En un artículo en “Última
Hora” de hoy, Pep Roig se pregunta de qué se ríen los candidatos de estas
elecciones cuya campaña a punto está de empezar. Desde Mallorca, el humorista
reconoces: “El malvado ‘Joker’, archienemigo de Batman, luce una eterna
sonrisa, que no es tal sino la herida causada no se sabe bien cómo. Tal como
sucede ahora mismo con los políticos en comparecencia pública durante la
campaña electoral. No es una sonrisa, ni causa de accidente. Es una mueca del
rostro que seguramente precisa de sesión de masaje al término de la jornada
para encajar en su sitio músculos y huesos de la cara y descanso del cerebro. Miren
sino a Montesinos, el periodista fichado por Casado. El joven repeinado siempre
aparecía con rostro adusto y que ahora, en la presentación pública como
candidato en Málaga, lucía una especie rictus bucal, como si los dientes
amenazaran con salir disparados. Y el flequillo, suelto, a su aire y no como
cuando hablaba bien del PP en ‘Al rojo vivo’. Hay que estar a la par con
Casado, del que ya son más reconocidos sus dientes que su rostro, de tanto
enseñar los colmillos. De Rivera no sé si se puede decir lo mismo, porque nunca
sé si ríe o simplemente saca a relucir sus dotes de sarcasmo. Aunque se pone
serio cuando habla de los malos, los independentistas catalanes. Sánchez me
parece serio cuando se ríe, y que se ríe cuando quiere estar serio. Lo tengo
más claro con los de la cúpula nacional del viejo nuevo partido, que en público
no se ríen, más bien les veo como si estuvieran a punto de dar una ‘puta hostia’
al que se les ponga por delante. ‘Cómo traicionan el patrimonio, mientras el
gringo nos cobra el triple, cómo traicionan usted y los otros, los adulones y
los seniles. Por eso digo señor ministro, de qué se ríe, de qué se ríe’,
cantaba Quintín Cabrera, en 1976”.
Confieso, ante todo, mi
objetivo de ir desgranando, en los próximos domingos, los mensajes lanzados por
los partidos que más dinero, tiempo y dedicación dedicarán a lo largo de esta
campaña. Y empiezo hoy con el PP, que se ha travestido, según algunos intérpretes,
con las muestras desesperadas de Vox, pensando que, sin duda, le darán más
posibilidades. Así lo interpretaba el barómetro de enero del Centro de
Investigaciones Sociológicas (CIS) que apuntaba a un fuerte retroceso del PP.
Según los datos del instituto público, los populares retrocederían más de
cuatro puntos en intención directa de voto y quedarían en cuarta posición de
celebrarse unas elecciones, por debajo incluso de Unidos Podemos. En cuanto a
los líderes, los mejor puntuados fueron los diputados Ana Oramas (CC) y Joan
Baldoví (Compromís), con una nota de 4,5 puntos, mientras que, entre los
políticos de ámbito nacional, el primero volvía a ser el socialista Pedro
Sánchez, con 3,8, seguido de Alberto Garzón (IU) y Albert Rivera (Cs), con 3,6
y 3,5 puntos, según informa Europa Press. Y el presidente del PP, Pablo Casado,
caía medio punto y marcaba un 2,9, y Pablo Iglesias, secretario general de
Podemos, se quedaba en 2,8.
Pablo Casado y el PP mienten a los
españoles en materia económica.
Juan Torres López,
miembro del Consejo Científico de Attac España y catedrático de Economía
aplicada en la Universidad de Sevilla, advertía el pasado martes que decir que
Pablo Casado y el PP mienten habitualmente “no es un insulto sino la expresión
de un hecho cierto y objetivo que ha quedado demostrado en muchas ocasiones. Y
no sólo mienten cuando se refieren a cuestiones de política general sino también
cuando le hacen a los españoles propuestas de política económica”. En concreto,
Juan Torres señalaba que es falsa una de las ideas que están vendiendo
últimamente: que eliminar o bajar impuestos aumenta automáticamente los
ingresos fiscales, que crea puestos de trabajo y que hacerlo es
indiscutiblemente bueno para la economía en general y para todas las empresas y
personas en general. “Esta idea que ahora defiende el PP es muy antigua, pero
se popularizó en los años ochenta, cuando Ronal Reagan y otros políticos
neoliberales utilizaron el razonamiento de un economista llamado Arthur Laffer.
