domingo, 19 de febrero de 2012

La disputa entre Don Carnaval y Doña Cuaresma.


Combate entre don Carnaval y doña Cuaresma. Oleo de 1559, del pintor flamenco, Pieter Brueghel o Bruegel, el Viejo.

Entre los pasajes más conocidos del “Libro del Buen Amor”, del Arcipreste de Hita, una de las joyas de la literatura española, resalta el de la disputa entre Don Carnal y Doña Cuaresma. En los libros escolares de literatura no se ofrece el desarrollo argumental de esa discusión, con lo que cada uno se deja llevar por lo que sugieren las propias palabras. Doña Cuaresma no necesita definirse: es la personificación de la penitencia, del ayuno y de la abstinencia. Don Carnal es su antítesis, la personificación, por tanto, de la gula y de los pecados de la carne. Y puesto que estas interpretaciones encajan con la línea moralizante al uso (tan “sui géneris” como las intenciones moralizantes de la Celestina), se queda uno con esa idea, y se ahorra la molestia de leer los 992 versos en que se desarrolla el tema de Don Carnal, Doña Cuaresma y Don Amor, que resulta ser el gran protagonista, en la apoteosis de este pasaje.


Las imágenes del Carnaval podrían servir para ilustrar estos pasajes. Dio comienzo el pasado jueves y, como cada año, se convierte en un reto en el que la imaginación se las ingenia para sacar a relucir en tono jocoso desde lo más serio hasta lo más intrascendente de nuestra vida. Cada región celebra sus propias fiestas carnavalescas en las que prima, entre colores y disfraces, lo más caliente y polémico del momento y en donde cada persona puede encarnar el más variopinto personaje. Se trata del último desmadre antes de los 40 días de cuaresma programados por una Iglesia que no permite comer carne, pero sí pescado y otros condimentos propios de los reyes, siempre que se tenga pasta para hacerse uno con ello. Aunque, obligados por el paro, muchos no tienen posibilidad de probar ni carne ni pescado, pero se ríen de todo quisque, empezando por ellos mismos, en sus murgas y chirigotas, composiciones musicales en tono burlesco que son tradición desde el siglo XVI. Y el pueblo se ríe con la sátira, el humor, el canto, la percusión, la crítica social y la poesía, combinadas de una forma ingeniosa y procaz.





El Carnaval da la oportunidad de convertirse en lo que uno quiera, de olvidarse del invierno y de ser por unas horas el personaje soñado a lo largo del año. En Madrid, el Carnaval transforma la ciudad en un gran salón donde los trajes y corbatas se reemplazan por máscaras y disfraces en medio de desfiles, concursos de disfraces y conciertos musicales que terminan el miércoles, siguiente con el gran Entierro de la Sardina. Santiago Segura, actor y director, se ha encarnado en Don Carnal, incitando a la locura y presidiendo un Carnaval “bestial y monstruoso” en el que se recuperaron los bestiarios mitológicos y medievales. “Las fuerzas vivas nos invitan al recorte –recordó el cómico–, pues yo invito al exceso. Un poquito p’a joder. Para que éste se apodere de Madrid y se invite a todos a la locura y al disparate”. E invitó “al cachondeo por lo que está cayendo”. La comitiva de Don Carnal, compuesta por humanos animalizados, avanzó por las calles, integrada por centauros, engendros, arpías y faunos entre otras criaturas que apelaban a “los instintos más animales del ser humano”. El espectáculo circense y teatral de la compañía Ale Hop, se mezcló en un espectáculo lúdico. Y, el sábado tuvo lugar el tradicional desfile de Carnaval, culminando con el Baile de Máscaras del Círculo de Bellas Artes. Varias salas de la capital, así como el Centro Cultural Conde Duque, participaron en la fiesta y en distintos puntos de la ciudad se organizaron actividades de teatro, danza o música. Finalmente, la Banda Sinfónica Municipal de Madrid ofrecerá el próximo martes, un concierto extraordinario a partir de las 19 horas en el Teatro Monumental. “Unos Carnavales como Dios manda”, resume Segura, sabiendo que, al final, serán derrotados por Doña Cuaresma. ”Son los que nos van a fastidiar el Carnaval, pero mientras dure, que lo disfrutemos. Españoles, al Carnaval, que mañana es tarde”.



