Pablo Iglesias, vicepresidente segundo del
Gobierno. (El Herrero)
“Podemos apuesta por el
reinado sin caducidad de Iglesias. ¿Mantiene aún el hilo con su pasado
militante? ¿Qué pasará si el Gobierno recorta y la calle se subleva?” Son
preguntas de Carlos Prieto a las que contesta en El Confidencial del pasado 23
de mayo en el reportaje “El futuro distópico del líder que asaltó los cielos”.
“Madrid —cuenta Carlos Prieto—, años noventa, un jovencito Pablo Iglesias
interviene en una asamblea huelguista universitaria. Sube el tono, se alarga,
se recrea... Hasta que un compañero le interrumpe al grito de: ‘Pablo, plasta,
¡vete al Parlamento!’. Por lo visto, Iglesias se tomó el consejo completamente
en serio. Pasó hace dos décadas. Pablo Iglesias tenía unos 20 años. Lo que
descolocaba de Iglesias entonces no solo eran sus arengas, sino que supuraba
ambición. Hablaba como si tuviera grandes planes, como si estuviera poseído por
la Historia, según coinciden varios excompañeros de viaje. Todos cuentan
diversas variaciones de la misma escena: Pablo Iglesias arengando a amigos,
militantes y masas; en bares, locales y manifestaciones antiglobalización.
Iglesias metiendo ‘una chapa tremenda’, y los presentes diciendo por lo bajini:
‘Por dios, ¡que alguien le calle!’.
Pablo Iglesias en un mitin en la Puerta
del Sol. (Reuters)
Prieto advierte que,
cuando Pablo Iglesias entró en el Congreso de los Diputados, cerró un círculo
con su pasado militante. “En los próximos meses —si el Gobierno del que es
vicepresidente se ve forzado a recortar y a contener la protesta social— podría
cerrarse otro. ¿El definitivo? Al tiempo que las costuras biográficas de
Iglesias están bajo creciente tensión, Podemos ha acordado ahora blindarle
hasta que él quiera: reelegido con un 92% de los votos y sin límite claro de
mandatos. Que la nueva política se parece bastante a la vieja, ya se ha dicho.
Que el Podemos de ayer se parece poco al Podemos de hoy, también. Ahora bien:
¿El Pablo Iglesias de hoy tiene algo que ver con el de ayer? Compra de chalet,
activación de plebiscitos para ventilar asuntos personales, purgas para
convertir el partido en búnker pablista, laminación de contrapesos internos,
mandato sin fecha de caducidad. ¿Está Iglesias atrapado para siempre en su
burbuja? Alcanzada la vicepresidencia y con el partido pacificado 'manu
militari', 2020 podría haber sido el año en el que Pablo Iglesias disfrutara
del poder... de no ser porque 2020 podría ser el año de la mayor carnicería
política en una década: no hay dirigente occidental que aspire hoy a mucho más
que a llegar vivo a Navidad. La crisis económica coronavírica va a tensionar al
límite las contradicciones políticas de Iglesias. ¿Habrá quiebre interno? ¿Se
romperá el hilo que une al vicepresidente con el militante? Esta es la historia
del hilo que une al Iglesias del pasado con el Iglesias del futuro. El relato
de lo que queda de ese hilo y de lo que hay al final del mismo”.
El líder de Podemos en Sol. (Reuters)
Hace dos semanas, se
celebraba la Tercera Asamblea de Podemos. “Al votar por Iglesias, la militancia
refrendó sus nuevas propuestas para el partido. Adiós a la limitación salarial.
El secretario general se reservó el nombramiento y cese de los cargos
sensibles. Los mandatos se ampliarían hasta los doce años (o más). ¿Pablo
Iglesias 'forever'? ¿Era una maniobra para perpetuarse él o a los suyos? ‘Iglesias
—¡explica a Prieto un miembro fundador de Podemos —tiene
fecha de caducidad’. Y Ramón Espinar, exsenador podemita y amigo del joven
Iglesias, incide sobre las medidas: ‘No es un problema de cobrar más o menos,
sino de proyecto político. Podemos se fundó desde la impugnación a una élite
política con grandes privilegios y emancipada de su pueblo. No lanzamos esas
medidas porque nos consideráramos mejores, sino como vacuna para no acabar como
ellos, de ahí la apuesta por limitar los mandatos y los salarios en política.