Su planteamiento es el siguiente: si los impuestos suben por encima de un
determinado nivel, un contribuyente racional rechazará seguir trabajando y eso
reducirá los ingresos fiscales provenientes de sus rentas o, en el caso de una
empresa, soportará costes tan elevados que no obtendrán beneficios y dejarán de
producir, reduciéndose también así los ingresos que antes pagaban al fisco. A
la inversa, si los impuestos bajan en lugar de subir, podría haber más oferta
de trabajo y más producción que aumentarán los ingresos fiscales… Por tanto, no
es verdad que bajar impuestos suponga siempre y con seguridad un aumento de
ingresos fiscales. La idea que defiende Pablo Casado y el PP sólo sería cierta
si se demuestra antes que en la economía española hay un nivel de tasa
impositiva en el que eso ocurre. Y resulta que es imposible determinar con
completa exactitud cuál es el nivel de esa tasa impositiva a partir del cual
disminuyen los ingresos fiscales, no sólo en España sino en cualquier otro
país”.
Esther Jaén escribe en
Cuartopoder: “Uno de los últimos episodios del PP, en su sucesión de negativas
parlamentarias, se produjo en noviembre de 2018, cuando se abstuvieron en la
votación de una moción en el Senado, que pedía una condena rotunda del
franquismo, la exaltación franquista y las fundaciones que aún hoy exaltan la
figura del dictador. Recientemente, además, Esther Muñoz, la senadora del PP, desencadenaba
una gran polémica al reprochar al gobierno que destinase 15 millones de euros a
“desenterrar unos huesos”. Posteriormente, pidió disculpas y trató de explicar
–con escaso éxito– que no se refería a las víctimas del franquismo y a la
partida destinada para desenterrar de las cunetas a las víctimas de la
dictadura franquista, sino a la exhumación de Franco. Así, el PP votó contra la
Ley de Memoria Histórica, contra la retirada de símbolos franquistas o contra
la anulación de los juicios políticos del franquismo. Mientras los dirigentes
de turno argumentaban que no convenía ‘reabrir heridas’ o que había que ‘dejar
en paz a los muertos’, alguno de los que fueron más osados, como el exministro
Jaime Mayor Oreja, aseguró, siendo eurodiputado, que no condenaba el franquismo
porque eso representaba ‘a un sector muy amplio de los españoles’ (…) La
respuesta del PP, cuando se aborda el tema del franquismo, incomoda a muchos de
sus dirigentes, que –según admiten– no tendrían reparos en condenar la
dictadura franquista, pero temen que eso moleste a buena parte de su
electorado. Por ello, los populares tratarán de evitar ese tema en campaña y, si
no es posible, se acogerán al argumentario más o menos consensuado en la
dirección del partido, que acusa de electoralismo a la izquierda y de querer
reabrir heridas ya cerradas, además de recordar que el PP ya condenó el
franquismo en su día”.
Casado, a mediados de febrero, comparece ante los medios, en Génova.
