Durante los últimos
meses, la imagen del monarca español ha caído de manera drástica hasta el punto
de suspender por primera vez durante su reinado. Así se intuye en la última
encuesta elaborada por SocioMétrica para el diario El Español: “El rey Felipe
VI no gusta a los españoles. Y lo hace cada vez menos. Con el paso de los
últimos años, el monarca ha ido perdiendo apoyo hasta el punto de que la
pandemia del coronavirus ha supuesto un serio retroceso en su imagen pública. De
hecho, la puntuación que Felipe VI obtiene entre los españoles se encuentra en
franco declive. Frente al notable (7,3 sobre 10) que consiguió en enero de
2018, su puntuación se ha desplomado hasta un suspenso (4,8 sobre 10) a fecha
del 27 de abril de 2020, según la última encuesta elaborada”.
No podemos contrastar
estos datos con el CIS porque, a pesar de las promesas del actual Gobierno, el
instituto sociológico continua sin preguntar a los españoles sobre esta
institución. Para conocer el último dato, tenemos que remitirnos al año 2015,
cuando la Corona obtuvo un 4,4 sobre 10, aunque Felipe VI consiguió que el
52,8% de los españoles aprobara su gestión. Ahora, con la caída de popularidad,
estos datos se podrían haber resentido sensiblemente.
Según Losreplicantes.com,
la imagen del monarca entra, con estos datos, en declive. De hecho, es la
primera vez que suspende durante su reinado con una caída especialmente
llamativa que se ha acentuado durante una crisis donde los españoles parecen no
haber encontrado utilidad en su figura. Lejos queda ya aquel notable que obtuvo
en enero de 2018, en plena crisis catalana, con unos máximos incluso superiores
a los años dorados del rey Juan Carlos, en la década de 1990. Lejos de la
crisis territorial, la figura del actual monarca se ha visto resentida, entre
otros motivos, por los escándalos de su padre, del que se ha alejado
públicamente, pero que ha manchado su honorabilidad frente a los ciudadanos.
A pesar de que el rey
Felipe obtenía aprobados a su imagen pública, su 'nota' entre los españoles
había bajado desde 2018 de manera progresiva. Pero, sin duda, hay un punto de
inflexión: febrero del año 2020. Aquel mes, con un 6 sobre 10, Felipe VI empezó
una auténtica caída que se acentuó en marzo, cuando el Gobierno decretó el
estado de alarma y el rey obtuvo un 5,6. En abril, la debacle siguió adelante
hasta el aprobado raspado, un 5, que ha terminado con el primer suspenso de su
reinado durante este mes de abril, donde ni siquiera ha llegado a la nota
mínima para aprobar su papel al frente de la Corona.
Dicen que las épocas de
crisis hacen temblar todos los cimientos, pero lo cierto es que la senda en la
que ahora se encuentra la imagen de Felipe VI no tiene visos de mejorar a corto
plazo. Todo, en el caso de que la Casa Real no decida emprender rápidamente un verdero
“lavado de cara” a la monarquía que permita que la institución vuelva a generar
un apoyo mayoritario entre la sociedad.
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