Pablo Casado, presidente del PP.
La
juez del “caso Máster”, Carmen Rodríguez-Medel, del Juzgado de Instrucción
número 51 de Madrid, archivaba el pasado lunes la investigación principal del
caso de Casado en la
Universidad Rey Juan Carlos y levantaba las imputaciones por prevaricación
administrativa y cohecho sobre 19 personas. Tras el rechazo del Tribunal
Supremo a la causa contra Pablo Casado por los delitos de prevaricación y
cohecho impropio, la magistrada sólo mantuvo abierta la pieza por la presunta
falsificación del acta del trabajo de fin de máster de la expresidenta de la
Comunidad madrileña Cristina Cifuentes. En un escrito de 17 páginas, la juez
argumenta su decisión y considera, a modo de crítica, que “se están elevando
notablemente las exigencias para abrir una investigación penal”. Los
magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid remitieron un auto contrario a
la exoneración de Casado, solicitando que continúe la investigación: “Se parte -dicen-
de unos hechos claros, perfectamente definidos, sin perjuicio de a quien puedan
imputarse y cuál sea finalmente su calificación jurídica. Difícilmente podría
el juzgado indicar a la Policía que no investigue unos hechos delictivos o que
no ponga en su conocimiento hechos relacionados con los anteriores si, al hilo
de la investigación policial, surgen nuevas cuestiones, nuevos hechos
delictivos o sencillamente hechos delictivos similares o iguales en relación de
continuidad delictiva. Francamente, tal situación, que es lo que parece
pretender la defensa de los investigados, alteraría el buen hacer procesal de
cualquier instrucción judicial”. Para la jueza, el informe del teniente fiscal
del Supremo, Luis Navajas, y el auto del alto tribunal “son determinantes para
el resto de las decisiones que deben adoptarse en este procedimiento”. Y carga
contra el Supremo por no considerar relevante el “punto neurálgico de esta
instrucción que no es otro que acreditar indiciariamente la existencia de
actividad académica”, ya que si esto era así, no sólo no había cohecho para el
alumno (puesto que no había regalo) sino que tampoco habría prevaricación del
profesor (pues tiene libertad de cátedra para elegir cómo calificar). Por ello
no comprende que el Supremo vea innecesario oír como investigado a Casado y
requerirle para que aporte el ordenador donde guardaba los trabajos
acreditativos de haber realizado el máster, ni que tampoco se plantee la opción
de citarle como testigo para colaborar con la Justicia y esclarecer si había
responsabilidad penal en el presunto cabecilla de la trama, Enrique Álvarez
Conde. No obstante, sí recuerda la declaración de María Dolores Cancio,
profesora de la URJC, quien reconoció que Álvarez Conde le regaló el título sin
hacer nada, a quien daba “credibilidad” pero cuyas palabras ahora no podían ser
tenidas en cuenta porque ni el Supremo ni la Fiscalía hicieron referencia a
ellas. Señala la jueza que “de otro modo, de haber entendido relevante
jurídicamente la confesión de una investigada por revelar una mecánica
delictiva, la pieza C a buen seguro no habría sido archivada. Por tanto,
descartemos su uso como indicio de un mismo modus operandi”.
Carmen Rodríguez-Medel, durante una
comparecencia en el Congreso, en 2017.
