La entrega, en el Parlamente catalán), de 180 firmas, recogidas por la “Plataforma ¡Prou” (¡Basta!), en contra de las corridas de toros y los espectáculos que incluyan torturas o la muerte del animal, es el primer paso para cambiar la ley. La Plataforma, promotora de la ILP, remitió un documento en que recoge los apoyos a los grupos antitaurinos, entre ellos el del filósofo Salvador Paniker, el científico Jorge Wagensberg, las actrices Silvia Marsó y Marisol Galdón; los periodistas Pilar Rahola y Francisco González Ledesma, las escritoras Espido Freire y Rita Marzoa, el director de cine Juanma Bajo Ulloa o el dibujante Antonio Fraguas “Forges”. A este primer avance se añaden otros, como la presentación de 127.000 firmas más, recogidas por la ADDA (Asociación en Defensa de los Derechos de los Animales) a Ernest Benach, presidente del Parlamento, con la intención de “presionar” a los diputados. Carmen Méndez, portadora de ADDA, aseguraba que “estas firmas, la ILP y las encuestas realizadas, demuestraban que un 70% de los catalanes estaban a favor de la prohibición de los toros” y pronosticaba que, según sus cálculos, la iniciativa “podría salir adelante”, aunque reconocía que “vamos a sufrir mucho durante el debate”. Las firmas se suman a las 453.000 presentadas en el 2005 y a las 96.000 entregadas en el 2006, con lo que, en total, se habrían recogido 850.000, aunque algunas personas habrían firmado en cada entrega. Méndez añade que el debate no es político, sino moral y ético, y pide a los diputados que “reflejen la voluntad de la ciudadanía”. Los antitaurinos consideran que la opinión pública ha demostrado su voluntad en favor de la ILP. Por su parte, la plataforma en Defensa de la Fiesta presenta su “Manifiesto de la Merçè por la libertad”, que, entre otros, cuenta con el apoyo del cantante Jaume Sisa, el científico Jaume Josa y el escritor Pere Gimferrer. Dicho manifiesto considera que la prohibición de los toros supondrá una “pérdida” de la libertad de los ciudadanos, que quedará “debilitada y empequeñecida”.
El mundo de la cultura muestra, de esta manera, una división de opiniones. De un lado, los taurinos y a favor de la Fiesta. Luis Corrales, coordinador de la Plataforma para la Promoción y Difusión de la Fiesta de los Toros, llega al extremo de equiparar a los antitaurinos con Adolf Hitler por hacer bandera de una “supuesta superioridad moral” con respecto a los aficionados a las corridas. Corrales asegura que contemplar la muerte del toro en plaza “no envilece” a los aficionados y señala que no hay ninguna declaración internacional sobre derechos de los animales. Considera que la muerte pública del animal es “heroica”, “honesta” y preferible al sacrificio en un matadero. Opina que es “irrenunciable al único arte real que existe”, en referencia a la tauromaquia. Y que, “de ninguna forma, sentimos pena al ver sangrar al toro”. Y añade que prohibir la fiesta es caro, retando a los antitaurinos a “dejarla morir”. En el manifiesto a favor de los toros en Cataluña, se encuentran periodistas como Ramón de España, Mercedes Milá, Alberto Gimeno, Manuel Trallero, Jordi Évole, Serafí del Arco y Arcadi Espada. Cuenta, además, con el apoyo de los cantantes Kiko Veneno y Jaume Sisa. También de los directores teatrales Albert Boadella y Calixto Bieito, los actores Pep Muné, Ramon Fonserè y Carles Flavià. A ellos se suma al artista Miquel Barceló.
