jueves, 4 de julio de 2024

Darfur bajo asedio, un callejón sin salida.

La guerra de Sudán ha generado una de las peores crisis humanitarias del planeta. 

En estos momentos, Sudán es un auténtico infierno sobre la faz de la Tierra. Un ejército sediento de sangre ha violado y masacrado a miles de personas. Existen pruebas de que niños-soldados combaten y mueren y de fosas comunes por todo el desierto. Ahora mismo, la capital de Darfur está asediada y hay casi un millón de refugiados acorralados. Los expertos dicen que la ciudad es “un callejón sin salida”.

Todo sucede, según las campañas de Avaaz en defensa de los derechos humanos, al amparo de un silencio informativo casi total. La autoridad militar ha bloqueado el acceso a Internet, ha arrestado a periodistas locales y prohibido la entrada a la prensa extranjera, lo que quiere decir que apenas hay cobertura mediática. Pese a ello, un pequeño equipo de investigación especializado en crímenes de guerra está consiguiendo documentar la violencia con una combinación de imágenes satelitales de tecnología de punta y testimonios de testigos presenciales. El proyecto ya ha sacado a la luz importantes noticias y ha propiciado la intervención extranjera, lo que ha contribuido a desencadenar sanciones para los peores caudillos militares.

Sin embargo, mientras el asedio en Darfur continúa, el trabajo es más necesario que nunca y requiere urgentemente de fondos para seguir adelante.  La guerra ha generado una de las peores crisis humanitarias del planeta. En 2004, una enorme campaña de toma de conciencia hizo que el genocidio encabezara la lista de prioridades de la agenda mundial, y consiguió salvar vidas. Con todo, 300.000 personas murieron en aquel entonces y no podemos permitir que vuelva a suceder.

En estos momentos, Avaaz advierte que, si se reúne dinero suficiente podremos:

-          Financiar vigilancia por satélite (un “ojo que todo lo ve”) para monitorear a las tropas en tiempo real, desenmascarar a los actores extranjeros que potencian estas atrocidades y utilizar los datos recolectados para proteger a los civiles alertando a los medios y a los gobiernos.

-          Ejercer presión sobre los gobiernos de todo el mundo con giras en las principales capitales clamando por acción urgente en diversas instancias de la ONU, desde el Consejo de Seguridad hasta los equipos humanitarios.

-          Financiar una operación mediática internacional para documentar la crisis humanitaria y asegurar que los principales medios de comunicación se hagan eco de la violencia genocida.

-          Reservar un fondo de respuesta de emergencia para impulsar campañas urgentes que protejan a la población civil atrapada en la guerra.

miércoles, 3 de julio de 2024

“Este muerto está muy Biden”

 

El debate televisivo entre Joe Biden y Donald Trump.

David Torres comentaba el pasado lunes en Público bajo este titular que el senador Biden descansaría bajo una losa de mármol mientras que al tribuno Trump le habrían cortado la nariz y lo habrían encerrado en un saco junto a una pantera para tirarlo al río. “Nadie puede negar que los avances de la medicina actual son fabulosos: aunque todavía no hemos vencido a la muerte, ahora estamos empatando el partido gracias a Joe Biden. Isabel II de Inglaterra murió con más de noventa años y seguía ejerciendo de reina, de modo que no hay que preocuparse con Biden, un chavalín que acaba de estrenar los ochenta. Entre dietas, ejercicios y vitaminas, la juventud cada vez se alarga más y pronto nos retrasarán la edad de jubilación a los setenta. Aparte de Biden, ahí está, por ejemplo, Clint Eastwood, que continúa en el tajo con cerca de un siglo a las espaldas y que podría interpretar a Biden sin esforzarse mucho, como siempre, y sin que medio mundo notase la diferencia. De hecho, Eastwood es un actor tan sutil que, el día en que se muera, no va a haber manera de saber si sigue actuando.

“La verdad, no se entiende muy bien por qué en el partido demócrata han saltado todas las alarmas ante los balbuceos, las ausencias y los lapsus de memoria de Biden en el debate con Trump, cuando, entre balbuceos, ausencias y lapsus de memoria, el hombre lleva toda la presidencia dando la nota y sólo le ha faltado ponerse a cagar en la alfombra del Despacho Oval o confundir el botón rojo con la próstata. Se ve que a los demócratas lo que les preocupa son las elecciones, no la economía, ni la geopolítica, ni el destino del mundo, ni los treinta y pico mil muertos en Gaza, que eso no le preocupa a nadie.

“A unos meses de los comicios, la situación es desesperada, pero no tanto que vayan a sustituirlo por Kamala Harris. Vale que en Estados Unidos cualquiera pueda ser presidente, pero una mujer, y encima negra, ya sería pasarse. Son demócratas, pero no tanto. Además, está el recuerdo del doble fracaso de Hillary Clinton, quien perdió las semifinales con Obama y la gran final con Donald Trump. Los fontaneros del partido demócrata deberían hacerme caso y contratar de reemplazo a Clint Eastwood, que actúa con el mismo ímpetu a los noventa que a los cuarenta y cinco. A fin de cuentas, el trabajo de presidente de los Estados Unidos consiste básicamente en actuar, como demostró Ronald Reagan, un actor de tercera fila que ganó la Guerra Fría a base de sobrevivir a varios carcamales del Kremlin -Brézhnev, Andrópov, Chernenko- y de sonreír mucho en las fotos.

Torres termina  su artículo recordando que nos anuncian el apocalipsis si gana Trump, aunque da bastante vértigo pensar que el mundo con Trump era mucho más seguro que con Biden. “A lo mejor fue cosa del coronavirus o de su peculiar estrategia para hacer a América más grande, pero lo cierto es que con Trump hubo menos guerras y menos golpes de Estado que con cualquier otro presidente desde tiempos de Carter. En Estados Unidos tienen la honorable tradición de matar a tiros a sus líderes -Lincoln, Garfield, McKinley, Kennedy-, una costumbre folklórica como otra cualquiera y una manera de evitar que la gente se apalanque en el cargo. Es muy posible que con Biden vayan a ahorrarse el magnicidio, puesto que en breve podríamos enterarnos de que se trata del primer presidente que sigue al frente del país después de muerto”.

martes, 2 de julio de 2024

Miles de antifascistas se manifiestan en la Plaza de la República de París tras la victoria de Le Pen.

 

Manifestantes de izquierdas protestan en París contra la victoria de la ultraderecha francesa de Agrupación Nacional (RN) en la primera vuelta

La extrema derecha ha ganado la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia. La Agrupación Nacional, partido de Marine Le Pen, consiguió el 33,5% de los votos. El triunfo de la ultraderecha provocó que el presidente Emmanuel Macron y numerosos líderes de la izquierda y del centro hicieran llamamientos a la unidad para evitar que el partido de Le Pen consiga la mayoría absoluta en la segunda vuelta. Pero el Nuevo Frente Popular superó la coalición de centro del partido de Emmanuel Macron (Juntos por la República) quien se quedó en tercer lugar. Y anunció que la izquierda retirará las candidaturas que quedaron en el tercer puesto.

Miles de personas se concentraron en la Plaza de la República, epicentro de las protestas de la izquierda. Entre banderas y pancartas que llamaban a derrotar a Le Pen y Jordan Bardella en las urnas, una multitud acudió a una convocatoria conjunta del Nuevo Frente Popular, la coalición progresista lanzada por ecologistas, la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, el Partido Socialista y el Partido Comunista.  Con el grito “aquí estamos los antifascistas”, unas 5.500 personas se concentraron en la plaza. Al escenario de la plaza se congregaron varios representantes del Nuevo Frente Popular, “Hoy es el fin del macronismo. Los resultados son estos” añadió Manuel Bompard, de Francia Insumisa. “No hay salida, aquí estamos: son ellos o nosotros, no hay nada en medio”, clamó el fundador de los insumisos. “Y no estamos aquí sólo para estorbar, para estar codo con codo con nadie o para estar en contra de nada. Estamos porque queremos cambiarlo todo”.