Carmen
Rodríguez-Medel reprochó a la Fiscalía del Tribunal Supremo que, a raíz de su
informe, contrario a investigar a Pablo Casado, fuera cada vez más difícil
abrir una instrucción ante la exigencia de que haya “indicios incontestables de
la existencia de responsabilidad penal”. Y, en el auto en el que archiva gran
parte del caso Máster, la titular del juzgado de instrucción dedicó un apartado
entero a examinar las consecuencias del informe del teniente fiscal del
Supremo, Luis Navajas, a la hora de abrir una investigación. Navajas aludía en
su informe a la falta de “indicios incontestables” que llevasen a concluir que
el líder del PP, Pablo Casado, podría haber incurrido en un delito de prevaricación
a la hora de obtener su máster en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Y
destacaba que la apertura de un procedimiento penal “requiere un sustrato
necesario, sólido fácticamente”. La magistrada añadía: “Resulta imprescindible
puntualizar que, al modesto entender de esta instructora, se está elevando
notablemente las exigencias habituales de la jurisprudencia para abrir una
instrucción penal y citar a cualquier persona a declarar como investigado”. Estos
“indicios consistentes”, proseguía el auto de Rodríguez-Medel, “no suelen
aparecer en el momento de abrir una investigación” salvo en casos puntuales,
sino que es a lo largo de la misma donde se van obteniendo”. Para la jueza “difícilmente
un indicio puede calificarse de incontestable” porque en la fase de instrucción
el investigado puede “contestar a los indicios que se aprecien frente a él”
mediante su declaración judicial, algo que, tal y como recuerda varias veces la
magistrada, no ha ocurrido en el caso de Casado, a quien el Supremo rechazó
investigar. Rodríguez-Medel acata “como no puede ser de otro modo, que se eleve
el estándar de indicios para investigar” y, sirviéndose de los argumentos de la
Fiscalía y del alto tribunal, archiva gran parte del caso, a excepción del
delito de falsedad documental que imputa a la expresidenta madrileña Cristina
Cifuentes, a quien seguirá investigando. Junto a ella, continúan investigados
por el mismo delito el exdirector del Instituto de Derecho Público de la URJC,
Enrique Álvarez Conde, dos profesoras de Cifuentes y la exasesora de la
Comunidad de Madrid, María Teresa Feito. La jueza recuerda en su auto que la
causa ya está en una fase procesal “más avanzada”, próxima al auto de
procedimiento abreviado (equivalente al procesamiento). Se refiere también a la
actuación de los profesores que, según la Guardia Civil, calificaron a los
alumnos VIP con escasos minutos de diferencia e incluso “a horas intempestivas”
de la noche. La jueza consideró en un primer momento que esto indicaba que
todas esas calificaciones de asignaturas distintas las había hecho una misma
persona, pero indica que el Supremo considera esos actos “inocuos”.
Casado
celebra con los suyos la decisión del Supremo.
En
su exposición razonada, la jueza Rodríguez-Medel concluue que al hoy presidente
del PP le regalaron el título “a modo de prebenda o dádiva”. Casado obtuvo el
máster sin ir a clase y siéndole convalidadas todas las asignaturas a excepción
de cuatro, que aprobó con sobresaliente con otros tantos trabajos que sumaban,
entre todos, 92 páginas. El Tribunal Supremo no admite a trámite la exposición
razonada de la jueza de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, que vio en su actuación
indicios de prevaricación y cohecho impropio. La Fiscalía alega que no hay “dato
alguno” que avale que el líder del PP obtuvo su posgrado en la URJC de forma
fraudulenta. En el auto del alto tribunal en el que se rechaza investigar al
líder del PP, Pablo Casado, por las irregularidades de su máster, se apunta que
existían “indicios de que se ha dispensado un trato de favor al aforado”, en
alusión al presidente de los conservadores. Sin embargo, Casado considera ahora
que el texto del Supremo “no dice eso ni mucho menos”. Y asegura que “si la
instrucción dijera que hubo trato de favor no sería punible”. Por ello, ante la pregunta de Eldiario.es
sobre ese “trato de favor” indicado por el Supremo, Casado asegura respetar a
los medios de comunicación “pero estos tienen que hacerse coherentes y tienen
que mirar la hemeroteca”. Recuerda que “no solo el Supremo ha archivado” el
caso de su máster, sino que “también lo archivaron las universidades públicas”.
Y, en un foro organizado por el diario ABC, Casado zanja: “Espero que todos
tengan la misma transparencia, seriedad a la hora de que se valoren sus trabajos”.