No era una coyuntura, sino una profundización democrática. Pero ¿por qué se
abandona ahora? Se hace en el marco de una renuncia: del Podemos como proyecto
de país al Podemos como bisagra de izquierda para gobernar con el PSOE. Podemos
ya es un partido de gobierno, sus dirigentes son élite política de izquierdas,
y como la coyuntura no demanda ya impugnar a la élite política, se eliminan
esas medidas. A mí todo esto me parece muy triste’. Espinar añade que Podemos
empezó siendo un proyecto para refundar España, por muy grandilocuente que
suene eso, y ha acabado siendo un partido a la medida de un líder. ‘Durante sus
años de militancia —explica el miembro fundador de
Podemos—, fue saltando de una organización a otra, no aguantó mucho tiempo en
ningún sitio, quizá por una cuestión de carácter, como si no estuviera hecho
para los proyectos colectivos. Ha demostrado gran habilidad, valentía y olfato
político para cabalgar las coyunturas. Pero también narcisismo y desprecio a la
construcción política colectiva. Ha acabado diseñando una organización a su
imagen y semejanza. Por eso, es difícil que Podemos sobreviva a su marcha, pero
no solo por la dependencia del líder carismático, sino por la renuncia a
construir un movimiento democrático más allá de la estructura de cargos. Iglesias
tiene una personalidad muy fuerte y un ego muy marcado. Se ha ido poniendo
retos y los ha ido superando. ¿El último? Ser el primer vicepresidente a la
izquierda del PSOE desde la II República. Siempre le ha preocupado mucho lo de
hacer Historia’.
Pablo Iglesias en un mitin en La Coruña.
(EFE)
Carlos Prieto insiste en
el ego de Iglesias. “¿Puede uno ‘hacer Historia’ sin acabar en la estratosfera
mental? El mal de altura es la pérdida de contacto con la realidad, la persona
devorada por el personaje, el delirio de grandeza. Si bien Rajoy salió de la
política con cara de haber gestionado una mercería en lugar del Gobierno de la
nación, cuando uno se pasa el día metido en el traje de estadista, con altos niveles
de presión mediática, rodeado de aduladores y dirigiendo los destinos de El
Pueblo, suele acabar tocado. Es una ley de hierro. La versión solemne de la
psicodelia mental de las celebrities. El 'weah' político. ¿Va a acabar ahí
Pablo Iglesias?”. “A Pablo —dice un
exmilitante que acompañó a Iglesias durante la construcción de Podemos— la imagen que le devolvía el espejo de joven era la
del dirigente comunista emergente, de cuando los partidos comunistas
importaban. Lo que quiero decir es que hay cierta coherencia biográfica entre
el Pablo de ayer y el Pablo de hoy. Como siempre ha tenido un alto concepto de
sí mismo, quizá el poder no le ha cambiado tanto. Aunque le haya entrado un
poco la locura del poder igual está más cuerdo ahora que nunca: como vicepresidente
del Gobierno, el concepto que tiene de sí mismo se ajusta más a la realidad que
antes, cuando solo era un militante insignificante... que hablaba como un
vicepresidente del Gobierno. Su autopercepción está bastante más ajustada ahora
a la realidad. Ya no hay disonancia cognitiva. Ya no hay delirios de grandeza.
Ahora estaría más centrado que nunca porque todo encaja”. “Iglesias —zanja el
exmilitnate —está en el séptimo anillo de Saturno, pero es que ya estaba en el
tercer anillo de Saturno cuando no era nadie”. Más ácida se muestra una antigua
diputada autonómica de Podemos: “Pablo Iglesias va a acabar tan sonado como
Aznar. Una mezcla de resentimiento activo contra los que le niegan su grandeza
e impavidez zen, diciendo que solo la Historia puede juzgarle”.
