Pablo Iglesias e Isabel Díaz Ayuso. Dibujo de Luis Greña en ctxt.
A principios de esta semana, Juanlu Sánchez, cofundador y subdirector de elDiario.es, advertía en Aldía de la decisión de Iglesias, presidente de Podemos: “Un año después de tomar posesión de su cargo, dice que lo abandona para presentarse como candidato en la Comunidad de Madrid cuando ‘Podemos’ no parte precisamente con ventaja en el inicio de la carrera: se trata de la sexta fuerza política autonómica, en número de escaños y en las encuestas. Pablo Iglesias se tira del tren del Gobierno en marcha y se adentra en la selva política madrileña para enfrentarse a Ayuso en otra misión que, si le sale mal, puede terminar con su trayectoria institucional, pero, si le sale bien, volverá a ponerlo todo patas arriba”. E Ignacio Escolar advierte: ‘Pablo Iglesias empieza su retirada de la política. Falta por saber si ganará su última batalla imposible o si es una misión suicida’. ¿Por qué decide Pablo Iglesias dar este paso nunca visto? Aquí Andrés Gil y Aitor Riveiro te cuentan cómo fueron las 72 horas que han cambiado el rumbo de la política española por tercera vez en una semana. ¿Deben Pablo Iglesias y el partido de Íñigo Errejón (cuya candidata es Mónica García) hacer candidatura conjunta? Iglesias ha ofrecido someter su candidatura a primarias conjuntas de Unidas Podemos y Más Madrid. No es un ofrecimiento enteramente altruista: él sabe que, por número de inscritos, si las primarias son conjuntas y no por separado con listas negociadas, tiene todas las de ganar y sería el primer paso para reabsorber al errejonismo. Aunque la remontada total de Podemos parece una gesta complicada, sí podemos deducir que Iglesias tendrá mejores resultados que el 5% conseguido en 2019, al borde de la no-representación. ¿Arrastran más juntos o por separado? Será la pregunta de la semana. ¿Y cómo le viene todo esto a Ángel Gabilondo? Es el ganador de las anteriores elecciones y, si consigue hacerse hueco en campaña para dar imagen de moderación y tranquilidad entre Ayuso e Iglesias, puede sacar tajada, rascar votos de Ciudadanos y de una candidatura unitaria alrededor de Pablo Iglesias. Pero tiene que hacerse ver entre dos colosos de la comunicación en una tormenta mediática perfecta. Mientras tanto, la presidenta de la Comunidad de Madrid esboza su mejor sonrisa: ‘España me debe una, hemos sacado a Pablo Iglesias de la Moncloa’. Ha calmado, eso sí, las expectativas de que pueda gobernar con mayoría absoluta: ‘Me vine un poco arriba y dije lo de la mayoría absoluta, pero, si tengo que pactar, no tengo ningún problema con Vox’”.
El pasado miércoles en Las Cortes, el vicepresidente respondió a las preguntas del secretario general del PP, Teodoro García Egea, y del portavoz adjunto de Ciudadanos en la Cámara Baja, Edmundo Bal. El diputado del PP arremetía: “Qué poco nos ha durado. Si lo que quería era irse a la oposición, no ha podido elegir mejor candidatura que la de la Comunidad de Madrid. Ahora que se ha olvidado de nuestros mayores, de nuestros dependientes y de nuestros jóvenes, me gustaría saber en qué ha empleado usted su tiempo”. En referencia a la financiación irregular del PP a la que apuntan documentos como los papeles de Bárcenas, el vicepresidente le contestaba: “He empleado mi tiempo en gobernar e impulsar políticas sociales, mientras tanto, usted se ha dedicado a comprarse diputados de Ciudadanos ¿Cómo ha conseguido la pasta, la ha puesto usted o se la ha dado algún constructor?”. Finalmente, tras una serie de preguntas y repuestas entre Teodoro García y Pablo Iglesias, éste terminaba: “En España los comunistas se jugaron la vida para traer la libertad y la democracia a este país mientras su partido fue fundado por ministros franquistas. A los comunistas españoles no les llegan a la suela de los zapatos. Para ustedes la libertad es para que los privilegiados no cumplan las normas, para que los ricos no paguen impuestos; la libertad es sanidad con profesionales bien pagados, educación pública, y se menoscaba cuando una familia dedica el 70% de sus ingresos al alquiler. El proyecto político de ustedes y el de la ultraderecha es destrozar la libertad”. Luego, contestando a Edmundo Bal, en referenica a la crisis de Ciudadanos, Iglesias añadía: “En estos días han aprendido muchas cosas sobre cómo funciona la política. Fueron el alfil de poderes económicos y mediáticos. Un partido enorme llamado a ser el centro liberal, pero decidieron ir a la plaza de Colón con el PP y con la ultraderecha. Macron, una referencia ideológica de ustedes, homenajeaba estos días a Azaña y daba las gracias a los republicanos españoles por ayudar a su patria a liberarse de fascismo. Y ustedes, con Vox. Trataron de cambiar de estrategia, pero ya estaban moviéndose los billetes de Egea”.