Íñigo Aduriz, en
Eldario.es, recuerda que, ante una bandera española colocada en el escenario de
la sede nacional del PP y junto a una televisión de plasma que proyectaba su
propia foto y su nombre escrito en letras grandes, el líder del Partido
Popular, Pablo Casado, perfilaba a mediados de febrero la que sería su campaña
hasta el 28 de abril. Compareció unos minutos después de que el presidente del
Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara el adelanto electoral en la Moncloa. “La
estrategia de Casado, por lo visto en su comparecencia de este viernes, será
personalista –pese a que él sostiene que todo es fruto de un trabajo ‘en equipo’–,
con una nueva agenda maratoniana que le llevará a recorrer todo el país en
apenas dos meses. Su gira estará cargada de símbolos patrióticos con el
objetivo de atraer al electorado más de derechas –el líder del PP quiere
recuperar a los votantes que huyeron a Ciudadanos y Vox–. En los próximos meses
el presidente conservador buscará además lanzar un mensaje muy claro a los
ciudadanos: o respaldan al PP o España se convertirá en un caos gobernado por
fuerzas que quieren ‘destruir’ el país y que son la ‘muleta de repúblicas
bolivarianas’. Y explicaba gráficamente que ‘el 28 de abril se elige Frente
Popular o Partido Popular’, lanzando ese mensaje tremendista sobre sus
oponentes políticos y haciendo mención a la alianza de los partidos de
izquierda y republicanos que ganó las elecciones en febrero de 1936, justo antes
del inicio de la Guerra Civil originada por el Golpe de Estado perpetrado por
militares insurrectos el 18 de julio de ese año. Se decide -advertía el
candidato popular- si España va a seguir siendo rehén de los partidos que
quieren destruirla o un liderazgo del PP para parar el desafío independentista”.
Casado volvió a utilizar varios argumentos falsos. Entre otras cosas, defendió
que el adelanto electoral comunicado era mérito suyo: “El PP ha conseguido como
oposición que Sánchez tire la toalla (...) hemos tumbado a Sánchez”. Pero, la
responsabilidad no fue de los populares, como asegura Casado y tampoco es que
nadie haya pillado al Gobierno negociando con los partidos secesionistas porque
ambas partes han informado de las participaciones.
Otra de las falsedades
defendidas por Casado, según Aduriz, es que fue la manifestación del domingo en
la Plaza de Colón de Madrid –convocada por PP y Ciudadanos, a la que se sumaron
Vox y fuerzas ultraderechistas y neonazis y que logró un apoyo ciudadano menor
del esperado pese a reunir a miles de personas– la que precipitó el fin de la
negociación del Gobierno con la Generalitat y los partidos independentistas. “Realmente,
fue la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, la que el viernes 8, dos días
antes de esa concentración, anunció que el diálogo con los independentistas se
había roto por su negativa a aceptar las reglas para las conversaciones que
planteaba el Ejecutivo. Tampoco es cierto que al líder del PP le diera ‘igual’
la fecha de las generales. Cuando comenzaron los rumores de que el Ejecutivo
podía convocar elecciones en el mes de abril, Casado pidió a Sánchez que
llevase la fecha de los comicios a mayo y las hiciese coincidir con las
autonómicas, municipales y europeas del día 26 de ese mes, en el conocido como
súper-domingo electoral. Como reconocían dirigentes populares en las últimas
horas, el líder del PP, que no esperaba las elecciones hasta otoño o incluso
2020, necesitaba más tiempo que los dos meses que quedan hasta los comicios
generales para poder escenificar su viaje al centro y atraer así a votantes
descontentos del PSOE abriendo el abanico de su electorado para garantizarse
una victoria en las urnas”. El líder del PP confía, de momento, en lograr una mayoría
suficiente como para no necesitar a los socios de Vox, pese a que todas las
encuestas publicadas vaticinan una fuerte caída de los votos de los populares y
confirman la fragmentación de la derecha. “Sabemos cómo se gobierna y tenemos
el plan para hacerlo”, concluye Casado.
“Casado engaña a la gente a base de mentiras o, en el mejor de los
casos, de medias verdades”.
¿Qué cabe esperar si se
aplicara la fórmula de Pablo Casado a la economía española? “En España -resume
Juan Torres López- ya se han hecho reformas fiscales para bajar impuestos y
sabemos perfectamente lo que han traído consigo generalmente: menos equidad y
ninguna rebaja sustancial del déficit y de la deuda. Es decir, ayudas
encubiertas para los perceptores de rentas elevadas y mayor déficit social. Lo
único que se puede esperar de la propuesta de Pablo Casado es lo mismo que
ocurrió en los Estados Unidos de Reagan: más déficit público y más deuda. Justo
lo que desea la banca para ganar dinero financiando al Estado a cuenta del
sacrificio de las personas corrientes y de las empresas que crean riqueza y
empleo. Hay que defender que el gasto público sea el adecuado y que no se
derrochen recursos. No hay nada gratis y estamos sobrecargando a la naturaleza
hasta niveles letales. Hay que defender la austeridad pública en el mejor y
auténtico sentido del término (y no en el tergiversado de los últimos años).