12 de noviembre del 2019. Firma del acuerdo para un Gobierno de
coalición entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez
Carlos Prieto habla con Raúl Sánchez Cedillo, traductor, miembro de la
Fundación de los Comunes y activista con encuentros y desencuentros con Pablo
Iglesias desde tiempos inmemoriales. Y le pregunta por los bandazos políticos
en función de lo que le conviene en cada momento. Raúl responde que Pablo
siempre ha sido persistente, siempre le ha gustado mandar, siempre ha tenido
bandazos. “Pero hay que tener cuidado con no caer en la tentación de la
ultraderecha: la caricaturización del 'todos los líderes democráticos son
tiranos'. Hay que intentar precisar más. Los bandazos de Iglesias tienen que
ver también con su propia formación, una mezcla de la tradición del PCE y los
movimientos autónomos madrileños, y con su voluntad de poder, claro, aunque sea
una voluntad de poder muy política. Yo le conocí a los 18 años y vi que era muy
especial en ese sentido. Nunca había conocido a alguien así… hasta que conocí a
Errejón, que era igual de especial que Iglesias, pero más inquietante. Son dos
tipos excepcionales por exceso de capacidad. Errejón era otro joven lobo, pero
más peligroso que Iglesias, por su falta total de empatía. A Pablo Iglesias le
pesa mucho lo qué piensan los demás de él, a Errejón, no. Se puede ver como una
debilidad de Pablo, pero también como una fortaleza: nunca estará desconectado
del todo, aunque se rodee solo de 'yes men' [gente que solo le da la razón], es
consciente de que algunas cosas que hace disgustan mucho. La afinidad entre
Errejón e Iglesias era la ambición desmesurada, pero también una sintonía
política: Laclau volcó en el peronismo la admiración que sentía por Togliatti
[Palmiro Togliatti, secretario general del PCI entre 1927 y 1964]. Es una
posición política que incluye necesariamente bandazos constantes: que no nos
recupere el Estado, pero siempre dentro del Estado y con un liderazgo que
decide todo en última instancia. Los bandazos políticos de Iglesias son muchas
veces oscilaciones de los mundos que hay en su cabeza. No sabemos a dónde nos
quiere llevar, quizá a un fracaso más, pero él cree que sabe lo que hace:
seguir la tradición del bloque histórico de Togliatti, un comunismo de lucha y de
gobierno... que tiene algo de territorio mítico porque apenas existió unos años”.
Errejón, t: “Ojo que Pablo es mucho
más que Podemos, que puede llevarse su cara y montarse otra cosa en cualquier
momento”.
Raúl Sánchez Cedillo advierte
que Podemos “no tiene apenas vida interna ya, y sin ella, es fácil sucumbir al
Estado, porque nadie resiste a la corte, es cuestión de tiempo. Es un 'partido
empresa', no es un insulto, sino una descripción. Es más una plataforma digital
de nuevo cuño que un partido bolchevique tradicional. Hay obsesión con la marca
y gran flexibilidad de todos los componentes... menos de dos: control estricto
de la comunicación y de los nombramientos. Podemos no tiene más democracia
interna que cualquier empresa. ¿Que tocas las narices a nivel interno?
Finiquito. Anticapitalistas acabó fuera, pero también jugó a eso, formó parte
de la construcción de una empresa política que se ha acabado quedando el que
ponía la cara (en la papeleta). Eso ya lo advirtió Errejón —en petit comité— tras las elecciones europeas
en 2014: ojo que Pablo es mucho más que Podemos, que puede llevarse su cara y
montarse otra cosa en cualquier momento. Cuando se pone más el foco en
hacer comunicación que en hacer política, se corren esos riesgos. No creo que
Iglesias tire la toalla hasta que los resultados sean rotundamente malos.
Tampoco le veo como líder de un partido político obsoleto, tipo los comunistas
griegos o portugueses, secretario general hasta que quiera la biología. Lo
dejará cuando se quede sin fuelle y considere que ha hecho su aportación a la
Historia.
¿Cuál es el futuro de Iglesias?
Para acabar, y puestos en
lo peor, ¿qué pasaría con Iglesias si Bruselas impusiera a España recortes
drásticos como los de Zapatero? “En cuanto llegara el recorte de Bruselas o
antes, crisis de gobierno, Podemos fuera y/o gobierno de salvación nacional,
mirlo blanco o elecciones. Como encima haya algún tipo de movilización o motín
popular, ya tenemos el psicodrama montado. O Iglesias ahogándose en sus
contradicciones”. No obstante, en el peor de los escenarios, Iglesias siempre
podría encontrar una salida, según Sánchez Cedillo: “Si les echan del gobierno,
podría aparecer como víctima de los poderes que aprovechan la pandemia para
hacer un ajuste mucho peor que el de la década anterior. Es decir, las
circunstancias respaldan su continuidad como figura política. Sus propios
errores (quien hace lo del chalet puede volver a hacerlo) pueden terminar con
él. Si no los comete tan gordos, su olfato político y su tenacidad en la
adversidad le pueden mantener en los juegos políticos hispanos mucho tiempo
más, sobre todo porque cada vez menos gente cuestionará la forma empresarial y
monárquica de su hacer político, se habrá convertido en 'un jefe’”.
Álvarez de Toledo se enfrenta y ataca a Iglesias de ser “hijo de un
terrorista”.
Sin embargo, es evidente
que Pablo Iglesias es igual de convincente cuando se defiende que cuando ataca.
