Zaragoza acoge una amplia muestra que, bajo el título “Tierra y libertad: cien años de anarquismo en España”, expone la historia del anarquismo en España. La Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) organizó, en los Palacios de Vástago y Montemuzo, esta exposición itinerante, abierta respectivamente hasta el 8 de diciembre y el 28 de noviembre. Se trata de una extensa visión del anarquismo español desde que el revolucionario y anarquista italiano, Giuseppe Fanelli, enviado por Bakinin, llegara a España, en 1868, para organizar los primeros núcleos de la Asociación Internacional de Trabajadores, hasta el exilio y la resistencia durante el franquismo. El sindicato anarquista recoge los ideales de este movimiento sindical y social, agrupando, tras su bandera rojinegra, a cientos de miles de españoles. “Su leyenda de honradez, sacrificio y combate –cuenta Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, en el artículo “La semilla anarquista”, publicado en “El País” el pasado 6 de octubre–, fue cultivada durante décadas por sus seguidores. Sus enemigos, a derecha e izquierda, siempre resaltaron la afición de los anarquistas a arrojar la bomba y empuñar el revólver. Son, sin duda, imágenes exageradas a las que tampoco hemos escapado los historiadores que tan a menudo nos alimentamos de esas fuentes, apologéticas o injuriosas, sin medias tintas. Imágenes que anticiparon Juan Díaz del Moral o Gerald Brenan y que se han hecho también con un importante hueco en la literatura, con ‘La bodega’, de Vicente Blasco Ibáñez; ‘Aurora Roja’, de Pío Baroja; ‘La verdad sobre el caso Savolta’, de Eduardo Mendoza o, más reciente, ‘La hija del caníbal’, de Rosa Montero. Una veta, en fin, explotada por el cine, por Ken Loach y su ‘Tierra y Libertad’ o Vicente Aranda en ‘Libertarias’.
La exposición muestra la realidad de una época en la que el movimiento obrero y las ideas de izquierdas guardaban estrecha relación con el anarcosindicalismo.
Julián Casanova, coordinador y director científico de la exposición, lo recuerda en el prólogo del libro “Tierra y Libertad. Cien años de anarquismo en España” (Editorial Crítica). El historiador advierte que la historia del comunismo en España está por hacer. Recuerda que ya es hora de acabar con los mitos en torno a los anarquistas. Y comienza así una historia de frenética actividad propagandística, cultural y educativa; de terrorismo y de violencia; de huelgas e insurrecciones; de revoluciones abortadas y sueños igualitarios.
Los documentos gráficos y sonoros dan cuenta de cómo una parte fundamental del movimiento anarquista fue la defensa de la cultura “como elemento liberador de las clases obreras”, según Julián Casanova.
Los sucesivos combates que se dieron en la ciudad de Teruel y sus alrededores dieron lugar a un breve espacio de tiempo de victoria republicana.
“El golpe de Estado contrarrevolucionario –prosigue Casanova–, que intentaba frenar la revolución, acabó finalmente desencadenándola. Muchos anarquistas vieron entonces sus sueños cumplidos. Duró poco, pero esos meses del verano y otoño de 1936 fueron lo más parecido a lo que ellos creían que era la revolución y la economía colectivizada… Esa es la imagen feliz del paraíso terrenal que transmitió la literatura anarquista, las declaraciones de Buenaventura Durruti a los corresponsales extranjeros, o la prensa que podían leer los obreros de Barcelona y los milicianos en el frente de Aragón”.
Despedida de un miliciano antes de partir para el Frente.
“Metidos en la revolución, en la guerra y en la persecución del contrario, los anarquistas vivieron su edad de oro, corta edad de oro. Extendieron una compleja red de comités revolucionarios por todo el territorio republicano. Colectivizaron tierras y fábricas. Crearon milicias. Participaron en el gobierno de la Generalitat y en el de la República. Y hasta que la revolución se congeló, soñaron despiertos con un mundo sin clases, sin partidos, sin Estado. Los que sobrevivieron la dura represión franquista, tras la derrota, se fueron a la tumba, recordando aquella revolución popular, sin amos ni autoridad. Las cárceles, las ejecuciones y el exilio metieron al anarquismo en un túnel del que ya no volvería a salir. Sus militantes resistieron en la clandestinidad, protagonizaron diversas escaramuzas en la guerrilla y asomaron sus cabezas en algunos conflictos. Muchos de ellos se enrolaron en la resistencia francesa contra el nazismo, pensando que aquella era todavía su guerra, la que acabaría con todos los tiranos. Pero murieron Hitler y Mussolini, las potencias del Eje fueron derrotadas y Franco siguió. El anarquismo no pudo ya respirar. La guerra y la dictadura lo destruyeron. Los cambios que se produjeron desde los años sesenta, con la modernización y el desarrollo, le impidieron echar de nuevo raíces”.
Federico Montseny.