Jean-Luc Mélenchon, el fundador de Francia Insumisa, anunció la retirada de los candidatos que quedaron terceros en las circunscripciones en las que la extrema derecha se puso en cabeza. “Ni un voto más, ni un escaño más para AN. Nuestras instrucciones son claras”, dijo Mélenchon, señalando que el país “debe elegir”. “¿Agravará lo peor de sus divisiones, las de las desigualdades sociales y las diferencias religiosas, o se unirá para formar un solo pueblo, consagrado a la ayuda mutua y al bien común sin condiciones previas?”, preguntó en un discurso en el que celebró la “dura e indiscutible derrota” infligida al bando de Macron.

Por su parte, desde el patio del Hôtel de Matignon, residencia del primer ministro, Gabriel Attal (que pertenece al partido de Macron) advirtió que “la extrema derecha está a las puertas del poder”. Attal afirmo que el objetivo de ahora en adelante es “impedir que AN consiga una mayoría absoluta en la segunda vuelta, que dominen la Asamblea Nacional y que gobiernen el país con el proyecto funesto que es el suyo. Ni un voto debe ir a AN en estas circunstancias. Francia merece que no dudemos”.

“¿Y ahora qué? -se pregunta en ‘Al díaJuanlu Sánchez-. Esto no son elecciones presidenciales, no es que ahora se enfrenten dos candidatos a presidente a ver quién gana. Lo que va a pasar, simplificando, es que el 7 de julio se repiten estas mismas elecciones, pero solo se pueden presentar en cada circunscripción los que hayan tenido más del 12,5% de los votos. Pero lo que pueden hacer los candidatos de Macron es retirarse, aunque estén por encima del umbral y pedir el voto para la confluencia de izquierdas, para sumar fuerzas contra Le Pen. La pregunta para la segunda vuelta es: ¿Qué harán los votantes del partido de Macron? Van de liberales y, de hecho, Macron ya ha hecho un guiño… Pero ¿y los votantes? ¿Devolverán el apoyo? ¿O estamos ante el momento en el que ese partido que se define como liberal, como pasó con Ciudadanos en España, acabe siendo una máquina de fabricar votantes de derechas de marca blanca? Quedan unos días para averiguarlo. París, de momento, se ha tirado a la calle”.

sábado, 29 de junio de 2024

Blanqueando el fascismo… Y Assange, un hombre libre, un mundo más opaco.

Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT)

El Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT) es un centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Fue creado en el año 2010 con el objetivo de promover la investigación científica, de naturaleza transversal e interdisciplinaria, sobre el patrimonio cultural. El INCIPIT tiene su sede en Santiago de Compostela, en el complejo de la Ciudad de la Cultura de Galicia, dentro del Edificio Fontán en el que también se ubican las sedes del Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Galicia, la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Galicia (ACSUG), el Centro de Investigación Interuniversitario de Paisajes Atlánticos Culturales (CISPAC) y el espacio para conferencias y convenciones de la Cidade da Cultura. El INCIPIT está orientado a investigar sobre un problema común, el patrimonio cultural, independientemente de las disciplinas o enfoques metodológicos que se empleen en cada momento. Reúne a especialistas de numerosos campos, como antropología, arqueología, arquitectura, astrofísica, educación, filosofía, geografía, historia, ingeniería de software, o lingüística. Alfredo González-Ruibal, investigador científico de Incipit-CSIC, escribía el pasado lunes en Público un interesante artículo titulado “Blanqueando el fascismo desde 1985” del que reseñamos sus de sus puntos de vista”. Los negociadores de las tres familias políticas implicadas (populares, socialistas y liberales) han cerrado un principio de acuerdo para que Ursula von der Leyen siga al frente de la Comisión Europea y el ex primer ministro portugués, António Costa, presida el Consejo Europeo. En Israel estarán aliviados porque Josep Borrell deja su cargo en manos de la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, némesis de Putin y mucho más suave con Netanyahu.