Así lo demostraba, una vez más en la polémica provocada el pasado miércoles por
Cayetana Álvarez de Toledo, quien llamaba “terrorista” al padre del vicepresidente
segundo del Gobierno. Entre otras cosas, Álvarez de Toledo acusó a Iglesias de
tener “intimidad con el inframundo de ETA” y “complacencia con la violencia”.
Le llamó “burro de Troya de la democracia, embajador de los etarras” así como
de tener “un plan contra la democracia”, “violentar los derechos de los
españoles”, “apadrinar a los que buscan la destrucción del Estado”, “legitimar
la violencia”, de “usar la pandemia para imponer su proyecto” conectándole con
el difunto presidente de Venezuela Hugo Chávez, con los ayatolás de Irán y con otros
dirigentes de ese estilo. Después de hablar de Venezuela, la diputada
conservadora concluía así su intervención respondiendo a las alusiones de
Iglesias, molesta por el modo de tratarla de marquesa: “Usted es el hijo de un
terrorista, a esa aristocracia pertenece usted: a la del crimen político”. No era
la primera vez (ni la segunda) que la derecha atacaba con graves acusaciones a
la familia de Iglesias para meterse con él. El eurodiputado de Vox, Hermann
Tertsch, ya fue condenado en dos ocasiones por esto mismo. En una ocasión, por
relacionar al progenitor de Iglesias con un asesinato (un bulo muchas veces
desmentido) y, en otra, por llamar “criminal” a su abuelo. El padre de Pablo
Iglesias estuvo en la cárcel en 1973, por repartir propaganda para el 1 de
mayo. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, dio la oportunidad a Álvarez
de Toledo de retirar sus palabras, algo que despreció. Batet ordenó que se
retirasen del diario de sesiones. Posteriormente, Iglesias respondió,
asegurando que invitaría a su padre a que ejerciera las acciones oportunas.
La madre de Pablo Iglesias sale en defensa de su exmarido.
Las reacciones tanto en
la opinión pública como en las redes sociales no se hicieron esperar, con un
debate mucho más bronco, si cabe, que el del Congreso, tanto a favor del pasado
de Javier Iglesias, padre del secretario general de Podemos, por su lucha
contra el franquismo, como en contra por su opción, precisamente, de hacerlo a
través de la lucha armada. Al debate se adhirió voluntariamente María Luisa
Turrión, exmujer de Javier Iglesias y madre de Pablo Iglesias Turrión, quien
defendió apasionadamente a su excompañero con un tuit que terminó borrando, en
buena medida por los encendidos comentarios que generaba. Un tuit que decía
así:
El padre de Pablo Iglesias denunciará a
Álvarez de Toledo “Me jode porque son cargos públicos y las multas las pagamos
todos”.
Francisco Javier
Iglesias, el padre del vicepresidente segundo y líder de Podemos, anunciaba el
mismo jueves que denunciaría a la portavoz del Partido Popular en el Congreso
de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, por llamarle “terrorista”. Así lo
hizo saber durante una entrevista en el programa El Muro de laSexta. “Menuda
competición. Me atacó el de Vox y ahora tiene que atacar la del PP, pero me
jode porque cobran como cargos públicos y al final las multas las pagamos entre
todos”, aseguró Javier Iglesias en la entrevista. No era la primera vez que
Álvarez de Toledo protagonizaba una polémica de este calibre, ya que es
habitual en sus intervenciones, la falta de educación de la portavoz liberal.
Cargó contra Rubalcaba cuando este falleció, asegurando que él “no derrotó a
ETA”, y llamó” senil a Manuela Carmena días antes de las elecciones. Francisco
Javier Iglesias, inspector de trabajo y profesor de Historia en la Universidad
de Salamanca, fue detenido el 26 de abril de 1973, procesado junto con otros
tres detenidos y el 28 de abril ingresó en la prisión madrileña de Carabanchel
hasta junio. Así lo mencionó en su Twitter Pablo Iglesias, un día después de
que Hermann Tertsch le acusara también de asesino: “En 1973, durante la
dictadura, mi padre fue detenido y encarcelado por repartir propaganda en favor
del Primero de Mayo. Estoy orgulloso de esa generación que nos trajo las
libertades. Seguiremos denunciando en los tribunales las difamaciones ultras”.
Pablo Iglesias: “Yo creo que a ustedes les
gustaría dar un golpe de Estado, pero que no se atreven”.
