Joan Prunés escribió la
siguiente carta a los monárquicos: “Dicen los entendidos que París tiene la Torre Eiffel ;
Barcelona, la Sagrada Familia
y Mallorca, al Rey Juan Carlos. Tres cosas inútiles, caras de mantener, pero
que atraen al turismo… En el caso de París y Barcelona, es cierto y es muy
útil, porque atrae turismo de invierno; en el caso de Mallorca, sería mucho más discutible, si le pagamos al Rey un
barco y no lo saca en verano, para no gastar gasolina… Después de divagar sin ningún sentido, permítanme que les
diga que me siento mucho más republicano que monárquico. Todavía no he
entendido qué es esto de monarquía democrática… Que un señor, por el hecho de
nacer en una cama se convierta en rey, se me hace difícil de compaginarlo con
la palabra democracia. Que este señor consiga que sus espermatozoides ganadores
se conviertan en príncipes, altezas y cosas por el estilo, todavía lo veo menos
democrático. Y que una periodista, por el simple hecho de ir a la cama con un
príncipe en lugar de conmigo, por poner un ejemplo, además de demostrar buen
gusto la convierta en princesa… ¿Qué quieren que les diga? No veo la democracia
por ningún sitio. ¿Ustedes si?...Pues aleluya, que dios les conserve el oído porque
la vista la tienen muy mal.
“Dicho todo esto, que de sobras sé que no sirve
para nada, hablemos del rey de España. En todas las biografías autorizadas se
habla de la pobreza del entonces príncipe cuando nació, de la pobreza de nuestra
monarquía en el exilio. A lo mejor, ustedes entienden por pobreza lo mismo que
entenderían si se hablase de otro personaje. Pero no se equivoquen, que una
monarquía sea pobre, no significa que tenga problemas para llegar a fin de mes.
Sólo que no puede derrochar lo mismo que otras monarquías. Nada más. Juan Carlos fue pobre hasta que, en su vida,
apareció el banquero Valls Taberner, presidente del Banco Popular y miembro
distinguido del Opus Dei, que desde siempre había sabido que iba al cielo, pero
con los bolsillos llenos. El banquero inicia una campaña de suscripción
popular, para aportar liquidez a la monarquía y allí se apuntan banqueros,
nobles y empresarios que quieren estar bien con Dios y con la monarquía. Así siguió
durante años, hasta que apareció en escena el empresario Ruiz Mateos, también
enviado del Opus, y recogió el testigo de Valls Taberner que no el de la
Obra. Y , cuando Rumasa tuvo problemas, Ruiz
Mateos pidió árnica al Rey, pero éste se hizo el loco. Fue entonces cuando Ruiz
Mateos dijo que había entregado mil millones al monarca, lo que nunca fue
desmentido. Años más tarde, el Coronel Amadeo Martínez Inglés cifraba la
fortuna del rey en 1.790 millones, cantidad que tampoco fue desmentida. Matías
Vallés, periodista de Diario de Mallorca, habla de otras dádivas conseguidas por el monarca de empresarios
mallorquines que sumaron una colecta, sugerida por el propio rey, de 2.600
millones para comprarse el nuevo Fortuna. Y, en
la Casa Real ,
aunque cada uno tenga un culo poseen 60 vehículos de alta gama que corresponden
al Ministerio de Economía. Los viajes se los cargan a Defensa o Asuntos
exteriores y Patrimonio Nacional destina 140 millones al mantenimiento de
palacios y otras posesiones. Seis millones del Ministerio de Administraciones
Publicas son destinados a asesores, funcionarios de élite, etcétera. Directamente,
los españoles le pagamos 8,9 millones de euros al año. O sea, unos mil quinientos
millones de antaño. Y a todo esto, los ciudadanos a callar. Hay que recordar
que el artículo 56 de la
Constitución establece que “la persona del rey es inviolable
y no está sujeta a responsabilidad”. Y uno, en su supina ignorancia, lo
interpreta como que al Rey no se le puede violar y, además, es un irresponsable.
En sí mismo, el Rey es un paraíso fiscal, aprobado en un complicado referéndum que se hizo en
otras circunstancias y que se ha aprovechado, para hacer correr el bulo de que
es una monarquía democrática.
“Pero sigamos con el Rey y apartémonos de sus aventuras amorosas, que no descubren nada que no se sepa de los Borbones, con Corinas, Bárbaras, Martas y Cía. Casualmente, empresarios y banqueros que han estado muy cercanos a él, han terminado durmiendo en Carabanchel y cárceles afines. Tras la caída de Ruiz Mateos, Mario Conde salió a la palestra como ‘banquero del rey’. Al parecer, Conde no era del Opus, sino presuntamente masón. Mas tarde, cuando también tuvo problemas, apareció Javier de
”Y vayamos ahora con la familia del monarca. Empecemos por el Marichalar, un personaje del todo original, pero que, con cuatro trapitos y dos recepciones, puedes hacerle feliz… Se dijo que consumía productos prohibidos, a consecuencia del ictus que sufrió. Quienes le conocen comentan que fue al revés, que precisamente fue por culpa de estas sustancias por lo que vino el ictus. En fin, ahora, este señor está, por lo visto, de ‘cese temporal de cumplimiento matrimonial’ que es, más o menos, como que si se hubiese ido a comprar tabaco y no se sabe si volverá. Pero dejemos el fondo de armario de Marichalar tranquilo y fijémonos en el segundo de los recién llegados y con título también, gracias a los favores de la cama. Quien se acuesta con una duquesa se levanta Duque, excepto si la duquesa es la de Alba que se levanta mártir. Pero hablemos de Iñaki Urdangarín. Lo primero que sorprende del personaje es su marcha a Estados Unidos. ¿Qué tendrá este país, para que algunos personajes, célebres por sus tejemanejes, se vayan para allá? ¿Será que no hay extradición por delitos económicos? No lo aseguramos, ni muchísimo menos. Pero lo dejamos caer como en el caso de Jaume Matas, un conocido suyo. Pues bien, Iñaki abandona Barcelona, donde se había comprado un palacete en la zona VIP de la ciudad que había costado, según se dijo 5, millones de euros. Además, Iñaki era administrador y consejero de Motorpress Ibérica, que facturó en el año 2007, 58 millones de euros. Además Consultoria Aizzon, de su propiedad, facturó, en el mismo año 2207, 700.000 euros. Sumen a esto el sueldo de
“Bueno señores monárquicos, si estoy equivocado en cuanto a que si la que monarquía es democrática, no tienen nada más que explicármelo. Estoy deseoso de que me demuestren que estoy equivocado. Si alguien piensa que el monarca se gana los 8,9 millones de euros, o sea, casi cien veces más que el Presidente del Gobierno, que me lo diga también. Y, si después de todo lo dicho, alguien no ve que la monarquía sea una carga inútil para este país, pues nada, que Dios le conserve el oído, porque, para salvarles la vista ya han hecho tarde. Señores monárquicos, señores cortesanos…, saludos”.
Mañana: (y III) Un pabellón de caza real, sueño cumplido del monarca.
Un artículo obtuso y desescuadrado, que sólo habla de dinero e ignora lo que suponen las jerarquías estructurales para un Estado, y el funcionamiento de una monarquía democrática en la que el Rey, apolítico, es simplemente el Jefe del Estado y Capitán General de las Fuerzas Armadas, lo cual le da estabilidad y seguridad a la Nación.