La Presidenta de la Comisión europea Ursula von der Leyen junto a la primera ministra italiana Giorgia Meloni, durante la cumbre del G7, en Italia.

“Poco después de conocerse los resultados de las elecciones europeas, Ursula von der Leyen hizo un llamamiento contra el extremismo: ‘Construiremos un bastión contra los extremos, de izquierda y de derecha’. No es la primera vez que se escucha algo así. En los últimos tiempos, de hecho, se ha convertido en un cliché, generalmente entre los políticos conservadores: hay que combatir los extremos y la polarización. Es un buen lema ¿quién puede estar en contra del extremismo? Oponerse a los excesos ideológicos le otorga a uno autoridad moral y lo convierte en hombre o mujer de Estado y en adalid de la objetividad. Naturalmente, suena un poco a aquello de ‘ni de izquierdas ni de derechas’, o sea, de derechas. Pero a mí me suena a otra cosa. Escuchando a Von der Leyen me acordaba de la Historikerstreit, la disputa de los historiadores, que tuvo lugar en Alemania en la segunda mitad de los años 80. La controversia arrancó en mayo de 1985, cuando Helmut Kohl y Ronald Reagan acudieron a presentar honores a un cementerio de soldados alemanes caídos en la segunda guerra mundial. La idea era escenificar la reconciliación de ambos países, pero salió mal. Y salió mal porque en el cementerio no había solo reclutas de la Wehrmacht, sino también SS, una organización nazi culpable de crímenes de guerra y de lesa humanidad. La visita provocó un escándalo político en EEUU y Alemania y poco después una controversia entre historiadores en este último país. Los historiadores conservadores, en realidad, llevaban un tiempo ofreciendo una relectura del nazismo, pero la polémica del cementerio militar ofreció un contexto propicio para el debate. La disputa arrancó con un artículo periodístico del historiador Ernst Nolte y siguió durante un par de años con acusaciones mutuas en la prensa entre historiadores de derechas y progresistas. Visto con perspectiva del siglo XXI, llama la atención cómo se parece el Historkerstreit a la guerra cultural de nuestros días. Nolte se quejaba de que se prestaba demasiada atención al genocidio nazi y poco a otros crímenes del presente, como la invasión soviética de Afganistán o el aborto (!), que se obligaba a los alemanes a avergonzarse de su historia (Leyenda Negra, edición alemana), que cualquiera que criticaba la visión hegemónica sobre el III Reich acababa cancelado (en esa época se decía censurado) y que los nazis eran malos, pero los comunistas igual o más. De hecho, Nolte veía el nazismo como una reacción a la amenaza de los soviéticos, de quienes Hitler sería poco más que un aprendiz”.

