Desde hace once años,
cantan en Cádiz cada carnaval para luchar contra el machismo. Cadiwoman
representa a una superheroína que cada año se disfraza de un personaje
diferente para evidenciar las desigualdades que sufren las mujeres. Se han
convertido en todo un fenómeno viral que registra centenares de visitas en
guerra contra el patriarcado.
El grupo “Cadiwoman” hace
“pedagogía del feminismo” a través del humor y desvela las constantes
desigualdades. Un referente a la hora de hacer pedagogía sobre el feminismo a
través del humor. Un trabajo coral donde todas sus componentes aportan, aunque la
figura de Susana Ginesta es importante como autora de las letras de la chirigota.
Licenciada
en Derecho y experta en políticas de igualdad, género e identidades, Ginesta ha
buceado en las letras de sus agrupaciones y ha sacado un libro bajo el mismo
título desde el que se puede analizar la sociedad. Lo publica la editorial
Macnilti. “Se trata de un ensayo, una retrospectiva de las letras que he sacado
en los últimos once años. Es la excusa para hablar de política, feminismo, y de
la necesidad de comprender la desigualdad y de transmitir herramientas para
transformar la sociedad con el humor como clave. La chirigota puede ser un
mecanismo transgresor y transformador porque el humor reblandece creencias”.
No sólo se habla de lo
que atañe a las mujeres, pero sí desde una perspectiva concreta. “Cada uno
escribe de lo que le apetece y nosotras hablamos de muchas cosas, pero siempre
tenemos en cuenta la perspectiva de género, un enfoque feminista para no
perpetuar roles. El humor se puede hacer desde muchas perspectivas, pero, si
queremos avanzar, no podemos caer en los chistes machistas de siempre. Hablamos
de muchos temas, pero sin caer en los tópicos”, subraya Ginesta a Francisco J.
Jiménez, en Eldiairo.es. “El Carnaval mantiene esa esencia crítica no sólo
desde lo local. Aquí se habla de sistemas políticos, de Trump o de Bolsonaro
porque es un medio donde se puede criticar lo más transcendente e incluso
espiritual. Dependiendo de tus conocimientos o de tu visión para abrir más o
menos tu espectro. Cuando se dice que en el Carnaval está todo inventado yo no
estoy de acuerdo, porque debe ir en paralelo a una sociedad que siempre va
cambiando”.
Susana Ginesta matiza las
diferencias, con el denominador común del machismo: “Está el Carnaval del COAC
y el de la calle. Los concursos tienen que avanzar, todavía hay muchos
resquicios de Carnaval añejo y se les puede dar una vuelta. El de la calle es
más anárquico y hay menos presión porque no hay un jurado, ni unos medios de
comunicación y es más libre. Es más cómodo expresarse porque no te encorsetas
tanto. El machismo se infiltra por todas partes y el Carnaval no está exento de
ese prisma patriarcal porque forma parte de la vida y de nuestra forma de vivir
y hay que mejorarlo poco a poco”.
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