Andrés
Gil/Aitor Riveiro muestran en Eldiario.es las 72 horas que
llevaron a Pablo Iglesias a ser candidato en Madrid.
“Iglesias llevaba meses hablando de su futuro relevo con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, un relevo que se ha visto precipitado por las elecciones convocadas en Madrid para las que se planteó también la candidatura del ministro de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, si bien finalmente fue el vicepresidente segundo quien decidió asumir el reto… Desde el anuncio electoral de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, los dirigentes de Unidas Podemos sopesaron la posibilidad de que alguien de dentro del Consejo de Ministros pudiera dar el salto a encabezar la candidatura para enfrentarse a Díaz Ayuso. La opción natural, la que venía trabajando Unidas Podemos desde 2019, era la de mantener a la que fuera candidata entonces, Isa Serra. Pero la actual portavoz estatal de la ejecutiva de Podemos tiene sobre su cabeza una inminente confirmación de una condena que la dejaría fuera de juego. En 2014, Serra participó en una manifestación para intentar parar un desahucio. Ahora está condenada a un año y siete meses de prisión por atentado contra la autoridad y otros delitos relacionados con los altercados que se produjeron aquel día en el madrileño barrio de Lavapiés. La condena, que está pendiente de ser confirmada o no por el Tribunal Supremo, incluye una inhabilitación para ser elegida en unas elecciones. Y la Fiscalía ya se ha pronunciado a favor de mantener la sentencia del Tribunal Superior de Madrid en los mismos términos. Por eso Unidas Podemos se planteó un plan B ante el adelanto electoral. El secretario general subrayó en esa reunión que la decisión de Ayuso marcaba ‘un punto de inflexión’. En los ámbitos de dirección de Podemos todavía sigue sorprendiendo su líder. ‘Es muy audaz, arriesgadísimo, asegura un miembro del Consejo de Coordinación del partido, que se pregunta: ‘¿Qué no ha sido arriesgado desde que Iglesias entró en política?’. ‘Se juega todo su capital siempre desde 2014’, dice un dirigente de Unidas Podemos sobre Iglesias: ‘No se le puede acusar de trepa’.
