes, había dado a conocer el presidente: “Hoy ha sido uno de los días más emocionantes de la historia del país".
Los 33 mineros chilenos, atrapados en la mina de San José, vivirán más de cuatro meses bajo tierra.
Desde entonces, el equipo de rescate prepara la complicada manera de sacar a los mineros hundidos en la mina, en una larga operación que puede durar cuatro largos meses. Algunos pronostican que, si todo va bien, podrían estar de vuelta para las próximas Navidades. “Esto es equivalente a un nacimiento de un hijo”, comenta un trabajador, emocionado. En realidad, sólo medio parto pero, si se prepara su vuelta concienzudamente, será como un nuevo alumbramiento para estos mineros, habituados a buscar cobre u oro, y que, si todo marcha como se prevé, encontrarán por segunda vez, la luz y la nueva vida al final del túnel. Laurence Golborne, ministro de Minería, se comunicaba con el refugio a través de un telefonillo y les preguntaba qué les hacía falta. “Que nos envíen unas cervecitas”, contestaba el minero portavoz de “los 33”. La broma alegró a las autoridades y a los familiares de los mineros, porque evidenciaba su buen estado de salud física y mental.
Una cámara de televisión que capta a los mineros, muestra el rostro de Lorenzo Ávalos, de 31 años y jefe de minas.
El mismo lunes, 22 de agosto, comienzan a fortificar las paredes del orificio, considerado “el cordón umbilical” que les permite mantenerse con vida. Y los familiares les mandan cartas a través del conducto. Son misivas que pasan un control previo a manos de los expertos para evitar mensajes que puedan afectar negativamente el estado de ánimo de los mineros, como es el caso de la duración del rescate. “Estamos bien –corrobora el topógrafo y jefe de turno, Luis Urzúa, de 54 años, al ministro de Minería, Laurence Golborne, en la primera comunicación telefónica con los atrapados–, con ánimo, esperando que nos rescaten”. Urzúa pregunta, intrigado: “¿Alcanzaron a salir el grupo que iba saliendo de la mina cuando ocurrió el derrumbe?”. Y se entera de que no hubo siquiera un lesionado. Entonces “los 33” estallan en gritos de alegría. La suerte de sus compañeros era su principal preocupación. Y cantan a voz en cuello, el himno nacional hasta el final, emocionando a sus compatriotas en la superficie.
Policías chilenos custodian el acceso a la mina.
A la semana de aparecer, el Gobierno estudia incluir el mensaje aparecido de los mineros entre los documentos que contendrá la urna que será enterrada en Santiago el próximo 18 de septiembre, fecha del bicentenario de la independencia del país, y que será abierta dentro de cien años. Porque casos como este ya se han repetido en otras latitudes. En 1989, sesenta y seis mineros indios fueron salvados, tras permanecer tres días atrapados; en 2006, dos australianos fueron rescatados, tras permanecer 14 días bloqueados en un yacimiento de oro; en 2008, ocho del norte de la China lograron ser sacados (uno de ellos afirmó que llegó a beber su propia orina para sobrevivir); en 2110, ciento quince mineros chinos atrapados aguantaron nueve días en una mina de carbón, alimentados con cortezas de árbol, papel y cartón; o el rescatado; en febrero de 2006, en Silesia (Polonia); otro aguantó cinco días a 1000 metros de profundidad; dos sobrevivieron durante catorce días en la mina de oro de Beaconsfield, víctimas de un derrumbe, bebiendo el agua que se filtraba de las rocas antes de comenzar a recibir alimentos y agua a través de una sonda; atrapados en San Juan Sabinas, en el norte de México, sesenta y cinco no sobrevivieron a la desgracia; y nueve, de Pensilvania, fueron localizados por los satélites… Pero, hasta el momento, nadie había sobrevivido a esa profundidad y perforar un túnel rocoso de 66 centímetros de diámetro para evacuar, cuatro meses más tarde, a los 33 mineros enterrados, supera todas las apuestas.
El primer conducto abierto en la roca el domingo pasado en Chile era sólo de ocho centímetros. Enseguida, le siguió otro, de comunicación y, un tercero, de ventilación. Los primeros envíos fueron de agua potable, de suero líquido para hidratarlos y de medicamentos. En el momento de su localización, los 33 mineros (32 chilenos y un boliviano), soportan elevadas temperaturas cercanas a los 35 grados y una humedad de 98 por ciento. Sobrevivieron 17 días con una cucharada de atún, medio vaso de leche y una galleta cada 48 horas. Pero, lo que preocupa a los equipos de rescate es que, al no tener prácticamente movilidad, los mineros engorden y el rescate sea más complicado. Por eso les mandan, a través de las “palomas” (los tubos por los que se canalizan los envíos), que tardan una hora en ir y volver, un alimento con alto contenido en proteínas y vitaminas. Les envían broncodilatadores, medicinas para la diabetes y la hipertensión, oxígeno, agua, alcohol para la limpieza del cuerpo, parches oculares, oxígeno comprimido… “Deben seguir una dieta –explica el titular de Salud– para que el perímetro de sus cinturas no superen los 90 centímetros y produzcan el menor número de deposiciones posibles”. Y les aconsejan actividades físicas para evitar la atrofia muscular en un lugar cerrado. Ejercicios abdominales y yoga para mantenerse bien mentalmente. De esta manera, “los 33” se organizan en turnos y vigilan constantemente el túnel del rescate excavado por la Strata 950, una máquina surafricana cuya capacidad de avance puede llegar hasta 15 metros diarios. Pero el principal riesgo que corren los mineros atrapado es un nuevo derrumbe y que la roca de la mina, de 700.000 toneladas que obstruyó el túnel, termine cediendo.
