El miércoles pasado, mil millones de telespectadores pudieron seguir el rescate de 33mineros chilenos, que, durante 69 días, se habían quedado atrapados en la mina de oro y cobre de San José, en el desierto de Atacama (al norte de Santiago). Uno a uno, fueron sacados a la superficie en medio de la expectación. Desde el momento en que se supo que estaban vivos, se habían dedicado todos los esfuerzos en su rescate. Una gran operación política de márquetin del Gobierno chileno y de algunos organismos que invirtieron unos 33 millones de dólares con la ingeniera más avanzada, propia o extranjera, solicitando su ayuda a la misma NASA. El trayecto de subida de cada minero en la “Fénix II” por el estrecho ducto de unos 66 centímetros de diámetro comenzó en la madrugada de ese día. A lo largo de todo el día, cada uno de los 33 mineros fue recibido y abrazado por los suyos y por el mismo presidente de la nación, Sebatián Piñeira, rodeados por un alud de luces, cámaras y flashes, de un centenar de antenas parabólicas y de un ejército de unos 2.000 periodistas. El reality-show –tipo de programa televisivo en el que los productores muestran la posibilidad de mostrar sus vergüenzas a millones de telespectadores, satisfacer su ego, y tal vez cobrar algún dinero en compensación– fue espectacular. Cadenas de todo el mundo conectaron con la señal ofrecida por la televisión estatal chilena. E Internet estuvo pendiente de esta operación de salvamento que duró todo las veinticuatro horas del día.
Mario Sepúlveda, 40 años, electricista, casado, fue el segundo de los mineros que salió a la superficie. Llegó gritando a través del ducto por donde le subían y, a su salida, se lanzó a abrazar a sus compañeros de mina que le esperaban, lanzaban bocinazos y gritaban el lema que más se oyó aquella noche en la mina:
Ceacheí,
eleé,
chi-chi-chí,
le-le-lé,
los mineros
de Chi-lé
Como recuerdo de su experiencia, Mario repartió piedras a las autoridades, sacadas del interior de la mina. Luego, más calmado, explicó ante las cámaras: “Estuve con Dios y estuve con el diablo; me pelearon y ganó Dios, porque me agarré de la mejor mano”. El minero, en un video presentado a minutos de salir de la mina, aseguró que “lo único que les pido en términos personales es que no nos traten como artistas ni periodistas. Yo quiero que me sigan tratando como Mario Antonio Sepúlveda Espinace, el trabajador, el minero. Eso es lo que me encanta. Quiero seguir trabajando, creo que nací para morir amarradito al yugo, como yo digo. La vida a mí me ha dado cosas muy lindas… Me ha tratado muy mal, pero creo que he aprendido cosas maravillosas y a tomar los buenos caminos de la vida”.
Luis Urzúa, junto a Piñera, el presidente chileno.
Cada vez que un minero aparece en la “Fénix II, tras ascender por los 622 metros de túnel, se oye el mismo grito alrededor de la cápsula. Y cada minero “resucitado” recibe los abrazos de los suyos y del presidente, presente la mayor parte de las horas de espera. Hasta que sale el último, Luis Urzúa, a las veintidós horas, cincuenta y cinco minutos de la madrugada. Es el jefe de turno y líder del grupo. Topógrafo, de 54 años, Urzúa lleva en sus espaldas 31 años de experiencia en la minería y empezó a trabajar en el yacimiento San José hace diez meses. Él fue el organizador de la vida bajo tierra de los mineros atrapados. El organizador del racionamiento de alimentos y quien dividió el espacio en tres zonas: una para dormir, otra para comer y una tercera para las necesidades básicas. “Le entrego –dice, solemnemente, dirigiéndose al presidente Piñera– el turno (mando) y espero que esto nunca vuelva a ocurrir. Gracias a todos, gracias a todo Chile y a todas las personas que han cooperado. Me siento orgulloso de ser chileno”. El mandatario recoge el guante: “Cambiaremos las leyes laborales –le contesta– para que nunca más se trabaje en condiciones tan inseguras y tan infrahumana”. Y, tras su estudiada respuesta en forma de discurso, lanza al aire, como colofón, el grito de: “¡Viva Chile, mierda!”.
Piñera agradece a todos los que participaron en la gesta, pero no menciona que una negligencia “oficial” mantuvo abierta la mina siniestrada.
