Jorge Izquierdo escribe en
Monarquía-Casa irreal este artículo que recomendamos: “Uno tiene ya unos años,
uno más que Fernando VII, perdón quería decir Felipe VI. (Entre Juan Calos I y
Felipe VI he debido sumar y he tenido un lapsus). Decía que tengo un año más
que Felipe VI y mi memoria ha volado en el tiempo al ver a la prensa del
régimen conmemorando su medio siglo de existencia. En primera página puede
verse a la familia real con sus platos de sopa listos para comer, mientras un
titular aparece en portada: ‘Pero sopla, Leonor, hija’. La prensa, del régimen,
se apresura a recalcar que se presentan por primera ver imágenes de la familia
real en la intimidad, aprovechando el cincuenta aniversario del monarca. Señal
inequívoca –dice el régimen, digo la prensa– de la voluntad de apertura y
cercanía de Felipe VI para con su pueblo.
“Lástima de publi-reportaje Real.
Es un plagio de algo que sucedió exactamente igual hace cerca de cuarenta
largos años. Felipe VI recordará, y espero que muchos ciudadanos, la primera
vez que apareció junto a su familia comiendo -también sopa- frente a las
cámaras de RTVE. La Televisión del régimen, mostró a toda España a los Reyes
comiendo con sus hijos y Juan Carlos I, que ya daba señales de cercanía al
pueblo, se lanzó con estos ripios reales ‘Está caliente la sopa…¿eh?’, los
infantes rieron. La RTVE nos acababa de obsequiar con unas imágenes íntimas de
la familia real en la que podía verse que, aunque pudiera parecer extraño, los
reyes también comían. Yo, a mi corta edad, supe, en aquel preciso instante, que
me encontraba en un país de gilipollas. Aquello me pareció una pantomima de
mucho cuidado.
“No sé si todo el mundo está
entendiendo lo que cuento. Hay mucha gente que ha estudiado la carrera de
historia en Cuéntame (son tres licenciaturas, creo recordar) y otros muchos
quitaban la Televisión en cuanto aparecía Juan Carlos I ‘El Breve’, el hijo del
Caudillo. He buscado en las redes alguna captura de pantalla de aquella
grabación en la que la Monarquía abría sus puertas pero no he encontrado nada.
Lástima.
“No es la primera vez que la
Monarquía ‘abre sus puertas’. Ni tan siquiera algo tan …¿chorra? es original.
Suponiendo que fuera un signo de apertura –a ver… fumando drogas o añoranza del
Caudillo puedes llegar a pensarlo un instante pero–, ni tan siquiera es
original. Es un calco perfecto de algo que ocurrió hace ya cuarenta años. Desde
la puesta en escena hasta la conversación pasando por la difusión que le dan
los medios del régimen o medios extranjeros del régimen (hablando en puridad,
recordemos que ELPAIS ya no tiene capital español, ELMUNDO idem, y suma y
sigue), todo es un mero plagio.
“¿Plagio o remake? Plagio,
plagio. Los remakes cinematográficos y políticos acostumbran a reconocer la
obra de la que beben. Juan Carlos I nunca renegó de Franco aunque sí de su
padre. ¿Cómo? ¿Qué Franco era padre de quién? Noo, a ver…, presten atención
estos de Cuentáme, Franco no era el padre de Juan Carlos I, de ser así, Franco
sería el abuelo de Felipe VI y no. Juan Carlos I renegó de su padre, Juan de
Borbón, y lo hizo siguiendo los consejos de su padre, de su padre político,
Franco, mientras su padre, el biológico, se cagaba en su hijo por traidor.
“Los plagios son lo peor de lo
peor. Intentan dar gato por liebre. Hacer pasar algo viejo por nuevo. El plagio
suele jugar con la falta de memoria o de simples conocimientos de la gente para
colocarte la misma historia cada X años. Felipe VI ha plagiado a su padre, que
por cierto se parece cada vez más a Juanito Navarro, en todo, es clavao. Dentro
de unos años, quizás cuarenta, a los Borbones les gusta mucho esta cifra, harán
una película en la que expliquen que Felipe VI salvó a España de la destrucción
separatista. La prensa del régimen, que tendrá capital chino pero que seguirá
conservando la cabecera, hará un publi-reportaje sobre la Reina Leonor que, en
su cincuenta años, abre, !por primera vez!, las puertas de Palacio y ante las
cámaras dice:
“Pero sopla, Francisquito, sopla”
.
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