¡Fuerza, mineros!
El abrazo del presidente Piñera, de derechas, con la senadora socialista, Isabel Allende, hija del ex presidente Allende, nada más confirmar que los mineros seguían vivos, fue todo un símbolo. Lo grave era que la Mina de San José, con numerosos accidentes registrados en 2007, había sido clausurada, en 2007, después de la muerte de un minero por una explosión parecida a la actual. Pero fue incomprensiblemente reabierta, en 2008, con la condición de que se construyera una escalera en el conducto de ventilación que los propietarios no hicieron nunca. En realidad, a ésta, como a otras empresas mineras, les resultaba más barato pagar una multa por incumplir una norma de seguridad que invertir lo necesario para mejorar las condiciones de sus miembros. Pero, tras este grave accidente, las autoridades chilenas aceleran el cierre de 18 minas que no cumplen las normas de seguridad. Y, mientras esperan que “los 33” atrapados en San José, sean liberados, los sindicatos chilenos movilizan a las familias de los mismos para que busquen a los responsables. “Dentro de unos meses –explica Javier Castillo, secretario del único sindicato de Minera San Esteban, propietaria de la mina–, puede que los que estén ahí abajo cobren sus indemnizaciones y, a cambio, no quieran denunciar ni a la empresa ni al Gobierno. Y así seguirán muriendo otros mineros. Pero, nuestra obligación es luchar para que los propietarios inviertan en seguridad”. Desgraciadamente, el reclamo que usa la compañía para encontrar trabajadores sigue siendo el mismo: aumentar los sueldos respecto a otros yacimientos. Los empleados de San José ganaban de media 550.000 pesos (857 euros). Más de cien euros por cada cien metros sepultados. Una miseria, si lo comparamos con el peligro de muerte que constantemente les acecha.
Según Vicenot Tobar, la historia de esta compañía está llena de muertes y de gravísimos accidentes.
Jaime Mañalich, ministro chileno de Salud, advierte que el rescate “será lento”, pero la familia de uno de los mineros atrapados está dispuesta a demandar a la empresa San Esteban, propietaria de las instalaciones y a los inspectores gubernamentales por permitir tantos fallos de seguridad. Y el presidente de Chile anuncia que no permitirá la impunidad para los responsables del derrumbe. “Vamos a investigar las responsabilidades y a sancionar a los que tengan culpabilidad”, anuncia Piñera. La empresa propietaria no participa en las labores de rescate y tardó en avisar del accidente. Además, según las denuncias presentadas, vulneró las normas de seguridad. Un abogado de San Esteban afirma que la empresa podría declararse en quiebra, porque carece de liquidez para pagar los gastos que se avecinan. En 2009, Vincenot Tobar, ex encargado de Prevención de Riesgos de la empresa, que se autodespidió de San Esteban debido a que no lograba realizar su trabajo, asegura que el único interés de los dueños, Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, es la rentabilidad y que nunca se tomaron en serio los accidentes. Tobar no comprende cómo la mina San José consiguió el permiso de reapertura del Servicio Nacional de Minería, sin haber cumplido con la exigencia de crear esas vías de escape.
Carteles de apoyo instalados en el campamento La Esperanza, al lado de la mina de San José.
Mientras tanto, los parientes de los mineros duermen en carpas ante la bocamina. Entre ellos, los rescatadores, los equipos médicos, la prensa y los curiosos, llegan a ser, en algunas jornadas, cerca de 400 personas, conviviendo en ese lugar habitualmente desértico. Durante el día, esperan ansiosos las noticias y, de noche, prenden fogatas para combatir el frío. En el campamento, se encuentra un grupo de ocho psicólogos que trabaja con las familias en el proceso de contención emocional.
El minero Víctor Zamora, bromista oficial del grupo que alegra las horas de encierro.
El Gobierno de Chile ha dado a conocer 25 minutos (de un total de 45) de una filmación mandada por los mineros en el fondo de la mina. En ella se puede ver cómo los mineros han destinado una de la galerías para reuniones. “Este es como nuestro casino”, dice Mario Sepúlveda, quien va presentando el lugar en donde se encuentran, guiando a la cámara en todo el recorrido. Fabricaron un juego de dominó con papel y tinta. “En esta zona –dice Sepúlveda–, también nos sentamos a planificar, porque, desde las profundidades de la tierra, nosotros vamos a ayudar a nuestro propio rescate”. El objetivo de los mineros es captar imágenes que consigan despertar la esperanza. Los mineros graban sus heridas y lesiones en la piel. Pretenden detener las infecciones pulmonares y de la piel. Según el ministro de Sanidad, Jaime Malianich, las imágenes permitirán conocer su salud y hacer seguimiento del estado de ánimo de los trabajadores. Pero, casi un mes después del hundimiento de la mina, se decide que, en lo sucesivo, la cámara será utilizada con fines terapéuticos. El decaimiento y la desesperación puede ser el principal problema. Por el momento, hay cinco mineros en estado de depresión. El equipo médico de fuera determina que, para no desanimar a los sepultados, es preferible que no sepan que deberán aguardar cerca de cuatro meses para ser rescatados. Rodd Russell, un minero australiano rescatado en 2006, tras permanecer 14 días atrapado en el interior de una mina, recomienda buen humor a los chilenos para combatir la angustia vital en las profundidades: “Mentalmente va a ser muy duro. Catorce días nos parecieron una eternidad. Cuatro meses van a parecer como años luz”…
Zona de seguridad, donde se ejecutan las tareas de rescate.