Hay que combatir y tratar de reducir la deuda que es una esclavitud impuesta
por la banca al resto de la sociedad y que paraliza las economías y las lleva a
crisis recurrentes. Hay que crear las mejores condiciones posibles para que las
empresas creen puestos de trabajo. Pero nada de eso tiene que ver con las
fabulaciones de los anarquistas de extrema derecha como Pablo Casado. Lo que
quieren en realidad es acabar con los bienes y servicio públicos porque no
creen en el Estado o, mejor dicho, que sólo creen en un Estado que puedan
patrimonializar para hacer con él lo que quieran a favor de los grandes
intereses económicos, como ha hecho el Partido Popular en las comunidades
autónomas donde ha gobernado. Están en su derecho. Pero no en el de engañar a la gente a base de mentiras o, en el mejor de los
casos, medias verdades”.
Alfredo
Prada (con corbata azul) acude a testificar en el juicio que se celebra en la
Audiencia Provincial de Madrid.
Alfredo Prada, vicepresidente de la Comunidad de Madrid en la etapa de
Esperanza Aguirre y actual director de la Oficina del Cargo, encargada de
detectar prácticas corruptas, es imputado por la Audiencia Nacional en el caso
del Campus de la Justicia que investiga, entre otros, presuntos delitos de
malversación, prevaricación y tráfico de influencias. El juez de la Audiencia
Nacional, José de la Mata, imputó al ex consejero madrileño por presuntas
irregularidades en las contrataciones del Campus de la Justicia de Madrid, siendo
llamado a declarar el próximo miércoles 27 de marzo, tal y como informan varios
medios. El auto ahonda en las sospechas sobre el capítulo de personal en el que
numerosas personas de confianza ocupaban multitud de cargos directivos sin que
hubiera un “criterio de racionalidad económico-organizativo” en relación con
los trabajadores. El juez apunta que “no se contó prácticamente con ningún
contrato de trabajo” y destaca que se habrían abonado 95,3 millones de las
arcas públicas, pero que de los 12 edificios previstos sólo se construyó uno,
el Instituto de Medicina Legal y que la persona encargada de realizar el
informe de valoración de las ofertas estaba vinculada a la empresa
adjudicataria. Curiosamente, Prada fue “fichado” por Pablo Casado para
investigar las corruptelas del Partido Popular. Se le encomendó ocupar la
presidencia de la llamada Oficina del Cargo Popular, creada en el congreso del
PP que se celebró en febrero del año pasado y que tiene entre otros cometidos “dar
cuenta al Comité de Derechos y Garantías de cualquier anomalía o irregularidad
que pudiera detectar en el desarrollo de las funciones” de esos cargos
públicos.
Prada, el hombre elegido por Casado para
vigilar el PP, imputado por Campus.
El PP se ha limitado a
informar de que actuará contra Prada si se le abre juicio oral y recuerda que
actualmente no ocupa ningún cargo en la administración pública. Pero no cabe
olvidar que Alfredo Prada es otro veterano dentro de las filas del partido.