A diferencia de lo ocurrido en febrero pasado con el terremoto que asoló Chile, lo acontecido este miércoles pasado en el “campamento Esperanza” es calificado por el presidente Piñera de “milagroso”. Y la ansiedad y la tensión acumuladas dan paso a una explosión de júbilo que contagia a los presentes y es extendida, mediante las televisiones, a todo el mundo, pendiente de los mineros recuperados. El derrumbe ocurrido en este yacimiento de cobre con más de un siglo de antigüedad y en condiciones precarias, pune de manifiesto las carencias de un modelo de desarrollo económico basado en la explotación intensiva de los recursos naturales. “Chile no es el mismo país que teníamos hace 69 días, cuando ocurrió el accidente –asegura el gobernante con la voz entrecortada por la emoción–. Hoy es más respetado y más valorado”. Sebatián Piñera garantiza que “nunca más” se trabajará en Chile “en condiciones tan inseguras e inhumanas” como debían hacerlo “los 33”. Reconoce que la mina no tenía las dos vías de escape que exigía la normativa y que la chimenea de ventilación carecía de escalera, pese a lo cual el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomín) había autorizado su reapertura después de haber sido clausurada. Piñera asegura que, próximamente, se anunciaría “un nuevo trato con los trabajadores”, que incluirá una revisión de la legislación vigente y de los procedimientos de fiscalización, “para ponerlos al nivel de los países más desarrollados”. Y dice que “nadie puede garantizar que nunca más puede haber un accidente en nuestro país. Pero sí podemos garantizar que nunca más vamos a permitir que se trabaje en condiciones tan inseguras y tan inhumanas”. Rodrigo Hinzpeter, ministro del Interior, sostiene, en declaraciones a Radio Cooperativa, que el Gobierno “quiere convertir a Chile en un referente mundial en seguridad laboral y dignidad del trabajo”. En ese contexto, emplaza a las empresas a respetar las normas y a “cuidar la vida de los trabajadores”.
Sergio Laurente, director chileno de Amnistía Internacional.
El Sindicato de la Mina denuncia que Chile no ha ratificado el convenio de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre seguridad en las minas. AI (Amnistía Internacional) critica al Gobierno chileno por no haber ratificado el convenio de la OIT sobre seguridad y salud en las minas. “La alta exposición mediática del rescate –señala AI en un comunicado– no debe hacer olvidar las responsabilidades y omisiones que hicieron que los 33 mineros quedaran atrapados desde el pasado 5 de agosto en una veta en el norte de Chile, a 700 metros de profundidad”. Según Sergio Laurenti, director chileno de Amnistía Internacional, el no haber ratificado el convenio de la OIT sobre seguridad en las minas “contribuye a generar o a perpetuar profundas injusticias y abusos de los derechos humanos de trabajadores”.
La Federación Minera de Chile expresa su “emoción” por el rescate y reclamaba que los trabajadores y sus familias no tengan que pasar “nunca más” por este calvario y que las empresas no antepongan sus intereses económicos a “la vida de las personas”. El Convenio 176 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Seguridad y Salud en las Minas fue aprobado en 1995 y entró en vigor en 1998. Pero, en América Latina, sólo lo han ratificado Brasil y Perú. El yacimiento de la mina chilena de San José, de la empresa San Esteban, de más de cien años de antigüedad, antes del derrumbe de agosto ya había sufrido otros accidentes, por lo que estuvo clausurada desde marzo de 2007 hasta el 30 de mayo de 2008. Ese día, el Sernageomín autorizó su reapertura. La mina fue cerrada nuevamente el pasado 3 de junio, después de que un minero perdiera una pierna en un accidente laboral, y fue reabierta pocas semanas antes del derrumbe del 5 de agosto de 2010, en el que quedaron sepultados los “33 de Atacama”.
Obama felicita a Piñera por el exitoso rescate de los mineros.