El actor, Santiago Segura, con la gigantesca llave de la ciudad, y la alcaldesa, Ana Botella. Foto de Juan Luis Jaén.

El actor y director, dio el pistoletazo de salida con su pregón en el que animaba al “desenfreno pero sin romper el mobiliario urbano”. Segura señaló que durante esta festividad, es momento de cambiar las tornas y que, si el Carnaval de Madrid no puede competir con el de Río de Janeiro en presupuesto, sí puede hacerlo en ganas y alegría. “No tenemos cubos de mulatas llenas de diamantes. Pero tenemos ecuatorianas, chinas y madrileñas que moverán sus traseros al ritmo de la samba en el Sambódromo ubicado en el Círculo de Bellas Artes”. De la calle Arenal partió el espectáculo musical The Wolves, basado en la historia del flautista de Hamelín y a cargo de la compañía Deabru Beltzak. Un pianista guió hasta la plaza de la Villa a tres lobos de unos tres metros de alto, como el famoso protagonista de la leyenda plasmada en el cuento de los hermanos Grimm. La fiesta durará hasta que, el próximo miércoles, con el Entierro de la Sardina, Ana Botella, reciba en la Plaza de la Villa al cortejo de la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina, en su papel de Alcaldesa de la ciudad, lo que la convertirá en la primera mujer en ostentar dicho título.



En Barcelona, la gente sigue la tradición de disfrazarse, colocarse máscaras y salir a la calle. Uno tiene ocasión de probar comida de muchas regiones de España, además de algunos platos catalanes excepcionales. El barrio de Sant Martí, en la Rambla de Guispúscoa, es dónde hay más actividad: música en vivo, desfiles, baile. En Sitges, pueblo con más actividad carnavalesca que en el centro de Barcelona, dio comienzo el pasado jueves, 17, el Dijous Gras (Jueves Lardero), en el que se celebraba la llegada del rey Carnestoltes. El domingo, con la Rua de la Disbauxa, se celebra un desfile en el que participan gran número de carrozas, algunas de ellas mostrando de forma satírica la realidad social, y el martes, 21, con la Rua de l’Extermini, otro colorido desfile al que asisten numerosas personas disfrazadas. El Miércoles de Ceniza se entierra al rey Arnestoltes y se lee con sátira y humor su testamento, haciendo un repaso de las celebraciones carnavalescas.



Cádiz, con sus ingeniosas chirigotas, sus agrupaciones de cantores en tono burlesco, ofrece uno de los más importantes carnavales del país. El año pasado fue considerado uno de los diez Tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de España. Tiene una duración de once días oficiales, pero considerando los días previos con los ensayos, los concursos y actos gastronómicos, los gaditanos disfrutan de casi un mes de ambiente de carnaval. El domingo se celebra La Ostionada, en la plaza de San Antonio. En ella se consumen ostiones, moluscos típicos de la bahía de Cádiz, acompañados de vino fino, mientras se disfruta de compases y coplas. En el barrio de la Viña, se organiza la Erizada, a base de erizos de mar y las famosas chirigotas gaditanas. Finalmente, el “domingo de piñata”, el Carnaval de Cádiz termina con la quema de la bruja Piti en la playa de la Caleta, acompañada de fuegos artificiales que se lanzan desde el castillo de San Sebastián. A pesar de no aparecer en ningún calendario oficial, las ganas de juerga carnavalesca de los gaditanos hace que el domingo posterior al de piñata, es decir, el del 4 de marzo, se celebre el “carnaval de los jartibles”, para aquellos a los que el Carnaval no les haya parecido bastante. Se trata de una forma más tranquila de disfrutar de actuaciones callejeras de algunas agrupaciones.



Las calles de Santa Cruz de Tenerife se inundan durante una semana de comparsas, murgas y grupos de personas disfrazadas de la forma más original. Se retransmite la elección de la Reina del Carnaval, vestida con un ostentoso traje de plumas y pedrería que puede llegar a pesar entre 150 y 200 kilos. Se trata, según dicen, de uno de los carnavales más populares del mundo, después del de Río de Janeiro. Aquí la fiesta es madrugadora y empieza aún antes del comienzo “oficial” del Carnaval con los concursos de murgas, sin que falte el tradicional Entierro de la Sardina. En estas fechas, Santa Cruz de Tenerife se viste de luces y se sitúa como centro de todas las miradas. La fiesta toca a su fin con el “Entierro de la Sardina”, el broche de oro a unas fiestas que poco tienen que envidiar al modelo brasileño.