Casado, agradecido con Prada por el pasado que los unía, lo nombró presidente
de susodicho órgano de control interno. Fue su jefe directo en su primer empleo
público cuando, sin haber finalizado sus estudios universitarios, fue nombrado
asesor parlamentario del propio Prada cuando éste era Vicepresidente segundo y
consejero de Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid con Aguirre de
Presidenta. Ya entonces el mecenas de Casado arrastraba unos antecedentes que le
acabarían favoreciendo. “Yo no era nadie, más que un diputado autonómico sin
capacidad de hacer nada en la Administración”. Así se defendía Pablo Casado, el
día que la causa sobre su máster era enviada al Tribunal Supremo. Lo cierto es
que Casado sí era alguien, más que la mayoría de diputados madrileños, y esa
condición estaba directamente ligada con el Campus de la Justicia que ahora
vuelve como el fantasma de las vacaciones pasadas. Cuando se firmó el contrato,
el 17 de abril de 2006, Pablo Casado era el asesor del mismísimo vicepresidente
del Gobierno regional. Un trabajo que, según su propio perfil laboral, ejerció
desde febrero de 2004 hasta mayo de 2007. De hecho, era la época en que Casado
aprobó el 70% de la carrera de Derecho en la Cardenal Cisneros. Y eligió este
centro porque se adaptaba a sus “condiciones laborales”, según fuentes de su
entorno citadas por eldiario.es. Y el actual presidente del PP mantuvo un
vínculo con el exvicepresidente madrileño que le ha llevado a rescatarle para
su Ejecutiva Nacional. Prada había dejado la política en 2015, cuando se quedó
fuera de las listas electorales, pero Casado no solo le ha devuelto a Génova,
sino que le ha nombrado presidente de la Oficina del Cargo Popular, el
organismo interno que evalúa si los candidatos y cargos públicos del PP son
idóneos.
El PP no hablará en camapaña ni del aborto ni de Franco. (“Es lo único que quiere la izquierda”).
Esther Jaén escribe en
Cuartopoder (‘Los temas tabúes en campaña del PP: aborto y Franco’): “Así, el PP
votó contra la Ley de Memoria Histórica, contra la retirada de símbolos
franquistas o contra la anulación de los juicios políticos del franquismo.
Mientras los dirigentes de turno argumentaban que no convenía ‘reabrir heridas’
o que había que ‘dejar en paz a los muertos’, alguno de los que fueron más
osados, como el ex ministro Jaime Mayor Oreja, aseguró, siendo eurodiputado,
que no condenaba el franquismo porque eso representaba ‘a un sector muy amplio
de los españoles’. Posteriormente, el PP llevó la siguiente Ley del Aborto al
Tribunal Constitucional, aprobada durante el mandato del presidente José Luis
Rodríguez Zapatero, con Mariano Rajoy como líder de la oposición, y se
comprometió a derogarla en su programa electoral. De nuevo en el gobierno desde
2011, el PP no derogó esa ley, apenas le hizo pequeños retoques en el capítulo
relativo a la posibilidad de que menores abortasen sin conocimiento paterno y
no dejó ver la luz al restrictivo proyecto de ley que había preparado el
entonces ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. El episodio en cuestión
provocó la dimisión de Gallardón. Pero ya en la nueva etapa de los populares,
tras convertirse Pablo Casado en su presidente, anunció que iba a promover una
vuelta a la ley de 1985. El aborto se convirtió en uno de los temas a abordar
en la conferencia ideológica del PP, de finales del año pasado. Sin embargo, el
tema se cayó finalmente del guión. Con la fecha electoral en el horizonte, el
PP prefiere no sacar a relucir un tema controvertido, que tiene dividida la
opinión de varios de sus dirigentes y también divide a su electorado”. Fuentes
cercanas a Pablo Casado aseguran que no se hablará sobre el aborto ni de la
exhumación de Franco durante la misma; entre los motivos, alegan que el resto
de partidos políticos lo utilizan para atacarles. “No volveremos a morder el anzuelo,
es lo que quiere la izquierda” - subrayan - pero lo cierto es que la
interrupción voluntaria del embarazo es una de las cuestiones que más
discrepancias internas genera entre las filas 'populares' y que siempre han
mostrado cierta tibieza en cuanto al dictador se refiere.
Sáenz de Santamaría evita
respaldar a Casado, a la espera de que el Supremo decida sobre su imputación.
La jueza concluye que a
Casado le regalaron el máster “a modo de prebenda” por su “relevancia política”.
Señala que el responsable del máster permitió que un grupo de alumnos se
sacaran el título “sin efectivamente cursarlo, sin mérito académico alguno”. “Sólo
se benefició a alumnos con una posición relevante en el ámbito político,
institucional”, aclara la jueza en su escrito al Supremo. La jueza plantea
dudas sobre la veracidad de los trabajos de Casado y pide al Supremo que
investigue cuándo fueron elaborados. Sáenz de Santamaría evita respaldar a
Casado a la espera de que el Supremo decida sobre su imputación.
