Cárceles suecas.
Hay países en los que
el número de presos no dejan de ascender y, en consecuencia, el presupuesto
para cárceles se estanca o desciende alarmantemente. Es lo que sucede en
Suecia, en donde el Gobierno decidió cerrar cuatro centros de reclusión y uno de
rehabilitación. “Hemos visto un declive extraordinario del número de
delincuentes”, declara Nils Oberg, jefe de Servicios Penitenciarios sueco,
quien agrega: “Ahora tenemos la oportunidad de cerrar parte de esa estructura
que, en este momento, no necesitamos por falta de presos”. Si bien no se ha
adjudicado la baja de presos a alguna política en particular, Obeg cree que se
debe al aumento de los índices de rehabilitación del delito. “De lo que estamos
seguros –dice– es de que la presión en el sistema criminal ha bajado
marcadamente en los años recientes”.
El número de reclusos
en Suecia, se redujo en un 6% entre 2011 y 2014 y se espera que haga lo mismo otra
vez este año y el próximo. En 2015, había en el país 4.852 presos en una
población de 9,5 millones. El país se ha caracterizado por el buen manejo de la
rehabilitación de los criminales, razón suficiente para que las cárceles se
vayan reduciendo con el tiempo. En consecuencia, este año han sido cerradas las
cárceles de las ciudades de Åby, Håja, Båtshagen y Kristianstad. “Creemos –aclara
Obeg– que los esfuerzos que hemos invertido en la rehabilitación y en la
prevención del crimen han tenido un impacto, pero eso no explica por completo
la baja”, aclaró. Hanns von Hofer, profesor de Criminología de la Universidad
de Estocolmo, indica que la caída del número de presidiarios se puede atribuir
a un reciente cambio en la política de sanciones. Entre 2009 y 2012, el 36% de
los presos eran por robo; el 25%, por narcotráfico; y el 12%, por crímenes
violentos. En consecuencia, algunos espacios serán vendidos y otros cedidos a
las administraciones públicas.
El caso de Suecia se
contrapone con el de otros países, como EEUU, China, India, Brasil y Rusia. En
los EEUU hay una población carcelaria de 2.239.751, lo que equivale a 716
personas por cada 100.000. En China hay 1,6 millones. En Brasil, 548.003 y, en
América Latina, el hacinamiento ha sido sinónimo de sangrientos motines. Los
países con menos presos en sus cárceles son Malta, Guyana Francesa, Guinea
Ecuatorial, Djibouti o Luxemburgo, sin olvidarnos de Suecia que ocupa el puesto
número 112. También Holanda cierra 19 cárceles por falta de presos. Por su
parte, la población reclusa española duplica la media europea, y supera con
diferencia a la existente en Italia, Francia o Alemania. En nuestro país, hubo
el año pasado encarceladas unas 65.000 personas, más del 70% por tráfico de
drogas y robos relacionados con el consumo de sustancias estupefacientes. Desde
1990, el número de presos en las instalaciones penitenciarias españolas no ha
hecho más que subir hasta 2009, que registró el récord de población reclusa en
la historia reciente de España.
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