Jaume Matas, en tiempos de su presidencia del Govern.
Jaume Matas, quien, en 2000, fuera ministro de Medio Ambiente del Gobierno español bajo la presidencia de Aznar, y en 2003, presidente de la Comunidad Balear hasta el 2007, se ausentó de Mallorca, nada más perder la presidencia del Govern. Abandonó la política y se incorporó al Grupo Barceló para dirigir proyectos de expansión de la compañía en los EEUU y en el Caribe. Luego, Pricewaterhouse Coopers EEUU, la prestigiosa firma norteamericana de asesoría profesional que facturó durante la legislatura pasada más de un millón de euros a las arcas del Govern de Matas –do ut des–, le contrató como asesor en Nueva York en materias medioambientales. Hoy, la empresa continúa prestando sus servicios al actual Govern del Pacto.
Matas prestará asesoramiento sobre energías renovables y cambio climático a empresas norteamericanas, aprovechando la nueva coyuntura favorable al sector, propiciada por la nueva política del presidente Obama. Pricewaterhouse Coopers se autodefine como una “organización líder de servicios profesionales en el mundo” que “ofrece las soluciones que actualmente demandan las empresas ante los riesgos, retos y oportunidades que plantea la globalización de la economía mundial”. La multinacional dispone de sede en Palma, abierta el pasado mes de septiembre y a cuyo cargo está Virginia Verger, que fue administradora jurídico-tributaria del Govern. En Eivissa, el actual Govern rescindió recientemente un contrato con la citada multinacional, que debía auditar las polémicas autovías ejecutadas con el PP, al detectar que uno de los miembros redactores había sido precisamente en su día director general con Matas.
En estos días de verano, Jaume Matas veranea en la isla que le vio nacer. Y, mientras descansa en Mallorca, la Guardia Civil entrega un informe a la Fiscalía Anticorrupción de Baleares. La investigación concluía que nuestro personaje había aumentado su patrimonio en los últimos años de una forma que no podría justificar con sus ingresos económicos. La Fiscalía Anticorrupción había dado trámite a una denuncia anónima sobre las compras realizadas por Matas poco antes de terminar la legislatura para equipar su lujosa vivienda de unos 700 metros cuadrados de la calle San Felio, en el centro de Palma. El ex president había declarado que pagó por ella un millón de euros, precio que no se correspondía, a juicio de los investigadores, con la realidad. Hacienda calculó que el “palacete” tenía un precio de unos tres millones en el mercado.
Los hijos del ex presidente residen en Madrid, en un amplio piso situado en uno de los barrios más caros de la ciudad. Se trata de una vivienda de unos 200 metros cuadros que está a nombre de un conocido empresario de Mallorca, pero los agentes creen que éste habría actuado como testaferro y que la vivienda en realidad es del ex president. Otro de sus bienes es el amplio apartamento de veraneo en la Colònia de Sant Jordi, vivienda comprada hace pocos años y que figura a nombre de la madre del ex president, una señora de 70 años. Curiosamente, el banco, en el que está trabajando Fernando Areal, el cuñado de Jaume Matas, le habría otorgado un préstamo hipotecario para hacerse con el apartamento. Los investigadores analizaron estos y otros ingresos del ex president y concluyeron que el matrimonio Matas-Areal no había obtenido ingresos económicos suficientes para comprar tantos bienes en tan corto periodo de tiempo. Y se preguntaban de dónde había sacado Matas el dinero para adquirir su patrimonio.
Matas rechaza las conclusiones del informe de la Guardia Civil entregadas a la Fiscalía Anticorrupción El ex jefe del Ejecutivo autonómico manifiesta que “hace ya más de seis meses” se ofreció “a explicar y a demostrar la transparencia y legalidad de su patrimonio, sin que, hasta la fecha, se le haya aceptado su ofrecimiento”. En la investigación también se inspecciona los inmuebles comprados por el ex president y cómo los paga. Y se suma otra denuncia por una presunta corrupción en la primera etapa de IB3 Televisión. Pero, antes de que el calor apriete demasiado, el fiscal general del Estado, Cándido Pumpido, deniega a Anticorrupción prolongar las diligencias informativas sobre el incremento patrimonial de Jaume Matas y pretende archivar el caso. Los seis meses que duraron son insuficientes para culminar la investigación. La Fiscalía Anticorrupción de Baleares había solicitado permiso a la Nacional para prolongarla. Pero la propia Fiscalía General del Estado, dirigida por Cándido Conde Pumpido, deniega la prórroga y pretende cerró el caso de un carpetazo.
Mañana, continuación: (Y II) Jaume Matas, de Nueva York a una playa mallorquina.
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