Las convocantes de las distintas
acciones encaminadas a reivindicar los derechos de la mujer y dar visibilidad a
sus reivindicaciones han colgado un delantal en una ventana con una advertencia:
“Si nosotras paramos, se para el mundo”. Una huelga feminista que busca
visibilizar el papel productivo y reproductivo de las mujeres. El Día Internacional de la Mujer más
reivindicativo de los últimos tiempos –con la participación de más de 50 países
y en todas las esferas de la vida– cuenta con el respaldo sindical de CGT, CNT,
la Confederación Intersindical y COBAS,
UGT y CCOO… María Álvarez, miembro de la comisión del 8M, advierte que
esta “no es una huelga tradicional”. Su objetivo es “ampliar el concepto de
huelga” y “poner en valor la contribución de las mujeres en todos los ámbitos
de la vida”. Cree que deben ser las mujeres quienes participen en los paros. Y
pone como ejemplo las huelgas femeninas en Islandia, en las que las mujeres
llamaron a sus compañeras a hacer una huelga de brazos caídos.
Juanjo Compairé, miembro de la
Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE), considera que los
hombres deben apoyar la huelga, pero dejando el protagonismo a las mujeres.
Y apuesta por “quedarse en un segundo
plano, no participar en ella y atender a los cuidados que las mujeres
generalmente realizan”. AHIGE se adhiere
a la convocatoria y, como entidad, apoya las reivindicaciones del movimiento
feminista. Recuerda que es una huelga “en la que están llamadas a participar
todas las mujeres para demostrar a la sociedad que, sin ellas, nuestro sistema
colapsa”. En un comunicado, la asociación también recuerda que “los hombres no
están llamados a la huelga laboral, sino a reflexionar sobre la desigualdad
estructural que subordina, amenaza, discrimina y, en última instancia, asesina
a las mujeres”.
La convocatoria abre muchas
preguntas, algunas nuevas; otras, no tanto. La protesta convocada trasciende el
concepto tradicional de huelga y apela a nociones que cuestionan nuestro statu
quo diario. Así lo explica Ana Requena Aguilar en El Diario.es. “No es la
típica huelga laboral, aquí nos preguntamos por qué no se considera trabajo
todo lo que hacen las mujeres para sostener la vida. Por eso hay que ampliar el
concepto de huelga para incluir todas las fases de lo productivo y lo
reproductivo: lo laboral pero también los trabajos de cuidado, una huelga de
consumo y estudiantil. No son ejes separados, están conectados”. “No la
entendemos como el terreno en el que sujetos públicos y privados actúan como sálvese
quien pueda sino como la gestión de la vida en común, que es una red de
interdependencia’, explica la economista Amaia Pérez Orozco. “La economía, la
política y la sociedad no son cosas distintas, están vinculadas”, añade Sara
Longo, otra de las integrantes del eje.
Es una huelga que busca emerger
su base: todos los trabajos no remunerados que tienen lugar cada día, que son
imprescindibles para que todo funcione, que no se pagan, que permanecen
invisible y que recaen mayoritariamente en las mujeres. “Hay que denunciar –dice
Sara– que estos procesos de sostenimiento de la vida recaen sobre todo en los
hogares, después de la crisis y los recortes aún más, y fundamentalmente en las
mujeres. Por eso queremos que las mujeres dejen de ocupar esos espacios y lo
hagan los hombres”. “La revolución –sostienen ellas– empieza en tu baño y en tu
cocina”. “Los cambios importantes los tienen que asumir los hombres: el 8 de
marzo es un buen momento para que piensen en todo lo que se hacen en los
hogares, asuman responsabilidades y reflexionen sobre sus privilegios”.
Que le pregunten al portavoz del
PP sobre la huelga y sepa de qué están hablando o que Arrimadas haya entendido
que es anticapitalista es un éxito porque detrás no hay una gran financiación
ni grandes organizaciones, no hay partidos que lideren. Es una movilización de
base sobre la que todo el mundo tiene que hablar. Cayetana Álvarez de Toledo,
ex diputada del PP, recalcó que “esta huelga
feminista me parece un disparate”. Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en
el Ayuntamiento de Madrid, reconoció que “una gran mayoría de mujeres no se
sienten representadas” por esta huelga feminista. Y el obispo de San Sebastián,
lejos de opinar como el Cardenal Osorio, que es una huelga apoyada incluso por
la Virgen, acusa a las feministas de llevar el demonio dentro y la critica
duramente, atribuyendo al movimiento un “genocidio femenino”, por el aborto. Pero, el feminismo que ha abierto es otra
grieta que interpela y señala que hay otras formas de parar y movilizarse. No
me extraña, pues, que al final, hasta el presidente Rajoy, haya sido tajante en
rechazar la 'huelga a la japonesa', tal y como sugirieron altos cargos del PP
que consideraron ésta una mejor forma de defender los derechos de las mujeres.
El 8M, todas a la huelga
8 de Marzo Huelga General Feminista Anticapitalista ( El Himno de la Huelga General ) Porque soy mujer voy a la huelga 8M. Día de la mujer trabajadora.
8 de Marzo Huelga General Feminista Anticapitalista ( El Himno de la Huelga General ) Porque soy mujer voy a la huelga 8M. Día de la mujer trabajadora.
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