Sin que nada tengan que
ver los acontecimientos literarios con los políticos, un profundo tsumani se ha llevado consigo, en
estos últimos días, los complementos de la escritura y los de la política. Para empezar, la Academia Sueca decidía hace
unos días no conceder este año el Premio Nobel de Literatura, según informó la
Fundación Nobel en un comunicado. La decisión fue adoptada tras la polémica
surgida con las denuncias por acoso sexual del marido de una de las integrantes
de la entidad, que ha llevado a una serie de miembros de la junta a abandonar
la institución. La última vez que no se otorgó el premio de literatura fue en
1943, en el momento álgido de la Segunda Guerra Mundial. El Premio Nobel de
Literatura consta en el testamento del filántropo sueco, Alfred Nobel, quien
pidió que fueran entregados cada año “a quien hubiera producido en el campo de
la literatura la obra más destacada, en la dirección ideal”, seleccionada por
la Academia Sueca, anunciados el primer jueves de cada mes de octubre. En este
caso, lo que se ha anunciado no es el Nobel de Literatura, sino la cancelación
de su edición de este 2018. Un total de 11 galardonados con dicho premio han
sido de habla hispana: los españoles José Echegaray (1904), Jacinto Benavente
(1922), Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela
(1989); los chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971); el
guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967); el colombiano Gabriel García Márquez
(1982); el mexicano Octavio Paz (1990) y el peruano Mario Vargas Llosa (2010). Cuatro
días más tarde de conocerse la decisión de la institución de no conocer este
año el Nobel de Literatura, Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de
Madrid, registraba en la Asamblea de Madrid su renuncia al acta como diputada
del PP, al día siguiente de que el actual presidente en funciones de la
Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, fuera designado por el Partido Popular para
seguir al frente de la región hasta las elecciones autonómicas de 2019. La
decisión de Cifuentes, que supone su abandono de la política, llegaba 13 días
después de su dimisión como presidenta tras la polémica por las irregularidades
de su máster y su supuesto hurto en un supermercado, en 2011.
Salón
donde normalmente se anuncia el fallo del Nobel de Literatura, cancelado para este
año.
Cuando la Academia Sueca
se derrumba no tengo fuerzas para sentir alegría, dijo el poeta y ensayista
sueco Göran Greider sobre la crisis de descrédito que se desató tras las
acusaciones de filtraciones y abusos sexuales. La situación, que empeoró por
horas, terminó en lo peor al anunciar la institución que había decidido
posponer el fallo del premio Nobel de Literatura correspondiente a 2018. Los
motivos de fuerza que sustentaban la medida apuntaban, según Karina Sainz Borgo,
en Vozpópuli, a la pérdida de “confianza” del mundo exterior en la propia
institución, debido a la crisis que ha provocado la renuncia de ocho de sus
dieciocho miembros tras las denuncias por acoso sexual del marido de una de las
integrantes de la entidad. “Esa fue la conclusión a la que llegaron los diez
miembros restantes en una reunión para discutir la cuestión. Todos coincidieron
en la necesidad de desarrollar un nuevo marco de trabajo, una tarea que, según
ellos, ya está en marcha y que incluye modernizar los estatutos y las rutinas
sobre parcialidad y reforzar la confidencialidad. El secretario provisional de
la Academia Sueca, Anders Olsson, resaltó en el comunicado que la crisis actual
implica ‘exigencias altas para un trabajo de cambio a largo plazo y contundente’.
