martes, 13 de septiembre de 2016

Diada de Catalunya: “Esto no lo para ni Dios”.

 El paseo de San Joan, en Barcelona


 
Comerciantes de Berga hacen su particular agosto. 
Miles de catalanes pidiendo la independencia se echaron el domingo a la calle. Los organizadores de la Diada, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, están contentos con las cifras registradas en esta quinta Diada: 875.000 catalanes pidiendo la independencia. La Delegación del Gobierno rebajó la cifra a los 370.000. La suma queda por debajo de los cerca de 1,4 millones de personas que contabilizó la Guardia Urbana de Barcelona el año pasado en la manifestación independentista. En todo caso, un ‘pinchazo’ controlado. La Policía Local también estimó que los manifestantes en Tarragona habían sido 50.000 y, en Lleida, 30.000. Los organizadores en esas dos concentraciones quisieron ganar sobre el papel lo que perdieron en la calle y subieron las cifras de participantes a 100.000 y 120.000 personas respectivamente.

El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, lanzó las campanas al viento en el mitin final. “Nos querían divididos y hoy más que nunca somos un solo pueblo. Nos querían cansados, pero tenemos más fuerzas que nunca; nos querían vencidos, pero nunca nos rendiremos. Esto no lo para ni Dios”. Aseguró que “nuestra causa es la libertad y nuestro anhelo es un futuro mejor para nuestros hijos”. Su compañero de fatigas, Jordi Sánchez, presidente de la ANC, subrayó que “hemos vuelto a hacer historia. Los de siempre nos querían callados y hemos salido para dejar bien claro que no estamos dispuestos a callar nunca más… Hemos venido para ganar la República Catalana y encontrar nuestro lugar entre las naciones libres del mundo. Aquí estamos personas con ideologías diferentes, incluso opuestas, pero nos une el ideal de caminar hacia la libertad”.

En primera fila se encontraba el vicepresidente del Gobierno y presidente de ERC, Oriol Junqueras, junto al consejero de Transparencia y Exteriores y otros consejeros como Raül Romeva. Igualmente acudió a la Diada la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la de Badalona, Dolors Sabater; la presidenta de la Diputación, Mercè Conesa; el senador y ex juez, Santi Vidal; el vicepresidente del Parlamento, Lluís Corominas; el presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxS), Jordi Turull y otros políticos, así como la cúpula del nuevo Partit Demòcrata Català (PDC), con Artur Mas y Marta Pascal a la cabeza.

Berga, uno de los pueblos más simbólicos de la Cataluña interior, tiró de los mejores emblemas del folclore cuatribarrado atestando las calles. “En España –aseguró Montserrat Casanovas, una de los miles que se desplazaron desde la cercana  ciudad de Manresa, en declaraciones recogidas por David Brunat en ElConfidencial– no nos entienden, por eso hay que seguir saliendo a la calle cada 11 de septiembre. Es normal que algunos tengan dudas, porque la independencia avanza muy lentamente, pero avanza. Lo que no podemos es rendirnos, y menos viendo que en España la gente sigue votando a los partidos más corruptos. Es denigrante”. 

“¡Queremos ser una nación libre!”, arengó en la pantalla gigante instalada en la plaza de Les Creus. Terminados los parlamentos desde las otras sedes, llegó el momento de gloria para Berga. “¡Arriba esos latidos!”, tronaron por megafonía. Y la gente levantó las cartulinas transmutadas en los glóbulos rojos de ese corazón que este año se han inventado los organizadores de la Diada. “Se trataba de hacer algo diferente para mostrar al mundo la diversidad de Cataluña y lanzar una reivindicación contundente desde todo el territorio”, argumentó Manel Escobet, secretario nacional de la ANC en la región de Berga y supervisor del espectáculo. “Llevamos ya tres siglos en los que el pueblo de Cataluña no ha tenido voz ni se ha respetado su dignidad, y la conclusión que sacamos es que no tenemos cabida en el proyecto de España. Y menos con la clase política que manda hoy en sus instituciones. Tenemos que deshacernos de ese Gobierno mafioso cuanto antes”.

La líder de Ciudadanos en Catalunya, Inés Arrimadas, admite que hubo “mucha gente” en la manifestación independentista de este domingo y urge a una “solución política”, que para C’s pasa por una reforma de España en la que Catalunya juegue un papel “protagonista” y no de “mero espectador”. Arrimadas pronunció una conferencia en el Fórum Europa Tribuna Cataluña, en el que la Diada de Catalunya centró parte de su intervención, al igual que las preguntas de los asistentes a la misma. Por su parte, Albert Boadella, ex director de la compañía Els Joglarse y hasta hace poco responsable de los teatros Canal, en Madrid, habla de Cataluña como “una batalla perdida en la que volveré, cuando acabe el régimen”. Y califica la Diada como  “una catarsis de los sentimientos bajos e inconfesables”.

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