Al día siguiente, jueves,
en la Comisión para la Reconstrucción Económica y Social formada en el Congreso
se produce otra bronca que termina con la salida del portavoz de Vox en la
Cámara, Iván Espinosa de los Monteros, tras molestarse por unas palabras de
Pablo Iglesias sobre la formación de ultraderecha. El vicepresidente segundo
del Gobierno afirmó que su deber era hablar con los dirigentes de Vox “porque
son los representantes de muchos españoles”. El diputado del PP, Mario Garcés,
le preguntó a Iglesias si consideraba “adecuado” que el expresidente de la
Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, acudiese como compareciente a la
comisión. El vicepresidente le respondió que, pese a “no compartir” muchos
postulados con Puigdemont, estaba dispuesto a “dialogar con cualquiera”, y añadió
que era su deber porque él era el representante “de muchos españoles que le han
votado”. Las palabras del vicepresidente provocaron la reacción del portavoz de
Vox, que pedía amparo al presidente de la comisión, Patxi López, para que diese
a Iglesias la oportunidad de retirar sus palabras: “Ha dicho el ponente que
nuestro grupo quiere dar un golpe de Estado”, se queja Espinosa. López
interviene para recordarle al portavoz parlamentario que “la democracia también
consiste en escuchar cosas que no nos gustan” y aclarar que lo que dijo el
vicepresidente fue que “parece que quieran dar un golpe de Estado. No es lo
mismo”. “Yo creo —precisó Iglesias — que
a ustedes les gustaría dar un golpe de Estado, pero que no se atreven”. Lo que
desató la indignación del portavoz de Vox. Y, tras negarse Iglesias a matizar sus
palabras, Iván Espinosa, abandonó la comisión. El vicepresidente, con la
sonrisa entre dientes, aún tuvo tiempo de advertirle: “Cierre la puerta al
salir, señoría”. Al día siguiente, Pablo Iglesias reconocía: “Ayer dije la
verdad, pero me equivoqué, porque, al caer en una provocación, quité el foco en
los temas importantes, que eran los de la reconstrucción”. Y el vicepresidente
lamentó haber caído en la “provocación” del partido de Abascal y haber quitado
el foco en el tema central de la comisión del Congreso.
Pablo Iglesias, el mismo día en que el Gobierno socialista aprobaba en
el Consejo de Ministros el ingreso mínimo vital (IMV).
El mismo día en que el Gobierno socialista aprobaba en el Consejo de Ministros
el ingreso mínimo vital (IMV), Juanma Romero titulaba en El Confidencial: “Malestar
en el PSOE con Iglesias por sus salidas de tono contra la oposición”. “Unos y
otros, Vox y Podemos, siguen con su guion. Se retroalimentan y se necesitan”. Eran
las palabras de un presidente autonómico del PSOE, que resumía el malestar
latente en el PSOE con Pablo Iglesias en las últimas horas, disparado por su
enganche con Vox en el Congreso. Aunque algunos dirigentes sí compartían el
“guerracivilismo de la derecha”, en el partido socio mayoritario de la
coalición gubernamental no habían gustado las salidas de tono del
vicepresidente segundo en sede parlamentaria, por mucho que éste se replegara y
reconociera que fueron un error. Esos comportamientos, a la ofensiva, son
“innecesarios”, se apunta en las filas socialistas, y sirven para dar
argumentos a la oposición. “Y más aún, constatan con pesar algunos dirigentes
en el PSOE y en el Ejecutivo, cuando el Gabinete de Pedro Sánchez lleva
encadenando crisis y tropezones en las últimas dos semanas. Y ahora, por la
trifulca de Iglesias con la formación de ultraderecha. “Nosotros nunca
hubiéramos hecho eso mismo, nunca. Yo, a los de Vox, les gano la partida
siempre, pero con altura”, confesaba un ministro. “Se equivoca haciendo esto,
pero cumple su papel. Él sigue mentalmente en una tertulia”, terciaba un
miembro del Gabinete del presidente. “No ha gustado nada de nada en el partido
—manifestaba un mando de Ferraz—. Se considera una irresponsabilidad de Pablo.