María San Gil junto a Casado, en un acto de la campaña de primarias.
Cayetana Álvarez de
Toledo y Peralta-Ramos, XIIIª marquesa de Casa Fuerte, es una periodista,
historiadora y política con nacionalidad argentina, francesa y española. Es
miembro del Partido Popular y diputada por Madrid en la IX y X legislaturas de
las Cortes Generales y directora del Área Internacional de la FAES. Une ella
sola lo más florido de la derecha extrema española para luchar contra el
soberanismo catalán. Lo que no vale para
Cataluña, separarte de quien no te quiere, le vale a ella. La contradicción
tanto le da, con la pensión de divorcio que le reclamará a su marido, uno de
los miembros más distinguidos de las familias ricas catalanas: los Güell. Es nieto
del mítico Eusebi Güell, el mecenas de Gaudí. Participó en la discutida, y
quizás delictiva, salida a bolsa de Bankia y mueve mucho dinero. Cree que el
proceso de autodeterminación catalán es el mayor reto del país desde 1978, por
encima del terrorismo de ETA o el intento de golpe del 23F. Cayetana entiende
la huelga del 8M como un “disparate” y censura un feminismo que, a su juicio,
tiende “hacia un victimismo pueril, puritano y paralizante”. El “narcisismo
regionalista” y el “feminismo puritano” son los frentes que monopolizan su
discurso. La cabeza de lista del PP por la provincia de Barcelona, Cayetana
Álvarez de Toledo, se presentó el pasado miércoles ante sus simpatizantes
encarnando a las víctimas de la “xenofobia nacionalista”. “Parece que por no
hablar catalán yo no tengo derecho a presentarme candidata por una provincia
española. Cuando dicen eso demuestran que su proyecto es la cara amarilla de la
xenofobia”, aseguró. La candidata fue acompañada por el presidente del PP,
Pablo Casado, en un acto celebrado en la capital catalana donde dieron el
disparo de salida a la competición por obtener alguno de los 47 escaños que se
reparten en la comunidad. Las opciones de Álvarez de Toledo son ajustadas, pero
el partido cree que con ella al frente pueden maximizar los votos ante el
empuje de Ciudadanos y la emergencia de Vox. Como contrapartida, Casado desbancó
a Dolors Montserrat en Barcelona, aunque, según parece, la exministra podría
presentarse por Madrid.
Casado apoya a Cayetana.
Cayetana Álvarez de
Toledo y Peralta-Ramos, XIIIª marquesa de Casa Fuerte, es una periodista,
historiadora y política con nacionalidad argentina, francesa y española. Es
miembro del Partido Popular y diputada por Madrid en la IX y X legislaturas de
las Cortes Generales y directora del Área Internacional de la FAES. Une ella
sola lo más florido de la derecha extrema española para luchar contra el
soberanismo catalán. Lo que no vale para
Cataluña, separarte de quien no te quiere, le vale a ella. La contradicción
tanto le da, con la pensión de divorcio que le reclamará a su marido, uno de
los miembros más distinguidos de las familias ricas catalanas: los Güell. Es nieto
del mítico Eusebi Güell, el mecenas de Gaudí. Participó en la discutida, y
quizás delictiva, salida a bolsa de Bankia y mueve mucho dinero. Cree que el
proceso de autodeterminación catalán es el mayor reto del país desde 1978, por
encima del terrorismo de ETA o el intento de golpe del 23F. Cayetana entiende
la huelga del 8M como un “disparate” y censura un feminismo que, a su juicio,
tiende “hacia un victimismo pueril, puritano y paralizante”. El “narcisismo
regionalista” y el “feminismo puritano” son los frentes que monopolizan su
discurso. La cabeza de lista del PP por la provincia de Barcelona, Cayetana
Álvarez de Toledo, se presentó el pasado miércoles ante sus simpatizantes
encarnando a las víctimas de la “xenofobia nacionalista”. “Parece que por no
hablar catalán yo no tengo derecho a presentarme candidata por una provincia
española. Cuando dicen eso demuestran que su proyecto es la cara amarilla de la
xenofobia”, aseguró. La candidata fue acompañada por el presidente del PP,
Pablo Casado, en un acto celebrado en la capital catalana donde dieron el
disparo de salida a la competición por obtener alguno de los 47 escaños que se
reparten en la comunidad. Las opciones de Álvarez de Toledo son ajustadas, pero
el partido cree que con ella al frente pueden maximizar los votos ante el
empuje de Ciudadanos y la emergencia de Vox. Como contrapartida, Casado desbancó
a Dolors Montserrat en Barcelona, aunque, según parece, la exministra podría
presentarse por Madrid.
