Samuel Luiz, el joven asesinado a golpes en La Coruña.
En la madrugada del 3 de julio, una brutal agresión a la salida del local El Andén acabó con la vida de Samuel Luiz, un joven de 24 años. Los hechos ocurrieron en A Coruña, en una zona de la ciudad donde se ubican numerosos locales de copas. Una semana después, la muerte absurda de Samuel sigue bajo investigación en la que, primero fueron detenidos tres jóvenes, dos hombres y una mujer, aunque fueron “entre seis y diez personas” las que le golpearon hasta la muerte. Samuel fue capaz de recorrer 150 metros y de levantarse tres veces del suelo antes de desplomarse frente al número 2 de la Avenida de Buenos Aires, perseguido y golpeado por “una turba de personas”. Allí le siguieron golpeando, ensañándose con él según el relato de la propia Policía. Las investigaciones para identificar a todos los implicados en la brutal paliza se basan en las grabaciones de las cámaras de seguridad que hay a lo largo de esos metros recorridos por Samuel. La línea de investigación de la Policía se centra en una discusión que se originó por el uso de un teléfono móvil. Minutos antes de producirse la agresión, Samuel estaba acompañado por una amiga con la que estaba realizando una videollamada que pudo haber provocado una confusión en otro grupo de jóvenes quienes, pensando que estaban siendo grabados, habrían originado el inicio de las violentísimas agresiones. La Policía, según han confirmado fuentes del cuerpo, se centra en la discusión que se originó por el uso de un teléfono móvil. Minutos antes de producirse la agresión, Samuel estaba acompañado por una amiga con la que estaba realizando una videollamada, cuando otro grupo de jóvenes que pensaron que estaban siendo grabados, habría originado el inicio de las violentísimas agresiones. Varios testigos declararon haber oído gritos homófobos en el lugar de los hechos, mientras sus asesinos la emprendían a patadas y puñetazos con él. Los investigadores también señalan que hubo otros jóvenes que no participaron directamente en la agresión pero que sí jalearon y animaron a los primeros.
Ocurrió el sábado en La Coruña. Lina y Samuel estaban contando a Vanessa, al otro lado del teléfono, anécdotas de aquella noche y giraron el móvil para enseñarle por donde habían ido andando. “En ese momento —cuenta Lina— pasó un chico acompañado de una chica, de más o menos la edad de Samuel, y gritó que dejásemos de grabarles. Sin darle importancia, Samuel se apresuró a explicarles que se trataba de un malentendido, y que simplemente estábamos haciendo una videollamada. Sin embargo, el joven, dirigiéndose exclusivamente a Samuel, pronunció las palabras que a muchos todavía nos cuesta olvidar: ‘O paras de grabar o te mato, maricón’”. Lina recuerda que el chico le pegó un puñetazo muy fuerte y ella empezó a gritar. Vanesa añade que “el vídeo se bloqueó, pero el audio seguía sonando y ella no sabía qué era exactamente lo que estaba ocurriendo. Sólo escuchaba los golpes y a Lina gritar: ‘Déjalo, es mi amigo. ¡Por favor, déjalo!’. En ese momento apareció otro joven que intercedió para intentar que el agresor dejara de golpear a Samuel. Gracias a él no siguió pegándole. No le he vuelto a ver y quisiera que sepa que todos los amigos de Samu estamos enormemente agradecidos por su gesto valiente”. Lo que ocurrió a continuación fue todo muy rápido. En un principio, el agresor desistió y se fue, dejando a Samuel con contusiones visibles en la cara. Mientras Lina estaba buscando el móvil de Samuel, el chico que cinco minutos antes le había agredido volvió a por él, “esta vez acompañado de un grupo de unas 12 personas, que lo acorralaron y lo asesinaron a golpes. Vi a lo lejos que una multitud de gente moviéndose a gran velocidad y salí corriendo hacia ahí. Escuché que alguien gritaba '¡maricón de mierda!' Cuando llegué me encontré a Samuel en el suelo inconsciente. A Samu le dio tiempo a cruzar la calle tratando de protegerse. Pero cuando lo vi supe que no iba a salir adelante”. En efecto, Samuel no pudo sobrevivir a la paliza y murió en el hospital de La Coruña esa misma madrugada del sábado.
Mientras unos salvajes agredían a Samuel hasta la muerte en una calle de A Coruña, solo una persona intentó frenar la agresión. Se trata de un emigrante senegalés que ya ha declarado ante la Policía como testigo. Las amigas de Samuel difundieron un vídeo del reencuentro entre el inmigrante senegalés y sus nuevos amigos en el que le agradecen que intentara salvar su vida. “Queremos agradecerle —expresaron los amigos de Samuel— todo el apoyo mostrado, sobre todo en redes sociales, que nos ha llegado desde muchos puntos del mundo… Por la solidaridad mostrada por este chico de Senegal, que se metió sin dudarlo e intentó que no siguieran linchando a Samuel, a pesar del desenlace... Queremos darle las gracias y todo nuestro apoyo porque sabemos que para él tampoco es fácil. Hace pocas semanas pudimos ver como otra persona de Senegal se lanzó a la ría de Bilbao para rescatar a un hombre que se estaba ahogando”. El asesinato provocó que miles de personas llenasen el lunes las plazas de más de 70 localidades gallegas y varias ciudades españolas bajo el lema de “justicia para Samuel” y en contra de la violencia homófoba. La Policía Nacional detenía el martes a tres jóvenes de entre 20 y 25 años, dos varones y una mujer, residentes en A Coruña, como presuntos autores de la paliza que acabó con la vida de Samuel Luiz. El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, explicaba en una entrevista en la Cadena Ser que 15 personas habían prestado declaración en relación con este suceso.
Crimen de odio. Conmoción en España por el asesinato a golpes del joven.Samuel estudiaba para obtener su título de técnico dental, dedicando gran parte de su tiempo y energía a su carrera universitaria. Vivía en España desde que tenía 14 meses y su padre, Massoud Luiz, un ciudadano brasileño residente en Galicia, donde vivía con su mujer, española, dio una lección de humanidad ejemplar al afirmar que “de corazón” a él no le gustaría que los hechos costasen la vida a los jóvenes que mataron a su hijo porque “eso provocaría sufrimiento a otros padres y los padres no son culpables”. Y el mismo lunes, en las manifestaciones convocadas para homenajear a su hijo y denunciar lo ocurrido, pedía que no llevasen banderas de ningún tipo ni lanzasen mensajes políticos. “Vayamos todos en silencio”, afirmó el hombre, roto de dolor. “Vamos a hacer una cosa mejor: que cada joven que vaya allí, que cada padre y cada madre pasen por un supermercado, compre un paquete de arroz, un kilo de sal, de azúcar, y la deposite en una caja de la Cruz Roja para quien tenga necesidad en ese momento. Eso será algo que, a nosotros, la familia de Samuel, nos alegraría. Y tengo fe de que, a mi hijo, que ayudaba a todos, quedaría contento porque él siempre quiso ayudar a la gente”, afirmaba Massoud, el padre de Samuel. Y explico cómo su hijo hijo había salido a cenar con tres amigas y salió del local para hacer una llamada y unos jóvenes comenzaron a increparle. “Samuel no quería problemas y abandonó el lugar. Sin embargo, los agresores le siguieron y le propinaron una brutal paliza que terminó con su vida. Pero mi hijo siempre evitó los problemas. Nunca en su vida se metió en peleas, ni llegó borracho a casa, ni tomaba drogas. Mi hijo era un chico cariñoso, amigo de sus amigos y amigo de sus padres”, recordó el padre. Preguntado sobre las afirmaciones de sus amigas de que se trató de un crimen homófobo, el padre respondió que, en casa, no dio tiempo de hablar sobre la orientación sexual de su hijo y recordó que, en la única charla que tuvieron sobre el tema, éste le dijo: “Papá, lo que uno es o deja de ser es cosa de cada uno. Hay un tiempo para hablar las cosas y ahora no es el momento”. Padre e hijo ya nunca podrán mantener esa conversación pendiente.
Al día siguiente de este
trágico suceso miles de personas llenaron las plazas de más de 70 localidades
gallegas y de las principales ciudades españolas al grito de “Justicia para
Samuel” y en contra de la homofobia. El delegado del Gobierno en Galicia pidió
tiempo para la investigación, asegurando que “ninguna hipótesis” estaba
descartada, después de negarlo en un primer momento. Además de la masiva
respuesta social en las concentraciones de la tarde del lunes, el asesinato de
Samuel Luiz también provocó la reacción de los políticos. Varias ministras y la
vicepresidenta Yolanda Díaz se refirieron al carácter homófobo de lo sucedido y
el BNG exigió que se investigase si existía delito de odio por LGTBI fobia.
Íñigo
Errejón se refirió a los enfrentamientos en el madrileño barrio de Argüelles
durante la protesta, donde se produjeron cargas contra los manifestantes. El
líder de Más País anunció que pediría explicaciones al Gobierno de Pedro
Sánchez por lo que, a su juicio, había sido una “desproporcional” actuación de
la Policía Nacional en la manifestación en Madrid por Samuel. “Esta desproporcionalidad es incomprensible.
Pediremos explicaciones al Gobierno”, señaló Errejón en un mensaje publicado en
la red social Twitter. El presidente del Gobierno habló de crimen “salvaje y
despiadado” y el de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, de “vil
asesinato”. Partidos progresistas, organizaciones a favor de la igualdad y numerosos
manifestantes señalaron como uno de los orígenes de esa violencia los discursos
homófobos y de exclusión defendidos por la extrema derecha de Vox, con el del
Partido Popular, que en su día recurrió la ley del matrimonio igualitario. “Mientras
haya personas y formaciones políticas que promocionen el odio, la exclusión, la
xenofobia y la homofobia el trabajo de la sociedad será sin descanso y arduo”,
reconocía el martes la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la rueda
de prensa posterior al Consejo de Ministros. Aunque la t
ministra de Hacienda pidió “cautela” para esclarecer los motivos del crimen,
recordó que “los testigos hablan de frases homófobas”, por lo que su conclusión
era que “una persona, por su condición sexual, fue agredida brutalmente hasta
el asesinato”. Y Mónica García, señaló que “agresiones como la de Samuel
acercan España a Hungría” y habló de un “problema social” que “hay que
abordar”. La portavoz de Más Madrid en la Asamblea regional denunció en una
entrevista en La Sexta “estas alusiones a la intolerancia, al odio, a que el
colectivo LGTBi es enfermo” o “que la violencia machista no existe, van calando
y tenemos una regresión en derechos y libertades”. E hizo alusión tanto a los
discursos de Vox como a las políticas puestas en marcha por las derechas en
contra de la diversidad y la igualdad.
En la región de Murcia, la consejería de Educación, en manos de la extrema derecha, y los tres diputados díscolos de Vox que, en marzo, junto a tres tránsfugas de Ciudadanos, apoyaron al Gobierno del PP para hacer fracasar la moción de censura registrada allí por el PSOE y el partido de Inés Arrimadas, acordaron, con el equipo del presidente popular, Fernando López Miras, la aprobación del llamado 'pin parental'. También en Andalucía, donde PP y Ciudadanos gobiernan la Junta gracias al apoyo de Vox, el partido de Santiago Abascal exigió la aplicación de ese veto con la permanente amenaza de dejar caer al Ejecutivo de derechas. Todas esas decisiones se actualizan en los discursos de Vox contra las personas LGTBI y sus derechos. Abascal siempre sostiene, por ejemplo, que “el matrimonio es una institución que une al hombre y a la mujer. Nosotros no consideramos que la relación entre dos hombres o entre dos mujeres sea un matrimonio. Sí una unión civil que necesita ser regulada. Creo que es bueno que las personas se unan, que dos hermanas viudas, o dos amigos viudos puedan hacerse una unión civil para cuidarse unos a otros o legar”, llegó a asegurar el líder de la extrema derecha española, en 2019. Por su parte, Iván Espinosa de los Monteros, portavoz parlamentario de Vox, afirmó en una entrevista en El Mundo en enero de 2020: “El problema es que en España hemos pasado de un extremo a otro. De pegar palizas a los homosexuales a que ahora esos colectivos impongan su ley. Y de la mujer con la pata quebrada y en casa, a no poder nombrar a hombres en el Ministerio de Igualdad. Nos estamos volviendo locos”. Rocío Monasterio, líder de la extrema derecha en Madrid, sostiene, por su parte, que “el orgullo gay es una caricatura y una jornada denigrante”, y Juan Ernesto Pflüger, responsable nacional de prensa de Vox, remarcó hace ya años que, en las relaciones homosexuales, no hay amor: “Es solo vicio”.
“A Samuel lo mataron al grito de 'maricón'”, entre los carteles de la manifestación de este lunes 5 de julio de 2021, en Madrid.Marta Borraz explica en “Eldiario.es”
que el homicidio de Samuel, pocas horas antes de la celebración del Orgullo
LGTBI estatal, desató una ola de indignación y conmoción en la comunidad LGTBI.
La delegación del Gobierno se abrió a la posibilidad de que se tratase de un
crimen discriminatorio. La Policía Nacional detenía el miércoles a un cuarto
joven de entre 20 y 25 años por la muerte de Samuel Luiz. “El cuarto detenido
es amigo de los anteriores, que no conocían a la víctima. Está acusado de
homicidio y apropiación indebida —se quedó
supuestamente con el teléfono móvil de la víctima—, indicó
la Policía en su cuenta de Twitter. Mientras tanto, los investigadores siguen
visionando las imágenes tanto de cámaras públicas como privadas que hay
instaladas en esa zona, con el objetivo de dirimir lo sucedido. De hecho, la
investigación sigue abierta y bajo secreto de sumario por orden del juzgado,
recuerda la Policía Nacional en un comunicado. El propio asesinato y la
circunstancia de que no se descarta ningún móvil (se baraja que no ha sido un
crimen homófobo), ha propiciado multitud de manifestaciones de protesta del
colectivo LGBTIQ. El mismo fin de semana una mujer trans denunciaba haber sido
objeto de violencia verbal y física en Santiago de Compostela y un joven en
Madrid contó que un policía le propinó un bofetón e insultos homófobos”. En
Valencia se perpetró un ataque contra un joven al que dieron un puñetazo y
golpes por todo el cuerpo al grito de “maricones” y, en Catalunya, son varios
los ataques denunciados en el último mes, mientras que Basauri (Bizkaia) ocupó
todos los titulares a principios de junio por la agresión a un joven que acabó
en el hospital al que llamaron “maricón de mierda”. Un tipo de incidentes que crecen
cada año. Los datos disponibles de 2020, con las peculiaridades de la pandemia,
apuntan a conclusiones contrapuestas: algunos como el de Madrid, donde se
anotaron 259 actos discriminatorios, registraron una disminución respecto a
2019, mientras que otros como la Comunitat Valenciana o Catalunya han detectado
una escalada (140 y 189 respectivamente). Con todo, la discriminación
LGTBIfóbica no es algo nuevo ni un hecho aislado, sino una violencia “estructural”
que se da por el hecho de “ser y mostrarnos tal y como somos”, explica Eugeni
Rodríguez, presidente del Observatori Contra l'Homofòbia de Catalunya. Los
expertos advierten de que lo que sale a la luz es “la punta del iceberg” porque
la mayor parte de esta violencia está silenciada: según una reciente macroencuesta
de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, solo un 16% de las víctimas en
España de algún ataque físico o sexual por motivo de su orientación sexual o
identidad de género dieron traslado del mismo. Casos que son “un recordatorio
social”.
La dificultad que se encuentran los letrados y expertos en estos casos radica en que pocas veces tienen recorrido como delitos de odio. “Es frecuente que el contexto se use para negar a priori que hay un ataque discriminatorio. Se está esperando un caso de LGTBIfobia 'de laboratorio', el de un agresor con la cabeza rapada y tirantes, pero no llega nunca y así nada es delito de odio. Los insultos homófobos son un elemento más y son claves, pero el contexto, la respuesta y la virulencia es donde está el móvil discriminatorio”, explica Laia Serra, abogada penalista experta en derechos humanos y discriminación. En un primer momento, los informes policiales en el caso de Samuel circunscribían el hecho a una discusión relacionada con el uso de un teléfono móvil sin apuntar a ningún elemento más. Pero, según el relato de la amiga que le acompañaba, ambos estarían haciendo una videollamada con Vanessa cuando una pareja le espetó: “Para de grabarnos si no quieres que te mate, maricón”. Y lo único que a Samuel le dio tiempo a decir fue ‘maricón de qué’”. Serra prosigue: “Solo por el hecho de que haya una violencia desproporcionada con resultado de muerte, es un indicio suficientemente poderoso como para que se investigue el móvil discriminatorio. Negarlo de entrada es una aberración jurídica y una falta de respeto”. En Olympe Abogados, un despacho especializado en este tipo de casos, reciben cada vez más denuncias: “Vemos que delitos que hace mucho no se llevaban a cabo tan habitualmente vuelven a emerger con frecuencia”, explica su director jurídico Isaac Guijarro que tiene también experiencia en que la justicia rechace la motivación discriminatoria en sus causas. “Parece que tienen que decir 'te estoy matando por maricón y no por otra cosa'”, dice. El abogado considera que, por el contrario, la mayor parte de ataques LGTBIfóbicos se dan mediante la “instrumentalización” de otra cosa diferente a la persona en sí misma; un conflicto, un malentendido, una excusa para agredir. Apuntan los expertos, además, al carácter colectivo de estos actos. Son, en palabras de Serra, “crímenes de poder” que mandan un mensaje en este caso a toda la comunidad LGTBI: “Es un recordatorio social, se dice a determinada gente que no tiene un lugar asegurado en esta sociedad, lo que quiebra la expectativa de seguridad de este colectivo, un primer paso contra sus derechos fundamentales”.
“Maricón no debería ser lo último que escuchas antes de morir”.“Las cifras y titulares —recuerda Marta Borrás— son también la ‘punta del iceberg’ por otro motivo: al igual que sucede con la violencia machista, la homofobia, bifobia y transfobia tiene su expresión más brutal en las agresiones físicas, pero hay otras violencias cotidianas que las sustentan. De hecho, estos días, a raíz del asesinato de Samuel, multitud de usuarios en redes sociales han compartido relatos de discriminación. Algunos de los casos incluidos en el último informe a nivel estatal elaborado por la FELGTB iban desde un hombre que, al abrir su negocio, se encontró en la fachada una pintada de “maricón”, un socorrista que increpó públicamente a un cliente del club de natación para que revelara que era gay o el dependiente de una tienda que espetó a una mujer trans al probarse un vestido que ‘por ley está prohibido que un hombre se vista de mujer’”. Eugeni Rodríguez señala que “muchísima gente sufre aislamiento, interpelaciones homófobas, transfobia, estigma, problemas en el trabajo o en la convivencia. Y todo eso son muestras de una violencia estructural que siempre existe; lo que cambian son los contextos y la posibilidad de denunciar y visibilizarse”. El miedo, la violencia y el secreto, incluso en aquellos países que gozan de avances, como España, sigue siendo demasiado habitual. La encuesta europea de 2020 arroja algunos datos reveladores: un 48% de las personas evitan darse la mano en público con alguien de su mismo sexo y una de cada tres (el 32%) afirma que deja de acudir “siempre” o “a menudo” a algunos lugares por miedo. Cuando se les pregunta dónde se niegan a mostrarse tal y como son por temor a ser “asaltados, acosados o amenazados”, casi la mitad de los encuestados en España (un 47%) dice que en la calle o en otro tipo de espacio público y cuatro de cada diez en los medios de transporte. Teniendo en cuenta que se trata de una cuestión con respuesta múltiple, el 32% señala restaurantes, cafeterías o discotecas y un 27%, el lugar de trabajo. Pero también el miedo a visibilizarse como LGTBI en los círculos más cercanos está presente: en la familia o en el hogar es marcado por un 24% y un 12%, respectivamente. Y la ofensiva antiderechos que enarbolan sectores ultraconservadores y partidos de extrema derecha como Vox –que ha llegado a apoyar públicamente las leyes homófobas de Ucrania– son “un caldo de cultivo idóneo” para que se dispare la violencia hacia los colectivos vulnerables, según explica Laia Serra. “Estas violencias ocurren porque los agresores se sienten legitimados para ello; entienden que la respuesta social, de sus círculos próximos, pero también a nivel comunitario, no van a reprobarlos o al menos no con mucha contundencia”, señala la experta.
Las cargas policiales acaecidas en Madrid durante la manifestación por el asesinato homófobo de Samuel han generado un nuevo punto de fricción entre los socios del Gobierno. Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, califica de “inaceptable” que agentes de la Policía Nacional realizaran cargas en la manifestación por Samuel contra varios manifestantes. “Esta carga contra manifestantes pacíficos que protestaban por el asesinato homófobo de Samuel es inaceptable. La delegada del Gobierno debe dar explicaciones”, subraya en un comentario en Twitter junto a un vídeo de una de las cargas registradas. En efecto, cientos de manifestantes participaron en la concentración en la Puerta del Sol por el asesinato del joven Samuel de 24 años con conato de enfrentamientos en Argüelles contra la Policía Nacional que intenta desalojarles de la vía pública. Los antidisturbios cercaron a los concentrados en el cruce entre las calles Alberto Aguilera y Princesa, lo que hizo que estos no pudieran continuar su marcha hacia Moncloa ni tampoco hacia Plaza de España. Asimismo, se registraron cargas policiales contra algunos de los manifestantes. La movilización comenzó en la Puerta del Sol, pidiendo justicia para Samuel entre banderas del colectivo LGTBI y pancartas con mensajes como “Cualquiera de nosotras podría ser Samuel”.
