Placas solares intervenidas por la Guardia Civil.
Con el pánico de las eléctricas a que se
“desestabilicen” o, peor aún, a que desaparezca el consumo eléctrico, la
Administración se ha propuesto sepultar la industria foto-voltaica, arrojándola
en un pozo sin fondo. En algún momento del 2010, alguien decidió privatizar el
sol, poniéndolo en manos de las compañías eléctricas, repletas de consejeros ex-presidentes y
ex-ministros del partido dualista PPOE. Y se persiguió
a quienes recogen fotones de luz solar para su propio consumo, amenazando con
poner multas de 30 millones de euros a los infractores de unas normas
progubernamentales. De esta manera, cometer el sacrilegio de ser energéticamente independiente puede costar muy
caro.
En el Supremo,
liderados por el despacho Holtrop, una legión de abogados que defiende a las
empresas renovables quiere ir a por todas. Acorrala a Industria por falsear
supuestamente los informes de las renovables
y no haber justificado el recorte de 3.000 millones al sector. Y pide
que los responsables del informe fantasma testifiquen y averiguar si el
ministro Soria y su equipo intentaron manipular, al constatar que no
justificaban el hachazo impuesto. La pobreza energética irá a más todavía, si la clase política gobernante
sigue comprando y vendiendo la moto del modelo fósil como el único viable. Los
recortes a las energías renovables y el boicot expreso al autoconsumo
(autoproducción) por un lado, y la defensa de una unión energética basada en
megainfraestructuras (energéticas y de transporte) que ha realizado el actual
Gobierno español y la Comisión Europea, evidencian la apuesta suicida por una
energía cara, contaminante y que siempre habrá que importar.
Mientras tanto,
los consumidores españoles seguimos obligados a pagar el negocio eléctrico,
apoyado por el PPOE. Por su parte, ENDESA reparte un dividendo extraordinario
de 8.253 millones de euros y otro de 7.500 millones. En total, sacará de la
filial española 15.800 millones. La
italiana ENEL recibirá de ENDESA esos millones de los que 14.536 irán a parar a
sus propias arcas como tenedor del 92% de las acciones.
En pleno calentón de la luz, la cúpula de
Iberdrola se lleva un bonus de 81 millones. Y lo único claro para Europa es que seguiremos siendo deficitarios en
nuestro mercado energético por lo que resta del siglo, dependiendo de que otros
nos quieran vender energía y que nosotros podamos pagarla.
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