“Las siglas ‘PP’ –leemos en Ventanas del Falcón, una web de artículos de opinión de izquierdas sobre la actualidad política– no sólo significan ‘Partido Presunto’. También son acrónimo de un partido que se parte, un ‘Partido Partido’. Es una formación (presuntamente) política que se cae. Además de resquebrajarse por la corruPPción, también se desangra por las dentelladas que se dan entre ellos mismos”. Acertada definición sobre la actualidad política de la derecha, después de presenciar con los ojos y la boca abierta lo ocurrido esta semana en el seno de este partido. ¿Ah, pero es cierto todo esto? ¿Ocurrió y sigue ocurriendo hoy? ¿No será fruto de la fantasía? Los acontecimientos de esta pasada semana han tensado, si cabe, aún más la cuerda. Todo se precipitó el lunes pasado con las declaraciones de Manuel Cobo en “El País”. El vicealcalde de Madrid dijo que había hecho “algo muy parecido” a lo que hizo la presidenta de la Comunidad de Madrid cuando dijo que el presidente del PP, Mariano Rajoy, lo estaba haciendo “muy mal”. “Yo he dicho algo muy parecido de la dirección regional del PP”, manifestó Cobo. No obstante, destacó dos diferencias: “Yo lo he argumentado; ella, no. Y aún discrepando de lo que decía, a nadie le motivó que le dijeran ‘vas a ir al comité de garantías del PP'. A mí sí me lo han dicho… En la vida uno, o una, no es lo que dice que es, por muchas veces que lo diga. Por muchas veces que digas que eres liberal, por muchas veces que digas 'creo en la libertad de expresión', por mucho que digas que crees en la libertad, hay que demostrarlo con hechos y no decirlo de uno mismo”.
Cobo, ante la prensa.
Cobo critica duramente a la presidenta madrileña. Dice que ha llegado “la hora de decir la verdad porque la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad”. Alineado con Gallardón, Cobo defiende que Rodrigo Rato es el mejor candidato para la presidencia de Caja Madrid, a pesar de la oposición de Aguirre, que prefiere que el cargo sea ocupado por su vicepresidente, Ignacio González. Y opina que lo que está haciendo la gente de Aguirre con Rato “no tiene nombre, es de vómito”. Insinúa que Aguirre es responsable del espionaje político en Madrid, un caso aún abierto en la Justicia: “Montaron una gestapillo para espiarme y hacerme dependiente de ellos”. Señala que nunca vio tanto intervencionismo e hipocresía. Y pide al secretario general del PP en Madrid, Francisco Granados, un hombre de Aguirre, que explique cómo puede rechazar que la dirección nacional decida sobre Caja Madrid, puesto que no se trata de un partido federal.
El alcalde de Madrid respalda las declaraciones del vicealcalde, destacando que él ha “respaldado siempre lo que Manuel Cobo ha hecho”. Dice que la entrevista hay que leerla en profundidad, al estar llena de contenidos. “Desde luego, refleja la historia y la realidad de una persona que conoce muy bien al partido y me puedo atrever a decir que lo ama mucho y que trabaja por los militantes”. Y asegura que, en ella, está “un espíritu absolutamente positivo de colaboración”. Sin embargo, desde ese momento, se multiplican las conversaciones telefónicas entre Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal. Ésta es una de las primeras en disentir con lo dicho por Cobos. Para ella, los asuntos relacionados con el PP se tienen que tratar en el seno del partido y no mediante declaraciones públicas. Recuerda que la “lealtad, la prudencia, la disciplina, la discreción y el saber estar” forman parte de las “grandes cualidades” para estar en política. Por su parte, Aguirre mantiene su pulso y amenaza a Génova: mientras la dirección nacional popular no actúe contra Cobo, no abrirá ninguna negociación con Rajoy sobre Caja Madrid. Controlarla, daría a Aguirre no poca influencia de cara a presidir el PP nacional y, eventualmente, se convertiría en candidata a La Moncloa. Las hostilidades disminuyen, en todo caso, las posibilidades de ambos para presidir el Partido Popular, y consolida aparentemente la posición de Rajoy al frente del partido, pese a todos los intentos para debilitar su liderazgo.
Rajoy, entre Aguirre y Cobo.
