Sendón de León, doctora
en Filosofía y escritora, dirigía hace una semana una carta abierta dirigida al
presidente Sánchez y publicada en Eldiairo.es, en la que le recordaba: “Frente
a la caza y los toros, la investigación; frente al ladrillo como imperio, la
vivienda digna; frente a la España cañí, la tradición humanista de nuestro
acervo histórico; frente a la ñoñería de los ‘capillitas’, la creatividad del
librepensamiento y del arte; frente a la xenofobia, la riqueza de las tres
culturas; frente a la destrucción de la naturaleza, la ecología profunda;
frente a un franquismo trasnochado, la memoria histórica; frente a la
homofobia, el orgullo de las diferencias; frente a la corrupción política, la
regeneración; frente a la deseducación competitiva, nuestra Institución Libre
de Enseñanza; frente a la cultura macho de los trogloditas políticos, el
feminismo liberador. Aquí tienes toda una carta de navegación. No te escores
hacia las aguas turbulentas ni encalles en los amenazantes farallones de la
costa pensando que ahí está la solución. Revive las emocionantes y valientes
aventuras de nuestros antiguos navegantes, los mejores del mundo. Te digo todo esto porque ellos van a enarbolar
la bandera de la patria para aporrearnos con ella. Una patria descafeinada de
turrones y belenes o bronca de toros, mujeres y vino. Las fuerzas progresistas
tenemos un acervo mucho más interesante y cabal que todas esas banalidades que
esgrimen como españoles. La patria como entelequia no existe, en todo caso, la
matria, porque la primera es el mapa, y la segunda, el territorio. (…) Lo que
nos tiene que guiar es la realidad presente, las necesidades reales de la
gente, la aspiración a ser personas cada vez más sabias, más justas y más
libres. Desde luego, más humanas. Lo digo porque algunos se quejan de que das
bandazos, que espero no sean más que rectificaciones necesarias a golpe de
timón según el estado de la mar. Eso es navegar. El viaje a Ítaca es lo que
tiene. Sin embargo, hace falta señalar
el puerto hacia el que precisamente navegamos, los peligros, corrientes y
tormentas que podemos encontrar. Y, con ello, un potente relato que nos impulse
a alcanzarlo. Otros dirigentes socialistas anteriores nos han querido
encandilar con el concepto de una ‘modernización’ repleta de AVES, autopistas,
fibras ópticas o turismo global, pero sin pasar por la Modernidad. España fue
uno de los pocos países europeos que no pasó por ella, tras el fracaso de La
Pepa, y nunca es tarde si la dicha es buena. Podría ser un buen relato, pero
tienes que interpelarnos, porque se trata de una navegación colectiva en la que
no somos simples pasajeros. Somos tu tripulación”.
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