Yo no le veo ventajas en seguir polarizando esto... La gente de la calle
empieza a estar hasta el gorro de tanto ruido”. Sin embargo, una dirigente del
círculo de confianza del líder socialista comentaba: “Lo que no nos gusta es la
actitud guerracivilista de la derecha. Nada que decir de Pablo. A algunos de
nuestros ministros no les he visto jamás contestar al PP”. Por su parte, Patxi
López reflejaba así su estado de ánimo: “Me gustaría pedir disculpas porque
esta mañana no estuve a la altura de lo que es y lo que significa esta
comisión. Ha habido algunas expresiones y algunos comportamientos innecesarios
—siguió, ante el silencio de sus señorías—, y no es lo que espera la ciudadanía
de nosotros y de esta comisión, que tiene la obligación de dar respuestas y
soluciones a las necesidades y urgencias que se viven en estos momentos nada
fáciles por millones de personas de nuestro país [...]. No estamos aquí para
insultarnos ni para atacarnos, sino para demostrar que la política sirve para
mejorar la vida de la gente”. Les ruego a todos que nos pongamos a trabajar,
imploró López. Espinosa de los Monteros volvió a la comisión y agradeció las
palabras del 'exlehendakari'.
Cayetana Álvarez de Toledo, protegida con mascarilla, a su llegada al Congreso
para la sesión de control al Gobierno.
Manuel Blanco Chivite
escribe en Público “Un asunto de padres” del que entresacamos: “De Cayetana
Álvarez, diputada del neofranquista PP, lanza, un insulto que no por tópico
deja de ser ofensivo. Llamó ‘terrorista’ al padre (eso de meterse con los
padres es taaaan francoargentinoespañol) de su rival político Pablo Iglesias,
uno de los vicepresidentes del gobierno. La base del insulto es que el buen
señor, el padre, Francisco Iglesias, luchó contra la dictadura de Franco y los
suyos (suficiente pecado) en las filas del FRAP, varios de cuyos militantes
fueron asesinados por los gobiernos del Generalísimo…El FRAP, como bastantes
personas saben, fue una de las muchas organizaciones de la resistencia
antifascista en España, activa durante los últimos años de la dictadura y hasta
el referéndum constitucional, poco más o menos…La dictadura de Franco lo fue
gracias a la ayuda militar y económica del régimen nazi de Hitler y del
fascismo italiano de Mussolini. Y fue la única dictadura de corte nazifascista
que sobrevivió intacta a la Segunda Guerra Mundial, en función de los intereses
hegemónicos de EEUU en y hacia Europa cuando se decidió desencadenar la llamada
guerra fría contra la URSS… A la mentada diputada, la figura de un luchador
más, uno de muchos, antifascista como fue el padre de su rival político, le
merece el título de ‘terrorista’. La frase fue pronunciada con aparente
frialdad, cierta rigidez corporal y apoyando la mano distraídamente pero como
para darse fuerzas (se necesita cierta fuerza, no solo hábito, para pronunciar
mentiras ante auditorios múltiples) en el atril de la tribuna, tenía voluntad
de significar algo así como no digo nada que no se sepa. El señor Francisco
Iglesias, a quien no conozco personalmente, fue, no sé si mucho o poco tiempo,
militante del FRAP y, mientras pudo y como pudo, luchó contra la dictadura. Fue
detenido, tratado como dios quiera que nadie trate nunca a Cayetana Álvarez, y
encarcelado. Un riesgo que muchos no corrieron y hoy se llaman demócratas, y
una honra, entonces y ahora…”.
La Cayetana se viste de gala.
“En una típica entrevista
adulona y de buen rollito — prosigue Blanco Chivite — o de esas que tanto
abundan en nuestra prensa, Cayetana Álvarez se refiere a otro señor y a otro
padre, al suyo precisamente, para informarnos de que habría pertenecido a la
resistencia francesa, El Mundo 8 de agosto 2015). Quizás, pese a su título de
historiadora, que espero no sea como esos otros títulos de no pocos de sus
congéneres de partido e ideología, no sepa que la nombrada resistencia francesa
lo fue contra los ocupantes nazis de Francia (esos mismo nazis que estuvieron
en España apuntalando la dictadura de Franco, entrenando a sus policías en
medios de tortura, y que seguían sosteniéndola) y que la repetida resistencia
luchó con las armas en las manos contra los amigos y homólogos de Franco y sus
colaboradores. Y en esa lucha hubo muertos por ambas partes, claro, ¿se podía
combatir a los nazis de otra manera, quizás mediante el psicoanálisis o la
meditación trascendental? Si es así, alguien debería habérselo dicho a
Chuchill, a Roosvelt, a Truman, a De Gaulle, a Stalin y a los judíos, entre
otros, se habrían ahorrado millones de vidas. También debería saber que los
nazis calificaron a los miembros de esa y cualquier otra resistencia en los
países que ocuparon o en los países con los que se aliaron, como de terroristas
y de bandas terroristas. Así que su padre, siguiendo los criterios de la hija,
habría sido un miembro de las bandas terroristas contra el nazismo. Su insulto
a Francisco Iglesias ha sido el insulto que lanzaron a su padre los nazis. Creo
que en lugar de vomitar contra el progenitor de su rival político debería, en
nombre de su padre, haber abrazado al vicepresidente en plan compañeros, tu
padre y el mío Pablo, unidos contra el fascismo, qué hermosura, y nosotros
aquí, defendiendo la democracia codo a codo. ¿No habría sido estupendo?; pero
parece que nuestros neos (franquistas) no están para muchas aleluyas ni, aun
menos, para muchas democracias. Si el padre de Cayetana Álvarez, antiguo
miembro de la resistencia contra los nazis, allá donde esté, ha oído a su hija
no habrá podido evitar ese atroz pensamiento tan español y a veces como esta
vez tan auténtico: Cría cuervos...”.