Por su parte, Rodrigo Rato parece estar “muy disgustado” con Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre. Ambos utilizaron su nombre como arma arrojadiza en la batalla política por el control de Caja Madrid. Así se lo expresó el pasado fin de semana a un reducido grupo de sus más fieles en el PP, según informaciones de L. Lobo. “No me fío de ninguno de los dos”, llegó a decir el ex vicepresidente económico del Gobierno y supuesto candidato de Rajoy a la presidencia de la entidad financiera, según detallaron a El Confidencial fuentes conocedoras de ese encuentro. El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) culpó directamente a Rajoy por no haber desautorizado la candidatura de Ignacio González –número dos del Gobierno regional y hombre de confianza de Aguirre– “cuando tenía que haberlo hecho”. ”Está claro que no soy la primera opción de Esperanza [para presidir Caja Madrid], ni tampoco la última de Mariano”, confesó Rato, convencido de que uno y otro podrían caer en la tentación de utilizarle como moneda de cambio para negociar otros posibles candidatos con tal de no perder esta guerra, de la que Rajoy puede salir “muy dañado”. De ahí que Rato advirtiera que sólo daría el salto a Caja Madrid si hay consenso entre Génova y la Comunidad de Madrid. (Recomiendo por su interés la lectura del artículo de Jesús Cacho, en “El Confidencial”: “Rato se ofreció antes del verano a Rajoy para presidir Caja Madrid”).
Rato quiere presidir Caja Madrid.
Dos días más tarde, el Grupo Popular del Ayuntamiento de Madrid rechaza por 19 votos contra 13 la petición de dimisión del vicealcalde, Manuel Cobo. De este modo, el Grupo Popular da respuesta a la polémica entrevista en “El País” en la que la mano derecha del alcalde criticaba duramente a la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre. “Confío en que, a partir de ahora, el Grupo Municipal Popular siga unido”, afirmaba Ruiz-Gallardón tras la votación a mano alzada. Mientras tanto, Mariano Rajoy elude hacer cualquier comentario sobre algunos de los asuntos polémicos que afectaban al PP. El presidente del PP prefiere evadir polémicas recurriendo a generalidades. Y, en la Casa de Galicia en Madrid, con motivo de la clausura de unas jornadas de la Fundación Humanismo y Democracia, centra su discurso en la cooperación al desarrollo y en el “compromiso ético” de esforzarse por acabar con la pobreza.
Manuel Cobo.
Manuel Cobo asegura que acatará, como siempre, las decisiones que sobre él tome la dirección nacional del partido. Y se acerca a los periodistas para lanzar un mensaje directo a la presidenta Aguirre, aunque sin citarla en ningún momento: “Eso es lo que tenemos que hacer todos, sin poner ningún tipo de condiciones”. Pero, la brecha entre Rajoy, Aguirre y Gallardón es esta vez demasiado profunda como para cerrarse con buenas palabras y algunos vaticinan que acabará “mal”. Antonio Casado, en un artículo de opinión, concluye con estas críticas palabras: “Ya hace tiempo que Rajoy es un rehén de la guerra entre Gallardón y Aguirre. Pero no puede ni quiere sacarles tarjeta roja a los dos. Ni meterlos juntos en un saco y echarlo al mar. No se lo puede permitir con los dos barones del partido con las más altas cifras de facturación en las urnas. Pero tampoco puede quedarse de brazos cruzados ante el grito de Cobo y el desquite que reclama Aguirre. Atentos a la pantalla”.
Ante tanta duda e indecisión por parte de un Rajoy circunspecto e inseguro, Aznar da, desde Barcelona, su opinión y, de paso, lanza un jarro de agua fría al actual presidente del partido que él lideró. El cabeza de las FAES manda un recado a su sucesor recordándole su receta para dirigir una formación: “Un partido, un proyecto y un líder, no varios”, y su advertencia de tener que atajar los casos de corrupción “con presteza” para no generar malestar entre los ciudadanos, ya que el “rechazo popular se extiende como un reguero de pólvora”.
Para colmar el vaso de lo absurdo de esta situación, el jueves, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, muestra su hartazgo de la situación y anuncia que no repetirá candidatura si no se resuelve el caso de Caja Madrid. “Con las cosas como están –dice Herrera, presidente del PP regional–, que no cuenten con nosotros para 2011”. Cansado de las peleas entre Gallardón y Aguirre y de cómo estas están afectando al presidente de los “populares”, declara que la “lideresa” y alcalde deberían dejar aparcadas sus diferencias y no tener “ocupado y preocupado” al responsable nacional del partido, además de “muy condicionado, cuando tendría que estar plenamente dedicado a liderar y a hacer visible” su alternativa de Gobierno.