La Fundación Nobel apoyó la resolución de la academia, cuya crisis ha afectado ‘de
forma negativa’ al galardóns. La Academia Sueca se derrumba, dijo Greider,
justo ocho días antes de que esto ocurriera. Cómo la academia elige al ganador
del premio es un proceso que resulta opaco para muchos. Cada febrero, los
miembros de la academia revisan alrededor de 200 nominaciones, elaboran una
lista final para mayo, y luego leen sobre los cinco autores que siguen
compitiendo por el premio durante el verano. El ganador es el autor que mejor
cumple con el deseo de Alfred Nobel de recompensar ‘la obra más destacada en
una dirección ideal’. La reputación del premio, concedido a escritores como
Samuel Beckett o Rabindranath Tagore, tiene ya una historia de sospechas. Fue
cuestionado en 2016, cuando el Nobel eligió al músico Bob Dylan como su premio
Nobel ‘por haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la tradición de
la gran canción estadounidense’ y persistieron aún algunas dudas sobre quién y
por qué se eligieron unos y no otros. Contribuyó en ello la denuncia anónima de
18 mujeres por abusos y vejaciones sexuales, en noviembre, contra el artista
Jean-Claude Arnault, muy vinculado a la academia a través de su club literario
y esposo de una de sus miembros, Katarina Frostenson. La academia cortó la
relación con Arnault y encargó una auditoría sobre sus relaciones con la
institución. La avalancha de señalamientos e implicaciones comprometió a muchos
otros miembros, entre otros, la secretaria, Sara Danius, y Katarina Frostenson.
Ambas abandonaron sus cargos. La escritora Sara Stridsberg y Peter Englund
también abandonaron sus sillones. La Academia, pues, se caía a trozos hasta que
vio cómo la piedra mayor se caía sobre el veredicto de este año”. Fue entonces
cuando el presidente de la junta directiva de la Fundación Nobel, Carl-Henrik
Heldin, dijo: “La crisis en la Academia sueca ha afectado negativamente al
premio Nobel. Su decisión subraya la gravedad de la situación y ayudará a
salvaguardar la reputación a largo plazo del Premio Nobel. Nada de esto afecta
la concesión de los premios Nobel de 2018 en otras categorías de premios”.
Bob Dylan, el cantante y compositor que
durante quince días dejara en vilo a la Academia Sueca.
Conceder el premio Nobel 2016
de literatura a Bob Dylan, un notable y polémico cantautor norteamericano, dejó
al descubierto una extraña deriva que muchos se empeñaron en defender como
literaria. A lo largo de más de un
siglo, la Academia ha apuntado bajas y omisiones importantes. Kafka, James Joyce,
Proust, Nabokov, Jorge Luis Borges… Autores fundamentales, catedrales de la
palabra escrita, fueron sistemáticamente ignorados. Desde su institución, en
1895, y su primera entrega, en 1901, el Nobel ha sido hasta ahora uno de los
reconocimientos de mayor peso en la consagración de un creador o investigador y
en el campo literario. En varias ocasiones, el premio Nobel se declaró desierto
(1914, 1935, 1940, 1941, 1942, 1943), y no, por falta de candidatos, por la
situación mundial o por la situación mundial, sino por discusiones internas.
Tras no conseguir una posibilidad de acuerdo, los académicos declaraban
desierto el premio. Esa fue una de las razones por las que Miguel de Unamuno
nunca llegó a recibirlo, y eso es que uno de los autores más veces nominado y
propuesto de la historia del premio durante el siglo XX. En el año 2001,
salieron a la luz pública documentos con las deliberaciones de los académicos.
El primer volumen se extendía desde 1901 hasta 1920. El segundo, de 1921 a
1950. Una cláusula del reglamento de la real institución, que permite dar luz a
los documentos referentes al galardón una vez pasado un lustro, hizo posible la
divulgación de discusiones, al mismo tiempo que trazaba una ruta de grandes
autores excluidos: Pérez Galdós, Tolstoi, Ibsen, Wilde o Zola, mientras otros
autores grises y de poco valor literario sí fueron valorados. En esas más de
mil páginas podían leerse cosas como el rechazo en varias ocasiones de la
candidatura de Ernest Hemingway o Paul Valéry, por considerar que sus textos
eran “demasiado difíciles”; la de Tolstoi, “enemigo de la cultura, fatalista y
anarquista teórico”; también la de Concha Espina “una mujer pesadísima, con
falta de ideales y de vitalidad”, según los académicos, quienes también
borraron a Freud de la lista del Nobel por considerarlo “aburrido e insufrible.