El de Isla Cristina es casi tan popular como el de Cádiz, pero pasa por ser el más transgresor y adulto de toda Andalucía. Destaca el erotismo de la Noche de las Viudas, donde se saldan las cuentas pendientes de todo el año en materia de amores. Hombres y mujeres se visten de viudas y buscan consuelo por la muerte de la sardina. Badajoz cuenta incluso con un Museo del Carnaval, visitados por 28.000 personas en su primer año. Son famosas sus tamborradas y comparsas y el carnaval de noche empieza a la medianoche y quien sale a la calle sin disfraz es objeto de mofa. Durante el día, las murgas, comparsas y artefactos (vehículos disfrazados) son los protagonistas de escenarios improvisados en calles, parques, jardines e incluso centros comerciales.



Lanz conserva el Carnaval Rural, una de las tradiciones más antiguas de Navarra, en donde el martes de Carnaval es escenario de la persecución, apresamiento y quema del bandido Miel Otxin, representado por un muñeco de tres metros con los brazos en cruz, atuendo llamativo y un peculiar gorro. Las fuerzas del mal y del bien se enfrentan en las calles y la sed de justicia moviliza al pueblo. El bandido es hostigado por una serie de personajes entre los que se encuentran el gordinflón Ziripot (hecho con sacos rellenos de helechos) y Zaldiki, un caballo bravo que lo arremete constantemente, mientras los Txatxos enfundados en sus pieles desafían a los asistentes con palos y escobas.



Carnaval de Vilanova y la Geltrú.



El Carnaval de Toro (Zamora), Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1995, se remonta al siglo XVI donde existen ya escritos que hacen referencia al jolgorio popular. Además de las típicas escenas de murgas, máscaras y charangas, el pueblo celebra la fiesta de la Boda Tradicional (mayores y niños se visten con trajes típicos locales en un desfile de viudas ricas, labradoras, mantones de manila y capas negras) y la Fiesta de los Sesenta (con música, ropa y hábitos típicos de esa década). El Carnaval de Vilanova i la Geltrú es uno de los más especiales de Cataluña, abierto a la participación de todos en los distintos actos: la Merengada, el Arrivo, el Baile de Mantones, la Comparsa, la Xatonada, el Caramelo. Prohibido, como muchos otros, durante el franquismo, sobrevivió con el sobrenombre de “Fiestas de Invierno”. Debe su fama más reciente a la celebración del Arrivo en 1976, meses después de la muerte del dictador, con la representación de la llegada del Rey Carnestoltes y la lectura del Sermón, de tono satírico. Pocos saben que este carnaval sirvió de inspiración a importantes grupos escénicos como La Fura dels Baus y Els Comediants.



El Carnaval también toca, y de manera especial, el mundo de la política. Veamos el retrato de algunos de los políticos del momento, convenientemente vestidos según el Carnaval y presumiblemente presentados como nuevas adquisiciones del Tyssen Bornemisza. Comenzamos por El Místico y continuamos con El Hechizado, El Maquiavélico, El Tesorero, La Condesa Consorte y el Retrato de Familia.








Pero, no se vayan, señores, acompáñennos ahora al circo del ARCO, donde podrán presenciar verdaderas obras de arte, o al menos de esas creadas por artistas que traen de cabeza al público. Se trata de una conocida especialmente por todos los españoles que lleva por título: “Always Franco”.

