sábado, 1 de marzo de 2014

Sueldos sorprendentes en un país de pobres.

Ana Botella, la alcaldesa que más cobra.

España, con un 26% de paro y con un 20,7% de ciudadanos por debajo del umbral de la pobreza, es un país de grandes contrastes sociales. Un país que cuenta con sueldos   sorprendentes y polémicos como los de algunos regidores municipales al lado de otros sin remuneración económica. Ocho de cada diez concejales y alcaldes de pueblos de menos de mil habitantes, estarán en política por vocación. Se dice que la reforma de la administración local que impulsa el Gobierno dejará al 82% de los concejales del país sin sueldo, así como a los alcaldes de municipios menores de mil habitantes. Pero, en pleno tijeretazo, numerosos alcaldes de localidades españolas decidieron subirse el sueldo, ante la impotente mirada de los ciudadanos a quiénes representan. Otros, como Ana Botella, alcaldesa de Madrid, supera con creces al del mismo Mariano Rajoy. Botella recibe 101.987,64 euros, bastante más, también, que su marido, José María Aznar, quien –como el resto de expresidentes de Gobierno–  tiene una asignación anual de 75.000 euros. Botella supera el límite impuesto por Montoro, el titular de Hacienda, con la reforma local. Y pese a que, en las ciudades de más de 500.000 habitantes, los primeros ediles sólo deben cobrar un máximo de 100.000 euros, tanto la alcaldesa de Madrid como su homólogo en Barcelona, Xavier Trías –cuyo salario alcanza los 112.000 euros–, lo rebasan. En 2012, al menos ocho alcaldes cobraban más que Rajoy. Son las excepciones de un país que registra casi seis millones de parados, cuenta con cerca de dos millones sin cobrar ningún tipo de prestación por desempleo, y con millones de trabajadores activos que no superan los mil euros mensuales.

 

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