La
fiscala general del Estado, María José Segarra no descarta recurrir el archivo
del caso Máster.
La
fiscala general del Estado, María José Segarra, informó de que el organismo que
dirige está estudiando el auto en el que la jueza Rodríguez-Medel archiva casi
todo el caso Máster. Considera que la decisión del Supremo de no investigar a
Pablo Casado no tiene por qué implicar el cierre de la causa y no descarta la
posibilidad de presentar un recurso. “Del auto del Tribunal Supremo creo que no
se desprende una resolución como la dictada”, señaló Segarra durante la
apertura del año judicial militar. Añadió que el auto “está en estudio y, en su
caso, si se recurre, se informará”. Los magistrados del Tribunal Supremo no
apreciaron “indicios consistentes” de su participación delictiva, aunque sí
admitieron “indicios” de un “trato de favor” que “pudiera merecer otro tipo de
consideraciones ajenas al derecho penal”. Tres días después, la jueza que
investiga el caso Máster, decide aplicar el criterio del Supremo sobre Casado
al resto de los afectados y cierra toda la instrucción por los delitos de
cohecho y prevaricación. Solo seguirá investigando la falsificación del acta
del Trabajo de Fin de Máster de Cristina Cifuentes. Según explica la fiscala
general del Estado, la Fiscalía Provincial de Madrid “está estudiando” el auto
de archivo de “cada persona” para “determinar si en su conducta hay indicios de
criminalidad”. Segarra dijo que no cree que la jueza Carmen Rodríguez-Medel
esté enfadada con la Fiscalía tras pronunciarse en contra de que el Tribunal
Supremo investigue a Pablo Casado. “Yo nunca me enfado con ningún magistrado
cuando resuelve en sentido contrario a lo que yo impugno”, señala la fiscala
general. La jueza reprocha a la Fiscalía del Tribunal Supremo que, a raíz de su
informe, sea cada vez más difícil abrir una instrucción ante la exigencia de
que haya “indicios incontestables de la existencia de responsabilidad penal”. Aseguró
que “no ha habido ninguna descoordinación ni ninguna contradicción en este
procedimiento” entre la Fiscalía del Supremo y la Fiscalía Provincial de
Madrid. “Esa disparidad de criterios no existe como tal”, precisa, añadiendo
que los pronunciamientos son siempre de “conductas personales” y, por tanto, “hay
que hacer un abordaje personal”.
Los jueces Monterde, Llarena,
Marchena y Colmenero.
Curiosamente,
en el plantel de profesores de dicha Universidad Rey Juan Carlos figuran varios
magistrados que hoy forman parte de la Sala II y en concreto de su Sala de
Admisión que decidieron sobre Pablo Casado y su máster en esta misma
Universidad. Entre estos se encuentran Manuel Marchena Gómez, de Miguel
Colmenero Menéndez de Luarca y de Francisco Monterde Ferrer. Según Los
Genoveses, el primero es presidente de la Sala II del Tribunal Supremo, el
segundo es magistrado también de esa misma Sala, y el tercero, además de
magistrado, comparte con los 2 anteriores ser uno de los 5 miembros de la Sala
de Admisión del Tribunal Supremo que decidieron sobre la exposición motivada
que la jueza Rodríguez Medel les remitió el pasado 6 de agosto para que el
aforado, Pablo Casado fuera investigado por cohecho y prevaricación. Cuatro de
los cinco jueces del Supremo que decidieron sobre Casado fueron aupados por
vocales del PP en el CGPJ. Marchena, Llarena, Colmenero y Monterde ascendieron
frente a candidatos progresistas gracias a los votos de los conservadores. Los
cuatro decidieron, junto a la progresista Ana Ferrer, si imputaban al líder del
PP por prevaricación y cohecho. Llarena y Colmenero participaron en charlas de
FAES, la fundación vinculada al PP y en la que trabajó Pablo Casado como
asistente. Marcos Paradinas, de ElPlural.com, nos aclara que “tres jueces del
caso Casado son profesores de máster en la URJC con los abogados del líder del PP.