Se llamaba Francisco Franco Bahamonde y fue un personaje que nos hizo vivir más de acuerdo con la Cuaresma que con Carnaval. Ha sido representado este año por Eugenio Merino en la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid. Me refiero al dictador que muchos de nosotros tuvimos que soportar años atrás y que ahora Merino se ha atrevido a recordar, colocándolo en una cámara frigorífica de bebidas. La obra pretende mostrar, según su autor, la permanencia del dictador en la memoria colectiva de los españoles. Y, a tenor de la reacción de la Fundación Francisco Franco, que vela por el legado del dictador, Merino ha logrado su objetivo. Aunque para Jaime Alonso, vicepresidente ejecutivo de la Fundación, la obra “es una ofensa que ninguna civilización moderna puede tolerar. Porque lo único que pretende es denigrar a una persona fallecida que no puede defenderse, convirtiéndola en un guiñol”. Alonso, considera que Merino ataca sobre todo a unos ideales y que dicha obra “genera odio”. Porque “meter a Franco en una ornacina de Coca-Cola es una grosería, un afán de notoriedad” a costa del dictador.





Merino puso a Franco en la nevera y lo trajo a ARCO. El autor de esta obra reconoce que su escultura tiene un punto de humor negro, “pero no es ofensiva”. Confiesa que no le preocupa que le denuncien desde la Fundación Francisco Franco, porque implica que esas personas “están muy fuera del mundo del arte y no tienen conocimiento de lo que se ha hecho en el arte español los últimos 10 años”. Dice que hay gente muy interesada en la obra y que seguramente la acabará vendiendo –cuesta 30.000 euros–. Lamenta que alguien intente imponer la censura contra la libertad de expresión, algo que hace que “mucha gente se replantee qué tipo de cuestiones se deben debatir en el mundo del arte”. No es la primera vez que una escultura es objeto de polémica. Hace dos años, alguien colocó en esta Feria de Arte a un rabino sobre los hombros de un sacerdote, que rezaba de rodillas sobre la espalda de un imán tumbado. La tituló “Starway to heaven” y vendió la escultura por 45.000 euros. En “Always Franco”, Merino metió al dictador español en un frigorífico decorado con el diseño de Coca-Cola. “Franco sigue siendo noticia –insiste el escultor–, no ha desaparecido. Está más de moda que nunca con la ley de Memoria Histórica, Garzón y el Diccionario Biográfico Español. Al principio, barajé incluir a Mao Zedong, pero no funcionaba tan bien. Franco en una nevera es la imagen de su permanencia en nuestra cabeza”.

El resto de figuras de este blog son dibujos de humoristas como Medina, Forges, Azagra, Peridis… disfrutando de la fiesta de Don Carnaval y no dispuestos a claudicar ante Doña Cuaresma.





Manuel Fontdevila nos presenta esta semana sus Pequeños agujeros, Contra las cuerdas, con la Reforma laboral, Levantando la cabeza y Fenómenos.





Territorio Vergara nos muestra: Los dos mandamientos, Créame, Explicando la reforma laboral, el Despido libre, saldo libre, y ¡Rápido, rápido!







Y Pep Roig nos enseña: El estado de bienestar, En demolición, Los nuevos oficios de la crisis, y La gran estafa.









Sólo nos queda mostrar algunos de las chirigotas o murgas que más se ven y se escuchan en estos días de Carnaval.




Los Bambones, ha sido reconocida como la mejor Murga del Carnaval de Tenerife 2012. Destacando su canción dedicada al Movimiento Indignado, 15M.


Pasodoble "Tu con cascos y con las botas" de la Chirigota Los Hinchapelotas en la sesión de Cuartos del COAC 2012.Agrupación de Vera Luque. Dice así su letra:
Tú con casco y con las botas /
con metal en las punteras/
yo con greñas y sandalias
pancartas, banderas /
banderas, banderas.
Tú con pelotas de goma /
yo tan sólo con mi voz /
tú porra reglamentaria,
yo un perro, una flauta /
y una canción.
Yo intentándole cambiar /
a este mundo el compás /
que le marcan los banqueros, y tú cómplice de ellos /
pegando sin preguntar.
Sicario profesional /
y cumplidor funcionario /
justificando el salario
como sanguinario /
perrito guardián.
Qué más te da si luego /
están tus hijos y los míos
heredarán la sociedad /
que tú has consentío
la sociedad del capital /
que defendiste con sangre.
Algún día el uniforme /
ya no te valdrá de na,
te verás débil y viejo /
encerrao en un hospital
esperando a la guadaña solo y triste /
dándole el último beso /
a esa vida que se va,
ojalá sea rabiando /
por cada palo que diste.

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