“En la tarde del domingo –escribe Abel Gilbert desde Buenos Aires–, cuando se conoció la buena nueva, después de tantos pronósticos aciagos, la gente salió a las calles de Santiago, los bomberos hicieron sonar sus sirenas, los creyentes redoblaron sus encomiendas celestiales. ‘Fue como el Mundial de fútbol, cuando ganaba la selección’, se dijo. Pero en Chile se juega otra cosa. Las imágenes de las cámaras de vídeos comenzaron pronto a ser descifradas por los familiares y amigos. El ministro de Minería, Laurence Golborne, uno de los principales actores de esta película que empezó con el rótulo de ‘catástrofe’ y promete tener final feliz, ponderó la inteligencia y capacidad de los mineros de pelear hasta el último aliento… Los chilenos tienen una enorme conciencia de lo catastrófico. Los terremotos y tsunamis les han enseñado a lo largo de su historia como nación a enfrentarse y sobreponerse a las calamidades naturales. Pero ese país, fuertemente polarizado en sus posiciones políticas, suele congelar las controversias cuando irrumpe el desastre. Ocurrió en febrero, cuando un temblor de 8,8 grados hizo cimbrar al sur chileno, provocando enormes daños. Los episodios del 27-F todavía erizan y es por eso que la historia de ‘los 33’ ha calado tan hondo…”. Robert Funk, subdirector del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, en el diario digital chileno “El Mostrador”, añade que: “El accidente de San José, al igual que el bicentenario, nos da para reflexionar sobre qué somos como chilenos, cómo afrontamos la adversidad y qué deberíamos cambiar para que no veamos más escenas como las de las últimas dos semanas”.
Entramos en la sección humorista con tres dibujos de Kap: La ola, Negociaciones y Que empiece el dialogo.
Continuamos con “el verano trepidante”, de Manuel Fontdevila. Veamos “La temporada alta”, de Territorio Vergara. Y “gestas de la política de gestos” de Pep Roig: Efiiicaaaciiiaaaaaa, Productividad, Erre que erre, Aportadas y Nada por nada.
Los mineros, atrapados hace 18 días, dijeron estar en buenas condiciones y llegaron a cantar el himno de Chile.
Alimento y afecto para mantener con vida a todos los mineros.
Vincenot Tobar, ex superintendente de seguridad de la mina San José, en una entrevista con 24 Horas, asegura que la empresa alteraba las normas de seguridad para bajar los costos. Además, expresa su incorformidad con el destino de los recursos.
Aún resuenan las protestas de humoristas brasileños del pasado domingo a lo largo de la playa de Copacabana contra el fallo que les prohíbe hacer bromas con sus blancos favoritos: los políticos. La legislación les prohíbe satirizar a los candidatos políticos durante la campaña presidencial y que los diferentes medios de comunicación “usen trucos, montajes o cualquier otro recurso que de alguna forma degraden o ridiculicen a un candidato o partido”. Seguidos de varios centenares de manifestantes, los humoristas se quejaron a su manera de esta ley, mientras coreaban: “Uno, dos, tres, cuatro, cinco, mil; queremos libertad para los humoristas de Brasil”. Criticaron el carácter “antidemocrático” de esa ley y aclararon que no convocaban la manifestación “para hacer bromas, sino para luchar por el derecho a hacerlas”.
Bajo el lema “Humor sin censura”, la caminata por la turística playa se inició con reconocidos cómicos y artistas de la televisión brasileña, en contra de la prohibición de que radio y televisión utilicen mecanismos que degraden o ridiculicen a candidatos o partidos políticos. “La censura es una amenaza a la democracia –declaró Danilo Gentili, conductor del humorístico “CQC” (Custe o Que Custar, Cueste lo que cueste)–. Mire el ejemplo de Venezuela que hace referencia a la restricción de los diarios venezolanos de publicar imágenes de contenido violento”. Fábio Porchat, otro de los humoristas más conocidos se lamentó: “Primero, nosotros no podemos reírnos de los políticos. Pero, también a los políticos se les debería prohibir reírse de la gente… De aquí en adelante, esto va crecer. Para el año 2015, probablemente, si siguen así las cosas, ni siquiera podamos hablar del Gobierno”. Con su protesta, pretendían que la sociedad se revelase “contra la censura del humor” y obligase a las autoridades competentes a revisar la norma electoral que “castra el humor en la política”.
En 2009, el Tribunal Supremo Electoral incorporó esta enmienda a la ley electoral que entró en vigor en julio y establece multas de hasta 100.000 reales (unos 44.840 euros) la primera vez y el doble, en caso de reincidencia. Un chiste demasiado caro, según los humoristas. Danilo Gentili se queja: “Este es un país que quiere ser considerado una democracia madura y se encuentra con esto, completamente ridículo”. Bruno Mazzeo dice que la medida que les impide imitar a los candidatos presidenciales es “como si se prohibiera hablar de fútbol durante un Mundial”. Y apunta que los políticos “deberían tener un mejor humor”. Marcelo Tas señala: “Los humoristas son criaturas que no nacieron para organizar manifestaciones públicas, pero, ante tamaña payasada en el proceso electoral brasileño, teníamos que hacer algo. Aunque se trate de una marcha de payasos. Lo que no deja de ser patético es, al mismo tiempo, animador”.
Esta nueva acción de la justicia electoral brasileña vale especialmente para TV y para radio pero también afecta a Internet y al teatro. Por el momento, se salva el chiste de la prensa escrita. Los manifestantes pidieron el fin “a la censura de la risa”. Para los humoristas, impedir hacer humor con los candidatos, además de ser inconstitucional, le quita la sal y pimienta a las elecciones, que no deben ser sacralizadas.