Los tres impartieron el máster en Derecho Penal Económico junto a letrados de
Oliva-Ayala y el profesor de Cifuentes y Casado”. Y, según Los Genoveses,
Marchena, presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, está considerado
como el ariete judicial del PP. “En la lista de profesores también está Miguel
Colmenero, el juez designado como instructor en el Tribunal Supremo de la pieza
sobre Casado del caso Máster. Y comparten la condición de docentes Manuel
Marchena, presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, y Francisco
Monterde, ambos miembros del grupo de cinco jueces que decidieron si imputaban
a Casado”. El juez Colmenero ha sido vocal del Consejo Fiscal entre 2000 y 2002
y vocal de la Junta Electoral Central en la legislatura 2004-2008. También ha
ejercido de presidente de la conservadora y mayoritaria “Asociación de
Fiscales”. Fue firmante de numerosas sentencias y en muchas de ellas ponente
como es el caso de la que condenó al juez Baltasar Garzón por las grabaciones
en el Caso Gürtel. Ha participado en diferentes seminarios organizados por la
“Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales” que, según se expresa en
su propia presentación, “trabaja en el ámbito de las ideas y las propuestas
políticas”. Desde su creación, en 1989, la Fundación está vinculada al PP y a
José María Aznar.
El rector de la Rey Juan Carlos, Javier Ramos.
“El
rector de la Universidad Rey Juan Carlos ha dado un giro inesperado y mantiene
vivo el caso Máster”. Así lo anunciaba el pasado miércoles Raquel Ejerique en
Eldiario.es: “La Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, con su rector Javier
Ramos al frente, ha decidido pedir a la Justicia que reabra el caso Máster que
afecta a su misma universidad en la época del rector Pedro González Trevijano
(hoy magistrado del Tribunal Constitucional)”. Raúl Rejón / Pedro Águeda
señalan que la URJC informó de que “recurrirá el sobreseimiento provisional de
las diligencias previas 886/2018 del juzgado de instrucción número 51 de 1 de
octubre de 2018”. Se refieren a la decisión de la jueza Carmen Rodríguez-Medel
de dar carpetazo a la investigación de los másteres de Cristina Cifuentes,
Pablo Casado y, presumiblemente, el de la exministra Carmen Montón, tras la
decisión del Tribunal Supremo de no investigar al presidente del PP. “Desde el
máximo respeto a las decisiones judiciales, la URJC no comparte los criterios
establecidos en dicha resolución relativos a la interpretación que se efectúa
del auto del Tribunal Supremo de 28 de septiembre de 2018 que ha dado lugar al
archivo de una parte sustancial de la causa”, dice en un mensaje esta
universidad pública.
Laura
Galaup recoge en Eldiario.es la lamentable impresión de un compañero de
promoción de Casado. Se trata de un alumno que defiende su esfuerzo y el de sus
compañeros para cursar el Máster Oficial en Derecho Autonómico. “El resultado
de todo este caso –dice– es que tenemos un título que no sirve para nada y que,
cuando lo enseñas, la gente se ríe. Yo, en mi currículum, he decidido ocultar
que lo tengo”. Otro de los alumnos ‘ordinarios’
–así los definió la magistrada Rodríguez-Medel–
también considera que este título podría empañar su perfil profesional. “Entiendo
que mi currículum puede quedar manchado, aunque no sería lo correcto. Si eres
una persona desconocida entiendo que no nos debería afectar”, añade. El
aforamiento de Pablo Casado dio un vuelco a esta investigación. La jueza de
instrucción había imputado a Cancio y a otras dos compañeras, que tenían un
expediente académico calcado al del líder del Partido Popular. Y había
concluido que al político conservador le regalaron el máster “a modo de
prebenda” por su “relevancia política”. Sin embargo, debido a su condición de
diputado, el tribunal que tenía que decidir sobre el futuro judicial de Casado
era el Supremo. El pasado viernes rechazó investigarle aunque vio indicios de “trato
de favor”. Estos dos compañeros de promoción del líder del PP lamentan que
desde el inicio de este procedimiento a Casado no se le hayan aplicado los
mismos criterios que al resto de compañeras que sí estuvieron investigadas. “Creo
que hay que cambiar la influencia de carácter político en la justicia”, apunta
uno de ellos. “No puede ser que desde el punto de vista judicial determinadas
personas tengan un trato especial”, replica el que reconoce que esta decisión
le entristeció. “Entiendo la decisión de la jueza. Si el Supremo dice que no
hay caso, no puede haber diferencia de trato para unos y otros. Entenderlo, lo
entiendo. Otra cosa es que esté de acuerdo. No sé si es delito o no, pero esa
persona [Casado] obtuvo un título que los demás tuvimos que trabajar y él no”.
El cachorro aventajado de Aznar que
viaja hacia el pasado.
Bajo
el título “Regreso al Futuro” el presidente del
PP viaja hacia el pasado. Pablo
Casado se dirige sin miedos ni complejos hacia un Partido Popular rancio y
duro. “En un sólo día -escribe Alejandro López de Miguel en Público-, y
eclipsando con su presencia la labor de sus escuderos conservadores, Casado
puede alabar y defender ferozmente a la Iglesia Católica; arropar a Arcadi
Espada —en la palestra tras escribir un texto con diagnosticada sobredosis de
homofobia—, e incluso remarcar su ‘lealtad’ a la Corona —por si quedasen
dudas—, tras negarse a investigar las finanzas del rey emérito en el Congreso
de los Diputados. Todo, tras recibir a asociaciones de víctimas del terrorismo
—tres de ellas— y reunirse con el número dos del Gobierno británico, David
Lidington. Y con reescritura de la Transición mediante. Y arrancando algún
grito de ‘¡Presidente!’. Siempre volando de acá para allá, hasta el punto de
que destacadas figuras del partido recuerdan que ya no es vicesecretario de
Comunicación, portavoz permanente. Toca reservarse, pero se resiste. Tampoco
tiene reparos en pedir públicamente que la princesa de Asturias, —una niña de
13 años—, participe en más actos oficiales; en vender al Papa Juan Pablo II en
el ‘artífice de la caída del Comunismo’, en criticar a esa ‘gente progresista’
que no se inmuta ante la matanza de cristianos en países como Irak o Siria. Ni
pestañea al negar la violencia de la Transición, al blanquear cualquier error
de la Iglesia en este periodo. Sobre épocas anteriores, ni siquiera toca
hablar. ‘Sin la Iglesia hubiera sido muy difícil que la Transición en España
fuera tan pacífica y ejemplar’. Por si fuera poco, en el súperjueves de Casado
no pueden faltar las soflamas sobre Catalunya... Por entrar, hoy no le flaquea
la sonrisa al afirmar que el tiempo le ha dado la razón sobre las
irregularidades en su máster —aunque el que el Tribunal Supremo sí encuentra
indicios de trato de favor—, o que logró completar sus estudios gracias al
‘consejo del padre Busto’: ‘Sigue tu vocación’. Y todo ello en un día”.
Ángel Garrido niega la
contaminación.