El anarquismo también fue pionero en abordar luchas actualmente convertidas en derechos, como la liberación de la mujer, el internacionalismo, la libertad sexual, el uso de una lengua unificadora… Se trata de un movimiento que “recorre toda la modernidad”. El Palacio de Montemuzo se centra en el papel que desarrolló la mujer dentro del movimiento anarquista. El tema seleccionado es Libertarias: milicianas, mujeres libres, heroínas antifascistas y enfermeras de guerra, con un importante espacio dedicado a Federica Montseny, política y sindicalista anarquista española, la primera mujer en ocupar un cargo de ministerial (Ministra de Sanidad y Asistencia Social del gobierno de Francisco Largo Caballero) durante la IIª República española y en la Europa Occidental.
Dos mujeres leen el diario gratuito “Solidaridad Obrera”.
La exposición explica el papel de las mujeres en el movimiento anarquista y en la época con la sección 'Libertarias'.
La historiadora Dolors Marín, autora de “Anarquía. Un siglo de movimiento libertario en España” (Ariel), incide en que a las mujeres, al principio, les cuesta integrarse en el sindicato, pero acuden a los ateneos, escuelas y bibliotecas. Con la llegada de la CNT al gobierno republicano, impulsan leyes de planificación familiar, educación sexual y aborto. La burguesía y la Iglesia rechazan estos proyectos. “Cuando llega el franquismo, hay una doble represión de género contra la mujer. Luego, la gente de la Transición no preguntamos a las mujeres por lo que habían pasado. No se les preguntó por una de las revoluciones más importantes que ocurrieron en el mundo por miedo y silencio”. Marín desmonta la imagen de la bomba, la pistola y el sabotaje de anarquistas camuflados bajo una gran capa negra, obviando la otra cara: el proyecto cultural anarquista español. “La revolución –insiste– se ensayaba en las noches cultas de los Ateneos o de las Casas del Pueblo. En el trabajo cotidiano de ladrilleros, carpinteros, vidrieros y otros oficios manuales”.
La sección de la exposición ubicada en la sede del Palacio Montemuzo, bajo el título de “Libertarias”, da contenido al papel que desarrolló la mujer dentro del movimiento anarquista. En el congreso celebrado en Huesca, se abordó el anarquismo desde diferentes puntos de vista y reunió a algunos de los principales especialistas en el tema. Mary Nash y Lily Litvak hablaron sobre anarquismo, feminismo y cultura. Y el cineasta, Vicente Aranda sobre su película “Libertarias”. Además de los historiógrafos ya mencionados, hablaron prestigiosos expertos en anarquismo tales como José Álvarez Junco, que estudió la filosofía política del anarquismo español; Clara E. Lida que estudió la historia de la Primera Internacional en España; Rafael Núñez Florencio, los años del terrorismo; Carlos Gil Andrés, los orígenes y consolidación de la CNT; Alicia Alted Vigil, el exilio de los anarquistas; Javier Navarro Navarro, la cultura anarquista en España y José Luis Ledesma ofreció los perfiles biográficos de veinte de los representantes más destacados del movimiento libertario. En el Palacio de Vástago, la exposición recorre la historia del anarquismo en España en una decena de ámbitos que tratan de las ideas y los orígenes, el terrorismo, la fundación de la CNT, la participación en el Gobierno de la nación durante la República, la Revolución durante la Guerra Civil, la cultura, el exilio, el papel destacado de Aragón, una galería biográfica de los veinte anarquistas españoles más destacados... todo ello, ilustrado por varios cientos de objetos y documentos, la mayoría de ellos inéditos.
El proyecto “Tierra y libertad” incluye, además de la exposición, la publicación de un libro-disco. Un cedé recoge las mejores canciones populares anarquistas de Argentina, Italia, Francia, España, México… interpretadas por aragoneses como Joaquín Carbonell, Loquillo, Labordeta, Gabriel Sopeña, el coro Amici Musicae del Auditorio de Zaragoza, Bvocal y Elena Rubio, entre otros. Es la primera vez que se aborda un cancionero libertario de forma global, con un contenido musical creativo, con grupos y solistas que trabajan la música popular en Aragón. En él se incluyen las mejores canciones populares anarquistas de Argentina, Italia, Francia, España, México…
Buses papistas y ateos en Barcelona.
Leo Bassi, disfrazado de payaso y subido en un “papamóvil” blanco, decorado con flores, recorrió las calles de Barcelona distribuyendo preservativos con el emblema “Cruzada Laica”, en defensa de la religión del humor frente a la religión católica e instigando una cruzada laica ante la visita del papa Benedicto XVI. Bassi alega que los preservativos “sirven contra el sida, pero sobre todo para pasar un buen rato”. Su vuelta por Barcelona tenía un motivo educativo. “Quiero que los niños sepan lo que es un payaso y cuando el domingo vean al papa pasar lo reconozcan como tal”. En realidad, el humorista había sido contratado por Blackie Books, que reedita el libro “La tournée de Dios”, de Enrique Jardiel Poncela. Pero, la oportunidad del evento le dio pie a explicar con su ácido humor la visita del Papa a Barcelona.Leo Bassi, disfrazado de payaso, en el papamóvil, por las calles de Barcelona.