Además de ser rarísimo, tiene una mente tan enferma como sus pacientes y está
seguramente tan loco como ellos”. Se refirieron a Gorki como un autor “débil”
con “graves faltas en gran parte de su producción”; a Steinbeck y a Camus como
“demasiado jóvenes”; a Emile Zola como a “un cínico naturalista y ateo” y de W.
M. Yeats, como “un personaje limitado y oscuro...”. Algunos críticos literarios y periodistas
aseguran que a Vladimir Nabokov no se le concedió el Nobel por un asunto de
influencias. A él y a unos cuantos más. En 1974, el autor de Lolita fue
rechazado, al igual que Graham Greene y Saul Bellow, para otorgar el premio a
Eyvind Johnson, quien además compartió premio ese año con Harry Martinson.
Ambos eran suecos y pertenecían a la academia, de hecho, Johnson lo fue desde
1924 hasta 1973, justo el año previo. Otras causas y procesos menos
endogámicos, pero no por ello menos políticos, han opacado y afectado el
reconocimiento. Algo así fue lo que le
ocurrió a Jorge Luis Borges. El 21 de septiembre de 1976, Borges, invitado por
Pinochet, viajó a Chile. Allí recibió de manos del dictador el doctorado
honoris causa en la Universidad de Chile y pronunció un discurso con palabras
elogiosas para Pinochet. Sin embargo, no fue esa la única foto de grupo que
alejó a un escritor de los criterios políticos.
La secretaria permanente de la Academia
Sueca, Sara Danius.
“Entre el criterio
político y el literario -escribe Sainz Borgo- se tensa una terrible cuerda que ha dado no
pocos tirones. En 2004, cuando se concedió el premio a la austriaca Elfriede
Jelinek, el académico Knut Ahnlund alzó su voz en contra. Según Ahnlund la obra
de la austriaca no reunía el más elemental valor literario y desprestigiaba el
premio. En el capítulo de los criterios, hay más casos. Hace unos años, en
2012, salieron a la luz pública las deliberaciones del año 1961, hecha en la
que Tolkien fue propuesto. El autor de ‘El señor de los anillos’ fue descartado
en aquella ocasión porque, según uno de los académicos, ‘no está en modo alguno
a la altura de la narración de alta calidad’. Ese mismo año Lawrence Durrell,
Robert Frost y EM Forster también fueron apartados para conceder el Premio al
escritor yugoslavo Ivo Andric. Durrell fue descartado por ‘su monomaníaca
preocupación por las complicaciones eróticas’ y Frost, en cambio, porque era
muy viejo (tenía 86 años). Los desacuerdos no escasean ni quisiera entre los ya
premiados. El año pasado, cuando se concedió el Premio Nobel de Literatura al
cantante Bob Dylan, Mario Vargas Llosa (Nobel de Literatura 2010) acusó a la
Academia de frívola. ‘El Premio Nobel debe ser para una obra literaria de
calidad. Y reconocida para una que tenga calidad y que no sea tan conocida y,
así, el premio le ayude a lograr reconocimiento. Debe ser un premio para
escritores y no para cantantes. Sus palabras le valieron la ovación de su
auditorio en Berlín. La línea seguida por la Academia Sueca, institución
encargada de otorgar el premio, añade incertidumbre -por no decir desconcierto-
debido a lo novedoso de las elecciones de los galardonados desde la llegada de
Sara Danius a la Secretaría de la Academia, hace ya dos años. Si, en 2015, se
premió por primera vez el género del reportaje periodístico en la figura de la
bielorrusa Svetlana Alexijevich, el año pasado se traspasaron las barreras de
la literatura convencional al reconocer al cantautor estadounidense Bob Dylan”.
