La presidenta de la Comunidad de Madrid,
Cristina Cifuentes, recibió la semana pasada la cálida ovación en la Convención
Nacional del PP.
Cristina
Cifuentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid, no ha dejado de insistir, desde hace tres semanas, en que
cursó estudios en la Universidad Rey Juan Carlos y obtuvo su
título Trabajo Fin de Master en la misma. Pero dicho título ni aparece, ni hay
constancia de los exámenes, ni existe un acta auténtica, ni el supuesto
tribunal. El PP busca, primero, una estrategia que le permita presentar a la
presidenta como víctima de “un montaje” en su contra, sin dejar de sostenerla.
El portavoz del PP, Ángel Garrido, exige explicaciones tanto al líder del PSOE
como al portavoz socialista en la región, Pedro Sánchez y a Ángel Gabilondo,
después de que El Mundo desvelase que un profesor de la URJC, militante de su
partido, supuestamente se encontraba detrás de la filtración de los fatos del
máster de Cifuentes. La mano derecha de la presidenta indica que esta
información es “muy, muy preocupante” porque significa que el docente “estuvo urdiendo
durante meses todo este asunto con acceso ilimitado a los registros
informáticos de la presidenta de la comunidad y el resto de alumnos”. Los
populares impulsan una campaña en las redes sociales para desmontar esta
supuesta “trama” y ovacionan a Cifuentes, en la convención de su partido en
Sevilla. Allí, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le da públicamente un
espaldarazo, mostrando “un manifiesto de apoyo del PP”. Dos días más tarde, la
cuenta en Twitter del PP de Madrid lanza este mensaje: “¿Tienes una pista para
esclarecer el montaje contra @ccifuentes? Háznosla llegar”. Son los primeros
movimientos de una ofensiva puesta en marcha por el PP de Madrid. Sin embargo,
en los últimos días, varios cargos internos deciden no poner la mano en el
fuego por la presidenta, cuya continuidad al frente de la región parece
tambalearse al apoyar Ciudadanos la moción de censura impulsada por el PSOE,
con el apoyo de Podemos. Y varios cargos internos comienzan a dudar de la
presidenta.
Maíllo, sobre la crisis por el máster de
Cifuentes: “Nadie está por encima de las siglas del partido”.
El PP comienza a preparar la
caída de Cifuentes el mismo lunes de la semana pasada, cuando Rajoy estaba en
Argentina. Ese día, Fernando Martínez Maillo, explica ante los medios que la
dirección ha decidido tomar las riendas de la negociación con Ciudadanos y
dejar al margen al equipo de Cifuentes en la gestión de la crisis. Y las declaraciones
públicas realizadas por el coordinador general del PP, contradicen la imagen
intocable de la propia Cifuentes y echan por tierra su estrategia. Maillo asegura
que muchos de los datos ofrecidos por las informaciones de Eldiario.es se han
demostrado que son ciertos. Sin embargo, Cifuentes, que ha decidido jugar
fuerte hasta el final, se querella penalmente por esas mismas informaciones que
sus jefes en Génova consideran veraces. El PP no oculta que hay una decisión
pendiente sobre la presidenta madrileña pero asegura que esperará a las
conclusiones aportadas por la investigación judicial en marcha. “Será un elemento
para tomar una decisión”, advierte el miércoles Maillo. Y dos días antes, Andrea
Levy, vicepresidenta de Estudios y Programas del PP, en una entrevista en El
Programa de Ana Rosa, ya deja caer que “sería decepcionante” si se demostrase
que Cifuentes “no hubiera dicho la verdad. La verdad, en política, no es una
cualidad ni un mérito, es un valor fundamental”. Y, el consejero de Educación
del PP en Castilla y León, Fernando Rey, reconoce que la “posición política” de
Cifuentes “se está poniendo cada día más insostenible”. Por su parte, el jefe
del Ejecutivo, Mariano Rajoy, desde Argentina no quiere entrar en la
continuidad o no de la presidenta madrileña porque es un “tema de partidos” y
se limita a decir que espera que el caso se resuelva “a la mayor celeridad
posible” y con “el mayor sentido común posible”.
Paralelamente, comienzan a surgir
las primeras voces en el PP que cuestiona abiertamente la posición en la que se
encuentra la líder del PP madrileño. El consejero de Educación de Castilla León
(PP) asegura que la situación de Cifuentes “es insostenible”. Horas después, el
exministro Margallo confiesa: “Creerla ahora, es un acto de fe”. Fuentes de la
dirección popular reconocen, dos días después de haberla subido al olimpo de
los dioses, que la situación de Cifuentes “se ha puesto imposible” y centran su
trabajo en la gestión de los tiempos. El PP mide pros y contras de las opciones
sobre la mesa: entregar la cabeza de su dirigente en Madrid y volver a ceder
ante Ciudadanos o asumir una moción de censura, que fuerza a los de Rivera a votar junto a Podemos en la
Asamblea de Madrid. A un año de múltiples procesos electorales, la pérdida de la
Comunidad de Madrid se concibe en Génova como un precio inasumible y Maillo da,
entre líneas, alguna pista sobre sus preferencias, cuando se le pregunta si el
PP está dispuesto a sacrificar a Cifuentes para conservar el Gobierno de la
Comunidad de Madrid: “Nosotros somos un partido de Gobierno, no de oposición”.
Dionisio Ramos, amigo de Cifuentes implicado en
el ‘tamayazo’, también hizo el máster de la presidenta madrileña.
Según publicaba el miércoles Eldiario.es,
además de Cristina Cifuentes otros dirigentes regionales del PP madrileño se ven
envueltos en el escándalo de las actas falsificadas de un máster en la
Universidad Rey Juan Carlos. En la promoción de 2011-2012, hubo personas
vinculadas al PP que vieron convalidadas las asignaturas del máster para no
tener que cursarlas, superarlas ni examinarse. Eldiario.es explica que ese
curso hubo dos clases de alumnos, los normales y los favorecidos con este tipo
de trato. Estos últimos obtenían convalidaciones para ahorrarse las asignaturas
mientras que los primeros acudían a clase, tomaban apuntes y aprobaban
estudiando, como es lo normal. Entre los 'favorecidos', estaba el astorgano Dionisio
Ramos, gerente de la Universidad Complutense. Ramos es amigo de Cifuentes desde
hace décadas. Las trayectorias políticas y vitales de ambos corren paralelas en
los últimos 25 años. Ha sido uno de los mejores amigos de la presidenta de la
Comunidad de Madrid y, casualmente, figura entre los matriculados en el máster
en Derecho Autonómico de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) durante el mismo
curso en el que Cifuentes y sacaba presuntamente el máster aunque la
universidad hoy declara que no hay constancia documental de la entrega del
Trabajo Fin de Máster ni de un acta reglada de la corrección. La amistad de los
dos no impide que Dionisio Ramos, cuando ya había ascendido a gerente general
de la Universidad Complutense, presida el tribunal que evaluó a Cifuentes en
las oposiciones internas de la Escala de Técnicos de Gestión de la mencionada
universidad madrileña y, al aprobarlas, entra a formar parte del Cuerpo de
Técnicos Superiores. Un tribunal del que no podía formar parte por la propia
normativa de la Complutense que prohíbe la presencia de amigos (y enemigos) del
opositor en ellos. Mientras tanto, la Universidad Rey Juan Carlos lleva varios
días realizando una auditoría informática interna para intentar cazar a los
'chivatos' del caso, “averiguar cómo y, sobre todo, de dónde salieron los
documentos que han sustentado las informaciones periodísticas y que han servido
para destapar el escándalo”, explica 'El Confidencial'. Quieren encontrar al
responsable de la filtración en lugar de centrarse en los pecados internos. Por
su parte, la 'Cadena SER' entrevista a Laura Nuño, la subdirectora del
Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos que dimite por
el escándalo. Nuño tiene serias dudas de que Cifuentes obtuviera correctamente
el máster. Confirma que su firma fue falsificada en las actas y aunque no
culpabiliza a nadie, sí pide limpieza para salvar el prestigio de ese centro
universitario. “No podía imaginar –asegura– que algo así pasara en la
universidad. Estoy conmocionada y desbordada por la repercusión del caso”.
La presidenta
de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, en un acto oficial el pasado
miércoles.
A mediados de semana, la
presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, sólo está dispuesta a presentar su dimisión
por la polémica del máster si se lo pide directamente Rajoy. Reitera que no
hizo nada ilegal y sostiene que sí ha realizado el máster en Derecho Público de
la Universidad Rey Juan Carlos. En la prensa, el diario El País señala que
Rajoy gestionará la crisis abierta tras volver el jueves de Argentina. El
objetivo, dice, es “no perder Madrid”, por lo que la prioridad es evitar una
moción de censura. Por su parte, La Razón apunta que “Rajoy medita su decisión
en un cruce de presiones”, ya que los “afines” a Cifuentes advierten de que
sería “un gran error, si Rajoy la obliga a caer”. La Vanguardia dice que “el PP
ordena resistir a Cifuentes mientras delibera sobre su futuro”. Y ABC informa
de que “Rajoy medita 'resistir” con Cifuentes y que “C’s pague el precio”. Por su
parte, a Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, le consta que el PP está
barajando nombres de personas que puedan sustituir a Cifuentes, aunque sus
dirigentes no lo digan públicamente. Rivera insta al PP a sacar a la luz “cuanto
antes” esos nombres. Y repite que “el
final de esta película ya se conoce” mientras que el líder del PSOE, Pedro
Sánchez le pide que no busque una salida al PP en Madrid, sino a la “situación
de excepcionalidad” de la región, para lo que basta con que “tan solo un
diputado” de Ciudadanos apoye la moción de censura contra Cifuentes. Ángel
Gabilondo, el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, insiste en que la
defensa del prestigio de la universidad pública “sólo se puede hacer aislando”
a aquellos que se comporten “inadecuadamente”. Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, está
convencido de que no habrá un Gobierno alternativo en Madrid aunque dimita la
presidenta regional, porque, en su opinión, “la moción de censura del PSOE no
contará con el apoyo de Ciudadanos”. Algunos medios publican que Cifuentes está
sentenciada y nadie, en el PP y en el Gobierno, duda de su caída. Rafael
Catalá, Íñigo de la Serna e Isabel García Tejerina evitan en público expresar
su apoyo a Cifuentes. Y dirigentes del PP como Fernando Martínez-Maillo, Javier
Maroto, Rafael Hernando y Pablo Casado omiten expresiones de respaldo.
Enrique Álvarez Conde con Alicia López de los
Mozos.
El Mundo adelanta que Alicia
Pérez de los Mozos, una de las tres profesoras que presuntamente formaban parte
del tribunal que examinó a Cifuentes, declaró ante la Policía que la presidenta
de la Comunidad nunca presentó su Trabajo Final de Máster (TFM) y, por lo
tanto, tampoco lo defendió. El Mundo recuerda que fue esta misma profesora
quien admitió, hace una semana, que el acta que difundió la presidenta el día
que fue acusada por Eldiario.es era falsa. Además, López de los Mozos ratifica
que jamás vio a la dirigente del PP en ninguna de las clases. Pérez de los
Mozos cuenta que parte del expediente académico de Cifuentes fue falsificado la
misma mañana que estalló el escándalo. Declara que, a pesar de ser la única
profesora con plaza en propiedad de las tres que conformaban el tribunal, se
sintió coaccionada por Enrique Álvarez Conde, director del Instituto de Derecho
Público, órgano adscrito a la URJC que organiza el máster, para montar una
versión que demostraba que Cifuentes sí lo había cursado. La profesora confiesa a los agentes que la
primera vez que supo que su firma aparecía en el acta fue cuando Cifuentes la
enseñó en su cuenta de Twitter. Agentes de la Policía Nacional de la Unidad
Adscrita a la Fiscalía de Madrid interrogan a los profesores relacionados con
las supuestas firmas falsificadas que aparecen en el acta de la presentación
del Trabajo Fin de Máster de la presidenta autonómica. Se trata del inicio de
las diligencias de una investigación “en curso y reservada”, iniciada para
averiguar si se ha producido un delito de falsedad documental y/o cohecho.
Salvador
Perelló Oliver, profesor universitario de intachable y extenso currículo
académico, pone él solo contra las cuerdas a toda una presidenta.
La 'Cadena SER' revelaba el lunes
el nombre del profesor y militante socialista que filtró a la prensa el
escándalo del máster de Cifuentes. Se trata de Salvador Perelló Oliver quien, a
finales de marzo, dio a 'eldiario.es' las actas presuntamente manipuladas para
que figurara un historial académico normal para la presidenta madrileña. Diariocrítico
insiste en que la historia sigue coja. “Si Salvador Perelló encontró un buen
día, según cuenta, toda la documentación en su casillero, ¿quién se lo pasó?
¿Continúa en pie la teoría de la mano negra que quiso arruinar la imagen de
Cifuentes desde dentro del PP? Teorías hay muchas: sus rivales en la sucesión
en el PP para relevar a Mariano Rajoy en unos años o bien sus enemigos en el PP
madrileño tras hacer limpia de la era de Esperanza Aguirre pudieron estar
detrás de esta filtración. En todo caso, el PP está ahora intentando hacer
frente a la crisis del máster apuntando a los rivales políticos y denunciando
guerra sucia por parte del PSOE, incluso hablando de una trama delictiva’.
Piden explicaciones tanto a Pedro Sánchez, líder nacional del partido, como a
Ángel Gabilondo, portavoz del PSOE madrileño en la Asamblea. El portavoz del PP
en la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, reclama a los dirigentes del PSOE que
expliquen si conocían con antelación la información publicada por 'El Mundo'
que asegura que este profesor fue quien desveló el caso del máster para
vengarse por la decisión de la ex consejera de Educación, Lucía Figar, de
suprimir el grado de Sociología, materia de la que era docente. Garrido acusa
directamente a los socialistas de estar detrás de una ‘trama delictiva’ urdida
para desacreditar a Cifuentes”. El pasado lunes, José Luis Ábalos, secretario
de Organización de los socialistas, se mofaba de este hecho en una entrevista
en la 'Cadena SER' y denunciaba que a los del PP les moleste más quién saca a
la luz una verdad que quién “tapa la mentira”. Y negó que viniera de una operación meditada
desde la cúpula de Ferraz.
Cristina
Cifuentes sólo estaría dispuesta a presentar la dimisión si Rajoy se lo pidiese.
Tras ser Cifuentes ovacionada en
Sevilla por todo el PP, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, evitaba
apoyar explícitamente a la presidenta de la Comunidad de Madrid por las
irregularidades que le rodeaban en el caso de su máster. Rajoy, durante su primera visita al país latinoamericano, eludió
mostrar su confianza en Cifuentes en una rueda de prensa ofrecida junto al
presidente de Argentina, Mauricio Macri,. Además, instó al líder de Ciudadanos,
Albert Rivera, a explicar su amenaza de hacer caer a Cristina Cifuentes como
presidenta de la Comunidad de Madrid y confió en que en este asunto se aplicase
el “sentido común” y se resolviera pronto. De esta forma respondía a la exigencia
de Rivera de que relevase a Cifuentes por la polémica sobre su máster o, de lo
contrario, apoyaría una moción de censura contra ella. Rajoy subrayó que Rivera
“debería explicar por qué lo hace”. Desde el PP, negaron que el partido esté
buscando un relevo a Cifuentes. Por su parte, Cristina Cifuentes sólo estaba
dispuesta a presentar la dimisión si Rajoy se lo pidiese.
El vicesecretario de comunicación del Partido
Popular, Pablo Casado, durante la rueda de prensa ofrecida.
Dos días después de la publicación de las informaciones sobre su
máster, Pablo Casado, secretario de Comunicación del PP, atiende a varios
medios y muestra distintos documentos y su trabajo fin de Máster. Asegura que
no le hacía falta un máster en la URJC porque ya tenía “cuatro posgrados” que
le habían costado “un gran esfuerzo en tiempo y en dinero”. Aprobó todos sus
“posgrados” en Harvard, Georgetown y otras universidades con apenas 40 días de
clases y sin exámenes. Pero, lo cierto es que, tras el epígrafe, se esconde un
curso de cuatro días en el barrio Aravaca. Así lo explica eldiario.es en una
nueva información que le señala y pone en entredicho sus declaraciones para
explicar cómo pudo aprobar su máster en la Universidad Rey Juan Carlos sin ir a
clase. “Yo por entonces ya tenía cuatro posgrados en mi materia: uno en Harvard
y otro en Georgetown, ambos en Estados Unidos, y otros dos en España”, declara Pablo
Casado quien reconoce que sólo tuvo que cursar cuatro de las 22 asignaturas del
Máster en Derecho Autonómico y Local de la Universidad Rey Juan Carlos para
lograr el título. El resto se las regalaron. Dice que nunca tuvo que asistir a
clase, o que compaginó esta actividad con otras tareas que teóricamente
requerían de un importante esfuerzo: su escaño como diputado en la Asamblea de
Madrid, o la presidencia de Nuevas Generaciones del PP, por ejemplo. Teniendo
en cuenta que el nombre de Casado lleva meses sonando como hipotético
alcaldable de Madrid, su perfil como candidato sale reforzado, mientras que el
de Cifuentes afronta sus momentos más delicados, y, en su partido, se especula
con que no podrá aspirar a revalidar la Presidencia de la Comunidad de Madrid.
Ignacio Aguado, portavoz de C’s en la Asamblea
de Madrid.
El pasado miércoles, Ignacio
Aguado, portavoz de Cs en la Asamblea de Madrid, dijo en los Desayunos de TVE,
que veía “normal” que el PP no reconociese públicamente que ya barajaba nombres
para sustituir a la presidenta madrileña, aunque le instó a tomar la decisión
“cuanto antes” para “pasar página”. “Se ha acabado ya –dijo con firmeza– la etapa de Cristina Cifuentes, y cuanto
antes presenten un candidato, mejor para todos”. Aguado confió en que “reine la
sensatez” en el PP, que “nos ahorre todo este tránsito hasta la moción de
censura” planteada por el PSOE. Deben ofrecer una persona alternativa a
Cifuentes para presidir de forma interina la Comunidad hasta las elecciones de
2019. “Yo estoy deseando pasar página, dejar de hablar del máster o del
prestigio de la universidad. Esta etapa hay que cerrarla cuanto antes, y la
forma más sensata es que el PP, la lista más votada, proponga un candidato”. De
no ser así, si el PP “decide de forma irresponsable que sigue protegiendo” a
Cifuentes, “tendrá que gobernar Madrid la segunda lista más votada (el PSOE),
controlada y limitada por Ciudadanos”. Un gobierno en el que no entraría Cs,
quien garantizó que no permitiría que Podemos gobiernase en la Comunidad. “No
quiero que Madrid sea gobernada por un partido que nos quiere freír a
impuestos” apuntó. Aguado criticó las “prisas” de Podemos y de PSOE por
“repartirse las sillas”, apeló a la prudencia y
subrayó que el cálculo de C’s no es electoral, sino pensar en “lo menos
dañino para los madrileños. Nosotros queremos ganar los gobiernos en las
elecciones, en 2019”. El portavoz de C’s reconoció que Cifuentes no le ha
llamado ni directa ni indirectamente desde que estalló el caso del máster, algo
que “alimenta más las sospechas de que algo raro está pasando”, porque cuando
ha surgido un caso polémico en la región “siempre había un contacto formal o
informal para darnos su versión de los hechos”.
Juan Carlos Girauta: “Claro que Podemos votar
junto a Podemos. Ni que fuéramos una secta”.
Juan Carlos Girauta, portavoz de
Ciudadanos en el Congreso, asegura que Cristina Cifuentes “está acabada” y
asegura no haber posibilidad de llegar a un acuerdo con el PP que pase por
mantener en el cargo a la presidenta madrileña. El dirigente de Ciudadanos
insiste así en el mismo argumento que dio en su entrevista con Gabriel Rufián.
Girauta deja también claro que no habrá ningún tripartito en Madrid (PSOE,
Podemos y Ciudadanos), un escenario “tan inimaginable” –recalca– como el que
Cifuentes se mantenga en la Presidencia regional. Insiste en que el PP “tiene
derecho” a seguir gobernando en la comunidad, si designan a otro candidato
“limpio” y se sigue avanzando en el pacto de investidura que firmaron
Ciudadanos y Populares, pero, si quieren mantener a Cifuentes, solo lo harán hasta
el día en que se vote la moción de censura. Una moción promovida por el PSOE,
que Ciudadanos no dudará en votar junto a Podemos si Cifuentes no se
marcha, señala Girauta, a quien no le
preocupa que se visualice esa imagen porque ya han votado “miles de veces” con
la formación morada. “Claro que podemos votar junto a Podemos, ni que fuéramos
una secta”, subraya el portavoz, quien lo que sí vería perjudicial es “dejar
seguir” a Cifuentes, sabiendo que existe una trama en la Universidad Rey Juan
Carlos, de la que la presidenta se ha beneficiado. Por su parte, el PP
reacciona al ultimátum de Albert Rivera, acusándole de “intoxicación”. Fernando
Martínez-Maillo, número tres del PP, insiste en que los teléfonos están
abiertos y que el partido está a la espera de las conclusiones de la investigación
para tomar una decisión sobre el futuro del Gobierno en la Comunidad de Madrid.
En su opinión, Rivera se ha “precipitado” pidiendo la dimisión de Cifuentes.
El
ministro Juan Ignacio Zoido y el secretario de Estado de Seguridad, José
Antonio Nieto, con la cúpula de la Policía Nacional.
La Universidad Rey Juan Carlos
(URJC) suma un nuevo frente. Tras el caso del máster de Cristina Cifuentes, que
amenaza el futuro político de la presidenta madrileña, la Fiscalía de Madrid
acaba de recibir una denuncia en la que se solicita que se abra una
investigación para conocer en qué condiciones obtuvieron un grado 'online' en
Criminología en torno a doscientos mandos del Cuerpo Nacional de Policía. Fue
un curso que duró un año académico (el resto se lo convalidaban) y que les
sirvió a estos jefes policiales, algunos de ellos en ejercicio actualmente,
para lograr una titulación. Un grado online sobre Criminología por el que
“pagaron 3.000 euros”, y que para el resto de estudiantes tiene una duración de
cuatro años como mínimo, con el correspondiente coste, según explican fuentes
de Alternativa Sindical de Policía (ASP).
Susana Galera Rodrigo, profesora
de la Universidad Rey Juan Carlos, escribe una carta a Cristina Cifuentes que
Eldiario.es reproduce. “Ya que la modalidad en que desarrollaste tu Máster no
nos dio la oportunidad de coincidir personalmente –explica Susana–, no querría
que dejaras de ser consciente de cómo discurrían las clases con los alumnos
ordinarios, lo que también forma parte de la experiencia de cursar un
Máster…Las sesiones eran intensivas, y se impartían los sábados por la mañana
en el Campus de Vicálvaro, a las que llegábamos con dificultad estirando un
poco más la semana de cinco días. No sé quién se esforzaba más, si yo en
articular un discurso que interesara y mantuviera alerta al auditorio, o los
alumnos en mantenerse atentos y seguir la exposición de lo que tocara aquella
mañana”...
Fachada
del campus de Vicálvaro de la Universidad Rey Juan Carlos.
“A media mañana parábamos un
rato, tomábamos un café y hacíamos corro en la puerta del Departamental, con o
sin pitillito –espero que ellos lo hayan dejado, yo no–; después volvíamos
hasta pasadas las 13h., media hora arriba o media hora abajo según los días. En
esas mañanas de sábado, que recuerdo especialmente soleadas, la relación entre
el grupo se hizo más estrecha de lo que es habitual en los estudios de Grado,
quizás por mayor proximidad generacional, quizás por compartir el ánimo
voluntarioso de estar allí. El caso es que aún recuerdo algunas caras, algunos
nombres –lo que es más infrecuente- y sobre todo, algunos perfiles concretos.
En general, los alumnos coincidían en el interés en superar el Máster y
conseguir su título, aunque las motivaciones eran muy distintas. Recuerdo a
S.B., un funcionario de prisiones que proyectaba una promoción profesional que
le acabaría llevando a un entorno laboral mucho más relajado; también me
represento a Mª R., madre divorciada mucho más tesonera que brillante, que
quería mostrar a sus dos hijos que, etiquetas aparte, es mucho mejor saber que
no saber, y ser doctora que no serlo, lo que finalmente consiguió; también
reconocería a M.G., Biólogo y Técnico
Municipal que, quizás, intentara la oposición de Secretario-Interventor. Estos
son los alumnos ordinarios, los que avanzan poco a poco porque sin padrinos,
personales o institucionales, cuesta más, los que se instalan un tiempo en
semanas laborales de seis días, sueño atrasado y mucho ocio pendiente. Una
decena de personas decentes que algo aprenderían de instituciones y medio
ambiente urbano, materias que impartí, y que, curso tras curso, me recuerdan
que la ambición profesional sólo tiene sentido cuando está al servicio de la
calidad personal. Qué pena, Cristina, que te lo hayas perdido”.
Varios
cientos de alumnos y profesores de la URJC, se concentran en la Puerta del Sol,
exigiendo la dimisión de Cristina Cifuentes.
Centenares de personas se concentraron
el pasado jueves en la Puerta del Sol, frente a la sede del Gobierno de la
Comunidad de Madrid, exigiendo a la presidenta regional, Cristina Cifuentes, y
al rector de la URJC, Javier Ramos, la dimisión por el “escándalo” del máster conseguido.
Algunos de los cánticos coreados fueron: “La URJC no se vende al PP”,
“Presidenta y rector, al contenedor”, “A nosotros no nos regalan nada” o
“Cifuentes dimite, la Universidad destruiste”. Los convocantes, diversos
colectivos estudiantiles de la universidad madrileña, señalaron en un
manifiesto que “ésta sólo es la punta del iceberg” de la corrupción de la
universidad pública española, un “escándalo” que es la “consecuencia lógica de
un sistema universitario basado en el enchufismo, en el que, a día de hoy, la
voz de los estudiantes cuenta poco o nada. Los estudiantes quisieron dejar claro que “Cifuentes y su
presente máster no son una anomalía, sino la consecuencia lógica de un sistema
universitario que favorece la creación de camarillas que gestionan la
Universidad de una manera unilateralista”. Por ello, exigieron la dimisión de
Pedro González Trevijano, Enrique Álvarez Conde, Alicia López de los Mozos,
Clara Souto, Griselia Rosado, María Teresa Feito y Amalia Calonge, los
funcionarios “responsables de regalarle el máster a Cifuentes”. Según ellos, “la
presidenta de la Comunidad de Madrid es, a día de hoy, incapaz de demostrar
ante la sociedad que ha cursado de manera legítima el máster de Derecho
Autonómico del que ha hecho gala”. Una de las portavoces de los convocantes de
la protesta, Cecilia Varona, dijo que “más allá de que sean uno, dos o tres,
los personajes públicos que falsean sus currículos, el problema está en que las
universidades públicas madrileñas están tremendamente devaluadas debido a los
casos de corrupción”. Francisco Molina, portavoz de la asociación Res Pública,
una de las asociaciones universitarias que denunció a Cifuentes ante la
Fiscalía, explicó que pretenden “simbolizar la frustración y la rabia” de los
estudiantes de la Rey Juan Carlos y defender la universidad pública “porque hay
miles de estudiantes y profesionales que nos esforzamos cada día”.
De regreso de la Argentina, el presidente del Gobierno volvió a defender
en público las explicaciones dadas por Cristina Cifuentes sobre las dudas
surgidas sobre su máster en la Universidad Rey Juan Carlos. “Yo creo que la
presidenta de la Comunidad de Madrid ha dado sus explicaciones ante los medios
y también ante el Parlamento regional”, dijo Mariano Rajoy durante la rueda de
prensa mantenida el viernes con el primer ministro de Dinamarca. Rajoy señaló a
Ciudadanos afirmando que “no existe ninguna razón para romper un acuerdo que se
está cumpliendo y que además es bueno para los ciudadanos de Madrid. No
entiendo por tanto la posición de Ciudadanos en esta materia”. Pidió “a todo el
mundo un poco de coherencia y de congruencia entre sus declaraciones y sus
hechos”.
Rajoy sugiere a Cifuentes que dé un paso atrás.
