La presidenta de la
Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, envió el pasado lunes al
Senado el 'impeachment' al expresidente, con lo que comenzará formalmente el
proces. Trump, el primer mandatario en la historia de EEUU en ser sometido a un
juicio político, lo será en esta ocasión bajo el cargo de “incitar a la
insurrección” por el asalto violento al Capitolio del pasado 6 de enero por
parte de una turba de sus seguidores, que dejó cinco muertos. El
trámite del pasado lunes puso formalmente en marcha este procedimiento en la
Cámara Alta, pero demócratas y republicanos pactaron que el proceso no empiece
hasta la semana del 8 de febrero.
El líder de la minoría
republicana, Mitch McConnell, había propuesto a sus colegas demócratas retrasar
el juicio político hasta febrero, para dar tiempo al exgobernante a hacerse con
un equipo legal que le represente. Pero, según explica el New York Times, una
vez que el artículo llegue al Senado, la cámara debe transformarse casi de
inmediato en un tribunal de acusación que deberá juzgar hasta que se llegue a
un veredicto. A diferencia del primer juicio político al que fue sometido
Trump, el pasado año, el Senado contará en esta ocasión con mayoría demócrata,
por lo que serán estos los que decidan a la postre el formato del proceso
contra Trump.
Ahora, Trump deberá
enfrentarse al segundo juicio que, de declararlo culpable, podría inhabilitarlo
para ejercer cargos públicos en el futuro. También será el primer exmandatario
en más de dos siglos de existencia del país que será enjuiciado después de
dejar el Salón Oval. Y, tras quedar vetado, Trump perdería su pensión
presidencial vitalicia y sus dotaciones económicas para viajar.
La extravagancia y la
provocación constante del expresidente, sobre todo a través de redes sociales,
ha sido en gran parte el impulso necesario para que se produjera
definitivamente polarización en el seno de la sociedad estadounidense. El
abandono de las causas sociales y raciales en el país y la nefasta gestión de
la pandemia han sido dos de las más graves acusaciones contra la legislatura
republicana. La condena a Trump liberaría a los republicanos de su influencia y
del peso cosechado por su fama nacional e internacional, además de impedir que
el presidente pudiera presentarse de nuevo en las elecciones al Congreso el
próximo año 2022 y a la presidencia en el año 2024.
Una vez que el
‘impeachtment’ alcance el Senado, son los miembros de la Cámara de
Representantes quienes actúan como fiscales y hasta 100 senadores ocuparán el
lugar del jurado. Trump tendrá la opción, por supuesto, de contar con el apoyo
de abogados defensores en este ‘juicio político’. Pero, en este caso, bastará
con una mayoría simple para decidir la prohibición de que Trump se presente a
un nuevo mandato. Además, el businessman cuenta con una gran desventaja ya que
en esta ocasión los republicanos no tendrán la mayoría en el Senado tras la
sustitución de dos de los senadores republicanos en Georgia por dos demócratas.
Es decir, ambos partidos en este ‘impeachment’ contarán con 50 escaños.
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