“Roma”, de Alfonso Cuarón, se lleva el Globo de Oro a
la mejor película extranjera y a la mejor dirección.
“Roma”, del cineasta
mexicano Alfonso Cuarón, sigue su trayectoria para convertirse en una de las
películas del año. En la edición de los Globos, la película producida por
Netflix se ha hecho con dos de los premios más importantes de las categorías
cinematográficas a las que optaba: Mejor Dirección y Mejor Película Extranjera.
La Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood la sitúa como una de las
favoritas al Óscar en una edición que se espera movida. Ambientada a principios
de la década de 1970, la película es una versión semibiográfica de la infancia
de Cuarón en la colonia Roma de la Ciudad de México, y narra la vida de una familia
de clase media y su trabajadora doméstica.
Cuarón, responsable de la
dirección, el guión y la imagen, dijo sobre el escenario del hotel Beverly
Hilton de Los Ángeles (California) estar “eternamente agradecido” a sus
actrices, Yalitza Aparicio y Marina de Tavira. Y añadió: “La dirigió Libo -la
niñera que la cuidó y a quién va dedicada -, mi madre, mi familia... Esta
película no habría sido posible sin los colores específicos que hicieron quien
soy. Gracias, familia; gracias, México”. Cuarón utilizó el blanco y negro para
hablar de un México carente de color, en el que diferentes tipos de
desigualdades, ya sean sociales, raciales o de género, están presentes. “No
quería una película que pareciera vintage, que se viera vieja. Quería hacer una
moderna que mirara hacia el pasado”, afirmó el cineasta. Además de la
resolución, el dispositivo también cuenta con un gran rango dinámico que sirve
para apreciar toda la gama tonal de grises entre el punto más blanco y el negro
absoluto.
En “Roma” no hay ni héroe
ni siquiera antihéroe. La protagonista Cleo (Yalitza Aparicio) es un personaje
de raza indígena de clase baja, empleada doméstica en el México de 1971. La historia
se desarrolle en una colonia (barrio) de clase media de Ciudad de México, poco
frecuentado por el cine de moda y contribuye a alimentar el interés por
descubrir vidas y mundos nuevos, inherente al cine mejor considerado. Evoluciona
con el personaje protagonista de Cleo como hilo conductor, pero no como centro,
pues el centro son los acontecimientos que ocurren alrededor de ella, en la
familia principalmente y en el país. Su historia se resume en hacer lo que
siempre hace, de forma cíclica, limpiar y ocuparse de los demás. Su peripecia
original estriba en su no tan original embarazo no deseado.
“La elección de Roma -escribe
Valentín Fernández-Tibau, cofundador y director de Abcguionistas y Ars-Media-,
no es porque esté cosechando premios por todo el mundo, o porque esté
considerada por muchos como una obra maestra, sino porque viola o reta muchos
de los principios que se consideran inviolables para que un guion funcione,
según muchos gurús de este asunto. ¿Por qué funciona y llega a ser considerada
obra maestra si muchos de los fundamentos estructurales que se tienen por
imprescindibles no están presentes? (...) La obra puede ser considerada cómo el
extremo de la atrevida tesis estructural que promulgo desde hace tiempo: si las
escenas mantienen el interés activo del espectador una a una, la satisfacción
existirá si el final es satisfactorio, independientemente del recorrido
estructural”…
“La obra de Cuarón -insiste Fernández-Tibau- no
se conforma solo con retar las macroestructuras convencionales. También reta,
en muchas ocasiones, los principios de la microestructura escénica,
regalándonos escenas aparentemente vacías de contenido dramático, si no podemos
leer entre líneas o ver más allá de lo aparente. Para quienes no lo logren,
crea una segunda oportunidad sostenida por la impresionante fotografía, pero,
indudablemente es un triple salto mortal. El riesgo de hacer una obra que se
salga de la norma y confíe en sostener la atención e interés a través de
vectores alternativos, es siempre una apuesta arriesgada. Lo normal es que
conduzca al desastre, pero quien es capaz de sostener un malabarismo semejante,
no se le puede negar la genialidad… Téngase en cuenta también que juega el
riesgo en solo uno de los tres puntos de vista que debe sostener un autor
audiovisual: 1) el propio, 2) el de sus personajes y 3) el del receptor
(público). Si bien arriesga en el tercero, tiene extraordinariamente sólidos
los otros dos. El punto de vista propio, el equivalente al plan divino del
autor sobre el universo y destinos que crea en éste, lo controla hasta el
detalle. A su vez, el punto de vista de los personajes se manifiesta con una
autenticidad extrema, llena de vida, característica solo de quienes son capaces
de crear seres de carne y hueso. Cuarón lo logra aquí de forma deslumbrante
porque conoce a esos personajes, protagonistas de su propia vida. La brillantez
en estos dos puntos de vista y el hecho de que solo deje manga ancha en el
tercero, y aun así llena de recursos alternativos, hacen que la obra haya podido
tener el recorrido que ha tenido”.
ROMA | Tráiler oficial [HD] | Netflix
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