La frontera entre Rusia y Ucrania comenzó a copar portadas el pasado noviembre, con un importante refuerzo militar ruso en la zona. Desde entonces, la situación ha ido peor, hasta llegar al estallido de un conflicto a gran escala. Para evitar un mayor deterioro de la situación, Rusia exige a Washington y la OTAN garantías de seguridad, un veto a la ampliación de la Alianza hacia las fronteras rusas y el cese de sus actividades en las antiguas repúblicas soviéticas. En este sentido, Moscú espera de la OTAN un documento por escrito con su postura sobre la futura arquitectura de seguridad en Europa, que debe incluir garantías de que las exsoviéticas Ucrania y Georgia nunca ingresarán en la Alianza, pese a sus anhelos por hacerlo. Las relaciones entre Rusia y Estados Unidos se encuentran ahora en un punto “crítico y peligroso”. Según Moscú, el desplazamiento de las unidades militares dentro de las fronteras rusas es un derecho soberano del país, que no incumbe a otros estados. Vladímir Putin, dijo recientemente que el país no tiene planes agresivos, pero reaccionará con “dureza” en caso de medidas inamistosas de países occidentales, en referencia a la posible negativa de la OTAN de renunciar a sus actividades militares en Europa del Este. “Están en nuestra puerta. No tenemos donde retirarnos”, dice el jefe del Kremlin. En este clima de tensión, en el que se especula con un posible enfrentamiento de ambas potencias, la OTAN sigue creyendo que es la principal alianza militar del mundo. Tiene la capacidad de contar con casi 3,5 millones de efectivos, tropas y civiles combinados, según informa la organización en su web. Cada estado miembro se compromete a contribuir con diferente peso e influencia estratégica. Estados Unidos, principal socio de la alianza atlántica, invierte más en defensa que el doble del resto de la OTAN combinado, con un gasto para 2021 estimado en 705.000 millones de dólares (cerca de 625.000 millones de euros), según el Departamento de Defensa. La potencia armamentística de Estados Unidos supera en número en casi en todos los apartados al resto de potencias. En conjunto, Biden cuenta con más de 40.000 vehículos terrestres, 12 aviones de combate y 460 buques entre los que destacan 94 destructores y 20 portaviones, nueve de ellos portahelicópteros. Por su parte, Rusia alcanzó los 55.128,6 millones de euros, representando el 11,43% del gasto público total. Putin cuenta con un nutrido ejército de más de 1.1540.000 soldados en activo y una reserva de otros dos millones. Y el Kremlin dispone de “336 misiles balísticos intercontinentales, 2840 carros de combate, 5220 vehículos blindados de combate de infantería, más de 6100 vehículos blindados de transporte de personal y más de 4684 piezas de artillería”, según informa The Heritage Foundation.
El jefe de la diplomacia europea señala los riesgos que acechan a la UE. “Vivimos el momento más peligroso desde el final de la Guerra Fría. Europa está en peligro”, alerta el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. El Alto Representante para la Cooperación y Seguridad de la UE lanza la voz de alerta en medio de una crisis de seguridad en el Este, por el ruido de tanques rusos en la frontera con Ucrania. “Ojalá fuera diferente”, dijo el martes por la noche en una conferencia en Bruselas. “Pero los últimos dos años hemos vivido un grave empeoramiento de nuestro entorno estratégico. Estoy convencido de que hoy vivimos el momento más peligroso desde el final de la Guerra Fría. El vicepresidente de la Comisión Europea detalló qué problemas son los que acechan a la Unión Europea, 24 horas después de haber llamado a no “dramatizar” ni “alarmar” con el conflicto ruso, en tanto “que sigue abierta la vía diplomática”. En este sentido, los asesores diplomáticos de los jefes de Gobierno del Formato Normandía –Alemania, Francia, Rusia y Ucrania– abordaron en París la crisis de Ucrania. Y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció el martes por la noche en la CNN que la Alianza Atlántica responderá por escrito a las demandas rusas “esta semana”. “Nos enfrentamos al riesgo de un gran conflicto militar en nuestro continente”, prosiguió Borrell: “Rusia ha acumulado más de 100.000 soldados y material militar pesado en la frontera con Ucrania. Está lanzando amenazas abiertas de usar la fuerza a menos que se cumplan sus demandas. Está en juego el destino de Ucrania, pero también los principios más generales de la seguridad europea. Además de Rusia y Ucrania, tenemos un número sin precedentes de conflictos que se gestan en nuestras fronteras o más allá: Siria, no resuelto, Libia, el Sahel, el Cuerno de África... La pandemia ha expuesto y acelerado las tendencias que estaban subyacentes, y vemos cómo nuestro mundo está marcado por una disputa agresiva entre los Estados, siendo la competencia estratégica entre Estados Unidos y China como la principal fuerza estructuradora”. Y el alto representante alerta: “Todo esto está sucediendo cuando la capacidad del sistema multilateral está en su punto más débil en los últimos 30 años. Debido a que las relaciones entre los principales actores son conflictivas, la cooperación internacional se ha estancado. La ONU, el G20, la OSCE: los necesitamos como nunca, pero todos están debilitados por la desconfianza, los vetos y las luchas internas. Es un cóctel arriesgado: más problemas, más graves y más interrelacionados, pero con menos capacidad de respuesta”.