González-Ruibal confirma que otro historiador, Andreas Hillgruber, se expresa en términos semejantes. Hillgruber establece una equivalencia entre el Holocausto y la limpieza étnica de alemanes en Europa oriental. Es más, pide que sus compatriotas se identifiquen con los soldados de la Wehrmacht que defendieron Prusia heroicamente de los ejércitos soviéticos. Ojo: no que comprendan a los soldados de la Wehrmacht, algo perfectamente legítimo y que entra dentro del análisis histórico, sino que se identifiquen con ellos. Indudablemente, la ofensiva prusiana de la URSS fue un horror marcado por crímenes atroces, pero Hillgruber (antiguo combatiente en el frente oriental, por cierto) se olvidaba de mencionar las razones que llevaron a los soviéticos a Prusia y más importante todavía: olvidaba que la defensa a ultranza de los territorios del Reich permitió que el Holocausto prosiguiera varios meses más. Pero es que para el historiador eran igual de víctimas los judíos y los alemanes. “Al establecer una simetría entre nazismo y comunismo y sus respectivas víctimas, lo que los historiadores conservadores pretendían no era tanto condenar todos los totalitarismos como defender Alemania. Al presentar el comunismo como la gran amenaza y el origen de todos los problemas, el nazismo quedaba en cierta manera justificado. Al menos, como mal menor. Y al convertir el III Reich en fenómeno secundario y recuperar sus episodios legítimamente épicos, los alemanes podían volver a sentirse orgullosos de su historia incluso de su historia más siniestra–. Para hacernos una idea: el equivalente en España sería hablar de la Guerra Civil como conflicto fratricida, decir que todos cometieron barbaridades, criticar la Leyenda Negra y acabar defendiendo que Franco también hizo cosas buenas. Para entender la postura de von der Leyen es necesario entender el contexto alemán de los 80 y el revisionismo histórico de aquellos años, algunas de cuyas tesis se han acabado imponiendo en Alemania y fuera de ella. Pero si la simetría entre extremos que se propuso entonces no era válida en el marco de la Segunda Guerra Mundial, lo es muchísimo menos en una época en que lo que está en auge y amenazando la democracia no es ningún radicalismo de izquierda, sino de ultraderecha. Una ultraderecha que fue primera fuerza en las elecciones europeas en Francia, Italia, Austria y Hungría y segunda en Alemania y Bélgica. Que defiende ideas xenófobas, ultranacionalistas e iliberales. Cuando von der Leyen dice que hay que luchar contra los extremos, en realidad nos está preparando mentalmente para cuando los conservadores opten, como hace un siglo, por el extremo que más les conviene”.

Von der Leyen consigue un acuerdo entre conservadores, socialistas y liberales para la cúpula de la UE, alejando a la ultraderecha del poder.

La UE ya tiene –casi– cerrados los puestos de poder que guiarán al gigante comunitario en el próximo lustro. Los seis negociadores designados por el Partido Popular Europeo, los Socialdemócratas y los Liberales apuntalan un acuerdo a través de una videoconferencia celebrada el pasado martes. La alemana Ursula von der Leyen revalidará su mandato al frente de la Comisión Europea. La estonia Kaja Kallas asumirá las riendas de la diplomacia europea. Mientras que el portugués Antonio Costa y la maltesa Roberta Metsola aseguran mandato para la primera mitad de la legislatura. La UE ya tiene –casi– cerrados los puestos de poder que guiarán al gigante comunitario en el próximo lustro. Pedro Sánchez y Olaf Scholz (S&D); Kyriákos Mitsotákis y Donald Tusk (PPE); y Emmanuel Macron y Mark Rutte (Renovar Europa) han desatascado la negociación, cerrando así la cuadratura del círculo para una decisión que debe tener en cuenta equilibrios ideológicos, geográficos y de género. Las tres familias políticas suman la mayoría cualificada requerida para rubricar esta medida y excluyen del reparto de cargos de poder de la UE a la ultraderecha. El acuerdo deja sin puestos de poder a la ultraderecha a pesar de que el grupo de los Conservadores y Reformistas, al que pertenece Vox, ha adelantado a los liberales en las últimas elecciones europeas con por siete eurodiputados –83 frente a 74–, según las últimas previsiones del Parlamento Europeo. La italiana Giorgia Meloni y el checho Pietr Fiala, ambos miembros de ECR, no han escondido su enfado tras sentirse infrarrepresentados en el reparto de poder, pero no podrán bloquear el acuerdo porque las otras tres familias cuentan con mayoría cualificada. Los rumores que se abren paso en los pasillos de poder de la capital comunitaria apuntan a que Meloni utilizará este juego de cartas para hacerse con una vicepresidencia de peso en la Comisión Europea donde pueda marcar el paso en políticas como la inmigración o la economía. Tampoco están contentos con este desenlace en Budapest. El primer ministro húngaro, Víktor Orbán, apenas ha tenido capacidad de influencia en este proceso al que su partido el Fidesz llega huérfano sin encontrar todavía encaje en una familia en la Eurocámara. De confirmarse el acuerdo necesita el visto bueno definitivo del Consejo Europeo. Ursula von der Leyen tendrá que superar un difícil examen rubricando una mayoría absoluta entre los 720 nuevos eurodiputados. La votación es secreta y no pocos eurodiputados de centro están decepcionados con las intenciones que mostró durante la campaña en torno a pactar con lo que consideraba una ultraderecha digerible. Se confirma que cuenta con las bendiciones para repetir como presidenta de la Comisión Europea, que António Costa presidirá el Consejo y que Kaja Kallas será la alta representante de Política Exterior. La duda era si Giorgia Meloni participaría de estas decisiones condensadas entre populares, socialistas y liberales. Finalmente, se abstuvo. La ex ministra de Defensa de Angela Merkel cortejó durante los últimos meses a Meloni bajo el precepto de que era una líder “pro-Ucrania, pro-OTAN y pro-Estado de Derecho”. El avance de sendas negociaciones anticipa que Von der Leyen podría someterse al escrutinio de la Eurocámara tan pronto como el próximo mes, durante la primera sesión del Pleno de Estrasburgo que arranca el 16 de julio.