Juan Vicente Herrera amenaza con divorciarse del PP.
El mismo día, desde la Junta directiva del PP de Murcia, Mariano Rajoy, comenta la situación del partido a modo de ultimátum. Asegura que la corrupción es uno de los problemas que tiene el partido y que echará inmediatamente a quien esté haciendo lo que no debe, si tiene “la plena convicción” de ello. Señala que el próximo martes estará solucionado el segundo escollo que sufre su formación. El líder de los “populares”, enumera los dos problemas que a su juicio sufre el partido: la corrupción y las disensiones internas. Rajoy se refiere al clima de tensión que se vive en Génova y remite a la reunión del Comité Ejecutivo que se celebrará el próximo martes en la que espera poner orden. Habla de las distintas percepciones que existen dentro y fuera del partido sobre las medidas que se deben tomar en cada caso y manifiesta su disgusto ante quienes intentan marcarle los tiempos. “Los políticos debemos ser justos, equitativos y no arbitrarios”, dice. Que hay tener muchas condiciones para saber valorar las decisiones y, en ocasiones, hay que ser audaz, y, en otras prudente. “La paciencia es una de las grandes virtudes que ha de tener un político –remacha sólo unas horas después de que el ex presidente Aznar le hiciese unas veladas críticas–, porque Santo Job sólo ha habido uno en la Historia”. En referencia al caso Gürtel, asegura que la corrupción le parece una “porquería” y que no la acepta. Y hace alusión al tema del día: la expulsión definitiva de Ricardo Costa como militante del PP.
Ricardo Costa se entera de su defenestración por los medios de comunicación. Francisco Camps le apoya una vez más públicamente por su “extraordinaria gestión”, aunque asegura acatar las decisiones del líder del partido. Juan Costa, ex ministro y diputado del PP por Castellón, se muestra “sorprendido profundamente” y “defraudado” por lo sucedido a su hermano. Y, en una entrevista por RVE recogida por Europa Press, sostiene que no discute el liderazgo de Rajoy, pero recalca que él tiene una responsabilidad que cumplir: “Trasladarnos a todos la confianza y la seguridad de que estamos en buenas manos”. Advierte que, a su juicio, “muchos españoles” se están planteando si el PP es “una alternativa creíble y capaz”. “Cuando el liderazgo fuerte se ejerce con los débiles, en el fondo, lo único que se está haciendo es manifestar y poner encima de la mesa una prueba de la debilidad de ese liderazgo”. Costa también ataca a Francisco Camps del que dice que “no ha estado a la altura” y que podría haber gestionado “mejor” la crisis política abierta con el caso Gürtel. E indica que los líderes políticos deben “dar la cara” y ofrecer explicaciones.
Juan Costa junto a su hermano, Ricardo.
El duro enfrentamiento y el caos entre “populares” siguen ofreciendo facetas y sorpresas que dejan a más de uno boquiabierto. A la misma hora del viernes en que Juan Costa era por segunda vez defenestrado, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, pedía, en Telecinco, disculpas a los militantes del partido y al conjunto de españoles porque “no se merecen” la forma de actuar del principal grupo de la oposición. A su juicio, las declaraciones del ex secretario general del PPCV, Ricardo Costa, son “más graves” que las del vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, aunque califica también éstas de “inaceptables”.
El Quijote del PP y la Sancho Panza continúan con sus andanzas.
Y mientras en nuestro país el PP se sumerge en un caos mental y guerra abierta incontrolada, en Honduras, se registran explosiones cada vez más remotas y controladas. Los dos personajes cuyas fotografías ofrecemos a continuación son la prueba de lo dicho. Proceden de un país pobre, pero más allá de sus diferencias en el semblante –el bigote, las gafas, el sombrero– ambos, empujados por la diplomacia internacional, aceptan ciertos puntos comunes. Representantes del Gobierno interino de Roberto Micheletti y del mandatario depuesto, Manuel Zelaya, firman a última hora del jueves (madrugada de viernes en España) un acuerdo que pone fin a la crisis política del país centroamericano y que incluye la vuelta de Zelaya a la Presidencia, si se aprueba previamente en el Congreso. El acuerdo contiene ocho puntos, entre ellos la creación de un Gobierno de reconciliación, rechazo a la amnistía política, reconocimiento a las elecciones presidenciales del 29 de noviembre, creación de una comisión de verificación, y la “posible” vuelta de Manuel Zelaya. La resolución se firma bajo la fuerte presión de la delegación estadounidense. “Hemos llegado a un pacto –anuncian– para poner fin a esta encrucijada política”. De esta forma, ponen fin a la crisis política desatada en el país, tras el golpe militar del pasado 28 de junio que expulsaba del poder a Zelaya.
