Sánchez con Bertín.
Manuel Jabois escribe
en “El País” del sábado el artículo “Como tú” en el que
describe el fenómeno producido a medida que se acercan las elecciones.
“A medida que se acercan las elecciones –dice– se produce un fenómeno: los
candidatos han de demostrarle a la gente que son personas. Sus esfuerzos se
dirigen a hacer pensar al votante que, llegado el caso, estarían mejor siendo
gobernados que gobernando. Como si la competición no consistiese en demostrar
que se puede llevar un país, sino hablar de tías con Bertín Osborne. Es verdad
que para lo segundo hay que tener más tablas que para lo primero, pero eso el
ciudadano no lo sabe: el ciudadano, de entrada, cree que es más fácil salir
airoso de hablar de tías con Bertín que de misiles con Putin. Por eso Sánchez
se puso sobre la entrepierna un cojín y en el otro caso se habría colocado un
escolta.
“Esta inflación de
naturalidad transmite lo dicho por Zapatero a su mujer en la alcoba: ‘No te
imaginas, Sonsoles, los miles de españoles que podrían ser presidentes del
Gobierno’. Por un lado España es una gran nación y por el otro la puede
gobernar cualquiera. En su Diario de un presidente del Gobierno (Espuela de
Plata), Angel Ruiz Goslum escribe: ‘Cada día al levantarme, desde que soy
presidente del Gobierno, me digo: ‘José Luis, eres presidente de gobierno de
España, pero no vas a endiosarte’. Cada día. Cada día. La verdad es que ya
empiezo a hartarme, porque los españoles me han elegido a mí. Y si me han
elegido a mí será por algo, ¿no?’.
“Los asesores
consideran que a los españoles hay que convencerles desde su propia rutina, no
desde la excepcionalidad. No te preguntes qué puedo hacer por España, sino si
sé hacer zumos. Es más cómodo enfrentarse al ataque posicional del Shakhtar
Donetsk que a una urgencia sanitaria en un hospital con recortes. El asesor
cree que el español valorará más la campechanía que la competencia. Acudir al
programa de María Teresa Campos da a entender que el presidente tiene que saber
desempeñarse mejor como José Manuel Parada que como un gobernante de la UE.
“ ‘Galego coma ti’ fue
el lema con que volvió Fraga a Galicia, como si alguno fuese a creer que se
había criado en Ohio. ¿De dónde venía Fraga para que sus asesores lo
presentasen como gallego? ¿Qué confianza inspira un candidato cuyo éxito es su
lugar de nacimiento? Estas exhibiciones dirigidas a familiarizar al político
con el pueblo, poniéndole en el brete de bailar y tocar la guitarra, tienen un
destino: tratar al votante como audiencia. Elegir al concursante según su
conducta en la casa, no en el despacho, y, al ser despedido, creer que no ha
sido por su gestión sino por ‘no saber comunicar mis logros’, como si estuviese
dando explicaciones a Mercedes Milá”.
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