Otros comentarios, imágenes, fotos y fotomontajes:

Julian Assange, liberado tras llegar a un acuerdo con la justicia de EEUU

Según la Agencia Atlas, el Tribunal Superior de Londres concedió a Julián Assange la libertad bajo fianza y fue liberado en el aeropuerto de Stansted durante la tarde del pasado lunes, tras llegar a un acuerdo con la justicia de EEUU. Assange había pasado los últimos cinco años hasta hoy en una prisión británica. El fundador de WikiLeaks llegó a un acuerdo con EE. UU. Se declara culpable y ya está en Australia, donde no tendrá que ingresar en prisión. Las reacciones no han tardado en llegar. La imagen de Julián Assange dio la vuelta al mundo. Era la primera vez que el periodista caminaba libremente tras 12 años recluido, cinco de los cuáles estuvo encerrado en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en Londres (Reino Unido). Durante este tiempo, la defensa de Assange ha dependido del bufete de abogados Ilocad, bajo la coordinación del exjuez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón. El letrado Aitor Martínez, quien forma parte del extenso equipo legal del periodista, ha hablado con 'Público' tras la firma del acuerdo que ha llevado a Assange de vuelta a casa “Sin un indulto, se abre una peligrosa senda para considerar espía a cualquier periodista”. Estados Unidos había dictado contra él una orden de extradición por conspiración y espionaje. En abril de este año, Biden, anunciaba que sobre la mesa estaba el poner fin al caso de Assange. Dos meses después, llegaba el resultado de casi 20 años de un caso que parecía no tener fin.       

El Gobierno de Almeida instaló carteles del Orgullo LGTBI+: “Personas con pluma, borrachos y promiscuos”.

El Ayuntamiento madrileño se encarga de recordarlo con los carteles conmemorativos: Ya no queda nada para el Orgullo LGTBI+. Sin embargo, el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida se las ha apañado para hacerlo de la peor manera posible. Siendo una celebración icónica de la capital, con colores y simbología muy característicos, no parecía muy difícil fastidiar los carteles, pero el Ayuntamiento de Madrid lo ha conseguido. Fondos de colores planos, tacones, preservativos y alcohol. Así ha definido el Orgullo, sin mencionar a la comunidad LGTBI+. Lo que ha provocado la indignación de la comunidad tuitera y una oleada de críticas a los carteles, considerados estereotípicos y de mal gusto. No hace mucho concedieron a Isabel Díaz Ayuso un premio a su gestión sanitaria, y, siguiendo la misma lógica, el alcalde, tomando nota, consideró que hacerlo rematadamente mal le conseguiría algún premio por la decoración de la ciudad. (Tremeding)

Puente niega haberse referido a Milei como 'drogadicto' y tacha de 'provocación' el acto con Ayuso.


