En los últimos días, las redes sociales y los
medios de comunicación se han volcado en dos mujeres, Ada Colau y Beatriz
Talegón. De la primera de ellas, representante de la Plataforma de Afectados
por la Hipoteca ,
ya hablamos extensamente en nuestro blog del domingo; de la segunda, secretaria
general de la Unión Internacional
de Jóvenes Socialistas, que agrupa a 150 organizaciones en 130 países del
mundo, hablamos hoy. Y comenzamos con los que cuestionan la valía profesional
de Talegón, como el periodista Alfonso Rojo en el programa de Ana Rosa Quintana,
con el periódico “ABC”,
que la declaró una de las protagonistas negativas del día, aludiendo a que sus
críticas “se vuelven contra ella”. O con “El Confidencial” que difundió sus fotos,
en Egipto, mientras disfrutaba de las pirámides, sentenciando que “la joven heroína socialista, se tambalea en 24 horas” y hablando
del “chollo” de que “le han pagado una docena de viajes para asistir a
convenciones que se han celebrado alrededor de todo el mundo”.
Beatriz Talegón dejó en ridículo a Alfonso Rojoy y al resto de medios que la atacaron. Demostró en directo lo mal informado que estaba “Periodista Digital”, rebatiendo que nada de lo que había hecho se lo habían dado gratis y que, gracias a su esfuerzo había conseguido una licenciada en derecho, ser profesora de música y hablar tres idiomas. “Como concejala –insistió, en referencia a su trayectoria como edil de Cabanillas del Campo (Guadalajara)– nunca he cobrado ni un duro, sólo las dietas que corresponden por asistencia a los plenos”. Dijo que esta era la primera vez que cobraba un sueldo de la política, por su cargo como secretaria General dela Unión
Internacional de Jóvenes Socialistas (IUSY, por sus siglas en
inglés). “Tengo
un sueldo de 1.500 euros pagado por mis compañeros y nunca he viajado en
bussiness”, aclaró. Y recordó que, además, ha sido abogada en la Policía Municipal ,
“contratada por un Gobierno del PP”, voluntaria en la ONCE y en la Cruz Roja , profesora de
música y becaria de entidades bancarias, entre otras cosas.
Beatriz Talegón saltó en las páginas de la prensa al cantar las cuarenta a los dirigentes dela
Internacional Socialista en la cumbre de Cascais (Portugal),
celebrada a principios de febrero. Se avergonzó públicamente ante sus
compañeros de que debatieran sobre socialismo desde un
hotel de cinco estrellas. Aclaró que nunca había viajado en primera
clase y que, en Cascais, compartió una habitación de un hostal con otras
compañeras. “Me sorprende mucho –dijo– cómo pretendemos remover la revolución
desde un hotel de cinco estrellas en Cascais, llegando en coches de lujo. Me
pregunto de verdad si nosotros podemos darle a los ciudadanos una respuesta
cuando vosotros, líderes políticos, les decís que los entendéis, que sufrís
porque somos socialistas. ¿De verdad sentimos ese dolor aquí dentro?, ¿de
verdad podemos entender lo que estamos pidiendo al mundo desde un hotel de
cinco estrellas? Desgraciadamente, no hemos sido los socialistas del mundo los
que hemos animado a la gente a salir a la calle ni a movilizarse, y lo que
debería dolernos es de que ellos están pidiendo democracia, libertad, fraternidad,
una educación pública, una sanidad pública y nosotros no estamos ahí”…
Miles de ciudadanos se sintieron identificados con las palabras de Beatriz Talegón, arremetiendo contra los líderes de los partidos socialistas en Cascais. Como reacción, muchos socialistas la elogiaron e incluso Rubalcaba la felicitó. “Me limité –se justifica–a trasladar lo que piensan millones de jóvenes que lo están pasando muy mal en España, en Portugal y en otros países porque no encuentran empleo ni ven futuro en un sistema cada vez menos equitativo y más injusto. Quiero que nos escuchen y nos dejen participar, y no he sentido ningún reproche por decir lo que muchos pensamos. Yo nací en 1983, soy una militante de base y no tengo que pedir perdón ni por el GAL ni por las decisiones que hayan podido tomar los gobiernos del pasado. Yo soy socialista por ideales y por unos valores coherentes con el líder del PSOE en Bruselas, Juan Fernando López Aguilar”.
Beatriz Talegón dejó en ridículo a Alfonso Rojoy y al resto de medios que la atacaron. Demostró en directo lo mal informado que estaba “Periodista Digital”, rebatiendo que nada de lo que había hecho se lo habían dado gratis y que, gracias a su esfuerzo había conseguido una licenciada en derecho, ser profesora de música y hablar tres idiomas. “Como concejala –insistió, en referencia a su trayectoria como edil de Cabanillas del Campo (Guadalajara)– nunca he cobrado ni un duro, sólo las dietas que corresponden por asistencia a los plenos”. Dijo que esta era la primera vez que cobraba un sueldo de la política, por su cargo como secretaria General de
Beatriz Talegón saltó en las páginas de la prensa al cantar las cuarenta a los dirigentes de
Miles de ciudadanos se sintieron identificados con las palabras de Beatriz Talegón, arremetiendo contra los líderes de los partidos socialistas en Cascais. Como reacción, muchos socialistas la elogiaron e incluso Rubalcaba la felicitó. “Me limité –se justifica–a trasladar lo que piensan millones de jóvenes que lo están pasando muy mal en España, en Portugal y en otros países porque no encuentran empleo ni ven futuro en un sistema cada vez menos equitativo y más injusto. Quiero que nos escuchen y nos dejen participar, y no he sentido ningún reproche por decir lo que muchos pensamos. Yo nací en 1983, soy una militante de base y no tengo que pedir perdón ni por el GAL ni por las decisiones que hayan podido tomar los gobiernos del pasado. Yo soy socialista por ideales y por unos valores coherentes con el líder del PSOE en Bruselas, Juan Fernando López Aguilar”.
Mañana: (y
II) Acosada por los manifestantes contra los desahucios.
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