En una crónica del concierto de Louis Armstrong ofrecido en París, el 9 de noviembre de 1952, admirablemente escrita por Cortázar, Julio escribe bajo el título “Luis el enormísimo cronopio”: “Como Louis es un enormísimo cronopio, le da lástima el discurso perdido y de golpe aparece por una puertecita lateral, y lo primero que se ve de él es su gran pañuelo blanco, un pañuelo que flota en el aire y detrás un chorro de oro también flotando en el aire y es la trompeta de Louis, y detrás, saliendo de la oscuridad de la puerta, la otra oscuridad llena de luz de Louis que avanza por el escenario, y se acabó el mundo y lo que viene ahora es total y definitivamente la caída de la estantería y el final del cariyú”.
Cotázar sigue describiendo con maestría al resto de componente: “Detrás de Louis vienen los chicos de la orquesta, y ahí está Trummy Young que toca el trombón como si sostuviera en los brazos una mujer desnuda y de miel, y Arvel Shaw que toca el contrabajo como si sostuviera en los brazos una mujer desnuda y de sombra, y Cozy Cole que se cierne sobre la batería como el marqués de Sade sobre los traseros de ocho mujeres desnudas y fustigadas, y luego vienen otros dos músicos de cuyos nombres no quiero acordarme y que están ahí yo creo por un error del empresario o porque Louis los encontró debajo del Pont Neuf y les vio cara de hambre, y además uno de ellos se llama Napoleón y eso es un argumento irresistible para un cronopio tan enormísimo como Louis”
Luego, Julio Cotázar se refresca en el ambiente del grupo de jazz: “Para esto ya se ha desencadenado el Apocalipsis –dice, describiendo el inicio del concierto– , porque Louis no hace más que levantar su espada de oro, y la primera frase de When it’s sleepy time down South cae sobre la gente como una caricia de leopardo. De la trompeta de Louis la música sale como las cintas habladas de las bocas de los santos primitivos, en el aire se dibuja su caliente escritura amarilla, y detrás de esa primera señal se desencadena Muskat Ramble y nosotros en las plateas nos agarramos todo lo que tenemos agarrable, y además lo de los vecinos, con lo cual la sala parece una vasta sociedad de pulpos enloquecidos y en el medio está Louis con los ojos en blanco detrás de su trompeta, con su pañuelo flotando en una continua despedida de algo que no se sabe lo que es, como si Louis necesitara decirle todo el tiempo adiós a esa música que crea y que se deshace en el instante, como si supiera el precio terrible de esa maravillosa libertad que es la suya”.
Más de una vez he pretendido buscar en el diccionario, sin nunca conseguirlo, esa rara palabra inventada por Cortázar quien abre los ojos y, cómo Armstrong, sigue ahí, en el escenario parisino. “Después de veintidós años de amor sudamericano –sigue él describiendo a su personaje– él está ahí, cantando, riendo con toda su cara de niño irreformable, Louis cronopio, Louis enormísimo cronopio, Louis, alegría de los hombres que te merecen… y la sala continúa llena de cronopios perdidos en su sueño, montones de cronopios que buscan lentamente y sin ganas la salida, cada uno con su sueño que continúa, y en el centro del sueño de cada uno Louis pequeñito soplando y cantando”
No puedo olvidarme de que Julio Cotázar, que naciera un día como hoy hace 104 años y viviera parte de su vida en París, al que conociera personalmente un verano en una cala mallorquina, fue no sólo un amante del jazz sino un principiante de la trompeta, instrumento que solía tocar a menudo. Su amor por el jazz, por su capacidad proteica, se hace evidente en cuentos, artículos y páginas recordables de “La vuelta al día en ochenta mundos”. La famosa foto de Cortázar tocando la trompeta está unida a su propia confesión: “Sí, en verdad toco la trompeta, pero sólo como desahogo. Soy pésimo”. Pero el Cortázar músico, quizás el más minucioso –el jazzman–, está plasmado en “El perseguidor”, en el que retrata a un Johnny Carter que hereda aficiones de Parker: alcohol, drogas, escándalos, amoríos...
“A fondo” entrevista televisiva de Joaquín Soler en 1977 con Julio Cortázar.
El presidente del Gobierno recurrió hace más de un mes a la idea lanzada durante el debate sobre el Estado de la Nación de que adoptaría las medidas que fueran necesarias para salir de la crisis. Cueste lo que cueste y le cueste lo que le cueste. Durante la sesión, Zapatero no descartó “pedir nuevos esfuerzos a los españoles” en los próximos meses. “Si hay que hacerlo, lo haré”, sentenció, convencido de que esto es la única posibilidad que le queda. Era su manera de decir que, si hace falta recurrir “a los que tienen alta capacidad económica”, lo hará sin ninguna duda. Pero, mientras tanto…
Hoy, la crisis sigue su lento camino hacia su recuperación. Y, con el bochorno del verano, el presidente parece haber dejado dormir en el olvido sus planteamientos, sobre todo los que afectan a los más poderosos. Pero José María Mollinedo, secretario general del sindicato de los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), nos recuerda una y otra vez que el coste de la crisis también “debería ser pagado” por las grandes fortunas y grandes corporaciones industriales españolas, teniendo en cuenta que los recortes sociales y la reforma laboral aprobados por el Gobierno van a afectar a la mayoría de las personas con rentas bajas o muy bajas.
El secretario general de Gestha cree que sí hay margen para subir los impuestos en España y modificar algunas partidas en el ámbito de una reforma fiscal “de mayor calado”. En concreto, Mollinedo se refiere al Impuesto sobre Sociedades, donde existen algunas “distorsiones”, y al IVA, en el caso de aquellas facturas en las que este impuesto se devenga sin que hayan sido efectivamente cobradas. Según Mollinedo, la estructura fiscal del país podría ser eficaz y suficiente, si existieran actualmente los índices de actividad económica del año 2007, cosa que, en su opinión, va a ser difícil de conseguir a corto plazo.