La Academia Sueca daba el pasado 12 de abril su primer paso para resolver la
grave crisis interna provocada por Sara Danius, secretaria permanente y su
figura más visible, y de Katarina Frostenson, en el centro de la polémica.
Ángel Garrido, según una imagen facilitada por la Comunidad de Madrid.
Dejamos el agujero del
Nobel sueco para volver a Madrid, en donde Ángel Garrido ha sido elegido personalmente
por Rajoy como sustituto de Cifuentes hasta las elecciones de 2019. Así lo
explicaba Cuartopoder el pasado día 7 de mayo: “Los escándalos de Cristina
Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, precipitaron su dimisión el
pasado 25 de abril. El detonante final, un vídeo en el que se comprobaba que
había robado un par de cremas en un supermercado en el barrio de Vallecas. Se
sumaba a la polémica surgida en torno a la obtención, presumiblemente
fraudulenta, de un título de máster en la URJC. Ángel Garrido ha sido, hasta
hace unas semanas, el número dos de Cristina Cifuentes en la Asamblea de
Madrid. Garrido ya se había posicionado como más que posible sucesor de
Cifuentes desde que ésta dimitiera, aunque él admitió que no se veía ‘caballo
ganador’. Hasta ahora ha ocupado el puesto de consejero de Presidencia,
Justicia y Portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Educado y vinculado
al colegio Tamajar, solo para chicos, del entorno Opus Dei, Garrido empezó su
carrera política en UCD, en los años 90, al amparo de Adolfo Suárez. Su carrera
política aparece eternamente vinculada al PP, desde finales de los 90, tanto en
el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid. Garrido ocupó las Presidencias
de las Juntas de Distrito de Vallecas Villa, Latina, Usera y Chamberí con los
alcaldes José María Álvarez del Manzano y Alberto Ruiz Gallardón. Asimismo, fue
presidente del Pleno del Ayuntamiento de Madrid con Ana Botella”.
Ángel Garrido, el
presidente en funciones de la Comunidad de Madrid y candidato del PP a la
presidencia.
Muy pronto, la prensa
descubre, antes de olvidarnos del pasado de Cifuentes, que Ángel Garrido, el
sucesor designado por el PP como candidato a la investidura para comandar la
Comunidad de Madrid hasta las elecciones de 2019, ocultó información de un
préstamo hipotecario n su declaración de bienes y rentas de Diputados de la
Asamblea de Madrid. Adrián Lardiez, de ElPlural.com, desvela en exclusiva que
la entidad que le concedió un crédito fue Caja Madrid, en el año 2008, cuando
Garrido era consejero general de la Asamblea general de la entidad financiera,
y recibiera bonificaciones por el préstamo. “El montante del préstamo asciende
a los 310.000 euros, pero el sustituto de Cifuentes no atestiguó en su
declaración de bienes y rentas de diputados de la Asamblea de Madrid, fechada a
octubre de 2015, ni la entidad ni la fecha de concesión. Desde el equipo de
Garrido aseguran que no hubo intencionalidad de ocultar información, sino que
se omitió porque ‘no se consideró un tema relevante’ y únicamente ‘se consignó
el dato que tenía mayor interés, que era el de la cantidad pendiente de pago’.
En dicho préstamo, Garrido recibió bonificaciones por su cargo de consejero
general de la Asamblea general de Caja Madrid. Desde su entorno justifican que
accedió a la plaza por su calidad de concejal, ‘en función del cargo que
ostentaba en el ayuntamiento’. En este sentido, aclaran que ‘tenía las mismas
condiciones que el resto de consejeros. Era consejero general, pidió un
préstamo y accedió a las mismas condiciones a las que podían acceder todos los
consejeros generales’. Añaden que ‘no es que Ángel Garrido recibiera un trato
especial’, e insisten que las condiciones eran generales para todos los
miembros del consejo”.
