Según el epílogo del libro
'Ibex35’, de Rubén Juste, la crisis económica, que comenzó en 2008, volvió a
traer los fantasmas del pasado. “En 2011, el paro y los recortes azotaron
España con toda su crudeza, pero también trajeron bajo el brazo la imagen de
una minoría organizada que salía incólume de la crisis. Pero, ese mismo año el
movimiento nacido en el epicentro del poder político, a 900 metros de la plaza
Cánovas del Castillo, fue el primero en señalar hacia arriba. Ese 15 de marzo
miles de personas señalaron con fuerza hacia el poder y dijeron ‘no nos
representan’. Aquello condensaba la imagen entonces hegemónica sobre la unidad
de intereses de los principales partidos: distintos partidos, mismas políticas.
Unos años después, aparece Podemos, un partido formado en enero de 2014”… Días antes
de las elecciones de diciembre de 2015, en un mitin junto a la presidenta de
Andalucía, Felipe González expiaba a los votantes de su culpa por votar a
Podemos: “No saben, los están engañando”. Se refirió a “la naturaleza oscura
del partido Podemos” y a sus vínculos con el partido PSUV de Venezuela, liderado
por Nicolás Maduro: “Utilizaron el mismo eslogan y la misma tipografía, y, a
partir de ahí, se creó este partido político y creen en la pseudorrevolución
que ha arruinado al país más rico de América Latina”. Semanas después, en
enero, tras la irrupción de Podemos en el Parlamento, con 69 diputados, el
periodista Jiménez Losantos, cargaba de nuevo: “Podemos no es un partido
político, es una banda, un movimiento en el mejor de los sentidos, financiado
por Venezuela y por Irán desde antes de su constitución”, y proseguía diciendo:
“Veo a Errejón, a la Bescansa, a la Rita Maestre y me sale el monte, no el
agro, el monte, si llevo la lupara disparo. Menos mal que no la llevo”.
Meses después, García-Margallo, entonces
ministro de Exteriores, matizaba: “Podemos no es un peligro para la democracia,
pero sí para España”. Villar Mir, a pocos días de celebrarse las elecciones,
daba su opinión como empresario del IBEX: “Lo que pide Podemos, con expresiones
marxistas-leninistas y de apoyo bolivariano, no cabe en España”. Y sentenciaba:
“Podemos no cabe en un Gobierno, sería un desastre para la economía española”. Múltiples
voces se alzaron para definir el carácter pecaminoso del grupo político,
apuntando particularmente a sus líderes. El miedo y los pecados eran depositados
en este partido: la “casta” se asociaba a Podemos…
Mientras tanto, el carnero IBEX,
expiadas las culpas de la minoría dominante que lo controlaba, sería liberado.
Sus pecados durante años de crisis económica habían sido borrados. Sus huellas apuntaban
a que esa minoría era, más que un grupo reducido de personas, una minoría
dominante. Y sus múltiples datos señalan el trasfondo dominante y minoritario
del IBEX... En un informe de Intermón
Oxfam, publicado en enero de 2016, se señalaba: “España es el país en el que
más ha avanzado la desigualdad durante la crisis”. Se apuntaba que “la
distancia entre ricos y pobres ha crecido y, en 2015, el 1 % de la población
concentró tanta riqueza como el 80 % de los más desfavorecidos. La fortuna de
solo veinte personas en España alcanza un total de 115.100 millones de euros”.
Más adelante, el informe ponía el acento en un grupo privilegiado: “No se ha
conseguido remediar que 17 de las 35 empresas del IBEX 35 no paguen el impuesto
de sociedades en España ni que la inversión hacia la Unión Europea cayera un 15
% en 2015 o que la inversión en paraísos fiscales creciera un 2000%”… “Las 62
personas más ricas del planeta tienen tanta riqueza como la mitad de la
población de escasos recursos, unos 3.600 millones de personas”. De las 10 mayores
fortunas españolas, 8 eran propietarias de empresas que cotizaban en bolsa, y 5
lo eran de empresas del IBEX 35. Y las
diez personas más ricas prácticamente doblaron su fortuna en los años de la
crisis, de 54.008 millones, en 2008, a 100.405 millones (dólares), lo que
representa actualmente un 10 % del PIB de España. Detrás de la crisis económica
se encuentra el incremento de poder de dos grupos: grandes empresas y fortunas.
Dos caras que no siempre se asocian y que apuntan a un mismo fenómeno: la
concentración incesante de la riqueza en pocas manos. En España, esta
concentración tiene un nombre por derecho propio: el IBEX 35”.
¿Quiere usted saber qué es la trama? Lea el libro de Rubén Juste “Ibex 35. Una historia herética del poder en España”
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Podemos
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