Karina Sainz Borgo
escribe el pasado viernes, en Vozpópuli, el artículo “El cardenal Iglesias”, en
el que expone que “lo cardenalicio le viene de lejos a Iglesias, no por el
habla afectada y pausada de prelado que usa, sino por sus prácticas a lo Papa
Borgia”. Sainz Borgo continúa recordando que Tania Sánchez fue la madrina de
Podemos y pareja de Iglesias cuando él saltó a la palestra política. “En plena
purga de los disidentes del Tercer Vistalegre, Iglesias recurrió a Irene Montero,
que de novia pasó a ser la madre oficial de la familia y ‘guardiana de las
esencias del partido’, como asegura Luca Costantini en su libro ‘Aquí mando yo’
(La esfera de los libros). Fue entonces cuando se mudaron a La Navata, esa
especie de corte de Escocia en Galapagar desde donde Iglesias y Montero
despachan agenda y alcoba, como si en lugar de un partido, dirigieran un reino.
Que Iglesias tenga a Irene Montero como el Papa Borgia tuvo a Vannozza
Cattanei, no lo exime de tener a su alrededor a unas cuantas Julia de Farnesio,
una de las amantes del prelado en su carrera por el poder de San Pedro. Como
ocurrió con Borgia, con Iglesias tampoco hay demasiadas pruebas documentales
sobre su corte sentimental y política. Pero basta dar un repaso para recomponer
el paisaje. Uno de los aspectos más criticados del Papa valenciano fue
justamente el reparto de cargos y favores que hizo entre sus familiares. Algo
parecido le ocurre a Iglesias con las mujeres con las que se le relaciona.
Desde la ministra de Igualdad, mano derecha y matriarca del Partido, hasta Lili
Verstrynge, quien recientemente ha sido nombrada asesora de la Vicepresidencia
Segunda del Gobierno y a quien se le atribuye una relación personal con
Iglesias. También a Dina Bousselham se le relaciona sentimentalmente con el
líder de Podemos, una versión que cobra fuerza tras la destrucción de la
tarjeta SIM del teléfono de la actual directora de La Última Hora, diario
digital afín a Podemos y que nace con la intención de luchar contra los bulos.
A este paso no es posible saber si Iglesias tiene un harén o un gabinete
político. Resulta curioso que el líder de un partido que se dice feminista
incurra en ese viejo gusto de los déspotas por la doble moral. Es decir,
predicar una cosa y practicar su contraria. De ahí el eficiente artilugio del
que echó mano esta semana Pablo Iglesias en la comisión de Reconstrucción del
Congreso, con el compadreo de Patxi López además. Es una cortina de humo
fabricada con el material que mejor sabe usar Iglesias: las palabras. Le gustaba
al líder de Podemos Juego de tronos, ahora le quita el sueño Baron noir, la
serie francesa inspirada en la estadounidense House of Cards y que elogió en
sus redes sociales. De cardenal Borgia a Richelieu, el vicepresidente
Cienfuegos apunta maneras. Hay tela suficiente como para empapelar varias
alcobas y, cómo no, socavar una estructura de separación de poderes que lo
encorseta bajo el traje cardenalicio. Entre la mitra y el pasamontañas, ¿qué
prefiere Iglesias?”.
