Roger Waters, ex líder de Pink Floyd, responde a las críticas por apoyar al presidente Maduro.
Roger Waters, músico y
activista británico, ex líder de Pink Floyd, llama a “no permitir que se
destruya” Venezuela “por unos barriles”, en respuesta a una carta abierta
dirigida a políticos estadounidenses por un grupo de “expatriados venezolanos”,
en la que piden apoyar al opositor, Juan Guaidó, y la que fue firmada, entre
otros, por una analista del banco de inversiones Goldman Sachs. Waters explica
en Facebook que, tras su reciente llamada en Twitter “EE.UU., ¡fuera las manos
de Venezuela!”, recibió una lluvia de reacciones de “todos los que hablan por
el pueblo venezolano, la mayoría de ellos blancos, de clase media y residentes
de la ciudad de Nueva York”. Una de ellas fue la respuesta de un viejo amigo
suyo, un músico venezolano expatriado, quien le invitó a leer una carta abierta
firmada, entre otros, “por una joven llamada Adriana Kohlhofer” y dirigida a
los “Socialistas Demócratas de EE.UU”.
La misiva, según Waters,
representa “una polémica apasionada en apoyo de las sanciones de EE.UU. y otros
tipos de intervención en Venezuela, con la esperanza de llevar al cambio de
régimen”, cambio que facilitaría la adopción de políticas económicas
neoliberales, incluido el regreso de la industria petrolera venezolana a manos
privadas. Sin embargo, lo que más llamó su atención fue descubrir, tras una
búsqueda en Google, que Adriana Kohlhofer, que “pretende hablar en nombre de la
gente de Venezuela”, es una analista de gestión de patrimonio privado en
Goldman Sachs. El músico británico cita resultados de un estudio realizado
entre los venezolanos entre el pasado 7 y el 20 de enero por la reconocida
empresa de encuestas Hinterlaces: un 81% de los encuestados no están de acuerdo
con las sanciones aplicadas por EE.UU. contra su país; un 78% no estaría de
acuerdo con una intervención internacional en Venezuela para destituir al
presidente; un 86% es contrario a una intervención militar internacional en
Venezuela y un 84% apoya un diálogo entre el Gobierno y la oposición para
resolver los problemas económicos.
Según Waters, estos
resultados demuestran que la opinión de la mayoría de los “venezolanos reales,
que realmente viven en Venezuela”, no coincide con “la narrativa que vende” la
analista de gestión de la riqueza de Goldman Sach, los altos cargos
estadounidenses, sus “acólitos sumisos” en Canadá, Australia, la OTAN y la UE,
así como “todas las dictaduras y cuasi democracias de derecha” en América
Latina “dominadas por EE.UU”. Los resultados de la encuesta representan “un grito
de corazón de un pueblo asediado”, que desea que “se levanten las sanciones
letales y draconianas” y que se le dé “el tiempo y el espacio” para encontrar
su camino; un pueblo que no quiere “ser los próximos Libia o Irak o Siria”, y
que pide a EE.UU. que “deje de alimentar a los chacales” entre ellos y de “flotar
como buitres” sobre sus campos petroleros.
En definitiva, “la
analista de gestión de patrimonio de Goldman Sachs es solo eso, no es ningún
oráculo”, asegura el activista, quien llama a “no permitir” que se destruya el “hermoso
país” caribeño “por unos cuantos barriles de alquitrán, que es lo único que les
importa”.
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