Zelaya y Micheletti, dos personajes que ceden.
Un manifiesto por “otra política y otros valores para salir de la crisis”, es firmado esta misma semana por 297 artistas e intelectuales españoles y entregado a los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, en un acto celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. El manifiesto es leído por varias personalidades en un acto dirigido por el escritor Luis García Montero, quien “clama contra la corrupción de la política”. Los firmantes del manifiesto afirman que “dejar que los bancos se dediquen con absoluta libertad a incrementar artísticamente la deuda con tal de ganar más dinero es lo que ha provocado esta última crisis”. El texto añade: “Las prácticas financieras neoliberales que la han provocado se justificaron con el predominio de unos valores culturales marcados por la soledad, el individualismo egoísta, la degradación mercantil de los conceptos de felicidad y de éxito, el consumo irresponsable, la pérdida del sentido humano de la compasión y el descrédito de las ilusiones y las responsabilidades colectivas”. Palabras como “diálogo, compromiso, conciencia, entrega, legalidad, bien y público, están mucho más cerca de la verdadera política que otras por desgracia comunes en nuestra vida cotidiana como “corrupción, paraíso fiscal, dinero negro, soborno, beneficio, opacidad y escándalo”. Entre los firmantes hay cantantes como Luis Eduardo Aute, Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Pedro Guerra, Ana Belén, Ramoncín, Ismael Serrano y Joan Manuel Serrat; actores, como Héctor Alterio, Juan Diego Botto, Juan Echanove, Miguel Ángel Gallardo, María José Goyanes, Juan Diego y escritores, como Luis García Montero, Almudena Grandes, Luis Landero, Juan José Millás, Rosa Regás, Manuel Rivas y José Luis Sanpedro.
El mundo cultural se rebela contra la crisis.
El resto de este domingo está destinado a los dibujos y a la sonrisa que les acompaña. Primero, los dibujos de Amorín.
A continuación, la fotografía: Internet en el día de los muertos.
Esto son los dibujos de Pep Roig de esta semana: Argumentos regalados, Golf os van a dar, Popo lítica y Circo .
Y para terminar, tres vídeos. Costa cuestiona a Campos y a Rajoy. (Escolar.net)
Manuel Serrat canta “Algo personal”. Su canción comienza con estos versos:
Probablemente en su pueblo se les recordará
como cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.
Tico- tico a cuatro manos. Seguro que han escuchado alguna vez ejecuciones de piano a cuatro y más manos e incluso de complejos conjuntos de guitarras a dos, pero ¿recuerdan haber presenciado la ejecución de una pieza en una sola guitarra por dos personas a la vez? El dúo brasileño Siqueira Lima (Fernando Lima y Cecilia Siqueira) nos ofrece esta singular e impecable interpretación del ‘Tico tico’ de Zequinha de Abreu.
como cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.
Tico- tico a cuatro manos. Seguro que han escuchado alguna vez ejecuciones de piano a cuatro y más manos e incluso de complejos conjuntos de guitarras a dos, pero ¿recuerdan haber presenciado la ejecución de una pieza en una sola guitarra por dos personas a la vez? El dúo brasileño Siqueira Lima (Fernando Lima y Cecilia Siqueira) nos ofrece esta singular e impecable interpretación del ‘Tico tico’ de Zequinha de Abreu.
Estos manifiestos del mundo de la cultura suelen resultar bastante incomprensibles en sus contenidos y en cuanto a la formulación de soluciones se refiere. Más bien, suponen en realidad, la misma -y renovada- adhesión inquebrantable hacía el psoe, adscribiendo la cultura y la intelectualidad exclusivamente al ambito de la izquierda, tal como dijera Jose L. Lopez de Aranguren y aprovechando la ocasión para echarle la culpa al otro si algo sale mal. Yo. Ya. Paso. de manifiestos. No así de las canciones y las novelas.
ResponderEliminarchiflos.
Y además... Ramoncín es un SGAE patético.
ResponderEliminarchiflos