Los vecinos de Guijo de Galisteo (Cáceres) se mostraron el pasado domingo divididos ante la convocatoria de un referéndum por parte del Ayuntamiento para decidir si prefieren dedicar 15.000 euros a la celebración de tres festejos taurinos o bien a la contratación de trabajadores eventuales. La noticia es ampliamente comentada desde muchos puntos de vista y, según se mire, puede ser “positiva” o “negativa”.
Fue el alcalde socialista, Javier Antón, quien propuso la consulta, y, “abrumado” por la repercusión mediática que tuvo la convocatoria, al considerar que su gente, “sencilla y humilde” no estaba acostumbrada “a recibir la visita de tantos medios de comunicación”, defendió la propuesta puesto que existe en el pueblo una mayor demanda de empleo y el Consistorio no cuenta con una partida presupuestaria “exclusiva” dedicada a la contratación de personal. La única partida del presupuesto municipal con la que se puede “jugar un poco” es la destinada a festejos, de ahí que ofreciera a los vecinos “la posibilidad de decidir directamente si querían detraer de la partida el dinero correspondiente a los festejos taurinos y dedicarla a la contratación de personal eventual”. Y, teniendo en cuenta que el Gobierno local no lo puede decidir directamente “ya que estamos hablando de tres poblaciones distintas que pueden ver las cosas de muy diferente manera en relación a los festejos taurinos”, decidió la consulta.
Estaba previsto que pudieran participar unos 1.100 vecinos, procedentes tanto de Guijo de Galisteo como de sus dos pedanías, Valrío y El Batán y, como suele ocurrir en estos casos, la iniciativa del Consistorio dividió a la población, tanto a favor como en contra. Los partidarios a dedicar el dinero a los toros opinaban que utilizar 15.000 euros para la contratación de personal “no serviría más que para contratar quince días a cuatro o cinco personas. En cambio, los toros suponen una distracción para la gente”. Y, si el trabajo fuera para quien de verdad lo necesita, “entonces sí lo apoyaría, pero al final van a trabajar los mismos de siempre”. Por otra parte, quienes apoyaban la medida contraria, pensaban en una mejor propuesta “porque es una acción acertada y muy democrática para los tiempos que estamos viviendo”. Y argumentaban su apoyo al referéndum. “Al fin y al cabo, es el pueblo el que se va a beneficiar de una forma u otra y es quien tiene que decir si hay toros o no o si prefiere empleo”.
Ambas posturas estaban claras, pero la consulta popular fue interpretada a su manera por cada grupo y por la misma prensa. Unos arguyeron que, sumando los votos en las tres poblaciones, fueron 242 votos a favor de los toros y 181 a favor del empleo. Otros, teniendo en cuenta que de Guijo de Galisteo votaron 115 por el empleo y sólo 40 por las corridas de toros, confirmaron la opinión de la mayoría. No obstante, otros prefieren fijarse en los votos de las pedanías de El Batán (126 votos) y Valrío (76 votos) a favor de los toros, mientras que sólo hubo 47 y 19 en defensa del presupuesto a crear empleo. Pero, en Guijo de Galisteo acudieron a votar el 40 por ciento de los convocados mientras que en Valrío depositaron su papeleta sólo el 27,6 por ciento, y el 27 por ciento en El Batán. Y, aunque, en un principio, estaba previsto que el resultado conjunto de la consulta fuera vinculante, el alcalde de Guijo de Galisteo, Javier Antón, anunció a los periodistas que, finalmente, se tomaría cada resultado por separado. De esta forma, El Batán y Valrío dedicarán 5.000 euros cada uno a la celebración de festejos taurinos y Guijo destinará idéntica cantidad a la contratación de personal. El alcalde destaca que los resultados obtenidos han sido los “esperados, ya que, en Guijo, no existe tanta tradición taurina como en sus dos pedanías”.
La iniciativa del alcalde de Guijo ¿tendrá imitadores en el resto del Estado? ¿Alguien se imagina el destino de las corridas de toros en todos los municipios españoles si en estos se llevaran a cabo idénticos comicios?
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