Antonio González
Pacheco, alias Billy el Niño, miembro de la policía de Franco y uno de los
símbolos de la tortura en la dictadura, apareció el viernes pasado en
televisión, huyendo ante las preguntas de un entrevistador de la Sexta Columna
e intentando esquivar las cámaras. El conocido ‘Billy el Niño’, el mayor
símbolo de la tortura durante los últimos años de la dictadura que disfrutaba
maltratando a los detenidos, aparecía esta vez como un ratón huyendo del gato. Una
televisión grabó su rostro y su huida. Y, ante la pregunta de si se arrepentía
de algo, se limitó a repetir mientras trataba de escaparse: “Déjenme en paz”.
Sorprendido en plena
calle y perseguido por las cámaras, Billy el Niño, número dos de la brigada
político social y uno de los ex agentes
franquistas sobre los que la justicia, en el marco de la llamada 'querella
argentina', dictó una orden de captura internacional por crímenes de lesa
humanidad, no podía comprender cómo le habían sorprendido in fraganti. Ninguna
televisión le había grabado hasta el momento su rostro. (La Audiencia Nacional
rechazó, en abril de 2014, su extradición, fallando que el delito de torturas
había prescrito hacía treinta años). Y, en 1977, el entonces ministro de
Gobernación (Interior), Rodolfo Martín Villa, le había concedió la Medalla al
Mérito Policial con distintivo blanco. Pero ningún entrevistador había
conseguido contactar con él y, menos aún, preguntarle algo. Ni siquiera la
jueza argentina, María Servini. Así que Billy el Niño aceleró sus pasos hasta
encontrar un taxi y desparecer.
“Su especial crueldad y
violencia con la que torturaba durante el franquismo –relata Jesús Rodríguez
Barrio, una de sus víctimas– le habían convertido en un sádico que disfrutaba
con lo que hacía. Sabíamos dónde estaban y qué vida llevaban dos de los
presuntos torturadores más violentos del franquismo: 'Billy el Niño' y
'Muñecas'. Llevaban 30 años intentando ocultar su identidad, pero las víctimas
de su sadismo no le perdonaban. Y mientras la justicia argentina le reclamaba,
él vivía en un buen barrio de Madrid ajeno a su orden de ‘busca y captura’ ”.
La vida le ha tratado bien. Sus vecinos le definen como alguien agradable,
educado y muy elegante. Su familia también ha tenido éxito, con una de sus
hijas, farmacéutica, y la otra, jueza. La semana pasada cumplía 69 años….Pero quienes
cayeron en sus manos, todavía recuerdan sus golpes. 'Muñecas', además de
torturar, participó en el fallido golpe de Estado. Pasó por la cárcel y, cuando
salió, se dedicó a dar clases de hípica. Ahora, como 'Billy el Niño', vive en
un buen barrio, viste con elegancia y niega su pasado.
Mientras la Justicia
universal y las víctimas piden que se cierren las heridas, ellos y otros
torturadores franquistas siguen con sus vidas como si no hubiera pasado nada. Y
hasta es posible que, en las elecciones, voten al PP o a otro partido afín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario