Varios manifestantes palestinos retiran a un joven. herido en la frontera entre Israel y Gaza.
Así lo escribe Tom
McCarthy en el periódico The Guardian. “La masacre de docenas de palestinos a
manos de soldados israelíes en Gaza ha provocado nuevas protestas de grupos de
judíos estadounidenses progresistas que rechazan la ubicación de la embajada
estadounidense en Jerusalén y que consideran que los gobiernos de Donald Trump
y Benjamin Netanyahu son enemigos de la paz en la región. Grupos como IfNotNow,
Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz), J Street, Jews for Racial and
Economic Justice (Judíos por la Justicia Racial y Económica) y otros comenzaron
a intensificar las protestas –manifestaciones, vigilias y reuniones
comunitarias– a fines de marzo, cuando las fuerzas israelíes mataron a 17
palestinos e hirieron a al menos 1.400 personas más en Gaza. A las protestas se
les sumó la voz de personalidades judías influyentes como la actriz Natalie
Portman – que el mes pasado canceló su viaje a Israel para recibir el premio
Genesis, afirmando a través de su portavoz que “los acontecimientos recientes
en Israel la han angustiado muchísimo”.
El Ministerio de Asuntos
Exteriores israelí asegura que lo que se hizo fue “proteger a los ciudadanos de
miles de violentos alborotadores en Gaza, que intentaban romper el alambrado y
cruzar a territorio israelí con el objetivo de asesinar o secuestrar israelíes”.
Esa explicación fue repetida y amplificada el martes por la embajadora de EEUU
en la ONU, Nikki Haley, por las organizaciones judías AIPAC y ADL (Liga
Anti-Difamación) y otras instituciones influyentes en Estados Unidos. Pero
estas organizaciones son cada vez más cuestionadas por grupos con miembros más
jóvenes y nociones diferentes de lo que significa apoyar al Estado judío.
“Creo que el lunes fue
uno de los días más vergonzosos de la historia de la relación de Israel con los
palestinos, con la celebración de la anexión mientras se estaba disparando
contra palestinos, que son en su mayoría refugiados, solo por protestar por sus
derechos básicos de vivir con libertad y dignidad”, dijo Rebeca Vilkomerson, directora
ejecutiva de Jewish Voice for Peace. “Es absolutamente inaceptable la idea de
que esto se esté haciendo en nuestro nombre o que se justifique en nuestro
nombre”. Ese mismo día, un centenar de IfNotNow cortaron la Avenida
Pennsylvania en la ciudad de Washington durante dos horas gritando “No más
violencia” y otras consignas. Jewish Voice for Peace ha ayudado a organizar 45
acciones en todo Estados Unidos desde fines de marzo, explicó Vilkomerson, y el
lunes el grupo lideró eventos en New Haven, Connecticut; Montclair, Nueva
Jersey; Filadelfia, Boston, Ohio Central, ciudad de Washington y Nueva York.
En la última década ha
aumentado la preocupación por un posible “divorcio entre los judíos israelíes y
los judíos estadounidenses”. Un estudio de Pew de 2013 concluyó que los judíos
estadounidenses no religiosos se sienten cada vez menos vinculados a Israel.
Solo el 38% de los encuestados judíos estadounidenses afirmó que el gobierno
israelí está haciendo un esfuerzo por lograr la paz con los palestinos. “Durante
varias décadas, el establishment judío ha pedido a los judíos estadounidenses
que dejen su progresismo a las puertas del sionismo, y ahora, para su espanto,
están comprobando que muchos jóvenes judíos han preferido abandonar el sionismo
en lugar del progresismo”, advierte el editor y escritor Peter Beinart en un
importante ensayo titulado “El fracaso del establishment judío estadounidense”.
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