Cuando una imagen vale más que mil palabras.
El rey emérito acudió
como espectador de lujo al Gran Premio de Abu Dabi de Fórmula 1 a ver la última
carrera de Fernando Alonso. Allí, saludó al príncipe heredero de Arabia Saudí,
Mohamed bien Salmán, con quien se fotografió en el palco de autoridades del
circuito con la sombra del despiadado asesinato del periodista Yamal Khashoggi
aún presente. La fotografía se suma a la
terna de imágenes que socaban la imagen del rey. Y ha contribuido, como era de
esperar, a fomentar las críticas más feroces contra su figura.
La Monarquía, tanto la
del príncipe heredero de Arabia Saudí como la de la Corona española, atraviesa
sus horas más bajas. Podemos aprovecha la coyuntura para comendar una ofensiva
contra la institución. La pasada semana el secretario general morado, Pablo
Iglesias, analizó la utilidad de la Corona en la actualidad desde las páginas
de El País, desde donde solicitó su erradicación. EL Plural señala: “Desde que
trascendieron las grabaciones en las que Corinna zu Sayn-Wittgenstein acusa al
rey emérito Juan Carlos I de haberla usado como testaferro para ocultar dinero
y propiedades fuera de España, la imagen de la Monarquía española ha quedado
seriamente lastrada. Podemos registró junto a Compromís y Esquerra Republicana
de Catalunya (ERC) la creación de una comisión de investigación sobre los
negocios del rey emérito en el extranjero. Pero su solicitud fue desestimada en
hasta dos ocasiones por la Mesa del Congreso, ya que considera inviolable a la
figura del rey. En consecuencia, los morados remitieron una misiva directamente
al emérito solicitando su comparecencia motu proprio”.
El rey Juan Carlos acudió
a la capital de Emiratos Árabes acompañado de su hija Cristina, distanciada de
la familia a raíz del caso Nóos por el que su marido, Iñaki Urdangarin, se encuentra
en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila) para cumplir una pena de cinco años y
seis meses de prisión. El príncipe heredero de Arabía Saudí se encuentra en
medio de la polémica por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi por un
grupo de agentes saudíes y después de que la CIA concluyera en un informe que
Mohamed bin Salmán fue quien ordenó que acabaran con su vida. Khashoggi
trabajaba para The Washington Post y era crítico con el régimen saudí y
particularmente con el príncipe heredero.
Por su parte, escribe
Eldiario.es: “Aunque las relaciones de
amistad entre la Monarquía española y la Casa Real saudí son antiguas, la
imagen del rey emérito con el príncipe saudí deja en una situación muy
complicada tanto al rey Felipe VI como al Gobierno. Las relación entre ambas
monarquías han sido históricamente relevantes para los intereses comerciales de
ambos países: las exportaciones de España a Arabia Saudí superan los 2.000
millones anuales y España es el cuarto mayor proveedor de material de defensa.
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