El arzobispo Ricardo Alberto Ezzati ha reiterado su rechazo a los casos de abusos sexuales en la Iglesia Católica, al pedir perdón a las víctimas por la “basura” presente en el sacerdocio. El prelado lo dijo en referencia a los casos de pederastia y abusos sexuales que se producen en el seno del sacerdocio. “¡Cuanta pequeñez y cuanta resistencia –ha lamentado el prelado al conocerse esta semana un nuevo caso de pederastia en el que está vinculado un ex clérigo–, cuantas incongruencias y pecados están presentes en la vida sacerdotal!”.
El Ministerio Público ha solicitado penas de prisión efectiva para el ex sacerdote, Alberto Muñoz Quintero, acusado de nueve delitos de abuso sexual contra menores de edad. El imputado, a quién la justicia pide 15 años de cárcel, fue descubierto por una investigación televisiva que mostró cómo buscaba niñas en la calle y las llevaba a moteles de la zona sur de la capital. En declaraciones que difunde una emisora de radio, Monseñor Ezzati ha afirmado que “no se trata solamente de la basura ajena o del vecino. ¿Quién de nosotros –pregunta el prelado– no ha contribuido a manchar la investidura de Cristo con las propias inconsecuencias y pecados”? Ezzati ha agregado que “frente al Señor y de cara a los hermanos, queremos asumir lo que nos confunde y avergüenza. Y lo que nos hace pedir perdón es nuestro propio pecado, nuestra propia inconsistencia, nuestra propia basura”.
Pero, helàs, quien así se expresa no es un obispo español, sino de Santiago de Chile. Porque, evidentemente, no hablamos de ninguno de los prelados de nuestro país –¡dios nos libre de ello!–, en donde los obispos, que sepamos, nunca pidieron perdón a las víctimas de los pecados de su clero ni del apoyo a la España franquista en la Guerra Civil, sino del arzobispo de Santiago de Chile, Ricardo Alberto Ezzati, un ejemplo que deberían seguir muchos de los prelados españoles.
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