La crisis, según Mollinedo, afecta a todos, incluso a los grandes patrimonios que pueden tener un momento de menor valor, “pero éstos son los que mejor pueden sortear la crisis”. Los parados, los asalariados y los pensionistas son los sectores más afectados. Y advierte que los fraudes fiscales “son más comunes en tiempos de recesión”. A través de Gestha, propone que el Ministerio de Economía y Hacienda y la Agencia Tributaria dirijan sus investigaciones de lo más fácil a las grandes fortunas y se controlen las subvenciones y el gasto público. Sugiere, asimismo, la adopción de medidas fiscales sobre la tributación de pymes y autónomos, los contribuyentes y las sociedades con ingresos muy altos, sicavs y ganancias patrimoniales especulativas con las que se mejoraría la prevención del fraude.
Pero es en los próximos presupuestos presentados antes del 1 de octubre en el Congreso cuando se confirmará el grado de veracidad de las promesas de Zapatero. Sólo entonces veremos si Hacienda se inclina por gravar más a las rentas altas, creando un nuevo tramo en el IRPF, con un tipo superior al 43 por ciento. O si todo queda entre aguas de borrajas.
Molina es tildada en su país de "contrarrevolucionaria y apátrida" por sus críticas a Fidel Castro.
El líder cubano Fidel Castro “no me va a dejar descansar”, aseguraba Hilda Molina, médica disidente cubana de 67 años, al ser increpada por dos personas, supuestamente afines a Castro, cuando presentaba el miércoles pasado en Uruguay “Mi Verdad, de la Revolución Cubana al desencanto, la historia de una luchadora”. En sus memorias, Hilda Molina critica duramente en Monteviedo al gobierno de Cuba. “Yo sé que, hasta mi último aliento, voy a tener detrás de mí a Fidel Castro, sus prolongaciones, sus metástasis y hasta sus fantasmas. No me va a dejar descansar”, dijo Molina a la AFP, en el lanzamiento de su libro, cuatro meses después de que militantes del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba le impidieran, en medio de insultos, presentarlo en Buenos Aires.
Una docena de militantes de la Comisión Nacional de Organizaciones Sociales del Uruguay (CONOSUR) se reunía con pancartas y banderas cubanas frente al teatro en donde se desarrollaba la presentación. Gritando la consigna “Con Cuba, siempre”, en repudio a la visita de Molina, un hombre interrumpió la charla con la acusación de “traidora”. La médica, radicada en Argentina, desde que abandonara Cuba en junio de 2009, para reunirse con su madre, enferma de 90 años, hijos y nietos argentinos, tras esperar 15 años el permiso para salir de la isla, contestó: “Yo les dije, a todos los que me aseguraron que en Uruguay no sucedía esto, que conmigo iba a suceder. Detrás de esto está Fidel Castro, que no soporta que yo haya escrito el libro y que el libro esté diciendo lo que dice”.
Neurocirujana de profesión, la ex miliciana de 67 años se convirtió en férrea opositora al régimen comunista, tras renunciar en 1994 a la dirección del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) que ella misma había fundado, por diferencias con el régimen. El gobierno de Fidel Castro aseguró que fue destituida bajo acusación de querer apropiarse de la institución en caso de caída del socialismo. “Ninguna de las personas que me critican, me insultan y gritan consignas, van a querer este proceso como yo lo quise”, asegura Molina, quien no duda en afirmar que Fidel Castro “se siente Alejandro Magno” y que es “una persona con un gran carisma, de una inteligencia superior, pero sin alma”.
Molina relató cómo fue seducida por las ideas de la revolución cubana a los 15 años, su decisión de volcar su vida a la militancia, su época de miliciana y su orgullo de haber sido alfabetizadora. Pero también recordó cómo le molestaba “la violencia verbal, la violencia física, el irrespeto” por el que pensaba diferente, las políticas “dirigidas a desbaratar la familia” o su desencanto tras participar en una misión humanitaria en Argelia. Pero, pese a su desengaño y frustración, Molina asegura que quiere volver a su país y ejercer allí la medicina. “No se qué nos deparará la vida, pero mi propósito es vivir en Cuba”.
Ciudadanos rumanos abandonan su campamento tras ser evacuados por la Policía en Choisy-Le Roi, en las afueras de París.
Además de rechazar a los sin papeles, a los alterglobalistas y a los jóvenes de la “banlieue”, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, desprecia a los gitanos, desairando contra ellos toda sus fobias. Confrontado a graves problemas a causa de su implicación en el “caso Bettencourt” de fraude fiscal, al tráfico de influencias y a la financiación política irregular, el líder conservador galo hace sin ningún pudor redadas contra los gitanos y está dispuesto a echarles de Francia. Tras una reunión de alto nivel en el Palacio del Elíseo, ha anunciado el desmantelamiento de campamentos y expulsiones expeditivas de familias enteras que llevan años enraizadas en Francia. La decisión presidencial, demasiado aventurada y precipitada a raíz de la muerte de Juigi Duquenet, un joven gitano en Saint Aignan, en el centro de Francia, se ha enfrentado a múltiples críticas. La muerte de este gitano, en un incidente aún no aclarado, a manos de la policía que le perseguía, provocó fuertes enfrentamientos entre esa comunidad y los gendarmes. Desde entonces, la izquierda, las asociaciones gitanas y las organizaciones de derechos civiles denuncian la “estigmatización” y la “amalgama” contra los gitanos. Y varias asociaciones nacionales e internacionales califican la iniciativa de Sarkozy de “declaración de guerra” contra los más débiles.
Gitanos deportados por Francia.