Desde la Comunidad de
Madrid aseguran que Ángel Garrido actualizaría sus declaraciones para informar
que el préstamo fue concedido por Caja Madrid, en 2008, por un importe de
310.000 euros. Una rectificación que todavía no ha realizado. En cualquier caso,
ELPLURAL.COM pudo comprobar que, en el momento en el que le concedieron el
préstamo, Ángel Garrido era consejero general de la Asamblea General de Caja
Madrid en representación por el Ayuntamiento de la capital. Así consta en los
informes anuales de gobierno corporativo disponibles en la CNMV. “Cabe recordar
que la Asamblea General era, según los Estatutos de la entidad, el máximo
órgano de gobierno de la entidad. Entre otras funciones, se encargaba de la
aprobación de las cuentas anuales, del informe de gestión así como de la
gestión del Consejo de Administración. Pero, al no ofrecer información sobre su
préstamo, se desconoce si Ángel Garrido tuvo algún tipo de bonificación por ser
miembro de la asamblea general de la entidad financiera. Y es que en ninguna de
sus declaraciones de bienes y rentas aclara si obtuvo algún tipo de
bonificación de asambleísta de la caja que entonces presidía Miguel Blesa. El
Gobierno de la Comunidad de Madrid hasta las elecciones autonómicas de 2019,
ocultó información de su préstamo hipotecario tanto en su declaración de bienes
y rentas de Diputados de la Asamblea de Madrid, como en la de la Comunidad de
Madrid”.
Santamaría y Cospedal evitan charlar en los actos del Dos de Mayo.
Todos las miraban a
ellas. Separadas por una silla vacía -la de Ángel Garrido que estaba en el
atril- María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría hicieron patente
su enorme distanciamiento, esa enemistad tantas veces comentada en los
pasillos. Apenas se cruzaron la palabra, se fueron por separado y no atendieron
a los periodistas ni protagonizaron los tradicionales corrillos de los actos
del Dos de Mayo. “Ahí tenéis la noticia”, constató un destacado dirigente del
PP. El desapego de las dos mujeres más poderosas del PP quedó a la vista de
todos. Y con el partido en estado de ebullición, todavía noqueado tras la caída
política de Cifuentes. Ángel Garrido, el presidente en funciones, hizo un
discurso muy institucional y llamó a la unidad nacional. Ni una mención sobre
la expresidenta, Cristina Cifuentes, que no apareció por Sol.
Ángel Garrido, entre la vicepresidenta, Sáenz
de Santamaría y la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.
Después de que estallara
el 'mastergate' hace más de un mes y medio, Cifuentes lograba resistir hasta que
se hizo pública una cinta de vídeo en la que se veía cómo había presuntamente
sustraído dos cremas en un supermercado. El mismo día de la publicación de este
nuevo escándalo, la expresidenta renunciaba a dirigir a la Comunidad pero se
aferraba a su proyecto en el PP de Madrid. Aunque sus deseos no prosperaron: en
la misma semana de su primera dimisión, dio a conocer que también renunciaba a
la presidencia del partido. De esta forma, quien fuera el número dos de
Cifuentes tomaría el relevo en la Presidencia de la Comunidad de Madrid hasta
las elecciones autonómicas del próximo año. La supuesta enemistad entre la
vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y la ministra de Defensa y
secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se hizo patente en el
acto de celebración del Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid. Pero, según una
entrevista a Rajoy, emitida en Antena 3 el pasado jueves, se trata de “un tema
muy pequeño”, que considera “muy machista”, porque si se tratara de “dos señores
no habríamos visto tantas portadas” al respecto. El Presidente del Gobierno elogió
a Sáenz de Santamaría y Cospedal, de quienes subrayó que “son dos personas que
trabajan intensamente, con una gran intensidad”, de las que estaba “muy
orgulloso y satisfecho de su gestión”. Rajoy minimizó la enemistad entre ambas
“El Gobierno -dijo- funciona bien, está perfectamente coordinado, no son temas
a los que le dé importancia. Mis problemas no vienen de ahí, sino de Cataluña,
la economía, el empleo, que son mis prioridades”.
