Me han llamado poderosamente la atención unas declaraciones de Carlos Solchaga, ex ministro de Economía del PSOE, en las que se lamenta, entre otras cosas, de que “los de mi generación somos altamente prescindibles”. Fue en una ponencia en la Asociación de Periodistas de Información Económica celebrada el miércoles pasado en la sede de la Asociación de la Prensa, llena hasta los topes. No comentaré su crítica que hace al Gobierno y otras cuestiones ampliamente glosadas en todos los medios. Menciono, no obstante, lo único que creo realmente que está de más. “Los de mi generación –dice Solchaga en tono de lamento– somos altamente prescindibles”. Según él, el actual Ejecutivo no tiene en cuenta la experiencia de los antiguos barones económicos del PSOE y adolece de una política clara. Solchaga se queja amargamente de lo poco que usa ZP el conocimiento de los hombres de su generación en el ámbito económico para una crisis propia de los años 30. Y, francamente, me extraña que el clarividente ex ministro no sepa, a estas alturas, que el cementerio está lleno de gentes imprescindibles.viernes, 25 de septiembre de 2009
Carlos Solchaga y los imprescindibles.
Me han llamado poderosamente la atención unas declaraciones de Carlos Solchaga, ex ministro de Economía del PSOE, en las que se lamenta, entre otras cosas, de que “los de mi generación somos altamente prescindibles”. Fue en una ponencia en la Asociación de Periodistas de Información Económica celebrada el miércoles pasado en la sede de la Asociación de la Prensa, llena hasta los topes. No comentaré su crítica que hace al Gobierno y otras cuestiones ampliamente glosadas en todos los medios. Menciono, no obstante, lo único que creo realmente que está de más. “Los de mi generación –dice Solchaga en tono de lamento– somos altamente prescindibles”. Según él, el actual Ejecutivo no tiene en cuenta la experiencia de los antiguos barones económicos del PSOE y adolece de una política clara. Solchaga se queja amargamente de lo poco que usa ZP el conocimiento de los hombres de su generación en el ámbito económico para una crisis propia de los años 30. Y, francamente, me extraña que el clarividente ex ministro no sepa, a estas alturas, que el cementerio está lleno de gentes imprescindibles.
Así es amigo Santiago. También conviene recordar que esta crisis es herencia de las políticas que los sabios formados en el monetarismo llevaron a cabo, entre ellos Boyer, Solchaga, Rato, etc.
ResponderEliminarCarlos Solchaga con sus declaraciones abre una pantalla nueva de word, seleccionando el logo de las autoformas cuadradas. En ella espera ver escritos proximamente los nombres de algunos de sus compañeros. Busca el amparo generacional que le exíma de ser considerado un potro aislado y salvaje, para convertirse en el corcel blanco conductor de la caballada. Parece que sabe algo,o pudiera tener alguna idea paliativa de la situación y necesita comprobar que no está sólo. Quien condujera la reconversión industrial en este pais, merece -en mi opinión- ser escuchado. -En todo caso- "las vueltas que hay que dar para pedir un congreso." Entretanto, Zapatero ha descubierto lo bien que cierran filas las señoras, y lo bien que va el deporte. No improvisa, No.
ResponderEliminarchiflos.