Amigas y familiares de Samuel se reunieron el jueves con el inmigrante irregular de origen senegalés para agradecerle su gesto. Esta fue la única persona que se metió a separar a Samuel de sus agresores. Los amigos del coruñés y las dos primeras personas que le socorrieron tras encontrarlo en la calle minutos después de la agresión intervinieron en televisión. “Ayer —contó Sofía, una amiga de Samuel, en el programa matinal de AR— conocimos a la única persona que ayudó a nuestro amigo e intentó salvarle la vida y tenía miedo a testificar porque no tenía los papeles en regla. Pedimos que se le den los papeles porque se merecen esto y mucho más”. Durante la intervención en televisión de los amigos de Samuel, todos coincidieron en que “fue un crimen homófobo, sin duda alguna”, a la vez que subrayaron que “no buscan venganza ni que se apedree a los implicados, solo que se haga justicia, que Samuel descanse en paz y que sus padres consigan de alguna manera superar esto y continuar con su vida. Según adelantaba Amara Santos en ElEspañol.com, los primeros indicios recabados por los investigadores apuntaban a que el móvil de la agresión no fue la homofobia. El motivo de la fatal paliza, que se extendió durante 15 minutos y más de 200 metros de persecución, habría sido un malentendido por una videollamada a las 03:00 de la madrugada… Marco tuvo un importante papel en las labores de reanimación de Samuel, ya que recuerda que le quitó parte de la ropa “para hacerle una especie de almohada y que estuviera cómodo”, mientras lo ponía en posición lateral de seguridad. “Le tomé varias veces el pulso, le hablé y le intenté despertar, pero estaba en coma totalmente. Le tomé el pulso tres veces y durante esos minutos yo no se lo encontré, la ambulancia tardó en venir, cuenta. Tengo casi 50 años e hijos de la edad de Samuel y para mí era como si fuera un hijo más, por eso estuve allí para que no se quedase solo, fue todo rápido y desagradable”, lamenta… “Los agresores de Samuel pensaron que no les veía nadie, pero se equivocaron porque hubo un vecino que sí los vio. Se llevaron el teléfono porque pensaron que el motivo por el que se inició la discusión podía estar ahí y que así no pasaría nada, pero no contaron con que las autoridades le geolocalizaron con los teléfonos y, gracias a eso, lo que pasó se podrá aclarar”, concluyó el coruñés con la esperanza de que pronto se conozcan más datos sobre lo ocurrido y se haga justicia con Samuel.
La madrugada del pasado sábado, 3 de julio, una paliza protagonizada por varios individuos terminó con la vida de Samuel Luiz, un joven auxiliar de enfermería de 24 años. Ante este asesinato al grito de “maricón”, centenares de asociaciones LGTBI han convocado manifestaciones, así como miles de personas han condenado lo ocurrido. El cómico Ángel Martín lanza a Rubén Parras, de ElPlural.com, el mensaje que lanzara al respecto. En un vídeo difundido en las redes sociales, Martín ha denunciado el caso. “En A Coruña ya han detenido a 13 personas relacionadas con el asesinato a palos de un chaval de 24 años llamado Samuel”, recuerda Martín, añadiendo: “Por cierto, morir porque te den una paliza en realidad es ser asesinado. Si la paliza ha sido por la orientación sexual es un asesinato homófobo. Lo digo porque algunos medios que van de serios parece que no lo tienen claro y publicaron ‘Muere un joven de 24 años’, como si fuera por un empacho de tartas, en lugar de ‘asesinaron a un joven de 24 años al grito de maricón’”, recalca Ángel Martín. Un mensaje le ha llevado a convertirse en Trending Topic en Twitter y han sido muchos los tuiteros que lo han compartido y han expuesto también su opinión al respecto. Otro rostro conocido que ha denunciado la misma tesitura ha sido el periodista Antón Losada escribiendo en Twitter el siguiente mensaje: “A ver si lo entendemos: si te matan de una paliza es homicidio. Si vuelven para rematarte con ensañamiento es asesinato. Si te gritan maricón las dos veces, es homofobia”.
Imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes.