El pasado jueves, el presidente, Nicolás Sarkozy, iniciaba su plan de expulsión de los gitanos rumanos y búlgaros, tras anunciar su intención de desmantelar los poblados ilegales y la de devolver a su país a los sin papeles de forma “casi inmediata”. Se calcula que en Francia existen unos 600 campamentos ilegales. El 90% carece de agua. El Gobierno ya había anunciado su intención de desmantelar la mitad de esos campamentos. Pero, en 2008, ya fueron expulsados de Francia 8.470 rumanos, el 95% de ellos gitanos. El ministro del Interior, Brice Hortefeux, declaraba eufórico que ya habían sido desmantelados unos 51 poblados ilegales en todo el territorio galo desde finales de julio y anunciaba que estaban previstos, hasta finales de septiembre, vuelos específicos para expulsar a unos 700 gitanos del territorio galo. Distintas asociaciones han denunciado que esas medidas no servirán para nada: “Las evacuaciones no hacen más que desplazar a las familias de un terreno a otro, dejando su situación en manos de los Ayuntamientos, y la mayoría de expulsados terminan volviendo”. Pero las advertencias y acusaciones de la oposición apenas son oídas por el Gobierno de Sarkozy, dispuesto a llevar a cabo esa “limpieza que salvará a Francia”. Nicolás Sarkozy, que ya no tiene nada que envidiar a la tristemente célebre Liga del Norte italiana, persigue sin miramientos a la población gitana.
Sarkozy, como Hitler en Alemania, no quiere gitanos en Francia.
Nicolas Sarkozy alimenta la polémica que ya de por sí trajo sus declaraciones en las que pretendía retirar la nacionalidad francesa a los criminales extranjeros que residieran en el país. La ONU reaccionó contra Francia, acusando al gobierno de promover desde la derecha un “racismo de Estado”. La relación que estableció Sarkozy entre inmigración e inseguridad fue duramente criticada. El diario “Le Monde” denunció “esta política de la humillación que da una visión degradante de la acción pública. Francia no es un país racista. Pero al activar las pulsiones del racismo, el Ejecutivo ridiculiza nuestros principios y nuestros valores”. Los observadores de la ONU que se centraron en el tema pronostican que Francia vive un “resurgimiento significativo del racismo y de la xenofobia” y cuestionan la “falta de voluntad política” para enfrentar el fenómeno. Un diputado del UMP, partido en el poder, calificó la decisión de “horrorosa” y la comparó con “los métodos que recuerdan las redadas durante la (segunda) Guerra”.
Rumanos repatriados, en el aeropuerto de Lión.
Los primeros gitanos “expulsados” a Rumanía y Bulgaria despegan el jueves, 19 de agosto. Otros vuelos se sumarán hasta llegar a un total de 700 repatriados. Escoltados por la policía y cargados de maletas y paquetes, unos 60 gitanos embarcan en un vuelo de la compañía rumana Blue Air que sale de Lyón, y otro grupo menos numeroso lo hace desde el parisino aeropuerto, Charles de Gaulle. Según sostiene el Gobierno francés, no se trata de expulsiones, sino de repatriaciones “voluntarias”. Hortefeux adelanta que ocurrirá lo mismo en los próximos días con otros 150 gitanos que viven en un campamento de Marsella. “No se trata de estigmatizar a una comunidad –declara– sino de hacer respetar una ley”. El Gobierno francés continúa impertérrito con su programa de expulsiones masivas contra los gitanos, como si ellos fueran la causa de todos los males, incluso de la crisis económica. Y, tras los incidentes violentos de Saint Aignan, después de que un policía matase a un joven gitano durante su persecución, lo que dio lugar a disturbios callejeros, incluido el ataque de medio centenar de personas al cuartel de la Gendarmería, inicia con mano dura los desmantelamientos.
Marzhan, primer campo de internamiento para gitanos en el III Reich.
Este hecho, lo mismo que otros, como la condena al ministro Hortefeux, hombre de confianza del presidente Sarkozy, por un comentario racista, forman parte de la política gala del presente, que guarda ciertas similitudes con los acontecimientos alemanes nazis en 1933. Por supuesto, los nazis no sólo estaban contra los judíos, sino también contra los gitanos, los oponentes políticos y los discapacitados físicos o mentales. Dachau, campo de concentración nazi al norte de Múnich, en Baviera (sur de Alemania), construido sobre una fábrica de pólvora en desuso, fue terminado el 21 de marzo de 1933 y, al día siguiente, los primeros prisioneros fueron internados en el campo. Además de presos representantes de la izquierda alemana y judíos, Dachay contaba igualmente con gitanos y homosexuales. Allí se preparaban las futuras guardias de los campos de concentración de la Alemania de Hitler que aprendieron a torturar y a degradar a los detenidos hasta su total humillación. “Si intercambiamos acusaciones o criminalizamos a grupos étnicos –ha advertido Teodor Baconschi, ministro rumano de Exteriores, preocupado por las “reacciones xenófobas” en Francia–, resucitaremos memorias de las menos placenteras. Y, en vez de encontrar soluciones, generaremos tensiones”.
Brice Hortefeux, ministro del Interior condenado por la Justicia el 4 de junio pasado por “injurias raciales” contra jóvenes musulmanes.