Otros personajes que se han manifestado a favor de las corridas son Albert Boadella y Fernando Sánchez Dragó. Éste apunta el peligro que se cierne de desaparecer uno de los animales más hermosos del planeta. El escritor va más allá: “La consulta independentista y el intento de prohibir los toros, son gajos de la misma naranja; una maniobra política de cariz independentista”. Y sostiene: “Lo único que ha existido siempre en España e hilvana a este país es el espectáculo de los toros. Por tanto, a esta gente no les importan los animales, sino que pretenden romper la unidad de España”. Mercedes Abad, una de las primeras mujeres en ganar el prestigioso premio literario “La sonrisa vertical”, espectadora ocasional, ve en las corridas “una belleza pasmosa” y repite una frase de Carlos Trías: “Estar contra los toros y comer carne, es como estar en contra de las ejecuciones, y a favor de Auschwitz. Somos carnívoros, y nos alimentamos de animales… Es como la prohibición del tabaco, inmiscuyéndose en las libertades individuales”.
Paco Morán, “amante” de los toros.
El Rey, en la barrera, en la Feria de San Isidro.
Serrat y Sabina, en los toros.
Del otro lado, encontramos los anti-taurinos. Según la Plataforma 'Prou', una serie de personajes no catalanes se han manifestado a favor de la prohibición definitiva. Entre ellos el humorista Forges, los filósofos Salvador Pániker y Jesús Mosterín, el cineasta Bajo Ulloa, el escritor González Ledesma, el científico Jorge Wagensberg y la actriz estadounidense Pamela Anderson. Momentos antes de la votación, Anna Mulà, portavoz de la plataforma "Prou!" (¡Basta!), impulsora de la iniciativa, pedía a los 135 diputados del Parlament que se pusiera fin a la “tortura de los animales como espectáculo”. En la plaza, frente a torero, picador y banderilleros, sólo el toro se encuentra en una total “indefensión”, por lo que el maltrato al que se le somete implica “un punto de cobardía inaceptale”. Mulà resalta el anacronismo que representa la llamada “fiesta nacional”: “Las corridas no encajan en los nuevos valores de la sociedad del siglo XXI. Los animales no se pueden tratar sólo instrumentalmente. Se prohíbe básicamente aquello que ya no es aceptable”. Tras explicar algo tan obvio como por qué preferimos la vida a la muerte, Mulà pide a los diputados que “escuchen a la ciudadanía” y acepten la tramitación de esta ILP, que propone modificar la ley de protección de animales y la prohibición de las corridas de toros en Catalunya.
Joan Herrera, diputado de ICV en el Congreso y miembro de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales (Apdda), indica que el debate no está en “si es una cuestión de tradición española. Si las tradiciones no van, lo que hay que hacer es reformarlas. Es un maltrato animal en toda regla y lo que hay que hacer es cambiarla”. Herrera ve con buenos ojos que alguna iniciativa similar prospere en el Congreso de los Diputados, porque supondría reflexionar sobre “una fiesta que tiene una cierta tradición, pero también es una costumbre sanguinolenta de maltrato animal”.
Los toros no muere. Los matan violentamente.
Silvia Barquero, portavoz del Partido Antitaurino y Contra el Maltrato Animal (Pacma), solicita que los espectáculos taurinos estén recogidos como delito en el Código Penal, porque suponen “un maltrato animal”. “El debate –señala– está en si debemos continuar haciendo sufrir a los animales y en sacar a relucir esa contradicción legal del artículo 337 del Código Penal, que sanciona el maltrato a los animales con penas de tres meses a un año de cárcel y excluye las corridas de toros”. Barquero se pregunta por qué se hace esta excepción, siendo igualmente un maltrato animal. “Marta Jimeno, presidenta de la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia (AVAT), reclama que sean expedientados los veterinarios que afirmen que los toros no sufren en las plazas o en otros festejos populares. Jimeno desea que la iniciativa llevada al Parlamento de Cataluña se amplíe a otras comunidades autónomas y países con tradición taurina. Se declara “en contra” de cualquier festejo taurino, como corridas de toros, los “bous”, encierros o el Toro de la Vega y asegura que declaraciones “contra la dignidad y el bienestar animal” van contra el Código Deontológico del Consejo General de Colegios Veterinarios de España.