“La Marquesa Álvarez de Toledo se sintió ofendidita por que la llamaran ‘Marquesa’
en el Congreso. Y en un arrebato llamó al padre de Pablo Iglesias terrorista. A
Hermann Tertsch, europarlamentario de VOX, hijo de nazi protegido por el
régimen franquista, ya le costó 15.000 euros tal afirmación. Al final le pagan
la hipoteca a Iglesias y Montero. Tenemos a Cayetana haciendo el papel de
pitbull que hacía Hernando, pero le falta el matonismo de bar de Rafa y le
falta la capacidad de debatir de toda noble pija acostumbrada a que le den la
razón”. (Skakeo FanZine)
Fotomontajes, imágenes y
fotos sorprendentes:
Cayetana Álvarez de Toledo saca una navaja
en el Congreso y amenaza con “rajar a los rojos hijos de puta que me critican”.
(Las
NEWS de El Jueves).
El PP, llamando a la insubordinación de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado. Vamos, que ha pedido un #GolpeDeEstado. Estos
irresponsables no son conscientes de la cantidad de víctimas inocentes que
puede haber. ¡La oposición más desleal y miserable del mundo! (José Manuel
Sevilla Lizón)
PP y Vox van a la
Comisión de Reconstrucción tras la crisis del Covid-19, a sabotearla. Ellos no
quieren que el país se reconstruya bajo un gobierno “socialcomunista”. Quieren,
como dijo Montoro, que el país se hunda para que ellos lo “levanten”. Y ya
sabemos cómo ellos “levantan” el país: con un 14% de paro y salarios de miseria
tras años de crecimiento económico. (José Manuel Sevilla Lizón)
La última ocurrencia de Casado.
En Minneápolis, tras el
asesinato de George Floyd, un hombre de raza negra por parte de la policía, que
lo asfixió durante largos minutos pese a sus desgarradores gritos y espasmos,
la clase explotada, cansada de los constantes atropellos, palizas y asesinatos
racistas que perpetran las fuerzas represivas del capitalismo estadounidense,
sale a la calle con la rabia hirviendo, quema varios edificios y otros lugares
simbólicos del poder capitalista. La protesta se enfrenta también a las
comisarías de la sede del condado de Hennepin. la ciudad más poblada del estado
de Minesota.
@ Nikolator
© CamiloTowers
Buenas tardes. Olvidar es imposible, lo
que sí se puede es recordar con inteligencia, sin demonios ni cadenas.
(Anónimo)
¡Nuevo día, nuevas oportunidades, nuevos
logros, nuevos motivos para sonreír!
¿Está al revés esta fotografía o la veo
mal?
El humor en la prensa de esta semana: El Roto,
Peridis, Eneko, Ortifus, , Enrique, Manel F, Pat, Vergara, Atxe, Salazar…
Deforme 8-M.
Llega a España el primer avión que debe guarda cuarentena.
Informes.
Recuerdos
Insostenibles.
La cabra siempre tira al monte.
La mala Cayetana.
La celebración,
Respondiendo a la prensa.
¿Es un pájaro?
Aristocracia y vida.
Pep Roig, desde Mallorca: En el Congreso de los
Diputados, Lo que pasa cuando no pasa nada, Volver a empezar, Derrumbes y
demoliciones, Qué bien que España vaya mal, A toda máquina…
Iglesias acusa a Egea de "llamar a la insubordinación" de la Guardia Civil Choque de Iglesias con Vox: "A Vox le gustaría dar un golpe de Estado" Iglesias, a Vox: "Creo que a ustedes les gustaría dar un golpe de Estado, pero que no se atreven" La voz de Iñaki Gabilondo | 27/05/20 | Una indecencia, una deslealtad y una imprudencia Pedro Sánchez (Pep Plaza) presentará sus cursos de magia “Màgic Sánchez”, en los que enseñará sus trucos para convertirse en el mejor ilusionista. Trucos como ahora hace desaparecer al jefe de la Guardia Civil. Polònia - 21/05/2020
Cataluña, como el resto
de Comunidades Autónomas, quiere reactivar el turismo para este verano tras su
caída en picado a causa de la crisis sanitaria del coronavirus. Para ello, el
Gobierno de la Generalitat ha lanzado una campaña titulada “¡Cataluña es mejor
con vosotros!”. El vídeo muestra paisajes de la comunidad, tanto de playa como
de montaña. “Esos lugares os extrañan”, relata una voz en off, “porque Cataluña
es mejor con vosotros”. La polémica llega después de que varios twitteros se
hayan percatado de que han desaparecido todos los símbolos independentistas que
cuelgan de ventanas y balcones, tanto lazos amarillos como banderas, de las
ciudades catalanas. Llama igualmente la atención el hecho de que esté narrado
en castellano en lugar de en catalán.
LATE MOTIV - Monólogo. Late Motiv Park, la nueva anormalidad | #LateMotiv717
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