El ministro de Interior, Brice Hortefeux, anuncia las medidas previstas: la policía desmantelará en tres meses la mitad de los campamentos de los gitanos itinerantes y expulsará, de manera “casi inmediata”, a los gitanos inocentes de origen búlgaro o rumano, al contrario de él, que deberá pagar una multa por ciertos comentarios hechos. Los hechos datan de setiembre del 2009, cuando el ex ministro de Inmigración e Identidad Nacional asistía a una reunión de su partido, la conservadora UMP, en la región de las Landas, en el suroeste de Francia. Mientras se hacía fotos con un grupo de militantes, le presentaron a uno de origen magrebí y le dijeron que comía cerdo y bebía cerveza. “Pero entonces no corresponde al prototipo”, aseguró el ministro, que agregó que “siempre es necesario que haya uno, cuando hay uno no importa, es cuando hay muchos cuando aparecen los problemas”. Lo dijo Hortefeux sin saber que estaba siendo filmado y que sus dichos circularían por Internet. El amigo personal de Sarkozy, fue condenado a una multa de 750 euros por “injurias racistas”. En su fallo, publicado a principios de junio pasado, el tribunal entendió que su polémica frase ante el joven de origen árabe fue “ultrajante y despreciativa”. El político, que ha promovido la expulsión de inmigrantes indocumentados en Francia, sostuvo que sus palabras fueron malinterpretadas y sus abogados anunciaron que apelarán la condena. El Partido Socialista (PS) francés, principal grupo de oposición, pidió a Hortefeux que tuviera la “dignidad” de renunciar a su cargo. Pero, tanto Sarkozy como su primer ministro, Francois Fillon, le respaldaron.
Eric Besson, ministro galo de Inmigración.
Nombrado, en enero del 2009, ministro de Inmigración francés, Eric Besson, a menudo, tiene que salir al paso de las acusaciones que se multiplican desde que el Gobierno anunciara, a finales de julio del 2010, su intención de luchar contra la delincuencia mediante el desmantelamiento de los poblados gitanos ilegales y la expulsión de los que hayan cometido delitos. “Francia no la está tomando con los gitanos, al contrario de las tonterías, los anacronismos y las declaraciones absurdas”, señala Besson. “Quisiera que el vocabulario específico de la II Guerra Mundial, con lo que ha sido su atrocidad –el exterminio industrial, sistemática de los judíos y de los gitanos–, no se utilizara”. Con estas palabras responde a Jean-Pierre Grand, cercano a Dominique de Villepin, ex primer ministro y enemigo íntimo del presidente Sarkozy, un diputado del partido gubernamental. Tras la violencia de la expulsión del pasado fin de semana en Montreuil, en las afueras de París, Grand comparó la política del Gobierno con las “redadas” de judíos realizadas en Francia durante la ocupación nazi. “¿Se puede ser diputado y dejar que esto ocurra –preguntó– cuando descubrimos que las fuerzas de seguridad intervienen de madrugada, separan a las familias, los hombres por una parte, las mujeres y niños por otro?”.
Caravanas de gitanos, en Burdeos, protestando y pidiendo que se les deje instalar.
“Sega”, diario búlgaro, ataca en un editorial la “deportación” de los gitanos de Europa del Este, practicada por el Estado francés. “Todo está en marcha para la deportación más masiva de Europa desde la Segunda Guerra Mundial”, denuncia “Sega”. El ministro francés de inmigración, Eric Besson, admite que, legalmente, los expulsados podrán regresar a Francia, pero que el Gobierno cuenta con un fichero, creado en octubre de 2009, que recoge los datos de quienes se han beneficiado de la ayuda al retorno voluntario –que incluye el billete, 300 euros por adulto y 100 por niño– para evitar que las mismas personas se beneficien dos veces de la misma. Desde la entrada de Rumania y Bulgaria, en 2007, todos los ciudadanos de los 27 países miembros tienen derecho a la libre circulación en todos los países de la Unión Europea. Besson reconoce que los expulsados podrán volver a Francia sin visado, en situación irregular, durante un máximo de tres meses. “Pero no podrán permanecer en situación irregular y menos recibir una ayuda al regreso voluntario”. “El problema –explica Laurent El Ghozi, de la Federación Nacional de las Asociaciones Solidarias de Acción con los Gitanos– es que tienen que lograr un empleo y las empresas que les contratan tienen que pagar una tasa de entre 600 y 1.600 euros en función del puesto de trabajo”.
Las Policía francesa usa la fuerza contra los gitanos, desviando la atención de otros problemas galos.
La intención de Sarkozy, con la dura polémica desatada en Bruselas, es desviar la atención de ciertos temas candentes como el empleo, el recorte de pensiones y las subidas de impuestos que se están dando en Francia. De ahí el que intente centrarla en la irregularidad de los inmigrantes gitanos. El Gobierno hace saber que las familias gitanas se han acogido a la llamada “Ayuda al Retorno Humanitario”. Y afirma que se trata de retornos “voluntarios”. Algo que es puesto en duda por las asociaciones de defensa de los derechos civiles. Desde el inicio de la política sarkozyana, los gitanos de la UE tienen la ventaja de dejarse expulsar con facilidad. Muchos esperan cobrar el dinero, reciben un billete de avión que les permite ir a ver a la familia, y luego vuelven a Francia, aunque obligados a vivir como clandestinos, expuestos a ser de nuevo expulsados. “Espero que la Comisión Europea –declara Brice Hortefeux– demuestre todo su valor añadido en el acceso de los romaníes a la educación, el empleo y la vivienda”. Sarkozy, que prosigue sus vacaciones en Cap Nègre (Costa Azul), reúne un excepcional consejo restringido de Asuntos Económicos. Los déficits abisales, el crecimiento microscópico, y la destrucción de 256.104 empleos en 2009, cifra récord para Francia, mueven al presidente a buscar urgentes soluciones. Los primeros vuelos de deportación de gitanos sin papeles desde Francia hacia Rumanía y Bulgaria son las primeras cortinas de humo tras la cual Sarkozy esconde la subida de los impuestos a las clases medias.