Pablo Casado y Cayetana
Álvarez de Toledo, en un acto del PP presentado en Barcelona. MIKEL TRIGUEROS
GTRES
Rubén Amón abría, el
pasado jueves en El País, una interrogación: ¿Se abre la política a la sociedad
civil? Según él, el fichaje de Pepu Hernández, como aspirante a la alcaldía de
Madrid ha introducido un corpulento desembarco de la sociedad civil —y militar—
en las listas electorales. “Ya había marcado Sánchez el camino con la pedagogía
de su Consejo de Ministros —Grande Marlaska, Duque, Huerta...—, pero han
terminado secundándolo los demás partidos políticos, unas veces pescando en las
aguas del populismo —Juan José Cortés (PP)—, otras recurriendo a la eficacia
empresarial —Marcos de Quinto (Ciudadanos)—, al ámbito judicial —Edmundo Val
(C's)—, a la notoriedad mediática —Montesinos, Álvarez de Toledo (PP)— o la
insólita proliferación de exmilitares. Más que una lista electoral, se diría
que Vox está formando un Consejo de guerra y enfatizando su idiosincrasia
castrense y ultraderechista. No porque haya recurrido a la categoría de los
generales retirados, homologables en sus derechos ciudadanos a cualquier civil,
sino porque se ha especializado en los afectos al franquismo y en los
nostálgicos del nacional-catolicismo. La pintoresca irrupción castrense no
contradice el interés que reviste el acercamiento de la política a la sociedad
civil. En realidad, son conceptos indivisibles: la política es la sociedad y la
sociedad es la política, pero la fiebre de fichajes, cosméticos o no, tanto
sobrentiende la conciencia de un aislamiento como pretende asear el
desprestigio de los partidos. Puede atribuirse a ellos la depauperación del
hábitat. La corrupción los ha desacreditado y hasta denigrado, pero también han
contribuido la virulencia de sus relaciones y sus mecanismos autodestructivos.
Lo demuestra el ajuste de cuentas de las listas electorales, una crisis
darwinista que Sánchez y Casado han compaginado con la maniobra de apertura a
la sociedad civil. (…) La política está mal remunerada porque los políticos han
convenido depauperar los sueldos para hacerse tolerar. La política expone a los
aspirantes a un ejercicio de pureza retrospectiva: un tuit impropio, una
estrategia fiscal o un comentario extemporáneo pueden malograr la aventura. La
política convierte una imputación en la garantía de una muerte civil. La
política escruta la vida privada hasta la persecución. La política limita o
condiciona el regreso a la actividad privada en cuanto haya el menor atisbo de
conflicto de intereses. Se trata de estimular un camino de perfección, pero no
está claro si para atraer candidatos o para ahuyentarlos en la custodia del
viejo sistema”.
Fotomontajes e imágenes
sorprendentes de esta última semana:
Casado se cubrió de gloria.
¿Recuerdan aquel anuncio de compresas en el que una señorita se
preguntaba que a qué olían las nubes?, se pregunta Zeleb.
“Hay quien ha recordado este spot publicitario
del pasado y ha hecho su particular símil con una de las últimas fotos de Pablo Casado. Sí, el
mismísimo líder del PP que, durante un acto de campaña de los populares en
Barcelona, se dirigía a su público con una gran bandera de España de
fondo sobre un cielo azul lleno de nubes. Una imagen que
al periodista Máximo Pradera le hacía recordar aquel
anuncio de compresas siendo esto lo que decía en Twitter: ‘¿A qué huelen
las nubes? Pablo Casado vive en un inacabable y cansino anuncio de compresas.
