“¿Por qué–se pregunta
David Bollero en Público– en países como Chile el pueblo se echa a la calle
ante la subida abusiva de los combustibles? ¿Por qué en Francia los chalecos
amarillos son capaces de poner contra las cuerdas a Macron? Y, sobre todo, ¿por
qué aquí, en España, con la energía más cara de Europa, pataleamos como niños
malcriados y nos contentamos con una rabieta que no tiene ninguna repercusión,
más allá de engordar esa ínfula de creernos revulsivos?...
“A pesar de esta
complicidad del PP y PSOE en nuestra desgracia energética, ni siquiera cuando
tantas familias y negocios están en la UCI son capaces de dejar de parchear,
asumir su responsabilidad y resolver el problema que han creado. Lejos de eso,
maniobran para sacar rédito político y lo más trágico de todo es asistir a la
pasividad social, a la resignación disfrazada puerilmente de indignación.
“Por estas fechas se
habla de inicio de curso político, centrando las miradas en los servidores
públicos, pero va siendo hora asumir que para la sociedad también se inicia el
curso político, que hay que tomar posiciones, que es imperativo cristalizar el
mensaje de cara a nuestros representantes de que no tienen un cheque en blanco,
de que las calles pueden vibrar cuando no están a la altura. Ni sondeos
electorales que inquietan ni reclamos de citas adelantadas con las urnas, lo
que hace falta es que, ante la subida de la luz, la sociedad recupere su chispa
y todas y todos a una exijan soluciones, no parches”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario