Los habitantes de la isla
griega de Alónnisos la habían adoptado como su mascota oficial, tras ser
rescatada moribunda en 2018. “Kostis”, la foca monje más emblemática del
Mediterráneo, fue abatida el pasado día 24 por un disparo de arpón realizado
por un pescador aficionado al que se dictó orden de búsqueda y captura al ser protegida
por la ley griega. La muerte de “Kostis”, según Ramón Díaz en La opinión de
Málaga, generó una ola de indignación en toda Grecia, en especial entre la
población de Alónnisos y las asociaciones en defensa del medio ambiente, que
exigen capturar y poner a disposición de la justicia al autor del ataque
mortal.
“¡Desgraciadamente, una
vez más, está comprobado que la maldad y la estupidez humanas no tienen
límites! La joven foca monje ‘Kostis’, que en los últimos meses se había
convertido en la mascota de Alónnisos, fue abatida intencionadamente”, lamentó la
ONG griega MOm. La “inocente” foca monje fue “ejecutada a quemarropa con un
arpón de gran calibre”. “El suceso ha sido recibido con gran pesar e
indignación, no sólo por la gente de MOm, sino por todos los residentes y
visitantes de Alónnisos que tuvieron la suerte de admirar a ‘Kostis’ de cerca”,
ha añadido la ONG. “La persona que lo hizo, obviamente, no tiene el mínimo
coraje de presentarse y asumir la responsabilidad de su acción”, ha señalado
Mom, quien, ante este “acto inmoral y criminal”, pidió a las autoridades que
tomen “medidas inmediatas para encontrar y llevar ante la justicia al culpable”.
“Kostis” solo tenía dos
meses de edad y pesaba 13 kilogramos. Recibió su nombre del pescador que la
rescató. Fue curada por MOm y devuelta al mar. Tras la suelta, la popular foca
no se alejó de Alónnisos, una isla que forma parte de un parque nacional marino
desde 1992. Fue el primero del país heleno. Con 2.260 kilómetros cuadrados, es
el área marina protegida de mayor extensión de Europa. El espacio protegido es
uno de los santuarios de la foca monje del Mediterráneo (Monachus monachus),
especie en peligro de extinción: se calcula que solo quedan unos 700
ejemplares.
Se trata de uno de los
diez mamíferos más amenazados del mundo La población mediterránea está estable
y la atlántica, en crecimiento. Pese a ello, los expertos afirman que su
supervivencia está “lejos de ser segura”. En España, solo se tiene constancia de
la presencia de uno o dos ejemplares de esta especie en las islas Chafarinas,
aunque ha habido avistamientos esporádicos en las Baleares y Alborán. Hay un
proyecto para reintroducir la especie en las Canarias orientales. España ha
firmado junto a Portugal, Marruecos y Mauritania el denominado Plan de Acción
para la Recuperación de la Foca Monje del Mediterráneo en el Atlántico
Oriental, dentro del cual se desarrolla el Programa de Conservación de la Foca
Monje del Mediterráneo, gestionado por la Fundación sin ánimo de lucro CBD
Hábitat y la ONG mauritana Annajah.
Hace siglos, la foca
monje vivía en grandes colonias en bancos de arena o y playas a cielo abierto.
Sin embargo, debido a la destrucción de este tipo de hábitat y a la persecución
y molestias que han sufrido, actualmente las focas se concentran en cuevas
inaccesibles y recónditas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario