El Parlament balear aprueba con un elevado consenso la ley
de memoria democrática.
El Parlament aprobaba el pasado
28 de marzo la ley de Memoria y Reconocimiento Democráticos de Baleares en el
que se incluye la necesidad de establecer, en el plazo de un año, un censo de
elementos franquistas para proceder a su retirada o eliminación. La nueva ley
recoge un régimen sancionador para acciones u omisiones que supongan
incumplimiento de las obligaciones establecidas en la misma, con sanciones de
entre 200 y 150.000 euros. Por enaltecimiento o exhibición de símbolos
franquistas hay sanciones de hasta 10.000 euros. Asimismo, el artículo 26
contempla que el Govern no subvencionará, bonificará ni prestará ayudas
públicas a quienes hayan sido sancionados, así como tampoco ofrecerá ayudas que
tengan por objetivo atentar o tolerar prácticas contrarias a la normativa.
Tras haber aceptado una enmienda
en la tramitación parlamentaria, se amplía el reconocimiento de víctimas a
cualquier persona que, con relación a la Guerra Civil y a la dictadura
franquista en Baleares, haya sufrido daños, incluidas lesiones físicas y
mentales, padecimiento emocional, pérdidas económicas o la restricción
sustancial de sus derechos fundamentales. La ley contempla el derecho del
Govern a prohibir la exhibición de elementos franquistas, la celebración de
actos y homenajes franquistas e impulsar Espacios e Itinerarios de la Memoria
Democrática, así como los monumentos de recuerdo existentes a víctimas de la
Guerra Civil y la dictadura franquista. La normativa impulsa medidas concretas
para conservar los archivos y el derecho de acceso a los mismos y regula los
museos de la memoria democrática y los itinerarios de la memoria. Igualmente,
la ley declara nulas de pleno derechos todas las resoluciones y sentencias por
causas políticas, incluidas las del franquismo en base al ordenamiento jurídico
vigente nacional e internacional y establece el 29 de octubre de 1977 como día
de recuerdo del nacimiento del movimiento democrático preautonomista en
Baleares.
Los grupos parlamentarios
resaltan la “buena voluntad” política y la “predisposición de acuerdo” que ha
permitido que el texto finalmente aprobado incluya numerosas alegaciones
realizadas durante su tramitación parlamentaria. Juan Manuel Lafuente, diputado
del PP, reconoce el trabajo realizado en
la Comisión si bien lamenta que no se hayan aceptado sus enmiendas para evitar
que las sanciones sean “tan duras”. En esta línea, Xavier Pericay, portavoz de Cs en el
Parlament, manifestó que el régimen sancionador “no es la mejor manera de
contribuir a la reconciliación entre los ciudadanos de Baleares”. Pero resaltó
la “voluntad de consenso” en la exposición de motivo y en la voluntad de tener
presente a todas las víctimas. Por su parte, Laura Camargo, portavoz adjunta de
Podemos, critica que la oposición pida una reducción o eliminación de las
sanciones. Y defiende que “queda mucho
por hacer para restablecer los principios de justicia”
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