Protesta animalista en Pamplona.
Inmersa en los
preparativos para las fiestas de Sanfermín, Pamplona se ha despertado, a una semana
de celebrar los Sanfermines, con la reivindicación de los colectivos
animalistas y sus propuestas pacíficas. Anima Naturalis repartirá este año
10.000 folletos informativos y 5.000 postales para enviar a responsables
políticos en castellano, euskera e inglés durante las fiestas. Desea repetir en
Navarra su campaña “Mallorca Sin Sangre”, que logró un reglamento taurino que
prohíbe la muerte de los toros, así como el uso de cualquier utensilio que les
cause “daño o estrés”. La normativa, conocida popularmente como toros a la
balear, reduce el número de toros a tres por espectáculo, y por un tiempo no
superior a los 10 minutos. Los animales deben haber comido y bebido antes de
salir a la plaza, y tanto a los toreros como a los toros se les aplican
controles antidopaje. “Creemos que vivimos un momento en que no se puede
postergar más el tema de las corridas de toros, -apunta su portavoz Aída
Gascón-, y con el lanzamiento de nuestra campaña “Sanfermín Sin Sangre”
queremos dar ese último paso que los animales necesitan”. Según datos de Anima Naturalis, en España, la
tauromaquia es financiada con 564 millones de euros del erario público, sin
incluir las ayudas a ganaderos, lo que supone unos 47 euros anuales por cada
familia española. Otras agrupaciones locales como Iruñea Antitaurina optan
también por un tono amable y pedagógico e incluso aprovechan los peldaños de la
escalera de San Fermín para extender su reivindicación.
Y, mientras la Policía
Municipal se afana en investigar los sabotajes, una autodenominada célula Nº19
reivindica el ataque y anuncia que están dispuestos a utilizar la violencia por
motivos que consideran “más que obvios y suficientes” y que no creen necesario
explicar. Consideran legítima “toda clase de protesta y lucha reivindicativa
contra el sufrimiento que les causamos a los animales”, amplia definición que
ampara liberar animales de su confinamiento “procurándoles un lugar digno”,
“grabar o conseguir imágenes para dar a conocer las condiciones en las que se
les tiene”, “el boicot a las empresas e instituciones que favorecen el abuso
hacia los animales” y “el sabotaje a las empresas, instituciones, herramientas
e infraestructuras que favorecen el uso y abuso de los mismos”.
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