El despliegue militar ruso y las amenazas de involución bélica actual en Ucrania responden al miedo de un autócrata, ex agente del KGB y nostálgico imperialista como Putin, a perder influencia internacional frente a Occidente. Una pérdida del poder geopolítico y militar internacional ruso que conllevaría que tanto Ucrania como otros estados que fueron satélites de la antigua URSS –como Georgia– ingresaran en la OTAN y reforzaran la alianza militar occidental frente al bloque liderado por Rusia, es lo que está de fondo en el conflicto. Desde la disolución de la antigua Unión Soviética, el Kremlin está viendo cómo una serie de países que antes eran estados satélites bajo su control, ahora han pasado a integrar el club de la OTAN como son el caso de Polonia, los estados bálticos o Rumania. Le asusta a Putin también la lista de espera de países que quieren ser miembros del club atlantista como la propia Ucrania, Bielorrusia o Georgia. Y el propio presidente de la Federación Rusa desde 2012 publica, como en otras ocasiones, que el pueblo ucraniano en realidad no existe, sino que, en su opinión, se trate de un “producto artificial” de la etapa comunista y de la URSS. Para el rusos y ucranianos no son pueblos diferentes, son lo mismo y piensa que Ucrania tiene comportarse como una zona neutral entre Rusia y un enemigo “distinto”. En consecuencia, los pasos dados por Ucrania en cuanto a acercarse a Europa y su posible entrada en la OTAN enervan al poder ruso, y muy especialmente al plutócrata Vladimir Putin, que teme el debilitamiento de Rusia frente a un crecimiento de Europa a costa precisamente de países de la antigua influencia soviética.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advertía a principios de esta semana que su Administración “no tiene intención” de enviar tropas propias o fuerzas de la OTAN a Ucrania, aunque advertía de “graves consecuencias” si se daba un ataque por parte de Rusia. “Todos, desde Polonia en adelante, tienen motivos para estar preocupados por lo que sucedería y los efectos indirectos que podrían ocurrir (...) No tenemos intención de poner fuerzas estadounidenses o fuerzas de la OTAN en Ucrania, pero habrá graves consecuencias económicas”, señaló Biden ante los periodistas. Estas palabras del inquilino de la Casa Blanca eran pronunciadas un día después de que el Departamento de Defensa anunciara que estaba preparando hasta 8.500 soldados para un potencial despliegue en el este de Europa. Según apuntó el Pentágono, estos soldados estarían dispuestos a colaborar con la fuerza de respuesta de la OTAN en caso de que la Alianza Atlántica decidiera desplegar estas tropas. Biden señaló que depende de “lo que Putin haga o deje de hacer” para que se lleve a cabo o no, según se recoge en las declaraciones del mandatario recogidas en un comunicado de la Casa Blanca. Y, si bien era cierto que anteriormente Biden había defendido que el envío de tropas directamente a territorio ucraniano “no estaba sobre la mesa”, sí abogó por un refuerzo al Ejército de la OTAN si fuera necesario. El propio secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, apuntó que “la OTAN no desplegará tropas de combate en Ucrania (...) Pero debemos asegurarnos de que no haya malentendidos sobre nuestra preparación, nuestro compromiso de proteger y defender a todos los aliados, especialmente en la parte oriental de la alianza”. El pasado junio, Biden se citaba en Ginebra con Putin, su homólogo ruso y calificaba la reunión de “muy constructiva” y sin ninguna “hostilidad”. Pero añadía que no le convenía “a nadie” estar en una “nueva Guerra Fría”. Sobre este comentario, la portavoz de la Casa Blanca aclaraba este martes que la recuperación de las relaciones entre ambos países no “sucederían de la noche a la mañana”.