Por otra parte, el diario
de Berlín deja a la altura del betún la imagen de Rajoy en Alemania. El pasado
jueves, el Berliner Tageszeitung, presentaba una imagen demoledora del
presidente español, Mariano Rajoy, caracterizado como el gran dictador de
Charles Chaplin, que está inspirado de forma clara en Adolf Hitler. A su lado
aparece el president Carles Puigdemont entre rejas. El rotativo utilizó la foto
para ilustrar la noticia de que “el gobierno español ha bloqueado la reelección
de Puigdemont”, al llevar al Tribunal Constitucional la ley que permitía la
investidura no presencial. La imagen de un político vestido de nazi en un medio
alemán es del todo excepcional, y muestra una descalificación absoluta. Según
Berliner Tageszeitung, el Gobierno español ha bloqueado la reelección del
independentista catalán como president que estaba prevista para esta semana. “El
Tribunal Constitucional -indicaba el diario alemán- ha aceptado la moción del
Gobierno central para derogar la ley que aprobó el Parlament catalán la semana
pasada. Esta habría permitido el nombramiento de Puigdemont, que ahora vive en
el exilio en Berlín, a pesar de estar ausente”.
El periódico estadounidense realiza un
artículo de opinión sobre el deterioro de muchas democracias, entre ellas, la
española.
Y, para terminar con el
tema que hoy tratamos, también el periódico estadounidense, The New York Times,
incluye a España dentro de las democracias “en ruinas”. Así lo asegura en un
artículo de opinión cuyo título se pregunta ‘¿Por qué se están deteriorando
tantas democracias?’. “Italia, Polonia, Hungría e incluso España: la democracia
europea está en ruinas”. Este es el comienzo de un artículo donde ‘en ruinas’
también se puede entender como ‘desorientada’. En cualquier caso, el
prestigioso diario neoyorquino ubica la democracia española en el mismo escalón
que la húngara y la polaca. ¿Por qué las democracias retroceden hacia el
autoritarismo?, se pregunta el periódico. “En muchas democracias, las raíces
del colapso residen en las propias constituciones democráticas”, responde el
mismo artículo. Más de dos tercios de los países que han pasado a la democracia
desde la Segunda Guerra Mundial “lo han hecho bajo las constituciones escritas
por el régimen autoritario saliente. Entre ellos, Argentina, Chile, Kenia,
México, Nigeria, Sudáfrica y Corea del Sur”. A tenor de los redactores, Michael
Albertus y Victor Menaldo, “las instituciones democráticas suelen ser diseñadas
frecuentemente por el régimen autoritario saliente con el objetivo de salvaguardar
a las élites establecidas del estado de derecho y darles así una ventaja
política y económica después de la democratización”. The New York Times
concluye que “con la asignación de poder y privilegio, y las experiencias
vividas de los ciudadanos, la democracia a menudo no reinicia el juego político
después de desplazar el autoritarismo”.
Fotomontajes de esta semana:
Tras el anuncio del nuevo cambio de presidente de la Comunidad de Madrid, periodistas y tuiteros se pusieron a rastrear el pasado de Garrido, para tratar de conocerle mejor. Y lo que encontraron es que Ángel Garrido, tuitero desde septiembre de 2009, había dejado cientos de perlas. Comentarios ingenuos, faltones, intentos humorísticos… Un material que augura horas de diversión.
En Tremending Topic, se
dice que “Ángel Garrido tiene la pinta de dimitir en dos meses por una
fotopolla que mandó hace cuatro años por DM”. Del “pozí” al “adiós fea”: el
nuevo presidente en funciones de Madrid es un “canallita” y lo demuestran sus
tuits.