“En
el PP defienden mucho la libertad: la libertad de las casas de apuestas, la de
la comida basura o la libertad del coche. Una libertad cuyas consecuencias la
sufren más quienes menos renta tienen”. Con estas palabras, Jorge Moruno comienza
su artículo en Cuartopoder: “Con motivo de las constantes aglomeraciones
sufridas en el metro, el actual presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel
Garrido, respondía a las críticas vertidas culpabilizando a la política de
movilidad del Ayuntamiento de Madrid. Según su criterio, ha provocado que ‘muchas
personas más de lo normal están recurriendo al metro’, de lo que se deduce que
para el PP un incremento del uso en el transporte público es intrínsecamente
malo. Se suele atribuir a Thatcher haber afirmado que tener más de 26 años y
usar el transporte público es de fracasados; en el PP parece que piensan lo
mismo, y en lugar de adaptarse a la nueva movilidad hacen lo posible por frenar
y boicotear cualquier avance. En el PP defienden mucho la libertad: la libertad
de las casas de apuestas, la de la comida basura o la libertad del coche. Una
libertad cuyas consecuencias la sufren más quienes menos renta tienen:
ludopatía, obesidad y contaminación.
Restricciones de tráfico en Madrid por la contaminación.
“El
Partido Popular entiende que su modelo para Madrid pasa por la defensa del
coche privado, tanto es así, que vuelven a caer, -si es que alguna vez se
fueron- en el negacionismo climático, afirmando cosas como que ‘el protocolo
que ahora llaman de anticontaminación (del Ayuntamiento) le echa la culpa al
coche privado’. Para el PP las soluciones para el coche solo pueden significar
construir más carreteras, y está demostrado que lejos de solucionar el
problema, lo incrementa; más carreteras significa más coches. El PP se alinea
así con las tesis defendidas por Trump, frente a Madrid y Barcelona, que han
conseguido ubicarse entre las 27 grandes ciudades que más han reducido las
emisiones, acorde a lo que es un consenso en la mayoría de las ciudades y
regiones de países en nuestro entorno. En Dinamarca, incluso los partidos
conservadores han acabado por comprender que la salud y la polución de los
coches, es algo que afecta a la ciudadanía sin hacer distinción por la opción
ideológica.
“La
posición del PP -termina Jorge Moruno- es insostenible, anacrónica y totalmente
desubicada en nuestro tiempo. Un informe publicado por la NASA en 2010,
señalaba que los coches son los que más contribuyen al cambio climático, por lo
que considera que reducir su presencia supone una solución win-win, bueno para
mitigar el cambio climático, bueno para la salud. Por otro lado, el Parlamento
Europeo ha votado un recorte del 45% en las emisiones de CO2 de la industria
automovilística para los próximos años; cabe recordar las constantes
infracciones, ultimátum y multas que España ha recibido de Europa por
desatender las políticas medioambientales: “incumplir con Europa nos da mala
imagen” recordaba Rajoy. Quizás el PP debería revisar lo que entiende por
libertad, al no ser que ponga por encima la libertad de los coches frente a la
libertad de las personas, la libertad del humo (como en su momento con el
tabaco en los bares) frente a la libertad de respirar oxígeno, la libertad del
atasco frente a la libertad de movimiento. El derecho a vivir está por encima
del derecho a conducir, por lo que habrá que tomar muy en cuenta la apreciación
de Hegel, cuando advertía que “siempre que se habla de libertad es preciso
fijarse bien en si no serán propiamente intereses privados aquello de lo que se
habla.”
En
el diario “Ultima Hora”, el humorista Pep Roig se hace preguntas sobre la
persistente corrupción política. “Como profano en la materia política judicial
-se dice- no hago más que hacerme preguntas que por lego en la materia no me sé
contestar. El problema es que tampoco recibo respuesta de los expertos o
practicantes, no sé si es porque tampoco saben qué responder; o puede que no
quieran o interese hacerlo porque ‘bien así nos va, y que perdure’. Me refiero
a las dimisiones de políticos con cargo al serles descubiertas determinadas
prácticas irregulares en el ejercicio de su función oficial, o incluso
cometidas años antes de asumir ese cargo. A estos se les atisba cierto grado de
dignidad cuando sacrifican su carrera política y su prestigio al hacerse
público aquello de que se les acusa. Menos dignos y prestigiosos resultan los
que, ante hechos probados o con alta dosis de probabilidad de corrupción, abuso
de poder o traición a sus votantes, continúan tan panchos en sus cargos; o
‘resucitan’ con el aplauso y favor de sus colegas o forofos del partido, como
vemos que a diario sucede. Me pregunto por qué no existe una regla estricta y
clara de obligado cumplimiento por la que se pueda borrar para siempre del mapa
político y aledaños empresariales a los que han abusado del cargo oficial para
su favor personal. Como tampoco entiendo como pueda persistir el partido
político que los ampara y que ha sido acusado y condenado de corrupción,
financiación ilegal, tráfico de influencias. Y no vale el cambio de nombre.