Después de varias conversaciones, Iglesias decide asumir el reto a lo largo del viernes (12 de marzo). “La decisión se fue cocinando durante horas, en las que también se puso sobre la mesa el nombre de Alberto Garzón, coordinador general de IU y ministro de Consumo. ‘Lo reflexionamos colectivamente’, explican fuentes próximas al líder de IU. Finalmente fue el vicepresidente del Gobierno quien dio el paso. Entre los dirigentes con los que habló Iglesias antes de hacer pública la decisión se encontraban Irene Montero, Juanma del Olmo, Enrique Santiago, Pablo Echenique, Jaume Asens, Manu Levin e Ione Belarra. Y, en la comunicación con el presidente, el lunes, Iglesias pidió a Sánchez, que Belarra, una de las dirigentes de su máxima confianza, fuera su relevo al frente de la cartera de Derechos Sociales. La Vicepresidencia, como dijo el propio Iglesias en el vídeo donde comunicó su decisión, será para Yolanda Díaz, que también mantendrá la cartera de Trabajo…’No renunciamos a nada, vamos a que sea presidente de la Comunidad de Madrid’, dicen en Unidas Podemos para combatir las encuestas recientes, alguna de las cuales no les da representación por no superar el listón del 5%. ‘Es un gesto de generosidad del vicepresidente, dejando el cargo para ir a parar a la ultraderecha y a Ayuso a Madrid. La derecha siempre ha estado hipermovilizada, el problema es la movilización de la izquierda, y eso sí puede hacerlo Iglesias, que sale a plantar cara a todo esto’…Fuentes de Unidas Podemos señalan que en la decisión de Iglesias también influye el candidato socialista. ‘Hay que tener en cuenta que el PSOE decide ir con un candidato al que tenemos un enorme respeto, pero al que se ha asociado con una cierta imagen de que no genera mucha ilusión y que no ha destacado mucho durante los seis años que lleva en la Asamblea de Madrid’… ‘El propio Iglesias está abierto a concurrir a unas primarias conjuntas con candidatos de Más Madrid, como Mónica García, si el partido de Errejón accede’, explican fuentes de Unidas Podemos. En el vídeo’, el vicepresidente admite que una de las razones por las que gobierna Ayuso fue la división de la izquierda en 2019 y llama a no repetir errores. Más País tendrá su lectura de lo que pasó entonces y nosotros tenemos la nuestra, pero es el momento de buscar una candidatura unitaria esta vez’
Andrés Gil y Aitor Riveiro advierten que, si la moción de Murcia generó una catarsis en la Comunidad de Madrid, la salida de Iglesias del Gobierno de coalición y de la política estatal genera movimientos tanto en el Ejecutivo como en Unidas Podemos. Fuentes próximas a Pablo Iglesias explican que “había cosas que ya tenía claras”, si bien “no se puede milimetrar la toma de decisiones”. Y una de ellas es que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, fuera la persona destinada a liderar el espacio político de Unidas Podemos. “Iglesias y ella ya venían hablando desde hacía meses de una idea que contaba con el apoyo de Irene Montero, una de las principales defensoras de que Díaz sea ahora vicepresidenta. Y esto ha venido antes de lo que hubiera sido deseable: uno no siempre elige los tiempos de las batallas. Pero es el momento de ir reforzando ese perfil de Yolanda para ser presidenta y que esto sea un revulsivo en Madrid, donde el PSOE pueda hacer una campaña de centro para recuperar a gente que votó a Ciudadanos y al PP, y que UP haga la suya en clave de izquierda y movimiento popular, de poner en valor el Gobierno de coalición y lo que se podría hacer en Madrid”. Según fuentes próximas a Díaz, ella misma ha tenido momentos de dudas en estos meses –sería la primera vez que una mujer lidera el espacio político a la izquierda del PSOE desde Dolores Ibarruri– sobre si realmente ha llegado el momento de que Pablo Iglesias se aparte como cartel electoral estatal–. A partir de ahora, Díaz no sólo será ministra de Trabajo, sino vicepresidenta, el mayor cargo institucional de UP; la persona con más galones de su espacio político en el Gobierno y quien tenga que negociar con el jefe del Ejecutivo. Ella ha sido la ministra que más ha acaparado los focos en Unidas Podemos, la que ha aparecido en las fotos del diálogo social y de acuerdos históricos como la subida del salario mínimo, y la que ha tenido que desplegar más gestión en esta era de la pandemia, con los ERTE y la pelea con las plataformas online por los falsos autónomos, además de las reformas enviadas a Bruselas, entre ellas la laboral y la de las pensiones. Ambos, Iglesias y Díaz, han hablado y han comido juntos después del anuncio del vicepresidente que pilló a la ministra en una reunión de trabajo de la UE. Si Díaz tenía alguna duda, o si pensaba que la decisión de Iglesias de dar un paso al lado en algún momento de la legislatura para dejarle paso a ella era reversible, ya no hay marcha atrás para quien empezó su carrera política como concejala de EU en Ferrol (A Coruña). Iglesias ha hablado con Sánchez minutos antes de anunciar su decisión y le ha pedido que Díaz permanezca como ministra de Trabajo y asuma la Vicepresidecia de Derechos Sociales y que Ione Belarra sea la nueva ministra de Derechos Sociales. ‘Tomaré las decisiones en los próximos días, tengo la mejor opinión de Yolanda Díaz y la vicepresidencia segunda corresponde a Unidas Podemos’, dijo el presidente, de visita en Francia junto a Emmanuel Macron.