El programa El
Intermedio, de la Sexta, descubría el pasado miércoles un comentario del futuro
presidente de la Comunidad de Madrid, sobre el presentador y de su “vida sin
sentido”. Comentaba la futura investidura de Ángel Garrido como presidente y Dani
Mateo, indagando sobre el sustituto de Cristina Cifuentes, “rebuscaba” en su
cuenta de Twitter en la que ha encontrado críticas a El Gran Wyoming. “Si
quiere seguir escribiendo tonterías -alegaba el presentador- no se corte, que
para eso está”. Explicaba que había estado indagando en “los lugares más
ocultos” de la red social del político y había descubierto: desde ataques a sus
rivales, a datos personales como que los domingos llamaba a Telepizza. Mateo tildaba esas palabras de “ingeniosos
comentarios” y aseguraba que podía hasta ser “guionista” del programa, excepto
porque “no le gusta” el espacio. Una afirmación que argumentaba por un tuit de
Garrido que decía lo siguiente: “Wyoming y Buenafuente, después de la derrota
absoluta del PSOE, tienen incluso menos gracia. Se les ve sin objetivos, con
una vida sin sentido”. A lo que el colaborador respondía con sorna: ·A mí este
tuit me inquieta porque quiere decir que alguna vez sí tuvo gracia Wyoming.
(...) En fin, si quiere seguir escribiendo tonterías en Twitter, ahora que va a
ser presidente de la Comunidad de Madrid no se corte, que para eso está. Eso
sí, acuérdese de Cifuentes, el Periscope ni tocarlo”.
Un medio de comunicación
publicó esta semana que la expresidenta estaba preocupada por su futuro al no
tener sueldo, trabajo ni reputación.
Fer Novato.
El Jueves. La banda criminal PP se
niega a disolverse. “Tampoco entregaremos los sobres”, han declarado sus
líderes.
Raven roba el Sol.
Esta noche de domingo, a las 22:30 horas, la Banda Municipal de Música Damián Sánchez de la que formo parte, estaremos en el recinto ferial de Alcobendas con el espectáculo “Rebobinando, el mejor Pop de los 80”. Dirige Sergio Casas.
El humor, en la prensa de
esta semana: El Roto, Peridis, Manel F., Pat, Vergara, Salazar, Atxe, J. R.
Mora, La Boca del Lobo…
Simplemente honorifico.
Continuidad de Madrid.
Cautela con Cifuentes.
Patologías rentables.
Pep Roig, desde Mallorca: Pa que se entienda, Made in
Spain, Rebuznos, Los tramposos, De Guatemala a…, La vida sigue igual…
La Academia Sueca ha decidido no conceder este año el Premio Nobel de Literatura 2018, según ha informado la Fundación Nobel en un comunicado. La decisión ha sido adoptada tras la polémica surgida con las denuncias por acoso sexual del marido de una de las integrantes de la entidad, que ha llevado a una serie de miembros de la junta a abandonar la institución. La última vez que no se otorgó el premio de literatura fue en 1943, en el momento álgido de la Segunda Guerra Mundial.
No se concederá el Nobel de Literatura por el escándalo sexual.
Nobel de Literatura se posterga tras escándalo sexual.
ABUCHEOS A M. RAJOY EN CADIZ
LATE MOTIV - Monólogo de Andreu Buenafuente. “Aprovechategui” | #LateMotiv389
La morgue del PP – Polònia
La pregunta no es si las mujeres tenemos derecho a ser putas. La pregunta es si los hombres tienen derecho a comprarnos. ¡Hola Putero! es la incómoda campaña que nadie se decide a hacer. Incómoda porque pone sobre la mesa la barbarie de un modelo masculino que no debería tener cabida en nuestro mundo. Incómoda porque todos somos parte de esta sociedad que lo permite, mirando hacia otro lado. Incómoda porque es necesaria. No seamos cómplices. ¿Te atreves a compartirla?
#HolaPutero
PACO IBÁÑEZ: EL LOBITO BUENO
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