Luis Asúa escribe en Vozpópuli,
bajo el título “Cifuentes y el PP de Madrid”:
“En el barullo que estamos viviendo se olvida que Cristina Cifuentes es
también la presidenta del Partido Popular de Madrid, y de que, en las primarias
que tuvieron lugar hace algo más de un año, también se cometieron
irregularidades, incluso me atrevería a decir que trampas. Entre otras muchas,
no hubo igualdad de oportunidades, se negó el voto a muchos afiliados y el día
de la votación fue un auténtico aquelarre con presidentes de sede influyendo de
forma muy abusiva en el voto de los militantes. Irregularidades que están
denunciadas en el PP de Madrid y sigue sin haber respuesta después de un
año. Se hicieron trampas antes, durante
y después de las elecciones primarias (…) Como militante del Partido Popular,
coincido en que el balance de gestión de la Comunidad de Madrid es positivo. La
Presidenta nos muestra continuamente indicadores de la buena marcha de la
comunidad, pero sin embargo no explica por qué entonces el voto al Partido
Popular no deja de decrecer y Ciudadanos ya nos ha hecho un sorpasso en las
encuestas. Esto puede ser debido, entre otras causas, a la gestión del partido
en Madrid. El partido está abandonado y sus militantes olvidados, incómodos e,
incluso en muchas ocasiones, avergonzados. Vamos camino de convertirnos en la
tercera fuerza política de la región tal y como nos muestran las encuestas. Un triste final para un partido que fue
hegemónico con Esperanza Aguirre y Pío García Escudero”.
Cifuentes se resiste a dimitir.
La primera reunión del Consejo de
Gobierno de la Universidad Rey Juan Carlos desde que estallase el escándalo del
Máster de Cristina Cifuentes, se cobraba el pasado viernes sus primeras
víctimas. Enrique Álvarez Conde, el director del instituto universitario fue
suspendido en el edificio del Rectorado, en el Campus de Móstoles, mientras que
a Amalia Calonge, la funcionaria de la universidad, se le abrió un expediente “por graves
irregularidades detectadas” en la investigación abierta por la propia
institución académica sobre el máster de Cifuentes. El Instituto fue creado por
Acuerdo de la Comisión Gestora de la Universidad Rey Juan Carlos de 12 de
diciembre de 2001, con el fin de desarrollar tareas investigadoras y docentes,
y fue definitivamente aprobado por el Consejo de Gobierno y el Consejo Social
de la Universidad Rey Juan Carlos. Por otra parte, Andrés Gil escribía en
Eldairio.es: “El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, ya le ha sugerido a
Cifuentes que dé un paso atrás. Sin embargo, ésta se resiste hasta el punto de
que le recordó a Rajoy que no dimitió por el caso Bárcenas, según fuentes
próximas a Rajoy y conocedoras de la conversación. Las mismas fuentes afirman
que la reacción de Cifuentes molestó mucho al presidente del gobierno. Otras
fuentes, no obstante, matizan los términos de esa conversación: ‘Está
pendiente. Rajoy simplemente ha aplazado la conversación y la decisión’. La
estrategia de la presidenta madrileña pasa por aguantar y resistir, por poner a
prueba el código Mariano, célebre por administrar los tiempos a ritmos de opositor
y por usarlo a la interna y hacia afuera”. En resumen, como apuntábamos en el titular del inicio, que, tras el vuelo
de Cifuentes con su “mastergate”, llegará su estrepitosa caída.
Las fotomontajes de la semana:
Reconciliación,
primera parte. ¡Acción! Creator Pujua.
Revelan que el título de Rey de
Felipe VI también es falso. 'No se encuentran facturas y no se presentó a
ningún examen para obtenerlo', aseguran los investigadores.
Ya hay buen rollo. Superlópez.
Reconciliación en el Club de la
Comedia Vip.
- ¿Me
dejas los apuntes?
- ¿Qué apuntes?
(Dilo en voz alta)
Aquí,
en el viaje fin de curso del máster de la URJC. Sr.Vegetal
Pablo Casado no recuerda si fue a
las clases de su máster, uno similar al que obtuvo Cifuentes de manera
fraudulenta.
El máster de Cifuentes.
El humor semanal en la prensa: El
Roto, Peridis, Vergara, J. R. Mora, Pat, Malagón, Davila, Ros, Manuel F….
Tan escrupulosos para algunas cosas, tan... descuidados para otras
El contraataque de Civuentes.
Pablo Casado, el más listo de la clase.
Desde Mallorca, el humor de Pep Roig: Exterminio, El júbilo molesto, Humos
democráticos, Remasterizacionizada, Virtualandia y Arramblar dentro de un orden.
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