miércoles, 27 de junio de 2012

Marcha negra a Madrid.



Cuarenta mineros aragoneses se echaron a andar el pasado 22 de junio, comenzando la marcha del carbón a Madrid, unos 400 kilómetros, para exigir lo que en su día se firmó respecto a la reconversión del sector. El sector del carbón se encuentra en huelga indefinida desde el pasado 30 de mayo para protestar contra el recorte de las ayudas estatales. Los mineros partieron de Andorra (Teruel) para “concienciar al Gobierno central, a los políticos y, en este caso, al PP de que no tienen razón de llevar a cabo este recorte que hundirá definitivamente las cuencas mineras y la minería de interior”. El Gobierno cerrará las minas de carbón, lo que podría provocar un endurecimiento de las protestas. Y, si se cierran las minas, se acaba su vida laboral porque hay pueblos enteros que dependen del carbón. En su día aceptaron los progresivos recortes hasta el 2018, pero ahora no están dispuestos a aceptar con la cabeza gacha el tijeretazo del 65 % en los presupuestos de este año.

“Antes del 2013 –protestan los mineros–, está el 2012”. Y de este año es del que quieren hablar, no de promesas para un futuro incierto. Hablan de investigaciones que aminoran los efectos medioambientales del carbón, e intuyen que, a medida que se vayan cerrando las minas en España, se irán abriendo en Alemania. Por eso están tanto contra las ideas de Rajoy como contra las de Merkel, y exigen poder vivir de su trabajo, en una mina o en un taller.

A medida que pasan por los pueblos de la comarca, los mineros reciben el aplauso y el apoyo de los vecinos. En las cuencas mineras llegaron a trabajar más de 5.000 personas que dependían del carbón. Hoy apenas superan el medio millar, siendo Ariño la población que más depende del carbón. En la plaza del Ayuntamiento de Montalbán, que se llenó de gente de los pueblos de la zona, los mineros agradecieron el apoyo recibido y aseguraron que su acción es la lucha de toda la comarca, especialmente representada en los seis mineros encerrados a 400 metros en un pozo de Ariño. La determinación del PP de suprimir este sector, sin dar una alternativa laboral a los mineros que se quedarán en paro, es inquebrantable.

Ayer se unieron las columnas de los mineros asturianos y leoneses mientras los sindicatos denuncian que el PP haya emprendido “una marcha mediática para difuminar la lucha”. Los mineros llevan 34 días de huelga indefinida, dirigida contra los responsables de los recortes, pero la moral sigue firme. Y, en sus caminatas reciben los pitidos de apoyo de los conductores y los aplausos de las personas que se acercan a la carretera para ver su paso. Así piensan proseguir su marcha negra hasta Madrid, a donde calculan llegar el 11 de julio, junto a las columnas procedentes de León y Asturias, si antes no ha habido avances importantes en las negociaciones con el Gobierno del Partido Popular. En la capital de España protagonizarán una “gran manifestación” para reclamar la reposición de las ayudas y la continuidad del sector, que sindicatos y patronal ven abocado al cierre. Con estas marchas, en la que participan mineros de Asturias, Castilla y León, Aragón, y Castilla La Mancha, los sindicatos pretenden recabar apoyo social, informar sobre la problemática de la minería en España y las razones del conflicto y, “poner en evidencia las mentiras y las cortinas de humo del Gobierno”.

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