Yolanda Díaz conversa con Pablo Iglesias en los escaños del Gobierno en el CongresoSato Díaz muestra en
Cuartopoder.es la “jugada maestra” de Iglesias en varias claves:
El adelanto electoral de
Isabel Díaz Ayuso pilla a sus contrincantes a desmano. Tras algunos titubeos
del PSOE por presentar a Margarita Robles, este partido decidió volver a
presentar a Ángel Gabilondo, candidato en 2019 y ganador de aquellos comicios.
Gabilondo, que ha estado desaparecido en los últimos meses, tendrá como
competidor a Pablo Iglesias, que baja del Gobierno al barro madrileño.
Iglesias será el
candidato que polarice frente a Díaz Ayuso, que no ha dudado en situar la
confrontación de mayo entre “comunismo y libertad”, demagógicamente. Esta
polarización ideológica que veremos en la campaña madrileña supondrá también
una movilización del electorado en unas elecciones que, en principio, parecían
muy fáciles para el PP.
En las últimas semanas, las tensiones en el Gobierno de coalición aumentaban por distintos temas (vivienda, ley trans, reforma laboral...). La decisión anunciada por Iglesias de dejar a Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, como máxima responsable de Unidas Podemos dentro del Ejecutivo, puede ayudar a que el tono de las relaciones en el seno del Gobierno se calme un poco. Por otro lado, será la actual secretaria de Estado de Agenda 2030, Ione Belarra, quien tome las riendas del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Belarra, por su parte, ha destacado por confrontar públicamente con algunas ministras socialistas, como con la propia Robles. ¿Cómo puede afectar esto a las relaciones en el seno del Ejecutivo?
La posibilidad de un
adelante electoral por parte de Pedro Sánchez es algo que se viene barajando
desde diferentes medios de comunicación. Unidas Podemos venía flojeando en los
últimos comicios, una tendencia que se suavizó en Catalunya, tras el varapalo de
Galicia y Euskadi del pasado verano. La debilidad electoral de Unidas Podemos
podía animar a Sánchez a unas elecciones anticipadas viendo que su socio
flojeaba.
Ayuso tiene buenos datos
en las encuestas y, al mismo tiempo, tendría la posibilidad de gobernar con Vox
si no consigue mayoría absoluta. Sería la primera vez que Vox entraría a
gobernar en una comunidad autónoma y marcaría un nuevo ciclo en la política
española. Unidas Podemos echará el resto para que esto no suceda y uno de los
principales mensajes de campaña está ya fijado: “Hay que parar a estos ultras”.
Iglesias se ha referido
en distintas ocasiones a que quien tomaría las riendas al frente del espacio
político sería una mujer.
Unidas Podemos había
perdido la hegemonía de la izquierda al PSOE en Madrid. Más Madrid, el proyecto
impulsado hace más de dos años por Manuela Carmena e Íñigo Errejón, fue hace
dos años la primera fuerza en el Ayuntamiento y quedó muy por encima de Unidas
Podemos en los comicios a la Asamblea de Madrid. La decisión de Iglesias va
también dirigida a consolidar el partido en Madrid, buscando una victoria
dentro del propio espacio político que se está disputando con quien fuera su
número 2, Errejón. Parece que la historia entre Pablo e Íñigo seguirá dando
nuevos capítulos.
Iglesias opta por dejar el Gobierno para enfrentarse a Ayuso en la Comunidad de Madrid. La duda que queda abierta es qué hará si no vence las elecciones o si las izquierdas no suman y el Gobierno es de derechas y ultraderechas. Cuesta imaginarle en la oposición en la Asamblea vallecana, su barrio de toda la vida, después de haber estado sentado en el Consejo de Ministros, aunque si algo hemos podido aprender estos años es que el líder morado siempre sorprende.
Fátima Caballero/Irene Castro/Aitor Riveiro/ Victòria Oliveres, resumen en Eldiario.es: “La izquierda concurrirá en las próximas elecciones anticipadas de la Comunidad de Madrid, dividida en tres listas. Tres papeletas para unas fuerzas progresistas que llevan sin ganar unos comicios desde 2003. El bloque de la izquierda solo volvió a sumar más votos que los conservadores una vez: en 2015, cuando la candidatura de IU Madrid encabezada por Luis García Montero se quedó por debajo del 5% de los votos. Pero el PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos-IU creen que el 4 de mayo no volverá a repetirse un escenario similar. Iglesias quiere evitar que su partido desaparezca del Parlamento regional, aunque ha fracasado en su intento de encabezar una candidatura unitaria para concurrir con sus excompañeros de partido, ahora en Más Madrid. Si no cambian las posiciones, habrá, por tanto, tres candidaturas, y todas creen que tienen opciones de lograr la ansiada representación: sumar en conjunto más que el bloque de la derecha que se presentará también dividida en tres. El PP sufrió, pero pudo respirar aliviado al lograr Díaz Ayuso el apoyo del PP, Ciudadanos y Vox. El bloque de la izquierda no ha conseguido superar los 1,7 millones desde 2004, en las generales que se produjeron tras los atentados yihadistas del 11 de marzo, en las que normalmente la participación baja, nunca han sumado más del 32,8% del censo (2003), frente al 37,6% de la derecha (2011). El equipo de Iglesias ve difícil arrebatar el Gobierno al PP, aunque cree que hay margen si Ciudadanos desaparece y sus escaños entran en disputa. La idea de superar al PSOE de Ángel Gabilondo no parece tampoco sencilla, aunque factible según se desarrolle la campaña. Iglesias es consciente de que un derrumbe en Madrid podría ser el final definitivo de Podemos. Su intención ahora, según ha declarado, es polarizar con Díaz Ayuso. Y contar con la reunificación con Más Madrid, pero Mónica García rechazó el martes la oferta de unas primarias abiertas, por lo que habrá tres candidaturas de izquierdas. El gran desafío es movilizar al electorado para superar en votos a la derecha y mejorar el respaldo del 33% del censo logrado en 2003”.
Así describe Aníbal Malvar la situación política en su artículo “Y el macho se hizo beta”, aparecido el pasado miércoles en Público:
“Dos circunstancias me ponen cachondo de la candidatura de Iglesias a la presidencia madrileña. La primera es kármica, pues Iglesias se lanza a conquistar los predios del renegado ex podemita Íñigo Errejón, su ex amigo del alma, y a los miembros de Más Madrid se les han puesto las terminaciones nerviosas como un manojo de margaritas azotadas por el vendaval. Mónica García, candidata errejonista, hablaba de ataque de testosterona cual un Eduardo Inda o un Francisco Marhuenda cualquiera. La verdad es que sí hacen falta huevos para dejar una vicepresidencia y encabezar la candidatura de un partido que, según las encuestas, corre incluso el peligro de desparecer de la Asamblea madrileñí. Pero la valentía no tiene tanto que ver con la testosterona. No es propio de un macho alfa dejar el pedestal del olimpo político para meterse en el fango autonómico de la capital, donde sabe que no ganará las elecciones ni siquiera al PSOE de Ángel Gabilondo, ese agradable y aburrido antipolítico con cara de estar acostumbrado a que nadie recuerde su nombre. La segunda circunstancia que me pone, en este inesperado avatar, es el hecho de que Iglesias ceda el testigo del liderazgo podemita no solo a una mujer, sino a una mujer que le va a hacer mucha sombra. Yolanda Díaz, con todos mis respetos, parece sacada del epitafio que Lord Byron dedicó a su perro Boatswain: ‘Un ser que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad, y todas las virtudes del hombre sin sus vicios’. La gallega, tan brillante como Iglesias, disimula mucho mejor sus vanidades y egolatrías. Y eso la hace mucho menos vulnerable a la máquina de fango mediático que, con toda seguridad, en breve empezará a arrojarle mierda”. Y