Tras
ser declarado dos veces a lo largo de su vida “persona non grata” por el
gobierno franquista, Juan Goytisolo acaba de ser nombrado Premio Cervantes,
máximo galardón de las letras en lengua castellana, dotado con 125.000 euros.
Nacido en Barcelona, en 1931, el escritor emigró voluntariamente a Francia, en
1956, por razones morales, se autoexilió a Marraquech, por primera, vez en 1976,
para aprender árabe dialectal y, tras cuatro décadas en Paris, se instaló
definitivamente en Marruecos, en 1997. Vivió alejado de los ambientes
culturales y prefirió disfrutar con los
turcos de su barrio de París, los barberos de Marraquech o los tenderos del
gran Bazar de Estambul. “La vida –confesaba Goytisolo a José Martí Gómez, en
marzo de 1985– me ha enseñado que la única patria es el lenguaje. Me percaté
del hecho de que, siendo prohibido en España, se me publicase en Méjico y así
me di cuenta de que pertenecía a una comunidad. En cierto modo, soy contrario a
la idea de tierra, de patria, pero entiendo que hay que matizar según la
persona a quien te diriges y el lugar en el que estés. Cuando perteneces a una
cultura fuerte, a una nación fuerte, hablar de nacionalismo o de cultura me
parece espantoso, pero si me dirijo a un grupo de escritores catalanes
probablemente no hablaría de a misma manera”.
Procedente de una familia de
escritores –el mayor de sus hermanos, José Agustín, también escritor, falleció
en 1999 y Luis, el pequeño, fue galardonado con el Premio Nacional de las
Letras en 2013– la obra del mediano de los Goytisolo abarca el ensayo, la novela,
literatura de viajes, el periodismo y, recientemente, la poesía. Y está
impregnada de autobiografía, análisis social y algo de pesimismo. En sus
comienzos, mostró abiertamente su oposición a la dictadura franquista
y a la censura que él mismo llegó a sufrir, quedando desencantado con el Partido Comunista
por su postura respecto a la expulsión de Jorge Semprún y el inmovilismo de sus
dirigentes respecto a los caminos alternativos a la lucha revolucionaria. “Verme
atacado por la ferocidad del régimen y también por la izquierda me llevaron a
cortarme la coletilla. Desde entonces me dediqué por entero a la
literatura", recordaba hace cuatro años.
Considerado como el narrador más importante de la
generación
del medio siglo, Goytisolo es conocido por ser un ferviente defensor
del Gran Marruecos, lo que le conlleva a serias críticas. En el 2012, Juan
Goytisolo afirmaba que dejaba la narrativa para siempre: “Es definitivo. No
tengo nada que decir y es mejor que me calle. No escribo para ganar dinero ni
al dictado de los editores”. Continúa, eso sí, con los ensayos literarios y
debutó en poesía. Próximamente se espera la publicación de su primer poemario.
“Son nueve –reconoce–, ni uno más ni uno menos. Cuando dejé la narrativa
pasaron por mi cabeza como bandas de cigüeñas que me dejaron esos poemas”.[
El autor de “Señas de identidad”, “Campos de
najar”, “España y los españoles” o “Juan sin tierra”, ha sabido retratar este
país desde la atalaya del exilio en un perfecto castellano. El jurado del
Cervantes considera que se ganó este premio por su “capacidad indagatoria en el
lenguaje y propuestas estilísticas complejas, desarrolladas en diversos géneros
literarios”, su “voluntad de integrar a las dos orillas, a la tradición
heterodoxa española” y por su “apuesta permanente por el dialogo intercultural”,
entre otros factores.
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