Manifestación en Madrid. A García.
Once meses después de que Mariano Rajoy llegara al poder, se encontró ayer con una huelga general y con manifestaciones multitudinarias convocadas por CCOO, la UGT y por más de un centenar de sindicatos y colectivos sociales. La gente expresó su indignación y su profundo rechazo ante los recortes en derechos sociales y en las libertades acometidos por el PP. Fue la novena huelga general desde la democracia –y la segunda de Rajoy en apenas once meses de Gobierno– que coincidió con la de la vecina Portugal y con otras movilizaciones en Europa. Toxo, de CCOO, advirtió al Gobierno de que el 14 de noviembre no es el fin de ninguna etapa, al tiempo que el secretario general de UGT, Cándido Méndez, urgió al presidente Rajoy a que tenga “agallas” para convocar un referéndum sobre su política. Luis de Guindos, ministro de Economía, replicaba a los sindicatos en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, aseverando que la hoja de ruta del Ejecutivo es “la única posible” para superar la recesión, reducir las cifras del paro y garantizar el futuro del Estado del bienestar. Para él, una huelga general no era el mejor camino para acabar con la incertidumbre que vive el país.
El paro tuvo un amplio seguimiento en los turnos de noche de la industria. El seguimiento fue prácticamente del 100% en las plantas de coches, como la SEAT, en Martorell (Barcelona), o la de Volkswagen, en Landaben (Pamplona). En la construcción y en las industrias afines, el paro fue igualmente mayoritario, según las federaciones sectoriales de CCOO y UGT. En los transportes de viajeros, se cumplieron los servicios mínimos fijados. Las cuatro aerolíneas españolas, Iberia, Vueling y Air Europa, cancelaron unos 400 vuelos para la jornada. Según la directora general de Política Interior (la ministra de Trabajo no ha dicho ni pío), en el transporte y en la distribución, no se registraron “alteraciones relevantes” en los principales centros logísticos. Sí hubo incidencias en los mercados centrales de Valencia y de Granada, y un seguimiento mayor en Zaragoza, Sevilla y Asturias.
La multitudinaria manifestación de la noche, encabezada por una gran pancarta con el lema de la huelga general (“Nos dejan sin futuro. Hay culpables. Hay soluciones”, en castellano, inglés y alemán), transcurrió desde la plaza de Cibeles de Madrid hasta la plaza de Colón. Los secretarios generales de la UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, así como el secretario general de USO, Julio Salazar, otros miembros de la Cumbre Social y un miembro de la Confederación Europea de Sindicatos, encabezaron la marcha y hablaron después desde la tribuna. En solidaridad con los sindicatos españoles, asistió Jean Claude Maailly, secretario general del sindicato francés, Sorce Ouvrier. Representantes del mundo del espectáculo como José Sacristán, Almudena Grandes, Pedro Almodovar, Pilar Bardem y Miguel Ríos, que la noche anterior estuvieron encerrados en el Teatro Español, estaban también en las primeras posiciones de la manifestación.
Para Fernando Lezcano, secretario de Comunicación de CCOO, fue una de las manifestaciones “más masivas” que se han celebrado en Madrid, aunque no quiso anticipar cifras, pero algunos oradores hablaron de “un millón de personas”. Decenas de miles de manifestantes de todas las edades, incluidos niños y ancianos, participaron en la marcha en un ambiente de tranquilidad, portando pancartas contra los recortes y banderas de CCOO y UGT. Una pancarta, en español, inglés y alemán, denunciaba: "Rajoy y Merkel, contra el Estado de bienestar”. Los incidentes no fueron mayores que en otras ocasiones aunque, en Tarragona, un menor resultó herido y cuatro personas, imputadas por desórdenes públicos en una carga policial ante El Corte Inglés. El menor, según los padres, fue golpeado por los Mossos, al encontrarse en medio de una carga de los antidisturbios.
El presidente de la CEOE, Juan Rosell, afirmó que las huelgas se hacen en las empresas para reivindicar cosas, mientras que “aquí se está haciendo una huelga política”, cuyas propuestas, por el lado de los convocantes, no se conocen. Advirtió de que la huelga “política” supuso “un torpedo contra la recuperación”, al tiempo que denunciaba que los “mal llamados” piquetes informativos “empiezan a sobrar” cuando se tiene acceso a la información con un simple 'click'. Y recordó que los trabajadores y las empresas se rigen en España por horarios anuales e indicó que, “como en la base se es más inteligente que en las cúpulas”, muchas empresas y trabajadores han llegado a "acuerdos extraoficiales" para poder recuperar las horas perdidas.
La izquierda participó masivamente en la manifestación. Los diputados Cayo Lara, Gaspar Llamazares y Alberto Garzón encabezaron la delegación de Izquierda Unida. También los socialistas hicieron acto de presencia. Estos fueron algunos de los dirigentes vistos: Óscar López, secretario de Organización del PSOE; Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños; Purificación Causapié, secretaria de Igualdad del Partido Socialista a nivel federal; Inmaculada Rodríguez-Piñero, de Política Económica y Empleo; Antonio Hernando, secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica; Gaspar Zarrías, de Ciudades y Política Municipal; Trinidad Jiménez, secretaria de Política Social o los portavoces del PSOE en el Congreso y Senado, Soraya Rodríguez y Marcelino Iglesias; y los exministros de Trabajo, Valeriano Gómez, Jesús Caldera…
Gritos como “Esto nos pasa por un Gobierno facha”, “Mariano, Mariano, no llegas al verano”, “Rajoy dimisión”, o “Esta huelga no la pagamos”, se oyeron en Madrid en un día que los sindicatos ya califican de histórico para el conjunto de la izquierda española. Al concluir la manifestación, numerosos grupos intentaron rodear el Congreso de los Diputados y acampar ante la Cámara Baja, tal como el colectivo “Toma la Huelga” había planeado. “Rodearemos el Congreso –explicaron los convocantes de esta iniciativa– porque esta huelga no es laboral, es destituyente”. Explicaron que habían participado en la huelga tras considerar que habían decidido que “es nuestra, de las personas desahuciadas, en paro, sin papeles, de quienes no tenemos contrato y de quienes producimos riqueza pero jamás cobramos”. Tras las primeras escenas de tensión con los agentes, los más radicales insultaron a los antidisturbios, quemaron contenedores y lanzaron piedras y botellas. Los altercados concluyeron cerca de la medianoche con 21 detenidos y 29 heridos, nueve de ellos agentes de la policía.
Un grupo de diputados del PSOE muestra carteles a favor de la huelga, en el Pleno del Congreso
La policía cachea a un grupo de jóvenes, en Valencia, cerca de una calle donde se han quemado contenedores.
Antidisturbios toman la estación de Atocha.
Manifestiación de yayoflautas en Barcelona.
Un menor de trece años, herido en la cabeza tras una carga de los Mossos. Los padres acusan a los antidisturbios de golpear a su hijo en Tarragona.
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