Varios centenares de integrantes del 15-M Berlín se concentraron frente al edificio de la cancillería, el Bundeskanzleramt, donde el presidente del Gobierno se reunió el lunes con su homóloga alemana, Ángela Merkel, y exhibieron sus carteles de “dimisión” y “corrupto”. “Rücktritt” y “Korrupt” fueron las palabras que más se escucharon en la manifestación convocada por los españoles indignados residentes en la capital germana. Por cierto, el telediario de TVE ocultó las protestas con las que se recibió a Rajoy en Berlín, mientras que las audiencias de Piqueras, en Tele5, y Wyoming, en la Sexta, que ya superan a la TD2 de la pública en casi 700.000 espectadores, si dieron y comentaron la noticia.
Avalado por cuatro de sus ministros, el presidente Rajoy, con gestos y palabras que mostraban su tensión, decidió al fin contestar a las preguntas que, en Madrid, no permitió ni siquiera que se le hicieran. Y repitió que “mi Gobierno es estable y el PP tiene una mayoría clara que ha marcado un rumbo y una política marcada por las reformas”. Pero ni criticó al hombre más peligroso para su futuro político, ni le citó siquiera. Tampoco aclaró si habría querella contra Bárcenas. Lo que citó fue al malestar provocado por la oposición que se unió a las críticas de la prensa. “Todo lo que se refiere a mí y a mis compañeros de partidos –llegó a decir– no es cierto. Salvo alguna cosa que publicaron algunos medios de comunicación”.
Pero la crisis política del PP ya se había colado en las páginas de los principales diarios económicos mundiales. Tanto el Financial Times como el Wall Street Journal se hacían eco del escándalo político que atraviesa el Gobierno de Mariano Rajoy frente al dinero negro, sobresueldos y el caso Bárcenas. Ambos periódicos coinciden en destacar que las últimas revelaciones del extesorero llegan en mal momento y, entre duras palabras, pidieron transparencia para sacar a España del problema. El diario británico considera que los pasos dados por el presidente del Gobierno son insuficiente y pide más contundencia “si quiere sobrevivir”. “Se enfrenta a la batalla de su vida tras las revelaciones de una contabilidad secreta en su partido” asegura el rotativo. Y es que esta “bomba ha sido detonada en el peor momento entre un récord del paro, una austeridad sin precedentes, y numerosos casos de corrupción”. Pero el FT va más allá. “España está todavía luchando contra la crisis económica más desgarradora de la era democrática en un momento en que sus instituciones –asegura–, desde la monarquía al poder judicial, muestran signos de putrefacción”. El WSJ desvela la maniobra de Rajoy para contener el escándalo y el descontento general de los españoles que se manifestaron en Madrid llamando “delincuente” al máximo dirigente popular. Además, avisa a Rajoy que si estas acusaciones persisten, pueden “condicionar su política de austeridad sobre la población y la consecución del objetivo de déficit”. Pero también afectaría, según este diario, a los inversores internacionales, que podrían volver a dar la espalda a los mercados y empresas españolas.
Por su parte, el PP vetó la creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre la amnistía fiscal y el caso Bárcenas. Así lo denunciaba el martes Soraya Rodríguez, la portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, en la habitual rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces. Todas las peticiones recibieron el apoyo del resto de la oposición, pero se toparon con la negativa de la mayoría absoluta del PP. Mientras tanto, Bruselas recomienda vigilar de cerca de la clase política.
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