El presidente estadounidense, Barack Obama, celebra el que los 33 mineros chilenos atrapados hayan sido liberados. Dice que es una prueba de la determinación de los equipos de rescate y del Gobierno chileno que ha servido de inspiración al mundo. Y llama a Piñera para felicitarle por el exitoso rescate. Su llamada se suma a la de otros mandatarios sudamericanos como Cristina Fernández, Rafael Correa y Juan Manuel Santos. El gobernante norteamericano aprovecha para expresar también su gratitud a todas aquellas personas, “no sólo en Chile, sino también en EE.UU. y alrededor del mundo que están ayudando en las labores de rescate”. Recuerda la participación de la Agencia Espacial de EE.UU (NASA), que ayudó a diseñar la cápsula que transporta a los mineros a la superficie, así como la de distintas empresas estadounidenses que fabricaron y entregaron componentes de la perforadora y del ingeniero estadounidense que voló desde Afganistán para operar la maquinaria. E indica que las lágrimas del primer minero rescatado y su familia expresan “no sólo su propio alivio y propia alegría sino también la alegría de todo el mundo”.
Cronología de 69 días bajo tierra.
- 5 de agosto: Treintitrés mineros quedan bloqueados en la mina de oro y cobre de San José (800 km al norte de Santiago), luego de que ésta sufriera un derrumbe.
- 6 de agosto: El presidente chileno, Sebastián Piñera, asegura que su gobierno hará “todo lo humanamente posible” para rescatar a los sobrevivientes.
- 7 de agosto: Nuevos derrumbes bloquean a los socorristas y obligan a buscar nuevas alternativas de rescate.
- 12 de agosto: El ministro de Minería, Laurence Golborne, estima que son “escasas” las probabilidades de encontrar a los mineros con vida.
- 22 de agosto: Los mineros son encontrados con vida gracias a una sonda que penetra el cerro. Los mineros mandan un mensaje en un papel: “Estamos bien en el refugio los 33”. Un primer video los muestra en buena forma.
- 23 de agosto: Reciben el primer abastecimiento por medio de un conducto de 12 cms de ancho.
- 25 de agosto: Las autoridades anuncian que “los 33” saben que el rescate será lento (de tres a cuatro meses). Primer intercambio de correo entre los mineros y sus familiares.
- 26 de agosto: La televisión difunde las primeras imágenes de los 33 hombres donde puede verse su vida bajo tierra.
- 29 de agosto: Primeros diálogos por radioteléfono con los familiares y mensaje de apoyo del Papa. Los mineros desplazan su campamento hacia una parte más seca.
- 30 de agosto: Comienza la perforación de un pozo de rescate de unos 30 cm de ancho por una Strata 950.
En la imagen se ve al primer minero chileno captado por la cámara de la sonda enviada a 700 metros de profundidad
- 4 de septiembre: Los mineros y sus familiares se ven por primera vez mediante un sistema de videoconferencia.
- 5 de septiembre: Lanzamiento de una segunda excavación (Plan B) por una perforadora T-130.
- 17 de septiembre: La excavadora T-130 llega hasta los mineros a 630 metros bajo tierra, pero tiene que hacer una segunda pasada para ensanchar todavía más el túnel.
- 19 de septiembre: Una perforadora petrolera comienza a excavar un tercer pozo, directamente con el diámetro requerido de 66 cm (Plan C).
- 25 de septiembre: Llegada a la mina de una primera cápsula que servirá para subir a los hombres.
- 1 de octubre: Las autoridades anuncian que el rescate de los mineros se realizará “en la segunda quincena de octubre”.
- 3 de octubre: El pozo más avanzado (Plan B) se encuentra a unos 200 metros de los mineros.
- 4 de octubre: El presidente Piñera, que tiene una gira prevista para el 15 de octubre, dice: “Espero poder rescatarlos antes de partir a Europa”.
- 5 de octubre: Los familiares hacen un acto de conmemoración de los dos meses de sus familiares bajo tierra. El jefe de rescate, André Sougarret, dice que la fecha del rescate de los mineros depende de si el hoyo es revestido o no por un tubo metálico.
Mineros chilenos, atrapados en la mina.
- 6 de octubre: El equipo de 16 miembros del rescate final es presentado en la mina.
- 7 de octubre: El ministro Golborne dice que la perforación llegará a los mineros el sábado 9 de octubre.
- 9 de octubre: La máquina T-130 termina el hoyo de rescate de los mineros, lo que genera una inmediata celebración entre los técnicos y las familias. El ministro Golborne dice que se hará un revestimiento parcial de ese hoyo y que se montará la grúa de izaje, y estima que los mineros saldrán “alrededor del miércoles” 13 de octubre.