La salida del espacio se le comunicó después de su argumentación en la que aseguraba que ciertos partidos políticos “están socavando libertades públicas” y que “lo que está ocurriendo es gravísimo”, mientras en el plató se debatía sobre la paliza mortal al joven Samuel Luiz en A Coruña. No es la primera vez que el programa echa a uno de sus colaboradores. En mayo de 2020 ya hizo lo propio con el periodista Antonio Maestre, después de sus críticas a Ayuso.
“Si te pegan un puñetazo
para matarte y te dicen rojo de mierda, significa algo. Si te dicen negro de
mierda, significa algo. Si te dicen maricón de mierda, significa algo”. Es el
mensaje, claro como el agua, del periodista, guionista y escritor Paco Tomás,
en el programa La Hora de la 1, en TVE, sobre lo que supone invisibilizar los
delitos de odio. En un vídeo de menos de un minuto, el colaborador del programa
pide a la sociedad, a los medios y a los jueces que sean conscientes de ello: “Esta
violencia viene del mismo sitio del que viene la violencia machista”, añade en
Tremending. Un mensaje que llega en una semana en la que la sociedad clama por
la muerte de Samuel. Aunque la Policía dice que los primeros indicios descartan
la homofobia en la agresión mortal, las declaraciones de algunos testigos que
según los medios aseguran que le llamaron “maricón” mientras le agredían, han provocado
una oleada de indignación.
Antonio Casero escribe en Facebook desde Menorca: “VOX, es algo más que una organización política que está presente en muchas de nuestras instituciones. Es el vivero de los nuevos fascistas y de los viejos nazis que, con los viejos métodos que utilizaron los fascistas italianos en los años veinte del siglo pasado, con sus mentiras y falsedades y con sus actos criminales, intentan llevar a Hitler al poder. Quieren hacer en España un movimiento que les facilite recoger votos utilizando las cloacas, los medios y el desencanto de muchos ciudadanos. Muchos de ellos nos presentan las miserias de la cultura que han estado heredando”.
Es una de las reacciones indignadas en las redes por las cargas policiales del lunes en Madrid, tras la concentración contra el asesinato del joven Samuel en A Coruña. Según la Delegación del Gobierno, se produjeron altercados en el barrio madrileño de Argüelles sobre las 22.30 horas de la noche del domingo en los que hubo lanzamientos de objetos, cargas policiales y algún que otro destrozo de mobiliario urbano. Las imágenes de las cargas policiales se viralizaron rápidamente en Twitter tras la publicación de un vídeo grabado por el periodista Fermín Grodira. En las redes muchos manifestaron su indignación, desde políticos, artistas, hasta tuiteros anónimos. Y pidieron explicaciones citando a la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, por su cuenta de Twitter.
Ayuso asegura que en el asesinato de Samuel se ha acusado “sin pruebas ni motivos”.
El piloto e ingeniero estadounidense Melvin Vaniman con Kiddo, el primer gato que (casi) cruzó el atlántico en una aeronave en 1910. Este gatito se metió en un dirigible sin que nadie se diera cuenta, y cuando estaba en el aire maulló todo el camino. Esta era la primera aeronave con radio integrado, y el primer mensaje que se envió dentro de ella fue “Que alguien venga a por este gato...” Después de 71 horas en el aire, entre tormentas que provocaron una falla en el motor, el dirigible tuvo que aterrizar en el mar y los tripulantes terminaron su recorrido en un bote salvavidas. Los testigos dicen que el gatito estaba feliz de estar fuera del avión, y regresó a tierra como un héroe porque las personas creían que utilizó una de sus nueve vidas para salvar a los tripulantes de la aeronave.
El humor, en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Manel F., Vergara, Malagón, Flavita Banana, Milik y Duarte, J.R. Mora...
Pep Roig, desde Mallorca: Veranovirus, ¡No!, Contagios de juventud, Sin patria no hay copas, Libertad, propiedad privada, ¡Traedme una vaca, que me la como!,El idioma español, según Ayuso…
Los vídeos de esta semana:
El presunto agresor principal había sido expulsado de un bar poco antes de matar a Samuel
Así fue la agresión mortal del joven Samuel en A
Coruña
Cientos de personas piden "justicia" para
Samuel en A Coruña
Arrestados dos menores por la paliza mortal a Samuel Luiz en A Coruña | RTVE Noticias
Polònia - 08/07/2021
LATE MOTIV - Pepe Viyuela. El orgullo de ser payaso | #LateMotiv266
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