El Arenal playa de Palma de
Mallorca.
“Alemania –escribía el pasado
domingo Hugo Sáenz, en El Mundo de Baleares–constituye el principal nicho de
mercado turístico del que se nutre Baleares. El país germano envía cada año más
de cuatro millones de sus ciudadanos a pasar las vacaciones al archipiélago.
Sin duda, una de las cosas que más valoran y por la que muestran mayor lealtad
al destino es la seguridad. Esgrimen que es un lugar tranquilo, agradable y
perfecto para disfrutar de unos días de descanso en familia. Pero, tras las
últimas acciones de Arran –la entidad independentista catalana vinculada a la
CUP–contra el turismo, se han encendido todas las alarmas en el mercado teutón.
La prueba más palpable es la encuesta que esta semana publicaba uno de los
diarios alemanes de mayor tirada, el Spiegel, cuyas conclusiones no pueden ser
más reveladoras. El turista alemán se está empezando a cansar de la saturación
y así lo refleja esta publicación. Un 68% aprueba limitar el número de
turistas, o lo que es lo mismo siete de cada diez, lo que supone un espaldarazo
a las políticas del Govern, que esta misma semana ha anunciado la cifra final
en la que queda fijado el techo de plazas de Baleares: 623.624, ni una más.
“Más allá de las opiniones de
unos y otros, el debate de la masificación turística está sobre la mesa y si
antes era tabú mencionarlo, ahora está en boca de todos. El principal
turoperador del mundo, el alemán TUI, que a finales del año pasado ya dejó
claro que, en 2017, apostaba por la recuperación de destinos muy dañados como
Egipto o Turquía frente a Mallorca, también ha opinado acerca del asunto. Y no
ha hecho sino echar más leña a un fuego de por sí muy avivado. El gigante
germano considera que España –y, por ende, Baleares– está ‘bastante llena de
turistas’ y advierte de que los viajeros europeos que visitan nuestro país
podrían escoger otros destinos más asequibles para evitar los altos precios
ante la ocupación en algunas zonas turísticas. Pero estas manifestaciones,
hechas esta misma semana, están lanzadas con toda la intención. TUI está
molesto por los incrementos de precios que los hoteleros isleños llevan
aplicando en sus establecimientos durante varios veranos, en algunos casos
superiores al 15%, y busca presionar para que las tarifas no sigan aumentando.
“El consejero delegado del
turoperador alemán, Fritz Joussen, reconoce que la mayoría de los ciudadanos
españoles están contentos con los turistas porque ‘ayudan a proporcionar
puestos de trabajo y apoyan la economía’, pero alertó de que la fuerte demanda
ha provocado un aumento de los precios, por lo que otros destinos alternativos
podrían entrar a competir. ‘Si la demanda es muy alta, los precios son altos y
otros destinos se benefician porque son más asequibles, y eso es lo que está
sucediendo ahora’, apostilla Joussen. Por otra parte, todos los agentes del
sector turístico claman contra TUI: ‘En España –dicen– no sobran turistas”. Propietarios
de grupos turísticos de referencia, altos directivos, representantes sindicales
y políticos coinciden en su diagnóstico. José Luis Zoreda, vicepresidente de la
Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), resalta la importancia de que
los medios de comunicación hayan tomado “la bandera a favor del turismo, antes
incluso que el Gobierno. Echábamos de menos mayor contundencia en las
administraciones’. Y matiza las declaraciones del presidente de TUI. ‘Lo que Joussen
quería expresar es su interés en que España baje los precios. Por eso dijo que
se podrían buscar otros destinos alternativos. En definitiva, lo que pide es
que España venda más barato. Indirectamente lo que quiere es alertarnos de que
podemos morir de éxito y podrían empezar a enviar turistas a otros destinos,
pero estamos confiados a pesar de los incidentes contra el sector’.
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