- 10 de octubre: Se inicia el revestimiento de 96 metros de los 622 metros que tiene el ducto, a través del cual los mineros serán izados a la superficie.
- 11 de octubre: Finalmente, sólo son encamisados sólo 56 metros del ducto y todo queda listo para el rescate.
- 13 de octubre: Seis rescatistas bajan al fondo del yacimiento para colaborar en el operativo. Florencio Ávalos, el capataz, llega a la superficie, izado en la cápsula. El líder de los mineros, el topógrafo Luis Urzúa, será el último que llega a la superficie, a las 00H55 GMT del jueves. Y dos horas más tarde culmina la operación con la salida del jefe de los rescatistas. Manuel González es el último hombre en salir del fondo del yacimiento.
El minero José Henríquez (derecha), acompañado por su cuñado Juan Vásquez (izquierda) visitó sábado el yacimiento San José. Henríquez fue el guía espiritual de los mineros.
Juan Illanes, portavoz de los 33 mineros chilenos rescatados, pidió ayer, sábado, a los medios de comunicación que finalizaran con “el acoso periodístico”. Illanes se dirigió a los periodistas en el recinto de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), acompañado de tres doctores y otros seis compañeros, y calificó el momento que viven los trabajadores de “lamentable” por la presión de los medios. “Pido respeto –dijo– y que nos dejen el espacio suficiente para aprender como enfrentarnos a ustedes”. El minero, que antes había trabajado en compañías mineras de mayor envergadura, explicó que los periodistas deben comprender el estado anímico en que sus compañeros han vuelto a la superficie y que por lo tanto “deben respetar su privacidad”. Y añadió que es obligación del Gobierno y de los dirigentes sindicales generar condiciones de cambio en el sector de la minería.
Sebatián Piñera, sin gafas oscuras y sentado entre los 33 mineros que posan en el hospital, mientras se recuperan.
El espectacular rescate de los 33 mineros del interior de la mina también sirvió para que el presidente Piñera se diera un baño de autobombo. Se le puede contemplar en una de las últimas fotografías con “sus” mineros, tomada en el hospital de Copiapó en el que habían ingresado. Aparece entre ellos perfectamente vestido y sin gafas. Todos menos dos fueron el viernes pasado dados de alta. Los mineros, vestidos como funcionarios de la salud para no ser reconocidos, abandonaron el recinto hospitalario en un intento por evitar la aglomeración de medios de comunicación y de curiosos en las inmediaciones del edificio.
La cápsula “Félix II”, gracias al cual los mineros pudieron ser rescatados.
En su blog (Carnetdeparo.blogspot.com), Cive Pérez apunta: “Miles de cámaras fotográficas y de televisión, desplegadas en la bocamina, convirtieron el rescate en un acontecimiento de alcance global. Espectáculo que tuvo sus vicios, como el del residente Sebastián Piñera, —un tiburón de las finanzas al que la revista Forbes le atribuye una fortuna de 2.200 millones de dólares— chupando cámara como si fuera el salvador, y sus virtudes, pues, sin tanta atención mediática es posible que el accidente hubiera acabado en uno más de los dramas que ocurren en la minería en todo el mundo”. Ni la patronal ni los gobiernos de Chile, señala Pérez, pueden estar orgullosos del estado lamentable en que se encuentran las instalaciones mineras en un país que ocupa el tercer lugar del mundo en accidentes mortales en el sector. En la historia chilena, la minería constituye uno de sus capítulos más amargos. Y Civi Pérez nos recuerda lo acontecido en la Escuela Santa María de Iquique, donde los obreros se concentraron, en diciembre de 1907, en un masivo despliegue para exigir mejoras en sus condiciones de trabajo. El ejército apostó sus ametralladoras y Silva ordenó disparar contra los huelguistas. En aquella aciaga jornada murieron más de 2.000 obreros.