‘Eso deberías preguntarlo a los votantes’, me dice alguien que tampoco entiende
por qué la gente protesta por tanta corrupción pero que continúa votándola ¿por
si algún día les beneficia?”.
Las fotomontajes y las imágenes más sorprendentes de esta semana:
Skake. La sala de máquinas.
El
periodista Máximo Prader. “El parecido entre Pablo Casado y El Cordobés no es
solo físico: el ‘no investigable’ tiene hasta un capote en el despacho”.
La revista Time apuntó a Puigdemont como uno de los favoritos del Nobel
de la Paz.
El
Parlamento Europeo insta a España, Francia, Alemania y el Reino Unido a que
dejen de vender armas a Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
El ex presidente del Gobierno tiene su propia religión que, en 'El Intermedio' han venido a denominar Iglesia Aznariana. En la esta religión, claramente teocéntrica, Aznar es el centro y origen de todo. Así, el Papa Wyoming y el Monaguillo Mateo, se basan en su palabra y sapiencia para promulgar su verbo por todo el mundo.
La Iglesia Aznariana prosigue su imparable crecimiento.
Aguirre
siente "mucha pena" de que Rato vaya a la cárcel "por 90.000 euros ya
devueltos".
Los obispos, a favor de enterrar a Franco en la catedral de La Almudena:
“Los muertos no tienen carnet político”.
Esta estatua, hecha
por el escultor danés Jens Galschiolt, significa: “Una justicia obesa, morbosa
e inútil, es cargada por un pueblo miserable, desnutrido y sometido por
completo”. Y no está muy alejada de la realidad que viven algunos países del
mundo.
El número de octubre de la revista satírica 'Mongolia' dedica su portada al “negro de Puigdemont”, 'Martin Luther Quim' (Torra), y su contraportada es un 'guiño' de respaldo al actor Willy Toledo, procesado por insultar a Dios y a la Virgen, y que también cuando cargó contra la fiesta de la Hispanidad en un comentario en Facebook. El procesamiento de Toledo reavivó el debate sobre la libertad de expresión, y desde la revista muestran así su rechazo.
El
humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Manel F. Pat, Vergara, Javirroyo,
Malagón. Eneko…
Contra Rajoy se vivía mejor.
Trillizos.
Pep
Roig, desde Mallorca: Caca's, Trapos y almas, Requisito indispensable,
Temporal, Mi tesoro, Clon, Dime a quien juzgas… y te diré…
Los vídeos de esta semana:
LATE MOTIV - Groucho Buenafuente y el "Procés” | #LateMotiv436
La soprano catalana, Montserrat Caballé, murió a los 85 años, en la madrugada del sábado, en el Hospital Sant Pau de Barcelona. Nunca anunció una retirada definitiva de los escenarios. Su última actuación se produjo en agosto de 2014, dentro del Festival de Música de Cambrils, donde actuó junto a su hija Montserrat Martí. Hoy la despedimos con ese bello canto a su ciudad, interpretado por ella, en 1991, junto al cantante Freddie Mercury, que abanderó los Juegos Olímpicos del 92.
Barcelona (subtitulada, video version 2012) - Freddie Mercury + Montserrat Caballé.
LATE MOTIV - Monólogo de Andreu Buenafuente. “Dancing queen” | #LateMotiv438
Polònia - Polònia - 04/10/2018
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