Anoche, en la sede socialista de Ferraz.
Después de once años de
gobiernos y separatismos reaccionarios, la ciudadanía votó a la izquierda
progresista y abrió una etapa esperanzadora para el país. El PSOE, junto a
Podemos, supera con holgura PP y Ciudadanos y Vox que,
pese al apoyo ultraderechista de ésta, entra en el Congreso. Unidas Podemos, sostiene
la posible alianza de izquierdas en la próxima legislatura, con más del 14% de
los votos y 42 escaños en total, pese a haber perdido 29 escaños tras unos años
muy turbulentos para su partido. Los resultados pueden considerarse como una
dulce derrota pese a perder más de 400.000 votos. La formación morada es clave
para designar al inquilino de la Moncloa. El PSOE sumaría sus 122 escaños a los
42 de Unidas Podemos+En Comú Podem (su coalición electoral en Cataluña con el
partido de Ada Colau). 164 escaños a los que podrán añadir el diputado de
Compromís y con total seguridad considerar un aliado al candidato del PRC, la
formación regionalista de Miguel Ángel Revilla, que debutaba en estas
elecciones generales. En total serán 167, insuficientes para gobernar con
mayoría absoluta. Pedro Sánchez necesitará por tanto recurrir, de nuevo, a
formaciones nacionalistas e independentistas.
Tras la aclamación
popular de los votantes socialistas que esperaban a Sánchez en la calle Ferraz,
gritando “Con Rivera, no”, y la respuesta de su líder “Ha quedado bastante
claro...”, parece ser que este pacto queda descartado. El PP ha cosechado el
peor resultado de su historia, pasando de 137 escaños a 66 (menos de la mitad
de un plumazo) y con pesos pesados del organigrama popular como Javier Maroto,
número tres, fuera del Congreso. Tras el funeral del PP en Génova 13 en estos
momentos, el PP de Casado suena a un debacle sin paliativos y el panorama del
PSOE en el Gobierno parece más sosegado mientras suena la fiesta de Voz que, de
cero diputados pasa a 24.
El PSOE ha vuelto a
saborear la victoria electoral, logrando hacerse con el control absoluto del
Senado, donde cuenta con 122 senadores, frente a los 43 obtenidos en 2016,
debido a la debacle del PP que ha perdido casi 75 escaños, pasando de 130 en
2016 a 55 en estos comicios. La dirección de la formación conservadora
encabezada por Pablo Casado se ha quedado muda: no habrá ni ruedas de prensa ni
los principales dirigentes tienen previsto ofrecer ninguna entrevista en radios
o televisiones. Con la aplastante victoria socialista en la Cámara Alta, se
aleja el fantasma del artículo 155, que PP y Cs habían prometido aplicar de
nuevo en Cataluña. Los 'naranjas' han logrado entrar en el Senado con tres
escaños, Vox no ha logrado ningún representante, pese a los 24 obtenidos en el
Congreso.
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