¡Zim Zum, Zim Zum!’. Comparación tuitera que ha generado un intenso debate a
través de las redes sociales y que hacía que muchos y muchas usuarias de
Twitter sacaran su lado más gamberro”.
Casado, de campana por Andalucía.
La familia de la derecha española
La deportista australiana Tayla Harris sufrió acoso por parte de
miles de personas en las redes sociales tras la publicación de una imagen
durante un partido. La imagen fue difundida por la cadena Seven Channel, y tras
el aluvión de mensajes “repulsivos” la jugadora contestó: “Aquí tenéis una foto
mía trabajando. Pensad en ello antes de comentar, animales. Me parece bien que
comenten o critiquen mi juego... pero estos insultos son inapropiados y mi
familia los leerá”. “Nuestra intención era destacar la increíble actuación de
Tayla Harris -escribió la cuenta oficial de la cadena en Twitter- y
continuaremos celebrando el fútbol femenino”. “Incluso el primer Ministro
australiano, Scott Morrison, quiso denunciar este tipo de comentarios. “Son
gusanos cobardes”, aseguró, añadiendo que “hay que tratarlos como los gusanos
que son”. Pero la jugadora de fútbol también recibió el apoyo de cientos de
personas. "El apoyo que he recibido ha sido muy grande y creo que ha
cerrado la boca a cualquiera que hubiera hecho un comentario aquí. Espero que
no lo hagan de nuevo”, explicó.
Y volvió la primavera. “Podrán cortar todas las flores, pero no podrán
detener la primavera”. Pablo Neruda.
“Recuerda, no eres extranjero, solo eres pobre. Si fueras rico no serías extranjero en ningún lugar”.
El humor en la prensa de esta
semana: El Roto, Peridis, Pat, Bernardo Vergara, Manel F, J. R. Mora, Fernando
Villalobos, Atxe….
Aprovechategui.
El farwest de Abascal
Se están pasando.
Javirroyo. Yo soy tú.
Le seguía la pista.
Antes de que sea tarde.
Marcos de Quinto.
Un hombre y su lazo.
Demasiadas señales.
¿Tan difícil es ser demócrata?
Producto de temporada.
Pep Roig, desde Mallorca:
Amarrando el futuro, Trampas, Estrategias renacidas, Peligros indeterminados, La
esencia, Argumentos de lance, Pero, ¿tenemos programa?…
Pep Roig presenta el
juego de las chinas, la nueva estrategia electoral del PP en Baleares. Gabriel
Company, presidente del PP balear, pretendía presentar a Margarita Durán,
presidenta del PP en Palma (la que está en primer término, de perfil y cara
seria) como n.º 1 en la lista de candidatos para el Congreso. Pero Pablo Casado
quiso imponer a María Salom (antigua consellera con Gabriel Cañellas, que fue
llamada como testigo en el caso túnel de Sóller, siendo decretada la
prescripción del delito). Ella pasó a ser durante años diputada por el PP en el
Congreso. En la comisión del 11M se la vio, con Eduardo Zaplana, Martínez Pujalte
y otros, riendo a carcajadas durante la intervención de María Manjón, cuyo hijo
murió en los atentados. Posteriormente, fue delegada del Gobierno en Palma,
presidenta del Consell y diputada del Parlament balear. El nombramiento de
Casado causó la protesta de muchos del PP de Baleares, que se sintieron
ninguneados. Finalmente, Casado dio marcha atrás y permitió que Margalida
Prohens sea la nº 1 por Baleares, mientras que María Salom es la candidata al
Senado. El “Juego de las chinas”, hace referencia al de los chinos, que se
juega con tres fichas escondidas en las manos.
DE QUE SE RIE - Quintin Cabrera
Cayetana Álvarez de Toledo: "Pedro Sánchez es más peligroso que Vox"
Polònia 21/03/2019
LATE MOTIV - Berto Romero. “La hostia” | #LateMotiv519 Que el creador del "no es no" venga a dar lecciones de diálogo, es de risa
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