También “El Jueves”, la revista satírica que sale los miércoles, dedicaba esta semana su portada a la visita del Papa Benedicto XVI. En ella, el Papa aparecía vestido como una vedette, dando a entender que su presencia en España es puro espectáculo. Y como el viaje papal ha costado mucho a las arcas públicas, el titular es de lo más directo: “Con lo que cuesta... ¡al menos que dé espectáculo!”. El diario “La Gaceta”, vendía estos días por 50 céntimos una pulserita con cruz, a modo de rosario. “El Jueves” ridiculizaba esta iniciativa regalando, a su vez, una careta de cerdo...
Un grupo de cuatro amigos realizaron en Barcelona una convocatoria a través de Facebook, para mostrar su rechazo a la visita de Benedicto XVI a Catalunya. Pero la red social la censuró. Los cuatro perfiles de los creadores, así como el propio evento, fueron eliminados. Ocurría lo mismo el 21 de octubre, cuando fue vetado por primera vez el evento titulado Queer Kissing Flashmob. “Su página ha sido cerrada porque incumple alguna de las normas (...) También eliminamos páginas que atacan a un grupo o un individuo y que se han creado por un individuo no autorizado”. Este mensaje automático fue el que recibieron los creadores tras el segundo cierre. En la primera ocasión, no recibieron ningún tipo de explicación.
Besos censurados contra el Papa.
En Barcelona, además, otro blog (deixemnosdhosties.blogspot.com) se encargaba de recopilar en la web todos los eventos de protesta contra la visita, aglutinados la mayoría por la plataforma “Jo no t'espero” (Yo no te espero). Este lema se ha convertido, junto con el dibujo de una mitra dentro de una señal triangular de peligro, en la imagen que identifica el rechazo a la visita. Entre los actos programados para el domingo, una besada de gays y lesbianas convocada frente a la catedral y al Arzobispado, donde pernoctará el Pontífice. “Morréate ante el Papa”, invitaba la propaganda del acto. “Queremos hacer una acción que exprese nuestro descontento pero no desde la violencia, sino desde la pasión, la sensualidad y el amor. Por lo tanto, esperamos que, de manera espontánea, se convierta en una multitud frente al Papa, dándose morreos entre personas del mismo sexo y creando, durante dos minutos, un ambiente de picante sensual y divertida rebeldía”. Ahí queda el gesto, de lo más cariñoso, ante la presencia de Benedicto XVI en la Ciudad Condal. Otros, como los antisistemas (nosesimeexplico.com), incitaron a la quema de iglesias durante la visita del Papa.
El mismo domingo, mientras el Papa consagra la basílica de la Sagrada Familia, el casal feminista “Ca La Dona” piensa realizar una manifestación en la plaza Universidad bajo el lema: “Las mujeres no te esperamos”. El acto es apoyado por diversos colectivos que intentan “hacer sentir la voz de las mujeres y feministas por la laicidad, el derecho al propio cuerpo y contra la misoginia de la jerarquía católica”. “Nosotras –se declaran estas mujeres feministas de Catalunya– manifestamos nuestro rechazo y nuestra indignación por la llegada del señor Ratzinger a nuestro país y a nuestra ciudad. Ni le esperamos, ni le damos ninguna bienvenida. ¡Su presencia nos violenta! No le reconocemos ninguna autoridad ni política”.
En vuelo hacia España y antes de aterrizar en el aeropuerto de Santiago de Compostela, cargó Benedicto XVI contra el “agresivo” laicismo de la España de Zapatero y de la II República. Y no dudó en reconocer que “en España ha nacido una laicidad, un anticlericalismo, un secularismo fuerte y agresivo como se vio en la década de los años treinta (II República española). Y ese enfrentamiento, disputa entre fe y modernidad, ocurre también hoy de manera muy viva”. Pero el hecho constatado es que el Estado, o sea, todos los contribuyentes españoles, costeamos voluntaria o forzosamente los gastos que generaron la visita del Papa a España, pese a no haber salido de la crisis económica que asola nuestra piel de toro. ¿Así nos agradece el santo Padre esta lluvia que le inunda de felicidad? Por eso, con el mismo talante con que examinamos los cien años de anarquismo en España, pasamos a continuación a reírnos de nosotros mismos, pobres pecadores sumidos en la miseria, y hasta de Dios, gracias a los trazos del humor de Gallego & Rey, Forges, Dacol o de otros dibujantes.
Manel Fontdevila nos muestra El segundo papamóvil, El día de difuntos, Ella, ella, ella…, El revés electoral y Grandes trofeos.
Territorio Vergara dibuja al Papa guerrillero que sale a rescatar a las Nuevas generaciones, menos católicas, y a Zapatero, que discute con Rubalcaba cómo controlar el déficit. También son de él Los malos pronósticos de Obama o La pujanza de la fuerza nuclear.
Pep Roig nos presenta a ese Papa que vuela a precios rebajados, nos da un aviso, un augurio asegurado y un futuro perfecto.
Cinco vídeos nos recuerdan lo mencionado hoy en estas páginas:
Entro en ayuno mediático. Desconecto.
ResponderEliminarSólo el derbi madrileño ocupará mi atención en una pantalla durante un par de horas. No estoy ni para Joseph, principe de las tinieblas, ni para Belén, princesa del pueblo.
chiflos.