Tras cuatro años de ataques a la prensa por parte del anterior presidente y su equipo, Biden dice que recomponer la relación con los medios de comunicación en una “gran prioridad”, según Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca. “Nuestro objetivo es —ha sido— restablecer la normalidad y el compromiso con los periodistas, estemos o no de acuerdo con ellos y haya o no una inclinación partidista en un medio de comunicación. Y creo que nos hemos comportado de acuerdo con ese objetivo”. Pero a pesar de la promesa de Biden de liderar la administración más transparente en la historia del país, los periodistas y expertos entrevistados para el informe del CPJ (Comité para la Protección de los Periodistas, por sus siglas en inglés) dicen que había habido “poca mejora” en la capacidad de respuesta de las agencias gubernamentales a las solicitudes de información de los periodistas y que “demasiadas sesiones informativas y conversaciones” con funcionarios gubernamentales se llevan a cabo de forma “demasiado discreta” sin posibilidad de atribuir una fuente directa. Los defensores de la libertad de prensa dicen al CPJ que las acciones de la Casa Blanca “no han estado a la altura” de sus ambiciosas declaraciones. En el informe, culpan al Gobierno por no haber protegido a los periodistas afganos durante la caótica retirada del Ejército estadounidense, así como por no haber responsabilizado al príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, por el asesinato del columnista del Washington Post, Jamal Khashoggi. La decisión tomada por del Departamento de Justicia en 2019 de extraditar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en virtud de la ley de espionaje, también ha suscitado preocupación entre los defensores de la libertad de prensa, que advierten que esto podría sentar un “peligroso precedente contra los periodistas que intentan hacer su trabajo”.
Andrew Rooth escribe en The Guardian, bajo el título “¿Qué hará ahora Putin? El coste de dar marcha atrás”: “Tras el anuncio por parte de Estados Unidos y de la OTAN del despliegue de más soldados en el flanco oriental de la alianza militar, a Rusia le resulta cada vez más difícil abandonar su actitud agresiva. Una retirada unilateral dejaría al Kremlin como claro perdedor en el enfrentamiento después de haber sido la causa del refuerzo de la OTAN en la región: una presencia que había intentado minimizar en el este de Europa. Moscú ha culpado a Occidente por el aumento de las tensiones y del caos en los mercados financieros rusos. ‘Estamos siguiendo las declaraciones publicadas por la Alianza del Atlántico Norte sobre una ampliación del contingente y el despliegue de soldados y material en el flanco oriental. Todo ello conduce a una mayor escalada de las tensiones’, afirmó el lunes Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin. ‘Tengan en cuenta que todo eso no está ocurriendo por lo que hace Rusia. Está ocurriendo por las acciones de la OTAN y de Estados Unidos y por la información que publican’… Este jueves un portavoz del Kremlin dijo que ‘no hay motivos para el optimismo’ tras las cartas enviadas por EEUU y la OTAN ofreciendo una vía diplomática para nuevas charlas sobre la seguridad en Europa, pero sin comprometerse a vetar la entrada de Ucrania en la Alianza (la OTAN aceptó en 2008 considerar la solicitud de Ucrania, pero sin prisas y el proceso está casi congelado desde entonces). El presidente ruso, Vladimir Putin, todavía puede dar marcha atrás. Un cambio de rumbo sería embarazoso para Rusia y haría que Occidente no se tomara en serio sus amenazas en el futuro. Pero la orden de repliegue tendría pocas consecuencias internas y Putin podría alegar que ha dado el primer paso para evitar un conflicto desastroso. Sin embargo, cada vez es menos probable que esto ocurra, mientras Moscú empieza a enfrentarse a las graves consecuencias económicas y políticas de su arriesgada apuesta. Los gobiernos occidentales han demostrado que se toman en serio la amenaza de guerra, han anunciado duras sanciones e incluso han empezado a ordenar la evacuación de las familias de los diplomáticos en Ucrania por la amenaza de ‘una acción militar de importancia contra Ucrania’.