La operación francesa de expulsar a los gitanos, recibe críticas de diversos flancos, incluido el Vaticano. Agostino Marchetto, secretario del Consejo Pontificio para los Migrantes e Itinerantes, censura duramente la decisión del Ejecutivo francés. “No se pueden tomar decisiones contra comunidades enteras –opina el prelado, quien considera que la medida vulnera la legislación europea y francesa– sin la aplicación a cada individuo en particular, en función del orden público. Los echamos y cerramos los ojos”. Marchetto se remite a “lo establecido por la misma legislación europea” y añade que, además, la decisión tomada por el Gobierno de París también está en contra de la ley francesa, la cual “prevé que los municipios con más de 5.000 habitantes deben instituir campamentos” para los gitanos. El representante vaticano considera que la medida no respeta el principio de proporcionalidad. Familia gitana llega al aeropuerto de Bucarest.
El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU denuncia igualmente a Francia por vincular inmigración con inseguridad, y los Gobiernos de Rumanía y Bulgaria dejan patente su malestar por la política de Francia con respecto a sus nacionales. Daniel Cohn-Bendit, presidente del grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo (PE), dice que esto “no arregla ningún problema” e insta a reflexionar sobre las condiciones de vida de los gitanos en sus países de origen.
Niña rumana junto a su equipaje espera a su familia, tras llegar a Bucarest procedente de Francia.
El miembro del Gobierno que ha ido más lejos en sus declaraciones ha sido el ministro de Industria y alcalde de Niza, Christian Estrosi, quien propone castigar con multas a los ayuntamientos que no cumplan con ciertas tareas de seguridad. Propuesta que recibe no solo el rechazo de los alcaldes de izquierda, quienes soportan el problema de las chabolas en los suburbios, sino incluso de representantes de la derecha. Jacques Pélissard, presidente de la Asociación de Alcaldes de Francia, considera que esta idea “no es ni realista ni aplicable”. El propio alcalde de Burdeos, Alain Juppé, exmiembro del Gobierno de Sarkozy, alerta en su blog contra “las exageraciones”. Juppé, además, vive un conflicto en su municipio porque 140 familias nómadas, de nacionalidad francesa, no aceptan el terreno que les propone para sus caravanas. Burdeos, como la mitad de las comunas de más de 5.000 habitantes, todavía no ha habilitado áreas especiales tal como obliga una ley desde el año 2000. Varios diputados de la UMP cercanos al exprimer ministro, Dominique de Villepin, se manifiestan en contra de la asimilación que el Gobierno está haciendo entre inmigración y delincuencia y de las prácticas policiales para el desmantelamiento de campamentos.
Grupo de inmigrantes rumanos, vigilados por la gendarmería francesa.
La política racista de Sarkozy avergüenza hasta a su partido. Las críticas en su contra se multiplican ante la ofensiva lanzada por las autoridades. Fue el propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien dio la orden al Gobierno de evacuar a los gitanos y de destruir la mitad de las instalaciones en las que viven en el plazo de tres meses. Hortefeux lo está cumpliendo a rajatabla y, en menos de un mes, ya ha desmantelado más de 50 campamentos de chabolas. En medio de una reunión teatralizada al máximo, anuncia ante la prensa básicamente dos medidas: dice que la policía se propone desmantelar “en tres meses” la mitad de los campamentos de los gitanos itinerantes que hay en Francia y asegura que, a partir de ahora, se expulsará de manera “casi inmediata” a los gitanos de origen búlgaro o rumano que sean acusados de haber cometido delitos. Según las cifras disponibles, hay en Francia 400.000 gitanos. Los romaníes de Rumanía y Bulgaria son la minoría étnica más importante de Europa, ampliamente dispersos por el continente, aunque concentrados sobre todo en el centro y el este.
España. Los rostros de pánico en una plaza de toros. Son caras pavor y de miedo ante el toro cuyos cuernos, en la parte inferior derecha de la imagen, se enfrentan a los que han acudido a verle sufrir y desean que el torero le mate de un espadazo. En este caso, el diestro se ha quedado solo en la plaza mientras que son los espectadores los que sufren y temen la embestida del morlaco que ha saltado de la arena a las gradas. El mundo al revés, provocado por tanta saña contra el cornúpeta.
¿Qué ocurre en esta fotografía entre en perro y el gato? Es éste quien parece enfrentarse con el perro. Al menos, no demuestra temerle.
Varias decenas de activistas en favor de los derechos de los animales protestaron el sábado, desnudos ante el Museo Guggenheim de Bilbao, reclamando la abolición de las corridas de toros. Pintaron sus cuerpos de rojo y negro y, tendidos en el suelo, formaron la figura gigante de un toro ensangrentado a causa de las heridas producidas por las banderillas. De esta manera manifestaban su propósito de que Euskadi pueda ser en el futuro, tras Canarias y Catalunya, la siguiente comunidad autónoma en la que se prohíban los espectáculos taurinos. La escena fue observada por los cientos de turistas que acudían a la pinacoteca bilbaína. “No se puede justificar un hecho cruel, injusto e inmoral –decían los organizadores–, basándose en supuestas tradiciones o culturas”. De las fotografías, saltamos a los dibujos de humor que, como cada domingo, mostramos. Después de los globos sonda de Pepillo Blanco, presentamos al Salvador de la patria, Lluvia agostal y Afganistán de Kap, y El torero y la medusa, de Forges
Manuel Fontdevila sigue con su “verano trepidante”: Territorio Vergara, con su “temporada alta”:
Y Pep Roig, con sus dibujos veraniegos: Menina volante, Aznar y cierra España, Loquemadridquiera, ¡¡¡A por ellos!!! y Admirable.
En el siguiente vídeo, en francés, se explica el origen y causa de la expulsión de gitanos en Francia.