Curiosamente, algunos alcaldes de ERC que apoyan la moción de la I.L.P, no se oponen –en cambio– a los “corre bous” de Tarragona, donde tienen una fiel clientela de votos. El “Toro enmaromado” consiste en atar a los toros por los cuernos con una cuerda y arrastrarlo por las calles hasta una plaza o para que caiga al mar. En otros lugares, como en Jaráiz de a Vera (Cáceres), se termina matando al animal a machetazos. Para los toros “ensogados” se atan unas cuerdas a los cuernos del animal que son violentamente arrastrados por las calles llenas de gente. Alcaldes de ayuntamientos catalanes aprueban mociones para que se mantengan los “corre- bous”.
Joan Puigcercós.
El "No" catalán a los toros se refleja en las pantallas del Parlamento.
La votación del ILP el pasado viernes es la primera de un total de tres. La última será la que determine si finalmente se prohíben por ley. El Parlamento catalán promueve y decide dar luz verde a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), avalada por la firma de 180 personas, y acepta seguir tramitándola. Un total de 67 diputados de ERC e ICV-EUiA votan a favor de permitir que pueda continuar debatiéndose. Derrota de las enmiendas a la totalidad presentadas por PSC, PP y Ciudadans, respaldadas por 59 diputados partidarios de las corridas, mientras que 5 se abstienen y otros 4 no participan en la votación secreta. Una decisión que amenaza la continuidad de la plaza de toros Monumental de Barcelona, única en funcionamiento. Si la ILP llega a buen puerto, Cataluña se convertirá en la segunda comunidad española en prohibir las corridas, puesto que Canarias ya las vetó en 1991.
Silvia Marsó es una de las caras más conocidas a favor de la iniciativa promovida por Plataforma Prou.
La Iniciativa Legislativa Popular sigue adelante, tras haber dado luz verde a su tramitación el Parlamento catalán. Después de Navidad se iniciará el proceso en comisión, terminando con un dictamen que será debatido en el hemiciclo de aquí a tres o cuatro meses. La aprobación de la ILP no supone la prohibición instantánea de la lidia. Si la ILP supera las enmiendas a la totalidad y prospera, como todo apunta, pasará a ser debatida y redactada en comisión parlamentaria. Y, si todo sigue su curso, podría estar aprobada en marzo o abril del próximo 2010. El objetivo de la ILP es modificar la Ley de protección de animales vigente. En esa norma, queda prohibido el uso de animales en “peleas y espectáculos” si se les ocasiona sufrimiento de “tratamientos antinaturales”.
Grupos anti-taurinos, protestando.
Humor a las puertas de la Navidad.
Y terminamos con este dibujo de Pep Roig.
Felicidad ¡Ar!
ILP. Corridas de toros. El Parlamento ha dicho Basta
Villancico de la Oveja Naranja.
Villancico felino.
En este asunto -como en casi todo- gana siempre la aritmética. En ocasiones lo restado no desaparece, sino que cambia de lugar. Para un catalán taurinista la libertad consistirá en poder hacer turismo. Recuerden que en Madrid se están haciendo unos vinos espumosos excelentes.
ResponderEliminarchiflos
El voto del ciudadano Rey, del ciudadano Montilla y de toda la pléyade de "artistas" e "intelectuales" que ya hace años viven del cheque que les llega del ministerio de cultura y la sgae tiene tanta importancia como cualquiera de los 190.000 que han firmado esta ilp. O como el de cualquiera de los españoles que la firmarán en el futuro. Si, porque España está llena de "independentistas". Gente que va loca por ser independiente. Independiente de José Tomás, el Juli, Carnicerito de Úbeda, sus apoderados y, especialmente, de los cargos a los presupuestos generales del Estado, vía ayuntamiento o vía diputación provincial para financiar "festejos". Matar toros en vivo y en directo es una "libertad" no contemplada en ningún país, de la misma forma que violar niños o robar carteras tampoco se contempla como una "libertad". La "fiesta" taurina (que no "nacional") no está reconocida ni como "arte" ni como "cultura" por nadie. Es lo que hay.
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