“Los mercados financieros rusos –sigue explicando Andrew Rooth– se han visto afectados esta semana por la posibilidad de un conflicto con Ucrania. Los valores rusos más importantes, como Sberbank y Gazprom, perdieron más de un 10% en las operaciones del lunes y el Banco Central ruso se vio obligado a suspender temporalmente las compras de divisas, ya que el rublo ha caído casi un 6% frente al dólar desde principios de enero. Las exigencias públicas de Moscú de que la OTAN se retire de Europa oriental y central han resultado contraproducentes, ya que la amenaza de guerra ha intensificado las peticiones de un mayor despliegue de soldados en la frontera Rusia. Estamos llegando a un punto en el que la continua concentración militar rusa y bielorrusa en Europa debe ser abordada con medidas apropiadas de la OTAN”, afirmó este lunes Edgars Rinkēvičs, ministro de Asuntos Exteriores de Letonia. Por su parte, la OTAN dijo que algunos países miembros pondrán tropas en reserva y desplegarán barcos y aviones de combate en la región, porque un conflicto militar en Ucrania parece cada vez más probable…Aunque es poco probable que los despliegues disuadan a Rusia de un ataque contra Ucrania, son una señal de que los países de la OTAN están dispuestos a reforzar su presencia en la región. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, podría estar considerando la posibilidad de multiplicar por diez las fuerzas en Europa del Este si Putin lanza un ataque. Los altos dirigentes rusos que han supervisado el despliegue de los soldados de su país acusan ahora a Occidente de provocar una crisis. ‘La amenaza del ataque de Rusia a Ucrania, que solo existe en las mentes enfermizas de Occidente, está siendo aprovechada para justificar la relevancia de la alianza y su voluntad de dar 'protección' a sus aliados’, dijo el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Alexander Grushko. A medida que la situación escala, los costes para Moscú aumentan, lo que posiblemente convenza al Kremlin de que ha llegado el momento de pasar a la acción”.
EEUU y la OTAN rechazaron la demanda de Moscú de frenar la extensión de la Alianza y el Kremlin pidió tiempo para contestar. “Mantendremos el principio de puerta abierta”, dijo el secretario de EEUU, Antony Blinken, que ha anunciado que han enviado por escrito a Rusia las respuestas a las propuestas de Moscú para modificar el panorama de seguridad europea. El Kremlin pidió tiempo. Y Lavrov, ministro de Exteriores ruso, descartó una reacción “inmediata” por parte del Kremlin, aunque no un nuevo contacto entre los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de EEUU, Joe Biden. “Todos los documentos los tiene ahora el presidente –precisa Peskov, portavoz del Kremlin–. Se necesitará tiempo para analizarlos. No nos vamos a dar prisa”. Lavrov precisó que primero habrá “consultas interdepartamentales”, entre las que figurará el Ministerio de Defensa, cuyo resultado será comunicado a Putin. “El presidente decidirá nuestros próximos pasos”, señaló. Putin aseguró que, en su momento, consultará con los militares las medidas a tomar en caso de que Occidente ignore sus demandas. Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reconoció que se afronta “un momento clave para la seguridad en Europa” y que la OTAN ha transmitido sus respuestas por escrito al Kremlin en paralelo a EEUU. Y, como Blinken, sostuvo la negativa a firmar un acuerdo que limite la expansión y actividad de la Alianza Atlántica. De momento, el Kremlin solo ha pedido tiempo para analizar las misivas. “Las leeremos, las estudiaremos. Los socios estudiaron nuestras propuestas durante casi un mes y medio”, dijo el viceministro de Exteriores, Alexandr Grushkó, a la agencia Interfax al ser preguntado sobre cuándo Moscú piensa responder a EEUU y a la OTAN con su análisis sobre el contenido de los escritos.