El presidente de Argentina, Javier Milei, tras recibir  la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid, por parte de su presidenta, Isabel Díaz  de Ayuso. Ésta, el fin se semana pasado trató de robar el juguete a Vox condecorando al presidente argentino Javier Milei. El futuro era ver a las derechas españolas disputándose a un tipo que insulta al presidente del país. Y Feijóo, tan cómodo con este juego de la presidenta madrileña, decidió ignorar su acto para visitar la orquesta de la fundación Acción por la Música y. Ayuso mimetizó con la ultraderecha y Feijóo tocó las claves.

Apartar la corona para salvar la democracia.

Ahora que a la derechona le ha dado por ir contra la presencia de banderas LGTBI para celebrar el #Orgullo2024, vamos a darles más luz y color que nunca a esos vampiros retrógrados. ¡MUCHO ORGULLO, MUCHO AMOR!

 Silvia Intxaurrondo es “muy incisiva” según el Partido Popular, quien le ha pedido a la presidenta de RTVE, Concepción Carcajosa, que le corte las alas. Fue durante la Comisión Permanente en el Congreso de los Diputados, con un PP cuyo foco estaba puesto en la llegada del cómico David Broncano a las pantallas de la televisión pública en septiembre y en la presentadora de 'La hora de La 1'

En solo 1 año y 6 meses Brasil sube de la décima parte superior a la octava economía mundial - ¡por delante de Canadá e Italia!



El virus ‘rojo’

Un pajarito cae del nido, solo para ser atrapado por su madre, mientras el padre los apoya. Inmensa gratitud al fotógrafo por congelar este increíble momento. Fotógrafo desconocido.

Anochecer en Ibiza.

El juego de Macron.

El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Eneko, Flavita Banana, Manel F., Vergara, Pachi, Emmergol, Miliki y Duarte, Sansón, Harca…









El arma defensiva

Retrato de un golpista.

Assange vuela libre.

The debate

 La derrechita cobade.





Julián Asange, libre. La libertad de prensa gana una batalla importante, sin olvidar el 'aviso a navegantes' .


Pep Roig, desde Mallorca.


Ojos que no quieren ver

Sospecha.


Evolución involutiva

El futuro del pasado.

  En busca del lider perdido. 

Los vídeos de esta semana:    

Von der Leyen: "Construiremos un bastión contra los extremos de izquierda y derecha

Los conservadores ganaron en EUROPA

Von der Leyen: "Sigue habiendo una mayoría a favor de una Europa fuerte" | EL PAÍS

Así es la historia de Julian Assange, el activista perseguido por EEUU


Julian Assange: Así Salió en Libertad Tras Declararse Culpable

Julian Assange, fundador de WikiLeaks, queda en libertad tras acuerdo con EU

Qué importante fue este hombre para el ciclo de protestas ciudadanas que se dieron de 2010 a 2014 en medio mundo, desde Egipto a Wall Street, desde el 15M a Irak. Y qué abandonado le dejaron los políticos y periodistas que cabalgaron sobre sus revelaciones. El pasado martes fue dejado en libertad después de 12 años de calvario y cautiverio. Sería un día feliz para la libertad de expresión si no fuera porque esa libertad esconde una trampa para el futuro, y no es para Assange: es para todos. 

Un tema al día, por Juanlu Sánchez: Julian Assange: un hombre libre, un mundo más opaco.

La llei MBappé – Polònia