añade Malvar que “Podemos necesitaba un cambio de liderazgo, y que éste tendría que ser asumido por una mujer. Simple cuestión de coherencia y compromiso. Y de pragmatismo: Podemos va a ser mucho más fuerte con una mujer en el cartel, pues así se entenderá mejor como movimiento y como partido. El hiperliderazgo de Pablo Iglesias empezaba a ser dañino para los morados. A base de basura mediática, se ha conseguido que muchos españoles odien de manera casi irracional (o sin casi) al Coletas, al Moños, al macho alfa (le llaman macho alfa porque le conocieron dos novias: hay algo de síndrome del castrati entre los que utilizan esta descalificación facilona). Lo cual que Pablo Iglesias se retira de la primera línea, y uno no puede dejar de sentir agradecimiento por lo que ha hecho durante estos años: ha cambiado de forma radical el decurso de la política española, tan emputecida por la corruptela incesante del bipartidismo. Y ahora, que había alcanzado el gobierno, se lanza a una nueva aventura incierta o más que incierta. Escucho poco la palabra generosidad, pero es la palabra que a mí me sale”.
“El liderazgo de Pablo Iglesias –escriben José MiguelContreras y Eva Baroja en el artículo “Las cuatro caras de Pablo Iglesias”, publicado en Infolibre– tiene especial relevancia desde la perspectiva de la comunicación política. Desde que se dio a conocer como figura mediática a través de las tertulias televisivas hasta el día de hoy, ha vivido un intenso y fulgurante trayecto lleno de incidencias y cambios de rol. En todo momento, parece haber podido decidir siempre su futuro. Cada gran paso que ha dado lo ha hecho con gran autonomía, condicionado principalmente por su propio criterio (…) Podemos y Pablo Iglesias vivieron casi dos años legendarios. Partiendo de la nada, llegaron a retar al histórico PSOE en las elecciones de junio de 2016 para arrebatarle el liderazgo de la izquierda y conseguir un histórico sorpaso que, finalmente, no llegó a producirse. De alguna forma, la película dio un giro imprevisto tal y como avanzaba el guion. Pese a obtener más de 5 millones de votos, se quedaron a 15 diputados de superar a los socialistas. El sueño se truncó y la evolución del perfil político de Iglesias modificó su rumbo. Su figura emergente e imparable empezó a transformarse en una esperanza truncada... La ruptura de la pareja Iglesias-Errejón se convirtió en todo un símbolo”…
“La segunda cara de Pablo Iglesias presenta rasgos de un líder mucho más castigado por el tiempo de lo que hubiera tenido sentido. Apenas habían pasado tres años de vida política. Sin embargo, parecía que había transcurrido una década. Se le empiezan a atribuir rasgos de autoritarismo a la hora de manejar la organización. La idea de un grupo de amigos encabezando un movimiento de imbatible fuerza rejuvenecedora empieza a derivar hacia una organización política comandada por un liderazgo muy fuerte y poco abierto a la discrepancia y a la integración. Poco más de un año después, en mayo de 2017, se hizo público un detalle que en cualquier otro personaje público apenas hubiera tenido trascendencia alguna. Iglesias se convirtió en el centro de los ataques de una derecha política y mediática que siempre se sintió agredida por un líder cuya irrupción puso contra las cuerdas a buena parte de la clase dirigente española, englobada en el concepto de la casta que había dominado el país durante las últimas décadas. La compra de un chalet en las afueras de Madrid valorado en 600.000 euros se convirtió en un emblema de las campañas de destrucción de su ideario político. Las elecciones de abril de 2019 mostraron el serio retroceso de Podemos, ya rebautizado como Unidas Podemos, tras la integración con Izquierda Unida. En estos comicios, pierden alrededor de 1,3 millones de votantes, mientras el PSOE suma más de dos millones respecto a tres años atrás. Pedro Sánchez era presidente del Gobierno gracias a la moción de censura que había tumbado a Rajoy. Pablo Iglesias había facilitado la operación. El retroceso electoral aboca en una encrucijada. El PSOE quiere gobernar en solitario y Pablo Iglesias exige la coalición e, inicialmente, ser vicepresidente. La discrepancia abocó en la repetición electoral. Pero Pablo Iglesias aguantó el pulso. En la convocatoria subsiguiente perdió casi 600.000 votantes, pero mantuvo la fidelidad de algo más de 3 millones y, sobre todo, conservó la llave de la gobernabilidad. Pedro Sánchez cedió y aceptó una coalición que convirtió a Iglesias en vicepresidente del Gobierno”.
