Cortázar contra Ronaldo.

Julio Cortázar y Cristiano Ronaldo.

Ronaldo, vestido del blanco del Real Madrid.

Cristiano Renaldo, el nuevo jugador portugués del Real Madrid, se siente “orgulloso” de ser “el más caro del mundo”. Su intención es“demostrar” en el estadio Santiago Bernabéu que lo que club de Chamartín ha pagado por él es razonable. En la búsqueda de esos nuevos éxitos, el jugador portugués reconoció tener claro que lo más importante es “el trabajo”, una receta que ha seguido hasta ahora y que no cambiará. “Para que haya éxito tiene que haber trabajo bien hecho. Todo lo que he conseguido no ha sido por estar sin hacer nada. Hay que trabajar bien, hacer un equipo con buen espíritu para poder ganar títulos. Si trabajamos bien, tendremos muchas posibilidades”.

Para Rodando, el aterrizaje en el Real Madrid supone la culminación de un sueño que tenía desde pequeño. Y los 94 millones de euros que suponen su traspaso son, para él, el mejor coste deportivo hasta el momento. “El Real Madrid es un club especial para mí. Siempre he tenido ambición por jugar aquí. Se siente algo especial al besar la camiseta por primera vez –dice Cristiano Ronaldo, quien reconoce que, para tener a los mejores jugadores, los clubes tienen que pagar–. Estoy feliz por ser el jugador más caro de la historia del fútbol. Por mi parte, demostraré que tomaron la decisión correcta”.

Pero, el orgullo de Ronaldo de ser el jugador más caro de la historia se convierte, en el fondo, en un desaire, una befa, una humillación para los más humildes aficionados, sobre todo para los que han perdido su trabajo, su ilusión y casi sus ganas de vivir, que, oficialmente, son unos cuatro millones de españoles. Aquellos que sólo les queda el sueño de seguirle cuando la televisión se permite sacarlo en la pantalla. Lo sorprendente es que salga con el número 9 en la camiseta y pegue unas pataditas al balón, mientras es aplaudido por más de 75.000 aficionados al fútbol que llenan el Santiago Bernabéu. “La sensación de ver el estadio lleno fue muy bonita –dijo entonces–. Un sueño. He sentido el cariño de la gente y trataré de devolvérselo”. Me pregunto qué pasará el día en que Ronaldo tenga una mala racha y pierda, aunque sea en dos o más partidos, su condición de jugador de casi cien millones de euros. ¿Seguirá este público tan embelesado con su juego? ¿O los aplausos y el entusiasmo por él se convertirán entonces en gritos de protesta y en rugidos de fieras no satisfechas?

Quico Alsedo escribe, desde su blog “Sexo, drogas y Rock & Blog” publicado en elmundo.es, un comentario titulado “Cortázar contra Jacko y Cristiano Ronaldo” que dice así: “Hoy le he pedido un texto para el Rock&Blog a Julio Cortázar. Un tío majo que me ha mandado un relato corto que escribió en 1956, y que es el mejor comentario a las escenas de estulticia colectiva vistas en los últimos días en la plaza mediática de la aldea global. Se titula 'Las ménades'. Es un relato cortísimo que viene a colorear, con un intencionado tono redicho, esta estúpida propensión nuestra a la idolatría.

“Disfruto un montón cuando, cada año, los telediarios informan de la peregrinación a la Meca. Eso de que se ahogue la gente por Alá me parece estratosféricamente dramático o viceversa. Disfruto viendo las imágenes cada año de la Semana Santa en el sur de España. Son la risa. Esas caritas de abnegación, esas lágrimas torrenciales por la virgen de no sé qué... He disfrutado con la demencial presentación de Cristiano Ronaldo (ojo con el nombre religioso-deportivo), con la turbamulta saltando las vallas para adorar al niño. Ha sido la bomba el cutrefuneral hortera de Jacko, que se califica solo, y el no menos dinosáurico concierto de U2 en Barcelona. Todo lo mismo. De todo ello se descojona Cortázar.

“No mola que nadie muera, por descontado, pero sí los locos afanes humanos, nuestras enfermizos anhelos, el entrañable borreguismo, esas cosas. Nuestras cosas. Julio lo cuenta cojonudamente. (www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/cortazar/menades.htm) Ojalá lo disfrutéis. Saludos”.