Sebastián Piñera, presidente de Chile y…
En el blog Escolar.net, Ignacio Escolar nos da toda la información sobre quién es este presidente chilenos que sale en todas las fotos de los mineros. “Mientras las iglesias discuten a qué dios agradecer el rescate de los mineros, si al católico, al protestante o al catódico (el de la televisión), de lo que no queda duda es del nombre de su profeta. San Sebastián Piñera, presidente de Chile, ese señor que sale en todas y cada una de las fotos de los mineros renacidos. Piñera. De los Piñera de toda la vida: una familia que ha tenido un altísimo cargo en seis de los últimos siete Gobiernos de Chile. Dueño de una televisión y de un club de fútbol, como Berlusconi. Uno de los hombres más ricos del mundo; el 433, según la lista Forbes: por delante de David Rockefeller, por detrás de Alicia Koplowitz. Su tío, el arzobispo Bernardino Piñera, fue durante años el Rouco Varela de Chile: el presidente de la Conferencia Episcopal que organizó la visita del Papa Juan Pablo II a la dictadura de Augusto Pinochet. Su padre, José Piñera Carvallo, diplomático y agente de la CIA, militó de joven en la Falange Nacional –la franquicia chilena de nuestra Falange–. Después fue uno de los fundadores del Partido Demócrata Cristiano, con abundante ayuda del espionaje estadounidense. Su hermano, Pablo Piñera, ha sido consejero del Banco Central de Chile y hoy es gerente general de Banco Estado, el banco estatal chileno. Otro de sus hermanos, José Piñera, participó en varios gobiernos del golpista Pinochet. Entre otras carteras, José Piñera fue ministro de Minas. Y de su gestión nació la Ley Constitucional Minera, la privatización y el marco regulador de las explotaciones mineras chilenas, que hoy nos permiten celebrar un milagro: que los mineros sigan vivos, a pesar de las terribles fallas de seguridad de una mina, la de San José, donde era mucho más rentable pagar las multas que invertir en salidas de emergencia.
Miguel Baquero: “Tiemblo al pesar lo que, en el mismo caso, hubiera ocurrido en España”.
Miguel Baquero, en su blog “El mundo es oblongo”, dice contemplar, asombrado y admirado, el rescate de los mineros chilenos, los mundialmente famosos 33 que quedaron atrapados en la mina San José. “Ignoro la forma exacta en que se habrá vivido dicho rescate en Chile, pero la proyección que se ha dado al exterior ha sido modélica, todo un ejemplo de superación, buen hacer, tranquilidad, calma, sensatez y, sobre todo, decencia. Ciertamente admirable… Tiemblo al pensar lo que, en el mismo caso, hubiera ocurrido en España. El guirigay que se hubiera montado a boca mismo de mina. Los políticos intentando sacar réditos electorales, quienes echando la culpa al Gobierno central, cuales al autonómico, esos otros a las políticas lingüísticas. Ya imagino las declaraciones incendiarias de los artistas orgánicos, las manifestaciones indignadas de cualquier contertulio, la bronca de los ecologistas, la trifulca de los antiglobalización, la petición de dimisión inmediata del presidente o del consejero que a todo aquello todavía no se ha pasado por la mina, o la acusación de que se está aprovechando de la desgracia si resulta que se ha pasado por la mina demasiado pronto… Tiemblo de imaginarme a esos periodistas que buscarían la opinión de los familiares indicándoles, quieran o no, lo que tienen que responder: ‘¿qué opina de la intolerable tardanza de los equipos de rescate?’, por ejemplo –así está el periodismo en España–. Esos sedicentes ‘periodistas de investigación’ que revelarían la verdadera causa del desplome de la mina, e insinuarían que detrás de ello hay intereses económicos, quizás todo lo propiciaron los yanquis para vender su tecnología. Esos jóvenes reporteros de Telecinco que se reirían de lo mal que les queda el casco a la mujer o al hijo del minero y a eso lo llamarían ‘humor inteligente’. Pienso que hoy Chile, con su humildad y su tesón, ha dado una pequeña lección al mundo”.
Y los humoristas, ¿cómo ven la actualidad de esta semana?
Territorio Vergara: Regreso a la superficie, Rescate de los mineros, Pacto de estabilidad, Financiación ilegal y Campaña xenófoba.
Manel Fotdevila: Drama humano, Auge y caída, El rincón cultural, El político que viene y La lideresa.
Y Pep Roig: Pensament, Salir del pozo, Tiempo modernos, Algarrada y Ay que hablar vien.
Los tres vídeos que siguen corroboran lo anteriormente dicho.
Oh si es fantástico, pero ya lo sabiamos...Vayamos a ver como van las cosas por la estratosfera, parece algo todavía inexplorado... que interesante...
ResponderEliminarChiflos. (lo lamento Santiago)