El año en que gobernar fue cosa de dos.“Aparece así, el tercer perfil en su carrera política. La obstinación por conseguir el acuerdo y por asumir la vicepresidencia hizo aumentar aún más la presión sobre su persona. La ultraderecha desencadena una brutal, desmedida e incesante persecución personal contra él y su familia. La expectación inicial despertada por su encumbramiento empezó a chocar con la rutina de una actividad política con muy poca luz. Para Andrés Medina, ‘al entrar al Gobierno, después de tanto desgaste a raíz de la repetición electoral, tuvo una pequeña luna de miel con parte de su electorado, pero el Pablo Iglesias vicepresidente chocaba con los dos Pablo Iglesias anteriores’. Cada vez que intentaba recuperar su espíritu combativo y reivindicativo, se despertaban extendidas críticas por la contradicción que suponía no aceptar su pertenencia destacada a un Gobierno que debía actuar con solidaridad y sin grietas. Su papel como líder parece desdibujarse en la medida en que cuesta identificar a veces cuál es su auténtica función y responsabilidad (...) La sorprendente decisión de Pablo Iglesias, hecha pública esta semana, no desvela la realidad de sus planes de futuro tras las elecciones de mayo. Parece evidente que su postura implica un importante grado de compromiso con su partido. Otros líderes relevantes no han querido asumir el complicado reto de afrontar unas elecciones en las que Unidas Podemos aspira a obtener un resultado digno, que le permita superar a Más Madrid, y a colaborar en la medida de sus posibilidades a impedir que el tándem Ayuso-Monasterio tome el poder…”
Iglesias, contra Ayuso y Vox.“Vamos a conocer a partir de ahora un cuarto perfil en su trayectoria. Posiblemente, su discurso y sus formas intenten recuperar al primer Pablo Iglesias colocado en primera línea de un frente antifascista. Sin embargo, es evidente que ese espíritu rupturista y revolucionario se va a compadecer con dificultad con el Iglesias de 2021…Si algo se le da especialmente bien a Pablo Iglesias, suele ser una campaña electoral. Casi con toda seguridad, los datos de UP el día 4 de mayo serán mucho mejores de lo que las encuestas mostraban hasta esta semana. Sin embargo, todo parece indicar que Iglesias está de salida y quiere cerrar su viaje, al menos temporalmente, con un acto de indiscutible servicio a su partido y a la lucha contra la derecha más extrema. De todas formas, aventurar en su caso cualquier hipótesis es absurdo. Una de las características comunes a las cuatro caras mostradas hasta hoy por Pablo Iglesias es su devoción por la sorpresa y lo inimaginable”.
Díaz Ayuso le declara la guerra a Polonia para reforzarse en el lado bueno de la historia. “A Hitler también le malinterpretaban”, declara.La presidenta añade que
“A los grandes líderes siempre se nos malinterpreta y se nos juzga con dureza.
Mira a Hitler, que solo porque hablaba en alemán y algo enfadado la gente ya le
tachaba de nazi. Los auténticos nazis son quienes le insultan solo por sus
ideas”.
Imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:
“Iglesias es un caribeño con chándal que vive de los demás en mansiones y con séquitos de mujeres”. El entrecomillado es el titular de una entrevista a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la web de Eduardo Inda. Lejos de avergonzarse ante ese titular, el PP lo difunde con orgullo en la propia cuenta de Twitter de la Comunidad de Madrid. (Tremending)
Pablo Iglesias nos recuerda que el día que se levanten las alfombras de décadas de corrupción en la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso será la primera en irá a la Cárcel por sus desfalcos descarados a los madrileños, cómo el caso del “Hospital zendal”, caso “Residencia de Ancianos”... Ayuso tiene cómo consejero al delincuente Miguel Ángel Rodríguez, quién dice: “Es mi jefa y le hecha huevos”. Hay quien interpreta que tiene “huevos” para delinquir.
Pablo Iglesias sube en dos días al 10.9 % en las encuestas, poniéndose en tercer lugar, superando a Más Madrid y a los fascistas.Pablo Iglesias ha roto, según el Despacho de Abogados W & T, todos los mantras de la derecha, “se aferra al sillón”, “el macho alfa”, “bolivariano con chándal”... Por el contrario, el líder morado ha demostrado humildad, inteligencia, estratega, honradez y ser una gran persona.
Joaquín Reyes ha imitado a Iglesias recogiendo las últimas novedades que el líder de Podemos ha provocado en el panorama político español con su anuncio de dimisión de su cargo en el Gobierno para hacer frente a Isabel Díaz Ayuso. ‘Yo creo que España se me queda pequeña’, inició el sketch el humorista. ‘¿Qué queréis? Que coincida con Ana Botín en un acto y que ella me diga: 'Hola, Pablo, te queda muy bien el moño'. Y que yo le conteste: 'Cállate, sucia capitalista, y afloja la panoja’, bromeaba el Iglesias de Reyes. (Tremending)
El general retirado, Juan Chicharro Ortega, y presidente de la Fundación Francisco Franco, muestra su “admiración creciente” por Ayuso.
“Obviamente, dimito de
esta ejecutiva y en unas horas me iré a València y entregaré mi acta de
diputado. Quiero mandar un recuerdo a un afiliado al que le tengo mucho cariño,
Albert Rivera, que dio una lección de cómo se comporta un señor que realmente
sabe lo que es la política”. Entre lágrimas, se despedía Toni Cantó de la
formación política que le vio crecer e insultar a diestro y siniestro. Ciudadanos
se encuentra en proceso de desaparición, pero hay que recordar que el grupo
político que vio nacer a Cantó fue UPyD, del que se fue en 2015, asegurando que
siempre llevaría esa formación en su corazón. Tanto ha sido así que ha repetido
la misma historia. (Tremending)
“Da la impresión de que los hombres son los protagonistas de la historia pero, si lo son, es porque alguien está sosteniendo el mundo detrás de ellos, y este alguien es la mujer”. (Gabriel García Márquez)
El humor, en la prensa de
esta semana: El Roto, Peridis, Eneko, Vergara, Manel F. Enrique, J.R. Mora,
Javirroyo...
Cuando te llaman fascista.
Pep Roig, desde Mallorca: Mercado negro, gris, rojo, azul, verde... Valores, Vamos a contar mentiras, por la patria, Cumpleaños, ¡Barato, baratto, baaratttoooooo!...Cosas del pasado.
Los vídeos de esta
semana:
Pablo Iglesias, candidato
para presidir la Comunidad de Madrid.
Ayuso se cachondea de la candidatura
de Pablo Iglesias: “España me debe una, lo he sacado de Moncloa”.
Monólogo - Madrid bien
vale una vicepresidencia
El análisis de Ernesto
Ekaizer sobre la decisión de Pablo Iglesias
LATE MOTIV - Monólogo. Nuevo giro de guión
Transi - Iglesias vol
Errejón - Polònia
Iglesias plega – Polònia
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