El
jueves pasado, un hombre se suicidaba en Zaragoza, un día antes de ser
desahuciado de su vivienda en alquiler del barrio de la Almozara de la capital
aragonesa. Es el segundo suicidio que se da en Zaragoza en un mes, después de
que el pasado 5 de febrero Esther, de 43 años, se quitara la vida horas antes
de ser desalojada al no poder abonar el alquiler de su vivienda en la que
residía desde hacía más de 30 años. El paro, la angustia por no saber qué
pasará mañana, los recortes… provoca a menudo depresiones y una ansiedad peligrosa
que empuja a la incertidumbre y a la desesperación. El doctor José Antonio
López Rodríguez, miembro de la Asociación
Española de Psiquiatría Privada (AEPP) añade a la crisis factores como
“el cambio de estilo de vida, las prisas continuas, la competitividad, el
consumismo y la falta de ocio”.
Y el aumento del
consumo de ansiolíticos en nuestro país que, según el informe
de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), ha
aumentado en un 57,95% por cada 1.000 habitantes, superior a la media europea.
El suicidio provoca en España más muertes que los accidentes de tráfico,
los laborales y los homicidios o asesinatos juntos. Este es el dato demoledor
que el profesor de la Universidad del País Vasco Enrique Echeburúa, ha
presentado en el marco del décimo congreso internacional
de la Sociedad
Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS),
que se celebró en Valencia, dentro de la conferencia titulada “Detección e
intervención temprana en pacientes con riesgo alto de suicidio”. Otro informe, publicado en el Congreso Nacional de
Laboratorio Clínico, desarrollado en Barcelona el pasado mes de febrero,
revelaba que una media de 243 personas intenta suicidarse cada día en España,
la mayoría ingiriendo fármacos. El hecho
está considerado por la prensa como un tema tabú. El número de suicidios supera
la cifra terrible de más de 200 al día, casi todos como consecuencia de la
crisis y del mal gobierno. “Son muertes –comenta Franky, en Voto en
blanco– que, de algún modo, deberían situarse en el debe de la casta
gobernante, que es la responsable del desempleo masivo, el avance de la
pobreza, la desprotección de los débiles, la falta de esperanza, los recortes
en los servicios fundamentales, los impuestos abusivos y otras lacras que
causan dolor y estragos en la sociedad española”.
Esta clase de
noticias es a menudo ignorada por algunos partidos que pretenden eclipsarla
porque dicen que sólo trae consecuencias nefastas, sustituyéndola por el
anuncio de logros positivos. Pero el hecho es que los suicidios siguen
aumentando en este país. Según Bernandino Barceló, jefe de la Unidad de
Toxicología del Hospital Universitario de Son Espases, Palma de Mallorca, la
crisis, directa o indirectamente, se ha convertido en el principal factor que
impulsa al suicidio. Y su
aumento es un rumor que circula por las redes sociales y que la blogosfera crítica, sin ser confirmado
por voces autorizadas. Las informaciones del Congreso médico de Barcelona lo
confirmaron con toda su carga de drama y vergüenza. Los desahucios, el desempleo, la pobreza, la incapacidad
para alimentar a la propia familia, la falta de dinero para disponer de
electricidad, agua y otras necesidades básicas y la desesperación ante el
futuro son las causas principales que empujan cada año al suicidio a decenas de
miles de españoles.
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