Otras imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:
“He conocido muchas causas justas, por las que merece la pena el sacrificio, la entrega, la pasión infinita, incluso el dolor. Yo mismo he participado de ellas sin medir consecuencias personales. No sé, en cambio, de ninguna guerra que haya hecho a nadie mejor, que haya podido salvarse, en la memoria de quienes directamente la padecieron, como un acontecimiento digno o noble. He hablado con veteranos y víctimas de muchas de ellas, incluso he presenciado en directo sus consecuencias, me han marcado. Al final, sacando lo mejor de sí mismos, aun con desgarros infinitos dentro, con quien he podido profundizar en las heridas causadas por un conflicto bélico han coincidido, siempre, en el completo estupor, el absurdo de matar y ser muerto por semejantes. Quien se escude en nuestra pulsión por la destrucción, en la geopolítica, en la historia o en construcciones aún más frágiles como la patria, la oportunidad o la economía, para justificar una matanza entre iguales donde siempre, siempre, pierden todo los más débiles, es alguien que cosechará mi absoluto desprecio. Todas las masacres necesitan de ellos y de ellas, esos seres mediocres, especialistas en mantener el fuego encendido por poderosos, inútiles en y para su comunidad, articuladores de discursos vacíos, ridículos portaestandartes. No construyen, cacarean; no explican, justifican; nunca están en primera línea de nada. No hay que escucharles. Os llamarán buenistas, llamarles cobardes. A propósito de Ucrania y de sus campos de girasoles”. (Por Manuel Nogueras Corral).
“La presencia de Santiago Abascal en la precampaña electoral en Castilla y León ha dejado dos cosas, por ahora: polémica y muchas mofas. La polémica viene derivada de un comunicado de la Junta Electoral de Zona en León. El partido ultraderechista convocó un acto para presentar a sus candidatos a los comicios en la Plaza de San Marcelo. El organismo ha pegado un buen tirón de orejas a Vox al recordar que no tienen cabida los eventos políticos en espacios públicos fuera de la campaña electoral. Las mofas no hace falta ni explicarlas. No hay más que ver la foto de Abascal con sus pupilos de camino al acto de la discordia para que la vergüenza ajena entre en escena”. (Tremending)
La
dirigente de la formación ultraderechista en Madrid, Rocío Monasterio, acudió
el pasado domingo a una concentración en Madrid para reclamar más respeto y
atención al mundo rural ataviada expresamente para la ocasión con el objetivo
de mimetizarse con el entorno, con chaleco de borrego y el sombrero.
El diputado de Compromís, Joan Baldoví, sintetizó a la perfección esa estrategia de disfrazarse: “La España que se disfraza”. Y, en su cuenta oficial de Twitter, se preguntó lo siguiente: “¿Tú qué dirías? ¿Que esta señora de Vox es una jornalera, una agricultora, una ganadera que defiende el campo? ¿O una arquitecta que falsifica documentos a punto de participar en una montería exclusiva para ricos?”.
Era un elefante de 2 años, muerto doblaba las piernas como si todavía fuera un niño. La compañía de caza es Charlton McCallum Hunting Safaris. El dueño es Buzz Charlton. El cazador profesional es Max Delezenne y el cazador de trofeos, Mike Jines, propietario de TopGen Energy. ¡Hagámoslos famosos en internet por ser escoria de la tierra!
El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Enrique, Eneko, Malagón, Manel F. Vergara, Harca, Michael de Adder, J. R. Mora, Riki Blanco…
El humor de Pep Roig, desde Mallorca:
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semana:
¿Cuál es el origen del
conflicto entre Ucrania y Rusia y por qué tiene relevancia internacional?
DOS BLOQUES en el
CONFLICTO de UCRANIA: ¿Qué países apoyan a MOSCÚ y cuáles a KIEV? | RTVE
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¿Qué pasa entre RUSIA y
UCRANIA?: Las CLAVES del conflicto y qué tan probable es una invasión
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Pedro Sánchez dialoga con
Putin – Polònia
Sense Ficció - Els defensors de la llengua – Polònia
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trío de pandeireteiras gallegas Tanxugueiras, interpreta "Terra" en
la Primera Semifinal del especial del Benidorm Fest: el festival musical
organizado por RTVE para elegir el artista y la canción que representarán a
nuestro país en Eurovisión 2022.
Tanxugueiras -
"Terra" | Benidorm Fest 2022 | Primera Semifinal.